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La Lógica de Hegel y el marxismo

Un análisis de la filosofía hegeliana a la luz del marxismo














LA LOGICA DE HEGEL Y EL MARXISMO








Gabriel Robledo Esparza







M?xico. 1992








Centro de Estudios del Socialismo Cient?fico





INTRODUCCION



La denominaci?n que com?nmente se da al r?gimen econ?mico que existi? en el este de Europa hasta 1989 es la de socialismo real.
Para sus ide?logos, el socialismo real era la forma superior del socialismo marxista, la antesala del comunismo; los grupos de la oposici?n dentro de los pa?ses socialistas y los intelectuales de izquierda del mundo occidental, por su parte, lo reputaron como una forma imperfecta, burocr?tica de ese r?gimen social, una etapa de tr?nsito hacia su existencia plena, a la cual se daba el nombre de ?socialismo humanista?.
Este socialismo real, que en un caso era considerado como la realizaci?n m?s alta del socialismo marxista y en otro una fase previa a la existencia de un cierto ?socialismo democr?tico?, fue el que se vino abajo como castillo de naipes durante 1989, el llamado a?o de la democracia, para dar paso a un proceso de restauraci?n del capitalismo cl?sico del mundo occidental.
La ca?da del socialismo real aparentemente arrastr? consigo a la teor?a del socialismo cient?fico porque ?sta fue arbitrariamente unida a ese r?gimen social, como si de alg?n modo ?l fuera su expresi?n pr?ctica, ya sea incompleta o imperfecta, pero en v?as de maduraci?n, o totalmente formada. Se decret? sin apelaci?n la muerte de la teor?a y la pr?ctica del socialismo.
Quienes en los pa?ses del llamado socialismo real y en el mundo occidental hab?an sostenido la tesis de que el r?gimen ah? existente constitu?a un per?odo de transici?n hacia el verdadero socialismo (el concepto de ?ste era el de una formaci?n econ?mico-social en la cual, sobre la base de una relativa ?m?nima, realmente- socializaci?n de la producci?n y del consumo se desarrolla libremente la individualidad de los miembros de la sociedad) en primera instancia saludaron alborozadamente el desplome de los gobiernos ?comunistas? pues creyeron que ese era el paso inicial hacia la utop?a que hab?an acariciado durante muchos a?os, el ?socialismo democr?tico y humanista?. Muy pronto, sin embargo, se hizo evidente que hacia donde el movimiento se dirig?a era a la restauraci?n plena del capitalismo. La intelectualidad peque?o burguesa de occidente, no repuesta a?n del asombro que le ha causado este giro inesperado de los acontecimientos, se ha dedicado a balbucear algunas incoherentes explicaciones de lo que ha pasado, sobre todo poniendo el peso de la marcha de los sucesos en supuestos errores de los revolucionarios o de los partidos y ha intentado levantar la bandera de un nebuloso socialismo que ha de surgir, nadie sabe c?mo ni cu?ndo, de las entra?as del capitalismo moderno.
Hay otra forma de encarar estos acontecimientos. Se trata de buscar en ellos la profunda necesidad que los anima para encontrar las causas que los determinan y descubrir el desenlace hacia el cual se dirigen. Con esto podr? abandonarse el terreno de la fe, de la creencia irracional en que ha de venir un r?gimen ?m?s justo y m?s humano?, y entrar en el campo de la ciencia, la cual deber? mostrarnos el camino de la necesaria transformaci?n del capitalismo actual en el socialismo. Esta es la labor de los revolucionarios.
En primer t?rmino, se trata de saber cu?l era la naturaleza del r?gimen econ?mico-pol?tico existente en los pa?ses de Europa oriental. Es un lugar com?n, que aqu? tomamos como punto de partida, sin detenernos a analizarlo, que lo que exist?a en los pa?ses de Europa del este hasta antes de la ca?da de los reg?menes llamados comunistas era una forma sui generis del capitalismo, a la que hab?an llegado aquellos despu?s de un largo proceso hist?rico.
Bajo esta forma, que se caracterizaba principalmente por la descentralizaci?n econ?mica, la propiedad por grupos (autogesti?n), la producci?n para el mercado, el est?mulo material y, obviamente, la relaci?n trabajo asalariado-capital entre la gran masa de los trabajadores y la burocracia obrera, el capitalismo especial de los pa?ses del este, en una relaci?n de mutuo engendramiento y negaci?n con el capitalismo t?pico de occidente, tuvo un impresionante crecimiento econ?mico que alcanzo su nivel m?s alto a principios de la d?cada de los ochenta del siglo pasado. En su proceso de crecimiento, dio impulso al desenvolvimiento individual de los integrantes de la sociedad, el cual choc? con tal fuerza con las relaciones de producci?n existentes que, tras de llevar al sistema a una profunda crisis econ?mica a todo lo largo de los a?os ochenta, lo hizo desintegrarse literalmente en 1989 y dar paso a una forma superior del capitalismo, de la cual estaba gr?vida.
Tambi?n es un lugar com?n en la literatura marxista el considerar al r?gimen capitalista caracter?stico de Europa oriental como el resultado de la degeneraci?n de un r?gimen verdaderamente socialista que naci? en Rusia en 1917, se extendi? posteriormente para formar un sistema de pa?ses socialistas y alcanz? su madurez entre 1940 y 1957, a?o este ?ltimo en el que se manifiesta abiertamente el proceso de degeneraci?n aludido.
De todo esto se desprende que la desintegraci?n del llamado del socialismo real no tiene nada que ver con el socialismo marxista, que de hecho no exist?a ya en esos pa?ses al empezar la d?cada del 60; se trata simple y llanamente de la sustituci?n de una forma imperfecta del capitalismo por otra m?s completa.
Sin embargo, esto no resuelve el problema que nos hemos planteado, sino que lo retrotrae a una ?poca anterior. El acta de defunci?n del socialismo no tiene la fecha de 1989, sino de 1957, a?o en que se realiz? el XX Congreso del Partido Comunista de la Uni?n Sovi?tica.
En efecto, el socialismo existi?, lleg? a una fase de plena madurez, se extendi? a muchos pa?ses del mundo, integr? a casi una tercera parte de la humanidad y despu?s de su encumbramiento se inici? su declinaci?n y posteriormente se extingui?. ?Cu?l fue la causa de este hecho?.
La raz?n ?ltima de la degeneraci?n del socialismo fue que s?lo se estableci? como una forma que manten?a un contenido capitalista.
La explotaci?n capitalista tiene dos aspectos: en uno de ellos anula al proletariado como su complemento, como su fuente de plusval?a; esto sucede a trav?s de las formas de producci?n de plusval?a absoluta: reducci?n del salario, extensi?n de la jornada, despotismo fabril, etc?tera, todo lo que trae consigo el desgaste inmoderado de la fuerza de trabajo, la miseria f?sica, el hambre, las enfermedades y la muerte prematura. En el otro, el capital destruye la naturaleza humana del proletariado por medio de los m?todos caracter?sticos de producci?n de plusval?a relativa que desembocan en la maquinizaci?n de la producci?n: produce as? la degeneraci?n y descomposici?n de todos los ?rganos internos y procesos org?nicos de los trabajadores, convirti?ndolos en la encarnaci?n de lo no-humano. Estos dos aspectos se dan un mutuo impulso ascendente que resulta en la aniquilaci?n f?sica del proletariado y en la anulaci?n de su naturaleza humana.
En los albores del capitalismo predomina ostensiblemente el primer aspecto se?alado; esto origina la lucha del proletariado en contra de la burgues?a para lograr la satisfacci?n de sus necesidades individuales porque precisamente el capital basa su existencia en la reducci?n de la satisfacci?n de las mismas hasta niveles ?nfimos. Esa satisfacci?n de las necesidades individuales se traduce en la restauraci?n del proletariado como fuente de plusval?a, como complemento del capital.
Es precisamente en esta fase del capitalismo cuando la lucha del proletariado alcanza la alta cima del socialismo; pero el m?vil ?ltimo de este proceso, el contenido del mismo, no es otro que la satisfacci?n de las necesidades individuales de los trabajadores, es decir, su mantenimiento como elementos complementarios del capital.
Conservado vivo, porque su desarrollo es precisamente el contenido del socialismo formal, el inter?s individual corroe la forma del socialismo implantada en la URSS y en los dem?s pa?ses de Europa oriental, hasta lograr primero la degeneraci?n de esa forma y luego la restauraci?n capitalista.
El avance del socialismo formal provoc? en su exterior la reconcentraci?n del r?gimen burgu?s en s? mismo; de esta manera, lo oblig? a abortar la revoluci?n que se gestaba en su seno y posteriormente lo hizo pasar a un estadio m?s alto de su existencia que ten?a su fundamento en una imponente ?segunda revoluci?n industrial? y en el fomento del consumo masivo. La esencia del capitalismo dio un salto adelante por lo que la explotaci?n del proletariado adquiri? su forma m?s perfecta que se caracteriza precisamente por el desarrollo y la satisfacci?n de las necesidades individuales de capas m?s amplias del proletariado.
Ya establecido como sociedad de consumo, el capitalismo del ?mundo occidental? entr? en una relaci?n de unidad y lucha con el capitalismo espec?fico que a la desaparici?n del socialismo formal se hab?a afincado en Europa oriental proporcion?ndose ambos, de esta manera, un rec?proco est?mulo ascendente.
El progreso de las necesidades individuales dentro del capitalismo especial de Europa oriental, que ten?a su causa en su propia naturaleza interna, recibe un apoyo poderoso del capitalismo internacional; empujado por estas dos fuerzas, adquiere un impulso colosal que lo lleva a romper el estrecho marco de las relaciones de producci?n del ?socialismo real? para dar as? paso al capitalismo t?pico de occidente.
En nuestro an?lisis hemos logrado un avance sustancial: primero establecimos que el socialismo real era una forma espec?fica del capitalismo; despu?s llegamos a la conclusi?n de que esta variada del r?gimen burgu?s era una degeneraci?n del socialismo que hab?a surgido y madurado entre 1917 y 1957; m?s adelante encontramos que este socialismo hab?a dejado de existir aproximadamente a finales de la d?cada de los a?os 50; y por ?ltimo razonamos que eso hab?a sucedido a causa de que ?nicamente era una forma que manten?a un contenido capitalista. En cada caso hemos resuelto un problema pero a costa de remitirnos a otro m?s profundo y m?s complejo.
Quedamos entonces ante unas interrogantes finales: ?por qu? el socialismo surgi? a la vida como una forma solamente?; ?a qu? se debe que haya continuado vivo el germen del capitalismo dentro del socialismo causando necesariamente su extinci?n?; y ?cu?les son las perspectivas de la sociedad humana a partir del estado de completa dominaci?n capitalista en que vive?.
Para la dilucidaci?n de estos problemas tenemos por fuerza que encontrar la ley hist?rica por la que se rige en la actualidad la existencia de la humanidad, y para ello no hay otro camino que la aplicaci?n del m?todo cient?fico por excelencia del marxismo-leninismo, la dial?ctica materialista.
Tal y como Marx y Engels lo reconocieron sin ambages, la dial?ctica materialista que ellos fundaron y emplearon en el estudio de la sociedad humana no era otra cosa que la misma dial?ctica hegeliana puesta sobre los pies.
La dial?ctica de Hegel, magistralmente expuesta en su Ciencia de la L?gica (Hegel, G.W.F., Ciencia de la L?gica, traducci?n directa del alem?n de Augusta y Rodolfo Mondolfo. Solar, S.A., Hachette, S.A., Buenos Aires, Argentina, 2a. Edici?n castellana, 1968.), es el compendio de las leyes m?s generales de la estructura y del movimiento de la materia, aunque presentadas bajo la forma de pensamientos. El ser y el pensamiento est?n por tanto sujetos a la legalidad que de ese cuerpo de principios se desprende. La evoluci?n de la sociedad humana es un caso espec?fico de la ley general, por lo que su estado presente lo podemos conocer con exactitud aplicando los principios de la dial?ctica hegeliana.
Marx y Engels utilizaron la dial?ctica hegeliana para hacer el estudio del r?gimen capitalista y as? llegaron a las conclusiones revolucionarias que nos son conocidas, pero no escribieron un tratado de dial?ctica materialista. En su labor no pudo entrar, por razones obvias, el problema de la naturaleza de la primera aparici?n del socialismo como mera forma y de su ineluctable aniquilaci?n. Al igual que ellos acudieron a la dial?ctica hegeliana para utilizarla como instrumento del conocimiento cient?fico, nosotros estamos autorizados y obligados a hacer lo mismo para el desentra?amiento de esta situaci?n in?dita de la historia.
Conforme a la L?gica de Hegel, el ser tiene 3 niveles de existencia; el ser determinado finito, el ser determinado infinito y la esencia. El ser determinado finito, que es una compleja combinaci?n se la sustancia infinita, se interna en s? mismo y produce su esencia. Esta est? constituida por dos polos contrarios que se encuentran en una relaci?n de mutuo engendramiento y negaci?n y es el fundamento, la causa ?ltima del ser determinado. Este tiene una forma y un contenido que se corresponden.
La esencia como fundamento y causa ?ltima del ser determinado, partiendo del contenido que le es propio y conserv?ndolo como su base, inicia el desarrollo de los elementos del otro ser inmediato en que ha de convertirse a su extinci?n. Produce una nueva relaci?n entre los mismos polos de la esencia positiva; en ella el polo negativo act?a como elemento negatorio del actual ser inmediato y constitutivo del nuevo ser que ha de venir; el polo positivo se desempe?a como elemento de la conservaci?n del ser inmediato existente. Esta relaci?n contenciosa que se da entre los mismos polos que son el fundamento del ser inmediato, da como resultado el surgimiento de la forma, pero s?lo de la forma del nuevo ser inmediato, la cual se alza sobre el mismo contenido del ser inmediato anterior; lo que se ha generado, por tanto, es tan solo la forma del nuevo ser, empalmada, por as? decirlo, al contenido del ser anterior. Esta forma del nuevo ser surgiendo del contenido del ser anterior, es la esencia negativa, por ahora s?lo formal, de ?ste.
La aparici?n de la forma del nuevo ser hace madurar a la esencia del ser inmediato actual oblig?ndola a pasar a una fase superior de su existencia. Aqu? da otra vez lugar al desarrollo de los elementos del nuevo ser que ha de sucederlo pero ahora como un par de polos, distintos de los de la esencia positiva, que pasan a constituir el contenido del nuevo ser inmediato. La esencia negativa, que es la forma y la materia del nuevo ser inmediato en el seno del que lo procede, queda constituida tambi?n por dos polos entre los que se establece la lucha definitiva que tiene como resultado la eliminaci?n del ser inmediato anterior y el surgimiento a la existencia del nuevo ser inmediato.
Ya hab?amos anotado que la explotaci?n capitalista ten?a dos aspectos fundamentales: uno que se derivaba de las formas de producci?n de plusval?a absoluta y otro que ten?a su origen en los m?todos de producci?n de plusval?a relativa. En una primera etapa de su existencia predominaba el primer aspecto, lo que se traduc?a en la no-satisfacci?n de las necesidades individuales de los obreros, y como contrapartida generaba la lucha por lograr su satisfacci?n; con base en este aspecto de la explotaci?n se manifest? por primera vez la aparici?n del socialismo que fue as? la forma del nuevo r?gimen social pero que conservaba el contenido del r?gimen anterior.
Este contenido lo eran precisamente las necesidades individuales de los trabajadores (?ltimo reducto de la propiedad privada), las cuales continuaron siendo el fundamento del r?gimen formalmente socialista.
En su desenvolvimiento, el socialismo formal vigoriz? en tal medida su contenido capitalista que ?ste rompi? aquella envoltura socialista y adopt? una forma sui generis del capitalismo y m?s tarde adquiri? la forma cl?sica del capitalismo occidental.
El propio progreso de la forma del socialismo hizo pasar a la esencia del r?gimen capitalista a una etapa m?s elevada. En ?sta cobra una mayor importancia el segundo aspecto de la explotaci?n y se manifiesta una tendencia a que se realice por medio de la satisfacci?n de las necesidades individuales de capas cada vez m?s amplias de proletarios.
De esta naturaleza acabada de la esencia del capitalismo brotan necesariamente los elementos materiales del nuevo r?gimen social.
La esencia positiva del r?gimen capitalista produce la materia (el contenido) del polo negativo de la esencia negativa.
En primer lugar, en su forma de madurez, la esencia del capitalismo lleva a la m?s terrible degeneraci?n y descomposici?n de la naturaleza humana en el proletariado; por otra parte, conduce a una monstruosa exaltaci?n de la individualidad, que es el veh?culo para la absoluta anulaci?n de las capacidades naturales de la especie.
En segundo lugar, esa enorme depauperaci?n a que se ve reducido el proletariado en esta etapa habr? de obligar a la intelectualidad peque?o burguesa (que tambi?n se ve sometida a la anulaci?n de sus capacidades humanas por medio de la exacerbaci?n desmesurada de su individualidad), a reconocerse como una grotesca caricatura de ser humano y reivindicar y perfeccionar la teor?a revolucionaria y llevarla hasta el interior de la clase obrera para darle conciencia de la forma superior que adopta la explotaci?n en el capitalismo moderno y de la necesidad imperiosa de realizar la revoluci?n socialista.
Este proletariado consciente constituir? el contenido material del polo negativo de la esencia negativa. Su caracter?stica fundamental ser? que habr? echado fuera de s? el contenido que a?n conserva durante la primera aparici?n del socialismo: el agente de la revoluci?n, el proletariado, habr? anulado su individualidad y ser?, en la lucha, un ser eminentemente colectivo.
Este polo negativo de la esencia negativa, perfectamente definido como un elemento que material y formalmente pertenece a la nueva organizaci?n social, extrema su negatividad y plantea la lucha frontal y decisiva contra el polo positivo, es decir, contra la burgues?a, para expulsar de la existencia al r?gimen capitalista y hacer surgir plenamente el socialismo.
El socialismo, en su segunda aparici?n hist?rica, tendr? as? una naturaleza acabada, completa, ser? lo que es tanto formal como materialmente. No habr? entonces ni la m?s remota posibilidad de regresar hacia el capitalismo: el socialismo se implantar? en toda la faz de la tierra y se abrir? entonces el anchuroso camino que lleve a la humanidad al comunismo.
A la par con la destrucci?n de la forma del socialismo marxista ocurrida en los ?ltimos a?os de la d?cada del cincuenta, se origin? la moderna revisi?n de la teor?a del marxismo leninismo.
El revisionismo moderno fue la ideolog?a del capitalismo sui generis que se estableci? en los pa?ses de Europa oriental despu?s de la ca?da, sancionada oficialmente por el XX Congreso del PCUS en 1957, del socialismo formal.
Este revisionismo moderno continu? siendo la ideolog?a del tipo de capitalismo existente en los pa?ses que se llamaban a s? mismos socialistas hasta su derrocamiento en el oto?o de 1989.
Con el ?socialismo real? (una forma espec?fica del capitalismo) se derrumb? tambi?n su complemento ideol?gico que era el revisionismo. Este hab?a sido declarado oficialmente como la forma superior del marxismo-leninismo, por lo que su derrota se consideraba tambi?n la de esta teor?a.
Los revolucionarios modernos tienen la obligaci?n de desligar absolutamente el marxismo-leninismo de esa caricatura suya que fue el revisionismo sovi?tico, el cual paladinamente se hac?a pasar por una forma perfeccionada de esa doctrina, y desarrollarlo creadoramente con la finalidad de aplicarlo a las condiciones actualmente existentes.
La teor?a marxista-leninista detuvo abruptamente su desenvolvimiento cuando el socialismo marxista fue derrotado, inmediatamente despu?s de la muerte de Stalin; de ah? en adelante, hasta 1989, fue sometido a un proceso de metamorfosis por el cual debajo de la apariencia de la teor?a revolucionaria se fue deslizando un contenido capitalista que acab? desplazando a la esencia de la teor?a revolucionaria; en su ?ltima fase de existencia, el revisionismo adquiri? la forma que le correspond?a, es decir, la de la ideolog?a del sector II de la burgues?a y de la peque?a burgues?a internacionales y s?lo conserv? el nombre (usurp?ndolo, por tanto) de la teor?a revolucionaria.
En vista de todo esto, para reivindicar el marxismo-leninismo es absolutamente necesario hacer la cr?tica del revisionismo y llegar de esta manera a la esencia misma de las tesis revolucionarias; con este instrumento te?rico en las manos, ser? posible acometer la tarea hist?rica de elucidar la naturaleza de la fase actual del capitalismo, en la cual se produjo el nacimiento, la declinaci?n y muerte del socialismo formal, y las caracter?sticas de la nueva etapa de existencia de ese r?gimen social que se ha inaugurado con el desmoronamiento del ?socialismo real? en Europa del este, para, de esta manera, determinar la labor que corresponde a los revolucionarios en el proceso de reinstauraci?n del socialismo, ahora tambi?n en su car?cter material, en la sociedad humana.
Marx y Engels, bien provistos con los instrumentos cognoscitivos que les brindaba la filosof?a hegeliana, principalmente la ?L?gica?, develaron la naturaleza exacta del capitalismo y su necesaria transformaci?n en el socialismo. Aplicando la doctrina de la esencia determinaron que el capitalismo ten?a en s? mismo a su otro y que el desenvolvimiento de aquel era al mismo tiempo el desarrollo de los elementos de ?ste; para los fundadores de la teor?a revolucionaria la esencia del capitalismo era el socialismo. La esencia ten?a que aparecer, es decir, el socialismo ten?a que llegar a la existencia a trav?s de la negaci?n del r?gimen de donde proven?a. Para Marx, Engels e incluso Lenin, el socialismo, que se implantar?a en la sociedad humana despu?s de terribles luchas de clases, guerras entre naciones, avances y retrocesos, guardar?a en su interior por mucho tiempo vestigios del r?gimen anterior ya fuere como una peque?a propiedad en proceso de extinci?n o una conciencia individualista de los trabajadores; pero el propio desarrollo del socialismo crear?a las condiciones para que todo eso fuera erradicado definitivamente del nuevo r?gimen.
Quedaba por completo fuera de la visi?n de Marx, Engels, y Lenin que la primera presentaci?n hist?rica del socialismo tuviera que ser s?lo una forma con un contenido capitalista y que, por tanto, el perfeccionamiento de esta forma implicase ineluctablemente el fortalecimiento de aquel contenido. No pasaba por sus mentes, ni pod?a hacerlo, que el ascenso progresivo del socialismo en su primer surgimiento a la existencia tuviera como fundamento a un elemento del capitalismo en constante expansi?n.
La historia nos ha puesto ante el hecho puro y simple: el socialismo, despu?s de llegar a la c?spide (no en los a?os ochenta, desde luego, sino en la d?cada del cincuenta) sucumbi? y fue reemplazado por una variedad espec?fica del capitalismo. Esta situaci?n es la que debemos explicarnos te?ricamente y a partir de ah? encontrar el camino hacia la nueva fase de la revoluci?n.
En esta tarea tenemos que volver necesariamente al instrumento cognoscitivo por excelencia del marxismo que es la L?gica hegeliana puesta de pi?. Marx y Engels, con esta misma herramienta, hab?an determinado el movimiento general de la esencia del capitalismo hacia la existencia, pero no tomaron en cuenta los detalles del mismo porque la realidad a?n no lo exig?a. En su L?gica, Hegel establece como una ley general del movimiento de la materia que el nuevo ser que se gesta en el interior del que existe actualmente viene a la existencia primeramente como una forma que mantiene como su contenido y fundamento, vale decir, como su raz?n suficiente de ser, al mismo ser de donde proviene; este contenido posteriormente rompe la envoltura dentro de la que ha vivido, entra en una fase superior de su existencia y se da la forma que le corresponde ?su forma anterior conservada y superada-; el ser existente inicia un nuevo per?odo de vida en la cual produce en su interior los elementos tanto formales como materiales de su otro que al surgir a la existencia lo hacen negando el ser de donde provienen y separ?ndose definitivamente de ?l.
Despu?s de derrotar al socialismo marxista-leninista y a la forma primitiva del capitalismo que exist?a en Europa oriental, el capitalismo ha entrado de lleno en un per?odo de dominaci?n absoluta sobre el planeta; pero en esas mismas circunstancias germinar?n necesariamente las semillas de una nueva y definitiva, real y formal, instauraci?n del socialismo.
Entender la etapa actual de existencia del movimiento y la teor?a revolucionarios y preparar su desarrollo futuro con el fin de acceder a la nueva fase del socialismo, exigen de los revolucionarios dos tareas impostergables: por un lado, reivindicar la teor?a revolucionaria rescat?ndola de manos del revisionismo moderno y, por el otro, llenar aquellos aspectos de la teor?a que por no haberlo demandado a?n la realidad, no fueron contemplados por los cl?sicos del marxismo-leninismo. Para lograr ambos objetivos es absolutamente necesario volver a las fuentes originales de la teor?a revolucionaria y de ellas a la m?s importante, que es la l?gica hegeliana. Este trabajo tiene por objeto hacer un estudio lo m?s profundo y completo de la L?gica de Hegel para hallar en ella, como la teor?a del conocimiento por antonomasia que es, la explicaci?n exhaustiva de la declinaci?n de la primera aparici?n del socialismo y de la necesidad hist?rica de su reinstauraci?n definitiva.
La l?gica de Hegel es, aunque en una forma invertida, la formulaci?n m?s exacta, no superada hasta ahora, de las leyes del movimiento de la materia y del pensamiento; puesta sobre los pies, como dice Marx, constituye una parte integrante de la doctrina del marxismo con el mismo derecho que los propios textos de Marx, Engels y Lenin y con mucho mayor raz?n porque los cl?sicos ?nicamente aplicaron ampliamente el m?todo hegeliano en todo su trabajo te?rico pero no desarrollaron algo que pudiera considerarse como una ?l?gica marxista?. Marx y Engels utilizaron en todos sus trabajos te?ricos el m?todo que se contiene en la l?gica hegeliana, pero no como algo externo y accidental, sino como aquello que permite penetrar a la esencia del objeto y que por tanto se convierte en parte integrante de su reflejo mental: El Capital, la obra cumbre de Marx, es, de la A la Z, una aplicaci?n de la L?gica de Hegel al estudio de la econom?a pol?tica; de igual manera, las tesis cl?sicas de la explotaci?n y depauperaci?n del proletariado y del establecimiento del socialismo constituyen una versi?n de la doctrina hegeliana de la esencia en el terreno de la historia de la sociedad humana.
Como dejamos dicho, el revisionismo es lo que pasa hoy en todas partes como la forma m?s refinada de la teor?a marxista; de ah? entonces que para la reivindicaci?n de esta ?ltima, para dar de nuevo vigencia a las tesis marxistas, para poner de relieve lo esencial de los planteamientos de Marx y de Engels, sea leg?timo y necesario apoyarse en lo que fue el m?todo utilizado por ellos para forjar la teor?a de la revoluci?n; y no s?lo eso, sino que en virtud de que con la derrota del socialismo y la anulaci?n de la teor?a marxista se presenta una situaci?n in?dita para la que no hay respuesta en ninguno de los textos cl?sicos, sea igualmente leg?timo y necesario acudir al m?todo en el que abrevaron Marx y Engels.
El revisionismo tiene dos actitudes distintas frente a Hegel: un sector de esa corriente ideol?gica experimenta un terror p?nico, un miedo cerval ante la filosof?a hegeliana; es el mismo sentimiento que los invade ante la obra fundamental del marxismo, El Capital de Carlos Marx, que es para ellos una tierra ignota; acostumbrados a seguir la l?nea de menor resistencia intelectual que significa el adoptar sin reservas los prejuicios te?ricos de la peque?a burgues?a y darles una leve mano de barniz marxista, la sola lectura, no se diga el estudio de la obra hegeliana, reclamar?a un esfuerzo mental que por definici?n no est?n capacitados para realizar; otro sector del revisionismo, por el contrario, se acerca a Hegel de la misma manera que lo hace a El Capital, es decir, con el prop?sito de encontrar puntos de apoyo para el prejuicio te?rico peque?o burgu?s que es el fundamento de su doctrina econ?mico-social: el socialismo humanista.
La dial?ctica, como m?todo del conocimiento, es una generalizaci?n de las leyes del movimiento de la materia que nos auxilia a conocer en toda su extensi?n y profundidad a la totalidad del ser o a una parcela determinada de la realidad; su caracter?stica fundamental, que la distingue claramente de la l?gica formal y de la ontolog?a anteriores, es que considera que todos los fen?menos tienen tres niveles de existencia: el del ser determinado, el de la esencia positiva y el de la esencia negativa y que su movimiento consiste en internarse en s? mismo, producir su esencia y dar lugar as? al otro que tiene en su interior en estado germinal; el conocimiento del objeto, para ser un fiel y completo reflejo suyo, debe tambi?n seguir ese camino: partir del ser determinado, llegar a la esencia y descubrir el otro que aquel tiene en su interior y en el que ha de transformarse ineluctablemente; es evidente que la necesidad de esa transformaci?n no se la da al objeto el m?todo del conocimiento, sino su propia naturaleza, y el pensamiento ?nicamente puede aprehenderla con mayor o menor exactitud.
El m?todo dial?ctico es el alma del marxismo-leninismo; su divisa es siempre calar hasta lo m?s hondo del objeto para encontrar la esencia del mismo, esto es, el otro que existe en su interior y en el que ha de convertirse indefectiblemente; es el m?todo cient?fico por excelencia y se alza sobre las ruinas de la l?gica formal y de la gnoseolog?a a ella inherente, las cuales ?nicamente aprehenden la superficie del objeto y su relaci?n con una esencia interna, inm?vil que es el fundamento, la causa ?ltima del ser encerrado en s? mismo; para ellas, el objeto es una multitud de determinaciones superficiales inconexas entre s?, que s?lo reconocen una relaci?n lineal de causa a efecto, con otra multitud de determinaciones igualmente desvinculadas que son la raz?n suficiente de las primeras. La l?gica formal es el m?todo del conocimiento caracter?stico de la ideolog?a burguesa; ?sta se solaza muy especialmente en esa pretendida cientificidad de considerar a esas determinaciones formales como variables que pueden ser sometidas a un modelo matem?tico lo m?s complicado posible y de ah? extraer las hip?tesis del movimiento del objeto, teniendo como l?mite absoluto la naturaleza actual del mismo.
El revisionismo toma directamente este m?todo del conocimiento del arsenal de la ideolog?a burguesa y ?nicamente lo adereza con las dos o tres simplificaciones que con fines did?cticos hicieron Marx y Engels de la dial?ctica; as? pertrechados, acometen la tarea de realizar un an?lisis ?revolucionario? de la realidad.
El revisionismo tiene un cuidado muy especial en desvirtuar la teor?a marxista del conocimiento y es por eso que niega que la L?gica de Hegel, puesta sobre sus pies, sea una parte integrante de aquella, el coraz?n mismo de la dial?ctica materialista; en lugar de ella introduce una variedad cualquiera de la gnoseolog?a burguesa.
No s?lo es una conclusi?n en nuestra argumentaci?n, sino una premisa suya, la consideraci?n de la dial?ctica hegeliana, ?puesta sobre los pies? por el marxismo, como el ?nico m?todo cient?fico. La teor?a marxista fue sustituida, a la ca?da del socialismo que aqu? hemos denominado formal, por el revisionismo; un terreno especialmente afectado por esa transformaci?n lo fue el del m?todo del conocimiento revolucionario de donde, en primer lugar, expuls? a la dial?ctica hegeliana que era el n?cleo del mismo y la sustituy? por una vulgarizaci?n extrema de las famosas tres leyes enunciadas por Engels en m?s de uno de sus trabajos; posteriormente, debajo de esta delgad?sima y fr?gil capa pseudo marxista, se introdujo toda una versi?n de la teor?a burguesa del conocimiento.
Marx y Engels fueron, antes de ser marxistas, hegelianos de izquierda; su formaci?n filos?fica se hizo dentro de los l?mites de la filosof?a hegeliana, la cual adoptaron ?ntegramente.
La filosof?a hegeliana plenamente formada comprende las siguientes partes: la l?gica, la filosof?a de la naturaleza y la filosof?a del esp?ritu.
La l?gica hegeliana tiene dos aspectos claramente diferenciados: su car?cter m?stico y su naturaleza racional.
En su cualidad sobrenatural es la descripci?n de las caracter?sticas y del desarrollo del pensamiento puro, una sustancia suprahumana que conforme a la filosof?a hegeliana es el fundamento de la naturaleza y del esp?ritu.
En su condici?n racional es el reflejo en la conciencia humana de las leyes m?s generales de la estructura y del movimiento de la realidad objetiva. La l?gica formal tambi?n era el reflejo de la objetividad, pero ?nicamente de la superficie de la misma, de tal manera que estaba constituida por abstracciones vac?as, categor?as fijas y r?gidas y superficiales representaciones del ser que ten?a el sello de la accidentalidad; la l?gica de Hegel ?la dial?ctica- es el reflejo de los dos niveles de existencia del mundo objetivo: el ser, que tiene en s? mismo a su otro que es la esencia, y la esencia que es el otro del ser y que tiene en s? al ser como su otro, y del movimiento que va del ser a la esencia y de ?sta al ser; es la m?s completa y profunda representaci?n del ser y la esencia del mundo. En atenci?n a esto, la dial?ctica hegeliana est? integrada por un cuerpo de categor?as y conceptos fluidos, cuya naturaleza fundamental es la contradicci?n y la necesidad y que producen abstracciones llenas de contenido (concretos del pensamiento) que reflejan la riqueza de determinaciones del ser y de la esencia y de su paso de uno a otro.
Una vez que en su L?gica ha descrito Hegel el proceso del surgimiento a la existencia de la esencia del ser anterior materializado como un nuevo ser, se propone entonces analizar la relaci?n que existe entre el ser y la esencia. El ser que acaba de surgir a la existencia aparece completamente desvinculado de la esencia que le dio origen: tiene de nuevo el car?cter de lo superficial, accidental, inconexo y casual: es, simplemente, lo que existe. En un primer acercamiento a esa relaci?n, la especulaci?n descubre al otro del ser determinado como la ley del fen?meno, es decir, que detr?s de la accidentalidad del ser determinado encuentra la regularidad de su transformaci?n en otro ser determinado: el ser determinado es el fen?meno y la ley del mismo es el otro en que se convierte regularmente; pero el otro es aqu? extr?nseco al ser determinado, un mero resultado reiterado.
En un avance posterior, el conocimiento advierte al otro del ser determinado ya en el interior del mismo, pero como una simple posibilidad; el ser determinado es la realidad y su otro es una posibilidad que esta impl?cita en aquel y que llega regularmente a la existencia. Por ?ltimo, en una fase superior, el pensamiento localiza al otro del ser determinado en el interior del mismo, pero ahora como el germen de aquel en el que necesariamente se ha de transformar: el ser determinado es en s? mismo lo accidental y lo necesario, es ?l y su otro, y su existir es producir ineluctablemente a ese otro ser determinado que lo ha de sustituir. Lo accidental del ser determinado es en s? mismo lo necesario en dos sentidos: primero, como resultado indefectible del ser determinado anterior y, segundo, como el origen ineludible de un tal nuevo ser determinado. El revisionismo se empantana en la superficie del ser determinado, en lo accidental, casual e inconexo buscando en ello la causa de s? mismo; la necesidad, que es lo ?nico que puede explicar lo casual, queda para ellos fuera de su horizonte te?rico.El concepto de la necesidad que desarrolla Hegel en su l?gica es, desde luego, una parte integrante de la teor?a marxista del conocimiento, y aplic?ndolo a la realidad del r?gimen capitalista es como los cl?sicos extraen la conclusi?n de la inevitable, fatal, ineluctable transformaci?n de esa forma de organizaci?n de la sociedad en el socialismo.
La l?gica objetiva de Hegel, que abarca las dos primeras partes de su l?gica, el ser y la esencia, contiene la descripci?n m?s detallada, minuciosa, exhaustiva e integral que se haya hecho por fil?sofo alguno, anterior o posterior a aquel, de la estructura fundamental y de las leyes m?s generales del movimiento de la materia; esta l?gica objetiva es, al mismo tiempo que el reflejo omnicomprensivo del mundo objetivo, un m?todo que puede y debe aplicarse en los m?s variados campos del conocimiento para obtener el concepto exacto de su objeto, ya que ?ste, como parte de la realidad, se rige tambi?n por aquellas leyes generales.
La filosof?a de la naturaleza de Hegel participa tambi?n del doble car?cter que posee su l?gica: una corteza m?stica y un contenido racional.
El aspecto misterioso radica en que Hegel considera a la naturaleza como un producto enajenado del pensamiento puro y, por tanto, a la evoluci?n de aquella como el desarrollo no consciente de ?ste.
Su racionalidad estriba en que es el reflejo en la conciencia humana de las leyes de la evoluci?n, en nuestra isla c?smica, desde la materia inorg?nica hasta la materia org?nica y de ?sta desde sus formas inferiores hasta la materia pensante; y se trata de las leyes dial?cticas, no metaf?sicas, que tienen como fundamento la contradicci?n y la necesidad. Es, por tanto, la m?s rica de las representaciones de la evoluci?n concreta de la materia que la muestra elev?ndose por diversos grados de desarrollo, cada uno de los cuales est? contenido en el anterior y contiene a su vez al que le sigue.
De esta representaci?n surgen las determinaciones m?s generales de la l?gica dial?ctica y ?sta, a su vez, es un instrumento para penetrar m?s profundamente en las leyes de la evoluci?n de la materia.
La filosof?a del esp?ritu es tambi?n dual
La filosof?a del esp?ritu es el conocimiento enajenado de la historia humana.
Conforme a Hegel, el esp?ritu, que exist?a en s? mismo desde la eternidad, se exterioriza en la naturaleza al final de cuyo desarrollo produce al ser pensante; en ?l empieza el esp?ritu a cobrar conciencia de s? mismo.
La especie humana posee, como caracter?stica esencial, la facultad del pensamiento y la autoconciencia; dicha facultad la ha desarrollado en primera instancia como pensamiento del objeto en su inmediatez y superficialidad y como conciencia de la conciencia que conoce lo inmediato y superficial ?autoconciencia en la fase de su constituci?n-; la autoconciencia engendra a su otro, es decir a la conciencia del objeto que ahora penetra a un nivel m?s profundo de la esencia del mismo, la autoconciencia, es decir, la certeza de s? mismo, se ha enajenado en su otro, la conciencia del objeto y a trav?s del ?l construye una sustancia espiritual ?la esencia de las cosas- por el momento ajena y negatoria de aquella otra sustancia original; por ?ltimo, la autoconciencia recobra su naturaleza esencial, es decir, la certeza de s? misma de la conciencia pero en una forma superior, haciendo suya la sustancia espiritual ?la esencia de las cosas- previamente desarrollada.
La autoconciencia recobra su naturaleza esencial mediante la revocaci?n de la enajenaci?n; concibe de nuevo al ser en su inmediaci?n y simplicidad y la inmediaci?n pero conteniendo en su interior todo el desarrollo anterior.
Esta reapropiaci?n por la autoconciencia de su naturaleza esencial es, al mismo tiempo, el retorno del esp?ritu a s? mismo despu?s de su enajenaci?n a trav?s de la naturaleza; es la vuelta al comienzo de donde partir? de nuevo todo el mismo proceso.

El n?cleo racional de las ideas de Hegel lo encontramos en lo que sigue:
(a) la tesis de que el desenvolvimiento de la naturaleza desemboca necesariamente en la aparici?n del ser pensante, es decir, de la especie humana; para Hegel la existencia de la especie humana no es un hecho accidental que podr?a haber acontecido o no; por el contrario, es el resultado ineluctable del desarrollo de la naturaleza; esta tesis es a?n m?s profunda: en ?ltima instancia significa que la materia tiene como su esencia m?s ?ntima al pensamiento, es decir, al ser pensante y que, por tanto, su movimiento lleva siempre por necesidad a la aparici?n, bajo determinadas circunstancias, de la materia pensante;
(b) la idea de que la naturaleza del hombre ha tenido un proceso de vida que pasa por las fases de: (1) su constituci?n, (2) su enajenaci?n y (3) la revocaci?n de la enajenaci?n y su reapropiaci?n;
(c) el hecho de que el desarrollo del conocimiento humano hist?ricamente ha seguido la v?a que va de la apariencia a la esencia de las cosas.

La metaf?sica de Hegel radica en los puntos siguientes:
(a) la pretensi?n de que la forma superior de existencia de la naturaleza, es decir la naturaleza pensante, no es sino una fase del desenvolvimiento espiritual del propio pensamiento enajenado y sustantivado; el resultado es puesto como su propio generador;
(b) la consideraci?n del pensamiento y la autoconciencia como lo espec?ficamente humano; la actividad enajenada, es decir, separada de los dem?s elementos de la naturaleza del hombre, por la cual el ser humano produce e integra en una sustancia espiritual las im?genes del mundo exterior con absoluta independencia de la actividad practica que act?a sobre la realidad transform?ndola, es tomada como la t?pica actividad humana, como la actividad distintiva de la especie;
(c) la idea de que la historia de la constituci?n, enajenaci?n y revocaci?n de la autoconciencia es la historia real de la especie humana; la autoconciencia es, por un lado, s?lo una de las potencias humanas y adem?s en estado de enajenaci?n (es decir, separada del resto de facultades integrantes de la naturaleza humana); su actividad consiste en producir e integrar en una sustancia las im?genes mentales de la esencia de las cosas; encerrada en s? misma, su materia prima son los conceptos y la idea y el resultado de su trabajo lo son los conceptos y las ideas estructurados en una forma sistem?tica; se alimenta de pensamientos y produce pensamientos. no tiene ninguna relaci?n directa y explicita con la actividad practica humana. Por otro lado, el producto de la autoconciencia es s?lo un reflejo de la realidad no obtenido directamente por ella de la misma a trav?s de la actividad pr?ctica, ni destinada directamente a realizar dicha actividad; esto quiere decir que, adem?s de que la autoconciencia es una potencia enajenada de la verdadera humanidad, es s?lo una de dichas potencias. El proceso real es el siguiente: las caracter?sticas de la especie se constituyen en un largo proceso que es la culminaci?n de la evoluci?n de la naturaleza org?nica; una vez constituidas, el ser humano ejercita esas capacidades objetivas, f?sicas y mentales, creando un mundo objetivo que es la negaci?n de ellas; este es el proceso de enajenaci?n de su ser natural; tal mundo objetivo est? constituido por sus propias capacidades f?sicas y mentales ahora ajenas ?negatorias, opuestas- a su naturaleza; la desenajenaci?n es la fase del proceso a trav?s de la cual es ser humano recupera su naturaleza caracter?stica al reapropiarse sus fuerzas esenciales en el mundo objetivo que ha producido. Este proceso no tiene nada de misterioso y se realiza a trav?s de relaciones naturales, objetivas, entre el hombre ?ser objetivo- y la naturaleza.
El aspecto positivo de la filosof?a de Hegel radica en que descubre el movimiento formal de la historia del hombre: constituci?n, enajenaci?n y reapropiaci?n de su naturaleza. No obstante, como hemos visto, lo que Hegel considera como lo caracter?sticamente humano y su desenajenaci?n constituyen precisamente el reflejo invertido de lo que ellos son en realidad.
Ciertamente, Marx y Engels no hacen suya la dial?ctica hegeliana, pues ella no era algo ajeno o exterior a ellos; ?sta, junto con la visi?n hegeliana de la historia natural y de la historia humana, es originariamente suya y precisamente en la forma que Hegel la ech? al mundo, es decir, tanto en su aspecto m?stico como en su riqu?simo, exuberante contenido racional.
La filosof?a hegeliana, tal como lo hemos visto, tiene una doble naturaleza; en el per?odo de madurez de esta doctrina, el contenido racional tiende a desbordar la camisa de fuerza del misticismo, la desborda ya de hecho por muchas de sus partes, Marx y Engels se encuentran con la filosof?a hegeliana precisamente en este punto cr?tico de su evoluci?n.
Es Feuerbach el que, mediante la cr?tica de la metaf?sica hegeliana, de la corteza m?stica de su filosof?a, al restaurar el materialismo pone la base para que Marx y Engels se deshagan de aquella envoltura idealista de la filosof?a hegeliana, la sustituyan por el principio materialista de la primac?a del ser sobre la conciencia ?la conciencia no es m?s que el ser consciente- y conserven el rico contenido racional de aquella. Queda as? estructurada la base fundamental de la teor?a del materialismo dial?ctico que es el n?cleo de la doctrina marxista.
En esta su forma primitiva, el materialismo dial?ctico comprende lo siguiente: el principio fundamental de la primac?a del ser sobre la conciencia, la exhaustiva y pormenorizada recopilaci?n de las leyes generales de la estructura y del movimiento de la materia que se contiene en la l?gica hegeliana y que es al mismo tiempo el m?s completo m?todo del conocimiento cient?fico, la representaci?n abstracta de la evoluci?n de la naturaleza y el reflejo abstracto tambi?n, del desenvolvimiento de la especie humana
Marx y Engels, con base en aquel principio esencial, conservan ?ntegra la dial?ctica hegeliana como m?todo del conocimiento; no realizan ninguna formulaci?n nueva de la misma, sino que se atienen rigurosamente a la versi?n de Hegel. Engels efect?a un fallido intento de hacer una exposici?n de la dial?ctica hegeliana en un lenguaje materialista; el resultado fue ese esbozo de trabajo que se conoce como ? Dial?ctica de la naturaleza? en el cual se contiene la famosa y excesivamente simplificada explicaci?n de las ?tres leyes de la dial?ctica? que es, para el revisionismo de todas las ?pocas, la suma y compendio de la dial?ctica materialista.
Armados con los principios materialistas y con la dial?ctica hegeliana, Marx y Engels acometen la tarea de llenar de contenido los dos esquemas hegelianos de la evoluci?n de la naturaleza y de la especie humana. En lo que se refiere al ?mbito de la historia natural, es realmente poco lo que investigan los dos te?ricos revolucionarios; de ellos, es Engels el que m?s atenci?n pone a esta ?rea del conocimiento y lo hace ?nicamente para ordenar y sistematizar, con base en el principio materialista y de acuerdo con el esquema hegeliano, el abundante acervo de conocimientos proporcionados por las ciencias positivas que eran impulsadas por la producci?n capitalista.
En donde realizan el grueso de su labor te?rico-revolucionaria es en el ?mbito de la historia humana y lo hacen aplicando a este sector del conocimiento la tesis nodal del materialismo, la dial?ctica hegeliana y el esquema hegeliano de la evoluci?n de la humanidad. Desarrollan as? las leyes fundamentales de la estructura y evoluci?n de las sociedades humanas, forjando los conceptos de formaci?n econ?mico-social, base econ?mica y superestructura pol?tica e ideol?gica, fuerzas productivas y relaciones de producci?n, clases sociales, lucha de clases, revoluci?n social, etc?tera; pasan despu?s, pertrechados con los mismos instrumentos y con esas primeras leyes fundamentales, al estudio del r?gimen de la propiedad privada para encontrar en ?l la clave de la evoluci?n de la especie humana, que consiste en la p?rdida, en esa formaci?n econ?mico-social, de las caracter?sticas esenciales de la especie pero, al mismo tiempo, en la producci?n de los elementos para su restauraci?n en una forma m?s alta en una formaci?n econ?mico-social que debe suceder a la de la propiedad privada, en el comunismo; contin?an, utilizando todo ese bagaje te?rico acumulado, con el an?lisis espec?fico de la ?ltima fase de la propiedad privada, el r?gimen de producci?n capitalista, al que dedican una parte sustancial de su labor te?rica y por medio del cual determinan al detalle c?mo se da culminaci?n en ?l al proceso de anulaci?n de la naturaleza humana de la especie y la manera en que se crean las premisas para el cambio revolucionario hacia la sociedad comunista; se descubren las leyes de la econom?a y de la lucha de clases de la sociedad capitalista.
Con fundamento en todo lo anterior, Marx y Engels adelantan las hip?tesis del proceso de cambio revolucionario del capitalismo al socialismo y de ah? al comunismo.
En diversos pasajes de sus distintas obras reconocen a Marx y Engels la relaci?n que guarda su doctrina con la filosof?a hegeliana. Enseguida citaremos los m?s representativos de ellos:

?Pero de la descomposici?n de la escuela hegeliana brot? adem?s otra corriente, la ?nica que ha dado verdaderos frutos, y esta corriente va asociada primordialmente al nombre de Marx
?Tambi?n esta corriente se separ? de la filosof?a hegeliana repleg?ndose sobre las posiciones materialistas. Es decir, se decidi? a considerar el mundo real ?la naturaleza y la historia- tal como se presenta a cualquiera que lo mire sin quimeras idealistas preconcebidas; se decidi? a sacrificar implacablemente todas las quimeras idealistas que no concordasen con los hechos, enfocados en su propia concatenaci?n y no en una concatenaci?n imaginaria. Y esto, s?lo esto, es lo que se llama materialismo. S?lo que aqu? se tomaba realmente en serio, por vez primera, la concepci?n materialista del mundo y se la aplicaba consecuentemente ?a lo menos, en sus rasgos fundamentales- a todos los campos posibles del saber.
?Esta corriente no se contentaba con dar de lado a Hegel: por el contrario, part?a de su lado revolucionario, del m?todo dial?ctico, descrito m?s arriba. Pero bajo su forma hegeliana este m?todo era inservible. En Hegel, la dial?ctica es el auto desarrollo del concepto. El concepto absoluto no s?lo existe desde toda la eternidad ?sin que sepamos d?nde-, sino que es, adem?s, la verdadera alma viva de todo el mundo existente. El concepto absoluto se desarrolla hasta llegar a ser lo que es, a trav?s de todas las etapas preliminares que se estudian por extenso en la L?gica y que est?n contenidas todas en un dicho concepto; luego, se ?enajena? al convertirse en la naturaleza, donde, sin la conciencia de s?, disfrazado de necesidad natural, atraviesa por un nuevo desarrollo hasta que, por ?ltimo, recobra en el hombre la conciencia de s? mismo; en la historia, esta conciencia vuelve a elaborarse a partir de su estado tosco y primitivo, hasta que por fin el concepto absoluto se recobra de nuevo por completo en la filosof?a hegeliana. Como vemos en Hegel, el desarrollo dial?ctico que se revela en la naturaleza y en la historia, es decir, la concatenaci?n casual del progreso que va de lo inferior a lo superior, y que se impone a trav?s de todos los zigzags y retrocesos moment?neos, no es m?s que un clich? del automovimiento del concepto; automovimiento que existe y se desarrolla desde toda una eternidad, no se sabe d?nde, pero desde luego con independencia de todo cerebro humano pensante. Esta inversi?n ideol?gica era la que hab?a que eliminar. Nosotros retornamos a las posiciones materialistas y volvimos a considerar los conceptos de nuestro cerebro como las im?genes de las cosas reales, en vez de reputar las cosas reales como im?genes de tal o cual fase del concepto absoluto. As?, la dial?ctica quedaba reducida a la ciencia de las leyes generales del movimiento, tanto del mundo exterior como del pensamiento humano: dos series de leyes id?nticas en cuanto a la esencia, pero distintas en cuanto a la expresi?n, en el sentido de que la mente humana puede aplicarlas conscientemente, mientras que en la naturaleza, y hasta hoy tambi?n, en gran parte, en la historia humana, estas leyes se imponen de un modo inconsciente, bajo la forma de una necesidad exterior, en medio de una serie infinita de aparentes casualidades. Pero, con esto, la propia dial?ctica del concepto se convert?a simplemente en el reflejo consciente del movimiento dial?ctico del mundo real, lo cual equival?a poner la dial?ctica hegeliana cabeza abajo; o mejor dicho, a invertir la dial?ctica, que estaba cabeza abajo, poni?ndola de pie. Y, cosa notable, esta dial?ctica materialista, que era desde hac?a varios a?os nuestro mejor instrumento de trabajo y nuestra arma m?s afilada, no fue descubierta solamente por nosotros, sino tambi?n, independientemente de nosotros y hasta independientemente del propio Hegel, por un obrero alem?n Joseph Dietzgen.
?De tal manera volv?a a ponerse de pie el lado revolucionario de la filosof?a hegeliana y se desprend?a al mismo tiempo de la costra idealista que en Hegel imped?a su consecuente aplicaci?n... ?(Engels, Federico, Ludwig Feuerbach y el Fin de la Filosof?a Cl?sica Alemana. en: Carlos Marx, Federico Engels, Obras Escogidas, T. VII, Editorial Ciencias del Hombre, Buenos Aires, Argentina, 1973, pp. 376-378)

?Entretanto, junto a la filosof?a francesa del siglo XXIII, y tras ella, hab?a surgido la moderna filosof?a alemana, que fue coronada por Hegel. El principal m?rito de esta filosof?a es la restituci?n de la dial?ctica como forma suprema del pensamiento...
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?La filosof?a alemana moderna alcanz? la cumbre en el sistema de Hegel, en el que por vez primera ?y ese es su gran m?rito- se concibe todo el mundo de la naturaleza, de la historia y del esp?ritu como un proceso, es decir, en constante movimiento, cambio, transformaci?n y desarrollo, y se intenta adem?s poner de relieve la ?ntima conexi?n que preside este proceso de movimiento y desarrollo. Contemplada desde este punto de vista, la historia de la humanidad no aparec?a ya como un caos ?rido de violencias absurdas, todas igualmente condenables ante la raz?n filos?fica, hoy ya madura, y buenas para ser olvidadas cuanto antes, sino como el proceso de desarrollo de la propia humanidad, que el pensamiento deb?a seguir ahora en sus etapas graduales y a trav?s de todos los extrav?os, y demostrar la existencia de las leyes internas que gu?an todo aquello que a primera vista pudiera creerse obra del azar.? (Engels, Federico, Del Socialismo Ut?pico al Socialismo Cient?fico, en Carlos Marx, Federico Engels, Obras Escogidas, T. VII, Editorial Ciencias del Hombre, Buenos Aires, Argentina, 1973, pp. 301-304)

?Recu?rdese que la cr?tica que las ciencias naturales oponen a Hegel, en aquello en que est? certeramente orientada, s?lo versa sobre estos dos aspectos: el punto de partida idealista y la construcci?n arbitraria de un sistema que se da bofetadas con los hechos.
?Pues bien, descontando todo esto, queda todav?a en pie la dial?ctica hegeliana. Corresponde a Marx ?frente a los ?gru?ones, petulantes y mediocres ep?gonos que hoy ponen c?tedra en Alemania culta? ?el m?rito de haber destacado de nuevo, adelant?ndose a todos los dem?s, el relegado m?todo dial?ctico, el entronque de su pensamiento con la dial?ctica hegeliana y las diferencias que la separan de ?sta, a la par que en El Capital aplicaba este m?todo a los hechos de una ciencia emp?rica, la econom?a pol?tica...? (Engels, Federico, Dial?ctica de la Naturaleza, traducci?n directa del alem?n por Wenceslao Roces, Editorial Grijalbo, S.A., M?xico, 1982, pp. 27-28)

?Las leyes de la dial?ctica se abstraen, por tanto, de la historia de la naturaleza y de la historia de la sociedad humana. Dichas leyes no son, en efecto, otra cosa que las leyes m?s generales de estas dos fases del desarrollo hist?rico y del mismo pensamiento. Y se reducen, en lo fundamental, a tres:
?ley del trueque de la cantidad en cualidad, y viceversa;
?ley de la penetraci?n de los contrarios;
?ley de la negaci?n de la negaci?n
?Las tres leyes han sido desarrolladas por Hegel, en su manera idealista, como simples leyes del pensamiento: la primera, en la primera parte de la L?gica, en la teor?a del Ser; la segunda ocupa toda la segunda parte, con mucho la m?s importante de todas (NB) de su L?gica, la teor?a de la Esencia; la tercera, finalmente, figura como la ley fundamental que preside la estructura de todo el sistema. El error reside en que estas leyes son impuestas, como leyes del pensamiento, a la naturaleza y a la historia, en vez de derivarlas de ellas. De ah? proviene toda la construcci?n forzada y que, no pocas veces, pone los pelos de punta: el mundo, qui?ranlo o no, tiene que organizarse con arreglo a un sistema discursivo, que s?lo es, a su vez, producto de una determinada fase de desarrollo del pensamiento humano. Pero, si invertimos los t?rminos, todo resulta sencillo y las leyes dial?cticas, que en la filosof?a idealista parec?an algo extraordinariamente misterioso, resultan inmediatamente sencillas y claras como la luz del sol.? (Engels, Federico, Dial?ctica de la Naturaleza, traducci?n directa del alem?n por Wenceslao Roces, Editorial Grijalbo, S.A., M?xico, 1982, p. 41)


?Lo que hay de grande en la Fenomenolog?a de Hegel y en su resultado final ?la dial?ctica de la negatividad. Como el principio motor y engendrador- es, por tanto, de una parte, el que Hegel conciba la autog?nesis del hombre como un proceso, la objetivaci?n como desobjetivaci?n, como enajenaci?n y como superaci?n de esa enajenaci?n, el que capte, por tanto, la esencia del trabajo y conciba al hombre objetivado y verdadero, por ser el hombre real, como resultado de su propio trabajo; el comportamiento real, activo, del hombre ante s? mismo como ser gen?rico o la manifestaci?n de s? mismo como un ser gen?rico real, es decir, como ser humano, s?lo es posible por el hecho de que crea y exterioriza realmente todas sus fuerzas gen?ricas ?lo que, a su vez, s?lo es posible mediante la actuaci?n conjunta de los hombres, solamente como resultado de la historia- y se comporta ante ellas como objetos, lo que, a su vez, hace posible, solamente y ante todo, la forma de la enajenaci?n.
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?Provisionalmente, anticiparemos tan s?lo esto: Hegel adopta el punto de vista de la econom?a pol?tica moderna. Concibe el trabajo como la esencia, como el ser del hombre que se hace valer; s?lo ve el lado positivo del trabajo, pero no su lado negativo. El trabajo es el devenir para s? del hombre dentro de la enajenaci?n o en cuanto hombre enajenado. El ?nico trabajo que Hegel conoce y reconoce es el abstractamente intelectual. Por tanto, lo que en general constituye la esencia de la filosof?a, la enajenaci?n del hombre que se sabe, o la ciencia enajenada que se piensa, es lo que Hegel reconoce como esencia suya...? (Marx, Carlos, La dial?ctica y la filosof?a hegelianas, en La Sagrada Familia y otros escritos filos?ficos de la primera ?poca, traducci?n del alem?n por Wenceslao Roces, segunda edici?n, Editorial Grijalbo, S.A., M?xico, 1967, pp. 55-56)

?Se trata, ahora, de resumir los momentos positivos de la dial?ctica hegeliana, dentro de la determinaci?n de la enajenaci?n.
?a) La superaci?n como movimiento objetivo, que se hace retornar a s? la exteriorizaci?n.-
?Pero en ate?smo y el comunismo no son ninguna evasi?n, ninguna abstracci?n, ninguna p?rdida del mundo objetivo engendrado por el hombre, de sus fuerzas esenciales nacidas y manifestadas para la objetividad, ninguna pobreza que retorna a la sencillez no natural, no desarrollada. Son, por el contrario, por vez primera, el devenir real, la realizaci?n realmente devenida para el hombre de su esencia, y de su esencia en cuanto real.
?Por tanto, Hegel, al concebir el sentido positivo de la negaci?n referida a s? misma ?a?n cuando, una vez m?s, de modo enajenado-, concibe la autoenajenaci?n, la exteriorizaci?n de la esencia, la desobjetivaci?n y desrealizaci?n del hombre como auto adquisici?n, cambio de esencia, objetivaci?n y realizaci?n. ? (Marx, Carlos, La dial?ctica y la filosof?a hegelianas, en La Sagrada Familia y otros escritos filos?ficos de la primera ?poca, traducci?n del alem?n por Wenceslao Roces, segunda edici?n, Editorial Grijalbo, S.A., M?xico, 1967, pp. 64)

De lo expuesto se desprende claramente que la relaci?n entre el marxismo y la filosof?a hegeliana es compleja y profunda.
Una corriente revisionista pretende que hay una dial?ctica de Marx distinta de la dial?ctica de Hegel y que toda la rica y exhaustiva exposici?n de la ley general del movimiento que est? comprendida en la L?gica de Hegel (la dial?ctica del ser y de la esencia) es s?lo idealismo y misticismo.
Ya hemos visto que Marx y Engels reconocen expl?citamente que es la dial?ctica hegeliana, despojada de su envoltura idealista, la que utilizan en sus trabajos te?ricos (ver las citas arriba transcritas); pero para ciertos revisionistas, el contenido racional que Marx dice conservar de la dial?ctica hegeliana es el que expresa en una frase suya: ?en la inteligencia y explicaci?n positiva de lo que existe abriga a la par la inteligencia de su negaci?n, de su muerte forzosa; porque cr?tica y revolucionaria por esencia, enfoca todas las formas actuales en pleno movimiento, sin omitir, por tanto, lo que tiene de perecedero y sin dejarse intimidar por nada.? Al interpretar oficiosamente a Marx, el revisionismo castra la doctrina marxista: por un lado, propone que lo verdaderamente revolucionario del marxismo, su principio fundamental, es el concepto del devenir heraclitiano, con lo cual hace retroceder al marxismo, en filosof?a, m?s de 20 siglos; por otro, desecha la dial?ctica hegeliana con todas sus abundantes determinaciones de la realidad al considerar que aplicarla al conocimiento del objeto es misticismo y dogmatismo porque se lleva al proceso cognoscitivo un prejuicio que impide ver a aquel en su estado puro, f?ctico; de esta manera, hacer regresar al marxismo, en este aspecto, muy atr?s de la filosof?a hegeliana para recaer en la experiencia inmediata e ingenua, en la empiria, que son el fundamento de la antigua metaf?sica. De acuerdo con esto, Marx y Engels eran, ni m?s ni menos, unos m?sticos que, pose?dos de una virtud sobrenatural, de una inteligencia sobrehumana, con la sola creencia en el principio de que todas las cosas llevan el germen de su negaci?n en s? mismas, pudieron extraer de la materia bruta de los hechos, a fuerza de estrellar en ella sus cabezas, la teor?a cient?fica que explica al mundo y a la sociedad humana.
En suma, para el revisionismo, el marxismo es una doctrina que tiene s?lo dos principios: el de la primac?a del ser (del ser pr?ctico, de la ?praxis?) sobre la conciencia y el del devenir, pertrechado con los cuales se enfrenta directamente a los objetos para reproducirlos en el pensamiento; por lo tanto, despose?da de la dial?ctica hegeliana, a la doctrina de la revoluci?n s?lo le quedan como instrumentos del conocimiento la filosof?a heraclitiana, la experiencia inmediata e ingenua que es el fundamento de la metaf?sica, la metaf?sica misma (principio de identidad, etc?tera), el empirismo que busca la verdad en la experiencia que est? presente en la percepci?n externa e interna y que es la base de la filosof?a cr?tica (kantismo), la propia filosof?a cr?tica (categor?as fijas e inm?viles que s?lo pueden aprehender lo singular, casual, yuxtapuesto, accidental, etc?tera; la contradicci?n y la necesidad est?n en el pensamiento, no en la realidad objetiva; la ?cosa en s?, la esencia, no es cognoscible), el saber inmediato, sustentador del cartesianismo, que postula que ?nicamente lo particular e inmediato es aprehensible a trav?s de categor?as y conceptos y que lo general es comprensible s?lo por medio de un acto de fe, el cartesianismo para el cual el conocer es tambi?n un acto de fe: cogito ergo sum y el supremo m?todo de la dial?ctica que consiste en el arte de discutir posiciones opuestas hasta llegar a encontrar la verdad.
El revisionismo pretende hacer retroceder al marxismo a las posiciones filos?ficas anteriores a la filosof?a hegeliana, en alguna parte incluso hacia la filosof?a griega.
La revisi?n moderna de la teor?a marxista se origin? al mismo tiempo que el socialismo sovi?tico era sustituido por el llamado ?socialismo real?; fue la fracci?n radical de la intelectualidad peque?o burguesa la que, tratando de darle a sus intereses de clase un sustento te?rico que fuera distinto del que ten?an los de la burgues?a y los de las otras capas de la peque?a burgues?a, volvi? los ojos a la teor?a marxista para tomar de ella aquello que a sus prop?sitos conven?a.
La teor?a marxista es la concepci?n cient?fica de la evoluci?n de la sociedad humana; como tal, aprehende su objeto a partir de su ser y se interna, por pasos sucesivos, hasta llegar a la esencia del mismo, pero considerada ?sta en su aspecto negativo, es decir, como el germen del otro en que aquel ha de transformarse ineluctablemente. El marxismo trabaja primero sobre las determinaciones del ser del r?gimen capitalista, despu?s penetra a las de la esencia positiva, es decir, a las que son el fundamento de su existencia y por ?ltimo se adentra en las de la esencia negativa. El conocimiento marxista es un movimiento que s?lo se detiene cuando llega al coraz?n mismo del objeto, a la esencia negativa; en su camino va dotando de orden y concierto, para poner de relieve al otro que contienen en su interior, primero a las determinaciones del ser y luego a las de la esencia positiva que ya la ciencia social anterior, pertrechada con las armas de la l?gica formal, se hab?a encargado de develar aunque de una manera incompleta y confusa y en un lenguaje dis?mil y contradictorio; s?lo despu?s de todo esto, la ciencia marxista se introduce en la esencia negativa de su objeto.
La intelectualidad peque?o burguesa posee una naturaleza de clase t?picamente burguesa y su instrumento del conocimiento es, por necesidad, la l?gica formal, que es el alma de la metaf?sica; conservando esa naturaleza y ese bagaje gnoseol?gico, su fracci?n radical busca una afilada arma con que enfrentarse a la burgues?a, encontr?ndose en su indagaci?n con la teor?a marxista plenamente desarrollada.
Sin abandonar sus intereses de clase ni el m?todo del conocimiento que a ellos corresponde, la intelectualidad peque?o burguesa radical toma la organizaci?n y sistematizaci?n que el marxismo hace de las determinaciones del ser y de la esencia positiva y la preparaci?n que de ellas se realiza para que conduzcan al conocimiento necesariamente hacia la esencia negativa y las somete a la camisa de fuerza de la gnoseolog?a burguesa, las reduce a la naturaleza de la l?gica formal y la metaf?sica y las despoja de esa inquietud que las llevaba fuera de s? mismas, dej?ndolas confinadas a los l?mites del ser existente; de esta manera, castra el contenido revolucionario de la doctrina marxista porque deja fuera del conocimiento a la esencia negativa al detenerse en las esferas del ser y de la esencia positiva. Ese trabajo, que consiste en reducir la teor?a marxista a las determinaciones de la l?gica formal y de la metaf?sica y que es lo ?nico que ha realizado la intelectualidad peque?o burguesa radical en las ?ltimas d?cadas, es considerado por ellos como un desarrollo creador del marxismo.
El marxismo, en su an?lisis del r?gimen capitalista de producci?n, hace una aplicaci?n exhaustiva y detallada de la doctrina de la esencia contenida en la l?gica hegeliana, despu?s, desde luego, de haber desembarazado a ?sta de su ?c?scara idealista?; aprehende las determinaciones del ser y la esencia positiva, busca en ellas y encuentra su car?cter reflexivo, la din?mica de su movimiento que las lleva necesariamente a transformarse en las determinaciones de la esencia negativa y llega as? al conocimiento pleno de su objeto: la esencia negativa del r?gimen capitalista consiste en que en ?l se alcanza la fase superior de la anulaci?n de la naturaleza humana, y al mismo tiempo en que ah? se fraguan los elementos de una forma m?s alta, colectiva, de las capacidades de la especie, que son los g?rmenes de un nuevo r?gimen econ?mico, el socialismo, el cual tiene las caracter?sticas que necesariamente se gestan en el seno de su progenitor, el r?gimen capitalista, y no las que la desenfrenada imaginaci?n de la intelectualidad peque?o burguesa les atribuye.
En su nefasta labor, el revisionismo abjura de la exuberante dial?ctica hegeliana y la sustituye por una supuesta dial?ctica marxista que est? integrada por unas cuantas f?rmulas abstractas sacadas de la l?gica hegeliana (como las famosas tres leyes) y sometidas al proceso que ya conocemos de reducci?n a la l?gica formal y la metaf?sica, por las propias determinaciones de la l?gica formal y la metaf?sica traducidas a un lenguaje marxista, por el principio del devenir heraclitiano, por la experiencia inmediata e ingenua, por el empirismo, por los postulados de la filosof?a cr?tica, por el saber inmediato basado en la fe, etc?tera, es decir, por toda la enorme variedad de posiciones gnoseol?gicas de la ideolog?a burguesa que tienen como com?n denominador el mantenerse empantanadas en el conocimiento del ser y de la esencia positiva.
El revisionismo en el terreno de la teor?a econ?mica pol?tica del marxismo se caracteriza entonces porque se sustituye la teor?a marxista, que cala hasta la esencia negativa del r?gimen capitalista, por una variedad de la ideolog?a burguesa que no transgrede el l?mite del ser y la esencia positiva del mismo; pero este revisionismo encuentra su punto de apoyo en el revisionismo a que se ha sometido a la teor?a marxista del conocimiento, la que tiene su fundamento sustancial en la dial?ctica hegeliana, al reemplazarla por una forma de la teor?a del conocimiento de la filosof?a burguesa que s?lo puede aprehender, de una manera formal y metaf?sica, las determinaciones del ser y la esencia positiva.
La revoluci?n de que est? gr?vido el capitalismo moderno s?lo podr? realizarse si los revolucionarios pueden llegar te?ricamente a comprender la esencia del r?gimen de producci?n capitalista, y esto exige que previamente se reivindique la teor?a marxista en sus aspectos econ?mico y pol?tico para que sea el instrumento de ese conocimiento incisivo; tal reivindicaci?n ?nicamente es posible a condici?n de que se rescate la parte medular de la filosof?a marxista, la dial?ctica materialista que tiene como su centro a la dial?ctica hegeliana en toda su extensi?n y profundidad, tal y como est? expuesta por Hegel en su L?gica bajo los t?tulos de ?Doctrina del ser?, ?Doctrina de la esencia? y ?Doctrina del concepto?, ya que nada m?s as? podr? recobrar el marxismo su car?cter de ciencia revolucionaria que sabe llegar hasta las honduras de la esencia del mundo.





I


La filosof?a y su tarea actual



En la introducci?n a la "Enciclopedia de las Ciencias Filos?ficas? (Hegel, G.F., Enciclopedia de las Ciencias Filos?ficas, traducci?n de Eduardo Ovejero y Maury, Juan Pablos Editor, M?xico, D.F., 1974.) Hegel determina cu?l es el objeto y la definici?n de la Filosof?a.
La filosof?a puede ser definida como la consideraci?n reflexiva de los objetos. Es la actividad del pensamiento por la cual toma los pensamientos producidos por las ciencias emp?ricas en su relaci?n directa con el objeto, los cuales tienen la naturaleza de lo accidental y de la yuxtaposici?n, y los dota del apriorismo y de la necesidad (la necesidad es el otro del ser, es la esencia). Es el pensamiento que tiene como objeto al pensamiento.
El objeto de la filosof?a es la realidad, el mundo objetivo, y su finalidad es la verdad en el sentido m?s alto de la palabra.
El primer conocimiento de la realidad es la experiencia que s?lo es una aparici?n fugaz suya.
La verdad, que es la finalidad de la filosof?a, es el acuerdo entre la experiencia y realidad. Este acuerdo lo logra la filosof?a al proporcionar al resultado de la experiencia, a los conocimientos de las ciencias emp?ricas, la naturaleza de lo a priori y de lo necesario.
El pensamiento especulativo es el que cumple con esa tarea de la filosof?a; la forma caracter?stica del pensamiento especulativo, a trav?s de la cual dota a los conocimientos del car?cter de necesidad, es el concepto.

"La relaci?n de la ciencia especulativa con las dem?s ciencias es, por lo tanto, solamente ?sta: que la ciencia especulativa no deja a un lado el contenido emp?rico de aqu?llas sino que lo reconoce y emplea; que igualmente reconoce lo que hay en ella de universal, las leyes, los g?neros, etc?tera, y los convierte en su contenido propio; pero adem?s introduce y hace valer otras categor?as. La l?gica especulativa contiene la l?gica antigua, y la metaf?sica conserva las mismas formas de pensamiento y las mismas leyes y objetos; pero al mismo tiempo las forma y transforma con categor?as ulteriores." p. 19

Hegel llama conocimiento intelectual al de las ciencias emp?ricas y conocimiento especulativo al de la filosof?a.
Nuestro autor ha determinado en esta parte de la "Enciclopedia..." lo que la filosof?a debe ser; en lo que sigue expone lo que en ese terreno ha hecho ya la filosof?a y lo que falta por hacer poniendo de esta manera en oposici?n a toda la filosof?a anterior con su propia filosof?a.
La tarea de la filosof?a es, para Hegel, en t?rminos m?s precisos, la siguiente:
El esp?ritu -la conciencia humana sustantivada- tiene como objeto lo sensible, las im?genes y los fines; su actividad, el conocimiento intelectual, consiste en producir pensamientos sobre estos objetos. El resultado m?s alto del esp?ritu bajo la forma de esta conciencia inmediata y razonadora lo son las ciencias emp?ricas.
El esp?ritu, el pensamiento, excitado por la conciencia inmediata y razonadora (es decir, por la conciencia meramente intelectual) se conduce de modo que de ?sta se eleva al puro elemento de s? mismo, toma como su objeto al pensamiento. De esta manera se pone en oposici?n con su punto de partida, del cual se ha alejado.
Al tomarse como objeto a s? mismo, el pensamiento produce solo abstracciones vac?as como el ser de los ele?ticos, la nada de los orientales y el devenir de Her?clito. El pensamiento encuentra su satisfacci?n en esta producci?n de abstracciones vac?as.
Sin embargo, en este trabajo el pensamiento no llega a s? mismo -es decir, no toma conciencia de la forma superior de su naturaleza, de la dial?ctica- porque se pierde en la r?gida no-identidad de los contrarios -los conceptos que produce son r?gidos, inm?viles, ser o no-ser-.
La necesidad filos?fica se opone a este resultado del pensamiento intelectual fundada en que el pensamiento no renuncia a s? mismo.
El pensamiento tiende entonces a buscar su naturaleza ?ntima y llega a la concepci?n de la dial?ctica como constituyendo la naturaleza misma del pensamiento, y de que ?ste, como intelecto, debe emplearse en la negaci?n de s? mismo, en la contradicci?n.
El pensamiento niega los resultados del intelecto y establece la verdadera naturaleza de los conceptos como un ser y no-ser, un ser uno y ser otro, y un pasar de uno a otro. As?, el pensamiento llega por fin a s? mismo.
Por otra parte, los conocimientos que obtienen las ciencias emp?ricas tienden a romper la forma en que la riqueza de su contenido es ofrecida como algo inmediato y dado -esto es, como perteneciente a la esfera del ser- como una multiplicidad ordenada en una yuxtaposici?n y, por tanto, en general, como algo accidental, y a elevar dicho contenido a algo necesario -es decir, a buscar la esencia en la riqueza de contenido-.
Este est?mulo saca al pensamiento de la universalidad y de la satisfacci?n que ha buscado en s? mismo y le obliga a desarrollarse movi?ndose por s? mismo.
Este desenvolvimiento del pensamiento es:
1) por una parte, recoger el contenido con sus m?ltiples determinaciones dadas y
2)plasmar el contenido de modo que proceda libremente, en el sentido del pensamiento originario y siguiendo la necesidad de la cosa misma.
Hay una relaci?n espec?fica entre la filosof?a y las ciencias emp?ricas por la cual aquella es sacada de la universalidad de los pensamientos.
Existe un sentido exacto y m?s profundo en la afirmaci?n de que el desenvolvimiento de la filosof?a es debido a la experiencia: las ciencias emp?ricas no se contentan con la percepci?n de los fen?menos singulares, sino que buscan determinaciones generales, g?neros y leyes y de esta manera preparan lo particular para que sea recibido por la filosof?a; por otro lado, constri?en a la filosof?a a proceder a las determinaciones concretas y a que el pensamiento se desenvuelva por s? mismo.

"...Por consiguiente, mientras la filosof?a debe as? su desenvolvimiento a las ciencias emp?ricas, da a su contenido la forma esencial dela libertad (del a priori) del pensamiento y la garant?a de la necesidad, en lugar de la simple creencia en el dato y en el hecho percibido; de modo que el hecho llega a ser representaci?n e imagen de la originaria y plenamente independiente actividad del pensamiento." p. 22

En resumen, la tarea de la filosof?a es, seg?n Hegel, la siguiente:
1) Dar a los conceptos y a las categor?as fijas e inm?viles (que son el resultado del pensamiento intelectual y materia de toda la filosof?a anterior) la naturaleza de la contradicci?n (develar su no-ser, su ser otro y su pasar a otro) y llevar al pensamiento a reconocer esa naturaleza y a hacerla parte suya.
2) Liberar, mediante la aplicaci?n de la dial?ctica, la riqueza de contenido que las ciencias emp?ricas han desarrollado de las formas del pensamiento intelectual, de los conceptos y categor?as fijas. Las ciencias emp?ricas han llegado al n?cleo mismo del ser, a la esencia, pero las determinaciones de ?sta aparecen indiferenciadas al lado de las de aquel y teniendo la forma del conocimiento intelectual. La labor de la filosof?a es liberar a ambos tipos de determinaciones de su car?cter r?gido e inm?vil, dotarlos de movimiento dial?ctico y establecer las leyes del paso de uno a la otra y viceversa.
3) Recoger toda la riqueza de contenido que han preparado las ciencias emp?ricas e incorporarlo al pensamiento bajo la forma de conceptos dial?cticos.
El pensamiento pierde as? su naturaleza anterior de un conjunto de categor?as fijas e inm?viles generadoras de abstracciones vac?as que se detienen en la esfera del ser y se convierte en un cuerpo de categor?as y conceptos dial?cticos que produce abstracciones llenas de contenido (concretos de pensamiento) que reflejan la riqueza de determinaciones del ser y de la esencia y de su paso de uno a otro.
De esta manera la filosof?a puede cumplir con el cometido que le ha fijado Hegel y al final ?ste tiene en sus manos algo muy distinto de aquella colecci?n de abstracciones vac?as, categor?as fijas y r?gidas y superficiales representaciones del ser que formaban el contenido de la filosof?a anterior, pues ha desarrollado una ciencia omnisciente que comprende las leyes del pensamiento dial?ctico, los pensamientos que proporcionan las ciencias emp?ricas, el pensamiento especulativo que somete ?stos a aquellos y una completa y profunda representaci?n del ser y la esencia del mundo.
El pensamiento al que se refiere aqu? Hegel es la conciencia humana sustantivada; esta es el reflejo del mundo obtenido a trav?s de la milenaria actividad pr?ctica humana, que se ha separado de su origen cobrando vida propia y que se ha concedido a s? mismo el car?cter de demiurgo de la realidad; en su actividad abstractiva ha llegado a tomarse como objeto a s? mismo; el pensamiento que es objeto del pensamiento es la universalidad abstracta, el ser de los eleatas (o la nada de la filosof?a oriental) y el devenir de Her?clito. Para Hegel la filosof?a es la actividad de la conciencia sustantivada que se toma como objeto a s? misma. En esta primitiva conciencia de s? el pensamiento encuentra que es una simple y pobre abstracci?n sin contenido alguno, una colecci?n de pensamientos r?gidos que se pierden en la identidad consigo mismos y sospecha que hay un pensamiento m?s rico en determinaciones y dominado por la contradicci?n del cual a?n no se tiene conciencia; el pensamiento filos?fico de esta etapa tiende a salir de s? mismo para encontrar ese exuberante contenido en movimiento que est? fuera de s?.
Por otro lado, el pensamiento (conciencia humana sustantivada) contin?a su labor de obtener conocimientos de la realidad inmediata; las ciencias emp?ricas realizan la tarea de elaborar determinaciones generales, g?neros y leyes sobre dichos conocimientos dotando as? a los conocimientos emp?ricos de la forma apta para ser tomados por la filosof?a. Pero aquellas universalidades tienen el car?cter de accidentales, est?n ordenadas s?lo en la yuxtaposici?n y se encuentran presos de la forma de pensamientos r?gidos e inm?viles.
De acuerdo con Hegel, aqu? est?n dadas las condiciones para que el pensamiento se desenvuelva saliendo de s? mismo: por un lado la vacuidad de la conciencia de s? mismo que se resuelve en el conocimiento de meras abstracciones y que mueve al pensamiento hacia el exterior, hacia la riqueza de contenido que le es ajena y por otro lado el contenido pleno de determinaciones a las que el pensamiento ha proporcionado la forma id?nea para ser recibidas por la filosof?a y que hacia ella tienden ardorosamente.
La filosof?a da un paso adelante (la filosof?a de Hegel, que es la negaci?n de toda la filosof?a anterior) y el pensamiento abstracto y vac?o sale de s?, toma conciencia de otras partes de s? mismo que le son ajenas y las integra a s?: a)las categor?as dial?cticas del pensamiento y las categor?as del a priori y de la necesidad (lo a priori, lo necesario, es lo otro del ser, es la esencia), b)el pensamiento de la realidad inmediata expresado por las ciencias emp?ricas en g?neros, leyes, etc?tera, que tienen la naturaleza de lo accidental y de lo ordenado en la yuxtaposici?n, c)el pensamiento especulativo que toma los pensamientos que les proporcionan las ciencias emp?ricas, los despoja de su car?cter inm?vil y r?gido, les da la cualidad de lo dial?ctico, de lo aprior?stico y de lo necesario y los separa y ordena en determinaciones del ser y determinaciones de la esencia y d)la representaci?n m?s rica en contenido del ser y la esencia del mundo.
De d?nde obtiene el pensamiento todos estos atributos no lo dice Hegel, porque para ?l el pensamiento es una sustancia que los posee con independencia de la experiencia sensible. Hay aqu? una burda trasposici?n porque son las mismas ciencias emp?ricas, acuciadas por la producci?n, las que llevan a la filosof?a las categor?as de la dial?ctica, de lo a priori, de lo necesario y del ser y la esencia que son un reflejo de las caracter?sticas inherentes a la realidad objetiva descubiertas por la actividad pr?ctica humana.
El pensamiento especulativo se desenvuelve por s? mismo en esos pensamientos que ?l ha organizado y sistematizado en torno a la necesidad y es cuando el pensamiento sobre la realidad inmediata procede libremente de acuerdo con el pensamiento originario, filos?fico y sigue la necesidad de la cosa misma.
Hegel reconoce que la necesidad est? en "la cosa misma"; el pensamiento especulativo ha dotado a los pensamientos emp?ricos de la necesidad y el apriorismo y as? los ha hecho fiel reflejo de "la cosa misma" que en su naturaleza y desarrollo contiene la necesidad. Este es el n?cleo racional de la filosof?a hegeliana.
El pensamiento filos?fico, que viv?a insatisfecho en la abstracci?n vac?a, incorpora a su ser toda la riqueza de contenido del mundo objetivo preparada como pensamientos por el desarrollo de las ciencias emp?ricas. Una vez que el pensamiento filos?fico da ese paso fundamental est? preparado para ejecutar lo que constituye un verdadero salto mortal: al tomar para s? los pensamientos sobre el mundo objetivo se encuentra con que ellos son una parte originaria de s? mismo que le ha sido ajena, se reconoce como una totalidad, el esp?ritu -conciencia humana sustantivada- que existe en s? mismo, sale de s? y produce el mundo objetivo (de tal modo, dice Hegel, el hecho llega a ser representaci?n e imagen de la originaria y plenamente independiente actividad del pensamiento) en el cual se enajena y vuelve a s? en la filosof?a especulativa. Esta es la parte m?stica de la filosof?a hegeliana.
Lo racional de la filosof?a hegeliana se cifra en su postulado acerca de que "la cosa misma" contiene en su interior la necesidad y de que el pensamiento (aunque de una manera mistificada, invertida, como ya vimos) puede y debe ser el reflejo de aquella; el papel que Hegel asigna a la ciencia emp?rica como proveedora de materia prima para la filosof?a es la garant?a m?s alta de que la filosof?a hegeliana es el m?s completo y profundo reflejo de la realidad objetiva jam?s lograda por el pensamiento.
La mistificaci?n fundamental de Hegel consiste en que toma al pensamiento como la sustancia de lo existente; de ah? entonces que el pensamiento y sus leyes sean presentados como la naturaleza ?ntima del mundo objetivo; el conocimiento es, a fin de cuentas, en esta transmutaci?n, una relaci?n del pensamiento consigo mismo.
El pensamiento -el esp?ritu para Hegel- es una sustancia existente desde el principio de los tiempos; aqu? se encuentra la primera transubstanciaci?n, la primera inversi?n entre el mundo objetivo y su reflejo en la conciencia humana, pues la principal caracter?stica de la materia, su sustantividad, su existencia infinita en el tiempo y en el espacio, le es adjudicada por Hegel al pensamiento que no es sino una forma espec?fica del movimiento de la materia. Esta sustancia espiritual hegeliana existe primero en s? misma y luego, saliendo de s?, se despliega en un mundo objetivo que evoluciona desde la nebulosa indiferenciada hasta los seres pensantes en donde se recobra a s? misma para seguir existiendo por los siglos de los siglos. La inversi?n es aqu? tambi?n sumamente clara: es la materia la que pasa de una fase de su existencia -materia indiferenciada- a otras fases superiores hasta desembocar en la materia pensante, en la humanidad.
Las tareas que Hegel asigna a la filosof?a son precisamente las que realiza la filosof?a hegeliana.
La filosof?a de Hegel es el estudio de la naturaleza y evoluci?n del pensamiento -del esp?ritu- (el pensamiento que se toma como objeto a s? mismo) y est? compuesta de tres partes:
La L?gica,
La Filosof?a de la Naturaleza y
La Filosof?a del Esp?ritu.

L?gica.

La L?gica es la ciencia que estudia el pensamiento.
La L?gica de Hegel se divide en L?gica Objetiva y L?gica Subjetiva.
La L?gica subjetiva estudia las leyes de la formaci?n de los pensamientos puros: concepto, juicio, silogismo, etc.

L?gica Objetiva.

"La l?gica es la ciencia de la idea pura, esto es, de la idea en el elemento abstracto del pensamiento." p. 29

"...La idea [esp?ritu] es el pensamiento, no como algo formal, sino como la totalidad desarrollada de sus peculiares determinaciones y leyes que se da a s? mismo y que encuentra en s? mismo." p. 29

La idea es el pensamiento sustantivado.
En la filosof?a hegeliana el pensamiento tiene varias instancias y pasa por varias fases. Por una parte, en su relaci?n directa con el objeto el pensamiento produce un instrumento cognoscitivo compuesto por categor?as inm?viles, fijas y r?gidas (l?gica formal que tiene su remate en Kant), un conjunto de conocimientos intelectuales comprendidos en las ciencias emp?ricas que solo reflejan distorsionadamente el ser de un objeto inm?vil, sin vida interna y una representaci?n del mundo formada por abstracciones vac?as. El pensamiento, dice Hegel, se siente bien en esta naturaleza suya pero sin embargo es sacado de esta satisfacci?n por dos fuerzas: a)un impulso interno que lo mueve a ir fuera de la abstracci?n vac?a y b)el desarrollo de las ciencias emp?ricas que van penetrando a la exuberancia del contenido del objeto.
El pensamiento se ve obligado entonces a avanzar hacia un estadio que comprende lo siguiente: el desarrollo de un nuevo instrumento cognoscitivo (l?gica dial?ctica), la formaci?n de un cuerpo de conocimientos que son la expresi?n de la esencia del mundo objetivo y una representaci?n concreta del mundo del ser y la esencia y del conocer.
En esta tarea el pensamiento utiliza otra facultad suya que es la especulaci?n; esta consiste en la actividad de negar las categor?as fijas e inm?viles, los conocimientos intelectuales y las representaciones abstractas y vac?as que forman el contenido del pensamiento primitivo y que reflejan el ser de un objeto inm?vil y sin contenido, de hacerlas fluidas y m?viles y llevarlas hasta descubrir y afirmar el otro que cada una de ellas tiene en su interior y que representa la esencia del mundo objetivo, y de establecer la relaci?n de mutua complementaci?n y oposici?n entre ambos tipos de determinaciones, es decir, la relaci?n dial?ctica entre el ser as? vivificado y la esencia.
El instrumento cognoscitivo en las dos fases del pensamiento es la l?gica; en un caso la l?gica formal y en el otro la l?gica-dial?ctica. La parte que tradicionalmente se denomina l?gica objetiva es la que comprende las llamadas leyes del pensamiento puro.
El pensamiento puro es la abstracci?n m?s alta de la estructura y de las formas de movimiento de la materia, del mundo objetivo. Este pensamiento tiene las caracter?sticas del pensamiento en general.
El pensamiento es el reflejo en la conciencia humana de las caracter?sticas principales del objeto; esta imagen es el resultado de la constante actividad pr?ctica humana sobre la naturaleza. Una vez obtenida la representaci?n mental, el ser humano la utiliza para apropiarse directamente el objeto, con el prop?sito de lograr sus fines, sin tener que repetir el proceso de asimilaci?n pr?ctica de sus caracter?sticas fundamentales precisamente porque ?stas ya est?n incorporadas como conocimientos a la imagen mental previamente forjada. El pensamiento que as? resulta es utilizado como un instrumento de la actividad pr?ctica humana para apropiarse el mundo exterior de una manera cada vez m?s completa; a su vez, esta actividad pr?ctica enriquecida da lugar a un pensamiento m?s profundo que refleja de un modo m?s pleno el mundo objetivo. Y as? sucesivamente.
La objetividad del pensamiento, su terrenalidad, est? garantizada por la actividad pr?ctica humana que es el criterio ?ltimo de la verdad.
Conforme a Hegel el pensamiento es una actividad o facultad espiritual cuyo producto es lo universal, lo abstracto en general.
El pensamiento como actividad es lo universal activo, es lo que se hace a s? mismo porque su producto es lo universal.
El pensamiento como sujeto es el ser pensante, el yo.
El yo es el universal activo cuya naturaleza y resultado es el pensamiento. El pensamiento es la reflexi?n aplicada a un objeto y su resultado es lo universal.
Este universal es lo que constituye el fondo mismo, la esencia ?ntima y la realidad del objeto.
Vemos c?mo en Hegel el pensamiento no tiene nada que ver con la actividad pr?ctica humana; para ?l es una facultad que tiene vida en s? y por s? y que desde el exterior se acere a al objeto para producir universales (es decir, pensamientos sobre ese objeto) que forman una sustancia independiente de la objetividad.
Despu?s, sin embargo, por una virtud m?stica que posee en s?, el pensamiento da a esos universales el car?cter de los necesario y lo aprior?stico; as? transformados, ellos reflejan la esencia ?ntima y la realidad del objeto.
Pero no s?lo eso, sino que Hegel reconoce en esos universales un reflejo en el pensamiento (sustancia exterior al objeto) del pensamiento (sustancia del objeto) que es la esencia y verdadera realidad del objeto y a ese pensamiento exterior como una parte suya que vive enajenada en la naturaleza.
La objetividad del pensamiento, seg?n Hegel, proviene de dos fuentes: l) de una facultad m?stica (es decir, que tiene su origen y basamento en el mismo pensamiento) que permite al pensamiento obtener conocimientos emp?ricos del objeto y 2) otra facultad igualmente m?stica que dota a esos conocimientos emp?ricos de lo aprior?stico y lo necesario con lo cual se constituyen en fiel reflejo de la esencia del objeto.
Aqu? Hegel pasa por alto lo siguiente: la actividad pr?ctica humana, es decir, la industria que es la que proporciona los conocimientos emp?ricos al pensamiento y la que le da terrenalidad a ?ste y la din?mica de los pensamientos emp?ricos que, partiendo de la actividad pr?ctica, se van convirtiendo en s? mismas en conceptos y categor?as m?viles, fluidas, dial?cticas y penetran en el terreno de la instancia superior del pensamiento filos?fico produciendo una conciencia dial?ctica que entra en lucha contra toda la metaf?sica anterior. Este proceso permanece oculto para Hegel y ante ?l aparece como si en el mismo pensamiento, en virtud de una facultad interna, se produjera el nacimiento de una nueva conciencia del mundo objetivo dominada por la dial?ctica a la cual el fil?sofo s?lo tiene que dar forma, orden y sistema.
La objetividad del pensamiento es, para Hegel, incuestionable, aunque ?l la determine a trav?s de un rodeo m?stico: la relaci?n objetiva entre el objeto y el pensamiento dial?ctico, mediada por la pr?ctica humana, es ignorada pero no lo es su resultado, que es tomado como un producto de la evoluci?n del pensamiento puro ayudado en su parto por el fil?sofo. Este pensamiento objetivo, resultado de la pr?ctica humana, que se apropia el pensamiento filos?fico, es utilizado luego para proporcionar a los conocimientos de una instancia inferior (las ciencias emp?ricas) las caracter?sticas que los hacen plenamente objetivos, es decir, reflejo profundo y exacto de la esencia del objeto. Una vez que el pensamiento adquiere esta naturaleza superior descubre que ese pensamiento que refleja al objeto es, en otra manifestaci?n suya, la sustancia del mundo objetivo. El pensamiento recibe as? su objetividad m?s alta en el reconocimiento que hace el pensamiento dial?ctico de s? mismo en las cosas.
De esta manera, concluye Hegel, "...Seg?n estas determinaciones los pensamientos pueden ser llamados pensamientos objetivos..." p. 34
De acuerdo a Hegel los pensamientos objetivos son la verdad y ?sta es el objeto absoluto de la filosof?a.
Si los pensamientos tienen entre s? una oposici?n fundamental, es decir, si son de naturaleza finita, son inadecuados para expresar la verdad que tiene un valor absoluto. Este pensamiento que produce s?lo determinaciones finitas es la inteligencia.
La naturaleza finita de las determinaciones se produce de dos maneras:
a) Porque dichos pensamientos son subjetivos y est?n en oposici?n permanente con el objeto.
El pensamiento subjetivo y el objeto son extr?nsecos; el pensamiento intelectual es un instrumento para reflejar el objeto en la conciencia pero no realiza la tarea que Hegel encomienda al pensamiento que produce pensamientos objetivos, es decir, que no penetra (ni puede hacerlo) en la profunda e ?ntima esencia del objeto para convertirse ?l mismo en objeto, en sustancia, en demiurgo de la realidad objetiva.
Traducido a un lenguaje inteligible, no m?stico, Hegel considera que el pensamiento no es objetivo cuando no penetra hasta la esencia del objeto, cuando se detiene en las determinaciones superficiales y finitas del mismo.
b) Cuando por su contenido limitado se contradicen la una a la otra y a?n m?s con lo absoluto.
Las determinaciones finitas del intelecto son identidades r?gidas y por tanto su contradicci?n entre s? es irreductible; no pueden ser pensamientos objetivos porque no hay un pasar de las unas a las otras o, mejor a?n, un ser una y la otra al mismo tiempo, no hay una dial?ctica entre las mismas.
En consecuencia, seg?n Hegel, el pensamiento, para producir pensamientos objetivos, debe llegar hasta la profunda e ?ntima esencia de los objetos, buscando la necesidad de su desenvolvimiento y la dial?ctica de sus determinaciones, es decir, la unidad y oposici?n de los mismos.
Hegel contin?a enseguida con el estudio de las diversas formas en que la filosof?a anterior a la suya han considerado la objetividad del pensamiento, para de esta manera hacer resaltar la insuficiencia de aquellos, su car?cter limitado y antidial?ctico, su permanencia dentro del terreno del ser y, por contrapartida, la naturaleza de su propio concepto de objetividad.
Enseguida Hegel analiza las diversas posiciones del pensamiento respecto de la objetividad.

Primera posici?n del pensamiento respecto de la objetividad.

Es la de la experiencia inmediata e ingenua:
1) no tiene conciencia de la oposici?n del pensamiento en s? y consigo mismo [es decir que no ha tomado conciencia de que es todav?a un pensamiento intelectual que est? separado del objeto y que produce determinaciones finitas iguales a s? mismas y opuestas unas a las otras; o dicho de otro modo, es un pensamiento que no ha llegado a comprender que su labor consiste en buscar la esencia de las cosas y la dial?ctica de sus determinaciones y, ya en el terreno de la m?stica, convertir las caracter?sticas esenciales del objeto en pensamientos, es decir, en una sustancia que reproduce el movimiento de la cosa misma];
2) contiene la creencia de que por medio de la reflexi?n puede llegar a conocer la verdad; es decir, que la conciencia podr? representar lo que verdaderamente son las cosas;
3) con el fin de representar lo que verdaderamente son las cosas marcha directamente hacia los objetos, reproduce el contenido de las sensaciones e intuiciones, haci?ndolo contenido del pensamiento, y se muestra contento de ?l como de la verdad. [Esto es, que no realiza la labor de dotar, por medio de la instancia del pensamiento dial?ctico, a esos conocimientos del car?cter de necesidad y apriorismo convirti?ndolos en reflejo de la esencia.]

"Todos los comienzos de la filosof?a, todas las ciencias y el mismo proceder diario de la conciencia reposan en este convencimiento." p. 36

Sobre este convencimiento se levanta la antigua Metaf?sica.
La metaf?sica consideraba:
-Las determinaciones del pensamiento como determinaciones fundamentales de las cosas [pero recordemos que se trata del pensamiento intelectual que por sus limitaciones no puede llegar a lo fundamental, a la verdad de los objetos].
-Estas determinaciones eran consideradas como dotadas de un un valor real y como pudiendo constituir los predicados de la verdad.
-Sin embargo estos predicados no constituyen la verdad del objeto porque tienen un contenido limitado. [Son producto del pensamiento meramente intelectual]. Est?n enlazados entre s? como predicados de un mismo objeto; pero por su contenido son diversos, por lo que permanecen exteriores los unos a los otros.
-Los objetos de la metaf?sica eran totalidades que pertenecen en s? y por s? a la raz?n, al pensamiento de lo universal concreto en s? (alma, mundo, Dios); pero la metaf?sica los recog?a de la conciencia representativa, y al aplicarles las determinaciones del intelecto [es decir, no
las del pensamiento que produce pensamientos objetivos] los pon?a como sujetos acabados y dados anteriormente, y no ten?a otra medida que aquella conciencia representativa para determinar si los predicados eran convenientes o suficientes. [No se aplicaban aquellas categor?as con las cuales se puede llegar a la esencia del objeto y reproducir su dial?ctica.]
-Esta metaf?sica se convierte en dogmatismo porque siguiendo la naturaleza de las determinaciones finitas debe admitir que de dos afirmaciones opuestas, cuales las que implican aquellas proposiciones, la una ha de ser verdadera y la otra falsa.
Partes de la Metaf?sica.
Ontolog?a: doctrina de las determinaciones abstractas de la esencia.
[Abstractas en el sentido de procedentes del pensamiento intelectual; unilaterales, ausentes de dial?ctica.]
Por ser abstractas estas determinaciones [ser, existencia, finitud, simplicidad, oposici?n, etc?tera]:
-carecen de un principio,
-s?lo pueden ser enumeradas emp?rica y accidentalmente;
-su contenido s?lo puede fundarse en la representaci?n [y no en el pensamiento objetivo]
Psicolog?a racional o pneumatolog?a: naturaleza metaf?sica del alma, el esp?ritu considerado como una cosa.
Cosmolog?a; trataba del mundo, de su accidentalidad, necesidad, eternidad y limitaci?n en el espacio y en el tiempo; de las leyes formales de sus cambios y, adem?s, de la libertad del hombre y del origen del mal.
En la cosmolog?a eran oposiciones absolutas, irreductibles: accidentalidad y posibilidad; necesidad interna y externa; causas eficientes y finales o causalidad en general y finalidad; esencia o sustancia y apariencia; forma y materia; libertad y necesidad; felicidad y dolor; bien y mal.
Segunda posici?n del pensamiento respecto a la objetividad.
Empirismo
El empirismo surge:
-por una parte por la necesidad de tener un contenido concreto en oposici?n a las teor?as abstractas del intelecto, el cual no puede proceder por s? mismo de sus generalidades a la particularizaci?n y a la determinaci?n;
-por otra parte por la necesidad de tener un firme apoyo contra la posibilidad de demostrarlo todo en el terreno y con el m?todo de las determinaciones finitas [es decir, del pensamiento intelectual.
El empirismo no busca la verdad en el pensamiento mismo [ni en el pensamiento intelectual ni en el pensamiento dial?ctico, especulativo], sino en la experiencia que est? presente en la percepci?n externa e interna.
El empirismo:
-tiene comunidad de origen con la metaf?sica porque ambos se fundan en las representaciones, es decir, en el contenido que desde el primer momento nos ofrece la experiencia.
-La percepci?n individual distinta de la experiencia que es la base de la empiria.
-La empiria toma las percepciones individuales y forma representaciones generales, proposiciones y leyes, pero todas estas deben tener su comprobaci?n precisamente en la percepci?n.
-En el empirismo se encuentra el gran principio de que lo que es verdad debe estar en la realidad y conocerse por medio de la percepci?n.
-Este principio es opuesto al del deber ser con el cual se ufana la reflexi?n y toma una actitud desde?osa hacia lo real y presente, invocando un m?s all? que s?lo debiera tener su puesto y existencia en el intelecto subjetivo.
-En el empirismo se encuentra el principio de la libertad que consiste en que el hombre puede concebir por s? mismo aquellos conocimientos que tienen valor real, y que, por decirlo as?, se encuentra a s? mismo en dichos conocimientos.
-En la experiencia se encuentra por un lado la materia aislada dotada de variedad infinita y por otro la forma, los caracteres de universalidad y necesidad. [La empiria s?lo toma esa materia, pero no la dota de universalidad y necesidad, formas que quedan fuera del conocimiento.
-La empiria muestra muchas percepciones iguales, innumerables, pero esto no es la universalidad.
-Igualmente muestra percepciones de cambios sucesivos y de objetos yuxtapuestos pero esto no es la necesidad. [La empiria se queda en la experiencia que se basa ?nicamente en la percepci?n singular.]
Filosof?a cr?tica.
Al igual que el empirismo, reconoce a la experiencia como ?nica fuente del conocimiento.
Esta experiencia no es considerada como verdad, sino como conocimiento de los fen?menos. [Es decir, que no penetra a la esencia, sino que se detiene en la mera apariencia, en la superficie de las cosas.]
Hace la distinci?n entre la materia sensible y las relaciones universales de esta materia, es decir, la universalidad y la necesidad y reconoce que ambas se encuentran en la experiencia.
Sin embargo, puesto que la universalidad y la necesidad no proceden de lo emp?rico, se les considera como procediendo de la espontaneidad del pensamiento, es decir, como teniendo una existencia a priori.
"...Las determinaciones del pensamiento o conceptos intelectuales, completan la objetividad del conocimiento experimental. Contienen, en general, relaciones, y formas, por consiguiente, juicios sint?ticos a priori (es decir, relaciones originarias de opuestos)" p. 43
Para Hume y Kant las determinaciones de la universalidad y la necesidad se encuentran en el conocimiento.
An?lisis de la filosof?a cr?tica.
1.- La experiencia es la fuente del conocimiento.
2.- El conocimiento tiene dos elementos: la materia sensible y las determinaciones de universalidad y necesidad.
3.- Estas determinaciones no brotan de lo emp?rico, sino que proceden del pensamiento, existen a priori.
4.- La filosof?a cr?tica somete a investigaci?n el valor de los conceptos intelectuales empleados en la metaf?sica:
-esta cr?tica no entra en el contenido ni en la relaci?n que estos conceptos tienen entre s?;
-considera estos conceptos seg?n la oposici?n de subjetividad y objetividad;
-la objetividad es, para esta doctrina, el elemento de universalidad y necesidad, el llamado a priori.
-La subjetividad ru?e tanto este elemento de universalidad y necesidad como la materia sensible; frente a ella queda la "cosa en s?".

Para la filosof?a cr?tica existe el mundo exterior, la materia sensible dotada de universalidad y necesidad; el conocimiento del mundo objetivo se realiza a trav?s de la experiencia; por medio de ella se hace interior al hombre la materia sensible; pero el solo conocimiento sensible no agota la naturaleza del objeto; es entonces cuando el conocimiento aplica las determinaciones del pensamiento de universalidad y necesidad existentes a priori y devela as? todo lo que es cognoscible del objeto; queda fuera del conocimiento lo que el objeto es en s?, la "cosa en s?", que la conciencia humana es incapaz de aprehender. El postulado de la filosof?a cr?tica es que el conocimiento humano en su relaci?n directa con el objeto (y no hay una relaci?n m?s directa que el trabajo) s?lo aprehende lo concreto, individual, casual, superficial, aparente; para llegar a captar la universalidad y la necesidad del objeto es necesario aplicar a aquellas percepciones las categor?as del pensamiento que tienen una existencia aprior?stica; de esta manera se lograr? conocer todo aquello que del objeto es cognoscible, quedando en ?l un residuo irreductible al conocimiento. El pensamiento es objetivo porque al aplicarlo a las percepciones y dotarlas de universalidad y necesidad, reproducen el objeto con la limitaci?n anotada.

Hegel hace una exposici?n sucinta de los principales postulados de la filosof?a kantiana y, paralelamente, las va criticando.
a) Las facultades te?ricas o conocimiento como tal.
Expone Hegel la teor?a kantiana del conocimiento. El fundamento de los conceptos del entendimiento es la identidad originaria del yo en el pensamiento (unidad trascendental de la conciencia de s? mismo).
Las representaciones son dadas por el sentimiento y la intuici?n.
El yo las recoge por medio de las intuiciones aprior?sticas de tiempo y espacio y las refiere a una serie de conceptos puros del entendimiento, las categor?as, que tambi?n existen a priori en el yo.
El problema es, seg?n Hegel, c?mo el yo, que es completamente abstracto e indeterminado, puede llegar a la determinaci?n del yo, a las categor?as. Dice sarc?sticamente que por fortuna en la l?gica ordinaria se encuentran ya las categor?as emp?ricamente determinadas.
Por las categor?as es por donde la objetividad es elevada a experiencia; estas categor?as son la unidad de la conciencia subjetiva y est?n condicionadas por la materia dada por s? misma; estas categor?as s?lo tienen empleo adecuado en la experiencia. Las otras partes de la experiencia,
las determinaciones del sentimiento y la intuici?n, son tambi?n puramente subjetivas. [Esto quiere decir que las categor?as ?nicamente pueden determinar la objetividad de lo que se presenta a la intuici?n, es decir, lo superficial del objeto.]
Como lo absoluto no se da en la intuici?n, las categor?as son incapaces de ser determinaciones del mismo.
La cosa en s? (lo absoluto, el esp?ritu, Dios) es el objeto abstra?do de todo lo que es ?l mismo para la conciencia de todas las determinaciones sensibles y de todo pensamiento determinado. [La cosa en s? es el l?mite que Kant fija al conocimiento porque considera el conocimiento limitado a trav?s de categor?as fijas e inm?viles como el ?nico posible.]
Lo que queda despu?s de hacer esa abstracci?n es la abstracci?n pura, el vac?o absoluto.
Este caput mortum es s?lo producto del pensamiento, del pensamiento continuado hasta la pura abstracci?n.
La raz?n es la facultad de lo incondicionado. El objeto de la raz?n es lo incondicionado o infinito. La raz?n es el yo abstracto o pensamiento que se pone como objeto o fin lo incondicionado. Pero el conocimiento de la experiencia, como de contenido determinado (condicionado) es inadecuado a la raz?n; por lo tanto, si lo verdadero es lo absoluto e incondicionado, los conocimientos de la experiencia tienen que ser considerados como lo no verdadero, la apariencia.
Kant se propone aplicar las categor?as al conocimiento de lo incondicionado (la cosa en s?, lo absoluto, el mundo, Dios, etc?tera). Esta es la segunda parte de la cr?tica de la raz?n. En la primera ha llegado a la conclusi?n de que las categor?as tienen su origen en la unidad de la autoconciencia y, por consiguiente, el conocimiento por categor?as no contiene nada objetivo y la objetividad que se le atribuye es completamente algo subjetivo. As? considerada, la filosof?a de Kant es un idealismo subjetivo superficial, que no penetra en el contenido.
El primer incondicionado que se toma en consideraci?n es el alma. La vieja metaf?sica puso en lugar de las determinaciones emp?ricas las correspondientes categor?as intelectuales para definir el alma.
Seg?n la cr?tica kantiana, las categor?as no pueden conducir al conocimiento del alma porque ellas s?lo tienen aplicaci?n para el conocimiento que se basa en la percepci?n sensible y el alma es algo que no puede ser conocido por medio de ella. De ah? que, seg?n Kant, el alma sea una incognoscible "cosa en s?".
El segundo incondicionado que se toma en cuenta es el mundo. En el conocimiento del mundo la raz?n cae en antinomias, o sea, en la afirmaci?n de las proposiciones opuestas sobre el mismo objeto de tal manera que cada una de ellas puede ser afirmada con igual necesidad. De esto se deduce que el contenido del mundo, cuya determinaci?n cae en dicha ant?tesis, es s?lo apariencia.
Para Kant la contradicci?n se encuentra s?lo en el pensamiento por categor?as, en la raz?n y no en el mundo objetivo. De ah? deduce que lo que es el mundo en s? no puede ser conocido por ese pensamiento contradictorio.
La filosof?a de Kant da un gran paso al considerar a la contradicci?n como la esencia del pensamiento; pero ese avance se pierde cuando la contradicci?n es desterrada del mundo objetivo.

"El punto principal sobre el que debemos insistir, es que la antinomia, no s?lo se encuentra en los cuatro especiales objetos tomados de la cosmolog?a, sino antes bien en todos los objetos de todas clases, en todas las representaciones, en todos los conceptos y en todas las ideas. Saber esto y conocer en los objetos esta propiedad constituye lo que m?s adelante estudiaremos como momento dial?ctico de la l?gica." p. 44

El defecto de la filosof?a cr?tica es el de todo sistema dual?stico: es inconsecuente porque se quiere unificar lo que se hab?a declarado independiente y por tanto no unificable. Primero se hace consistir la verdad en lo unificado inmediatamente y despu?s se da por verdadero a lo que los dos momentos son por s?, separados uno del otro.
De ah? la inconsecuencia m?xima de la filosof?a kantiana:
-conceder, por una parte, que el entendimiento conozca s?lo fen?menos [es decir, s?lo lo relativo] y
-por otra, afirmar este conocimiento como algo absoluto al decir: el conocimiento no puede ir m?s all?, ?ste es el l?mite natural y absoluto del saber humano.
La teor?a del conocimiento de Kant no ha ejercido ninguna influencia sobre las ciencias; deja intactas completamente las categor?as y el m?todo del conocimiento usual.

El conocimiento es para Kant la aplicaci?n a la percepci?n sensible de un enorme sistema de intuiciones puras y conceptos (categor?as y principios sint?ticos)de naturaleza aprior?stica. Estas intuiciones y conceptos aprior?sticos son lo que Hegel llama el "pensamiento intelectual" que est? formado por categor?as inm?viles y fijas y que produce la universalidad abstracta; el conocimiento que de aqu? se obtiene es s?lo lo fenom?nico del objeto, lo que en ?l hay de inm?vil, fijo y superficial, quedando fuera de su horizonte la esencia del mismo, toda la riqueza de contenido que la filosof?a cr?tica da de lado englob?ndola en el vacuo concepto de la incognoscible "cosa en s?". La filosof?a de Kant no cumple con las exigencias que Hegel hace a la filosof?a para que realice su cometido de encontrar la verdad: recoger el contenido del objeto con sus m?ltiples determinaciones dadas y plasmar ese contenido de modo que proceda libremente siguiendo la necesidad de la cosa misma. El conocimiento es en Kant una simple operaci?n mec?nica que subsume las percepciones sensibles en un osificado conjunto de intuiciones, categor?as y principios sint?ticos aprior?sticos que representan las condiciones formales de la objetividad, pero de ella tal y como aqu? aparece, como el mero fen?meno, la superficie de un objeto inm?vil.
La obra de Kant fue en realidad portentosa. Dio cima a la tarea de la filosof?a, iniciada por Arist?teles, de convertir en pensamientos y sistematizar las determinaciones del mundo objetivo; la experiencia pr?ctica de miles de generaciones de seres pensantes fue destilada hasta convertirla en un acabado sistema de pensamientos que permit?a asimilarse te?ricamente el mundo objetivo, pero de ?ste ?nicamente lo que constituye el fen?meno, la apariencia, sin poder penetrar a las determinaciones de su esencia.
Los l?mites de la filosof?a cr?tica son reconocidos por ella misma al declarar que la aplicaci?n de su m?todo de conocimiento a la develaci?n de la esencia de los objetos produce meras antinomias, pensamientos contradictorios que conforme al sistema de conceptos y categor?as de la l?gica no reflejan la verdad m?s ?ntima del objeto la cual por definici?n es no contradictoria. De ah? la filosof?a cr?tica pasa a postular que la esencia del objeto, lo que es en s? mismo, la "cosa en s?", es incognoscible.
La filosof?a cr?tica es el remate de un per?odo de florecimiento de las ciencias emp?ricas que iban agotando el campo del conocimiento de lo fenom?nico del mundo objetivo; las ciencias emp?ricas terminan esa tarea y empiezan una nueva: la determinaci?n de la esencia. Develar la esencia, por un lado lleva al desarrollo de nuevos conceptos y por otro exige tambi?n nuevas formas del pensamiento para penetrar m?s profundamente al contenido del objeto; se va entonces formando un nuevo sistema de pensamientos que niega (supera conservando) al anterior (a la filosof?a cr?tica): la l?gica dial?ctico-especulativa de Hegel y su sistema filos?fico.
Este nuevo sistema conceptual es el mismo conocimiento sustantivado que ha reconocido la limitaci?n de su anterior forma de existencia (pensamiento intelectual) y que ha recogido en su seno, a trav?s de las ciencias emp?ricas, la riqueza interior del objeto, su contenido, su esencia.
El sistema conceptual de Kant es presentado como teniendo un valor objetivo, es decir, como un instrumento apto para conocer el mundo objetivo; ya vimos que esto es as?, pero s?lo para el conocimiento fenom?nico, meramente epid?rmico. Kant postula la existencia aprior?stica de las intuiciones puras, las categor?as y principios sint?ticos; para ?l ellos tienen una existencia previa a toda experiencia, son una sustancia con vida propia: tal es la parte m?stica de la filosof?a cr?tica y patrimonio com?n de toda la filosof?a idealista.
Ya hemos tenido oportunidad de exponer el proceso real en que se basa esa mistificaci?n: en su actividad pr?ctica milenaria la humanidad ha desarrollado la facultad cognoscitiva (capacidad de hacer abstracciones y producir universales que reflejan las caracter?sticas del objeto); como resultado de ello ha ido creando un sistema de pensamientos (conceptos) que recogen en la forma de la universalidad las caracter?sticas m?s generales del mundo objetivo; con ese sistema como instrumento vuelve sobre la realidad sometiendo las percepciones de la misma a la legalidad de aquel, es decir, que en el proceso cognoscitivo supone que el objeto posee las caracter?sticas generales que le atribuye la milenaria experiencia acumulada en las formas mentales objetivas. El fil?sofo (Kant en este caso) se encuentra con este sistema ya completamente desarrollado y lo toma tal y como ante ?l se presenta, sin indagar acerca de su origen (la actividad pr?ctica humana) y, por el contrario, le atribuye una existencia aut?noma y un origen m?stico, lo considera una sustancia con vida propia.
La cr?tica de Hegel a Kant se cifra fundamentalmente en las limitaciones de la l?gica de este ?ltimo para penetrar al contenido de un objeto en movimiento, su imposibilidad de llegar a la esencia del mundo objetivo.
Tercera posici?n del pensamiento frente a su objeto.
El saber inmediato.
La filosof?a cr?tica concibe al pensamiento como subjetivo y le atribuye como caracter?stica principal la universalidad abstracta, la identidad formal.
Este pensamiento (subjetivo, universalidad abstracta) se opone a la verdad que es universalidad concreta en s?.
En la determinaci?n de la verdad (de la universalidad concreta en s?) las categor?as no tienen raz?n de ser. [Es decir, son impotentes para conocer la verdad.]
El punto de vista opuesto, el saber inmediato, concibe al pensamiento como actividad s?lo de lo particular y lo declara igualmente incapaz de comprender la verdad.
El pensamiento como actividad de lo particular no tiene otro producto y contenido que las categor?as.
Las categor?as, tal y como el entendimiento las concibe, son determinaciones limitadas, formas de lo dependiente, de lo mediato.
Para tales categor?as lo infinito, el pensamiento, no existen, le son inaccesibles.
Estas categor?as son tambi?n llamadas conceptos y comprender un objeto significa ponerlos bajo la forma de lo condicionado y mediato.
Cuando el objeto que se quiere comprender es la verdad, lo infinito, lo incondicionado [la esencia], el pensamiento basado en conceptos lo convierte en condicionado y mediato; este pensamiento en lugar de comprender, pensar la verdad, la convierte en la no-verdad.
El conocimiento es concebido como conocimiento de lo finito, la marcha del pensamiento de lo condicionado a lo condicionado.
Explicar y comprender significa mostrar una cosa como mediada por otra. Todo contenido es particular, dependiente y finito. Lo infinito, la verdad, dios, queda fuera de esta conexi?n en que el conocer est? encerrado.
Sin embargo, es una necesidad del hombre conocer la verdad, la raz?n es lo que constituye al hombre y la raz?n no es otra cosa que el conocimiento de Dios.
Pero como el saber inmediato est? encerrado en los l?mites del contenido finito, la raz?n es, por consiguiente, saber inmediato, fe.
El conocimiento de lo finito, condicionado y mediato se obtiene por medio de las categor?as y conceptos.
El conocimiento de lo infinito, la verdad, Dios, es logrado por el saber inmediato, por la fe.
Al saber inmediato y a la fe se les llama tambi?n inspiraci?n, revelaci?n del coraz?n, contenido impreso por la naturaleza en los hombres, intelecto sano, common sense, sentido com?n.
El saber inmediato es el conocimiento de que lo infinito, lo eterno, Dios est?n en nuestra representaci?n y existen. A la representaci?n est? unida la conciencia inmediata e inseparable de su ser.
Estos postulados del saber inmediato coinciden con principios filos?ficos.
La filosof?a tiende aprobar la unidad del pensamiento y la subjetividad con el ser; el saber inmediato postula esta unidad como un hecho que concuerda por tanto con la experiencia.
La filosof?a moderna incluso ha expresado su principio fundamental en la forma de la inmediatividad: cogito ergo sum (Descartes). Esta es la conciencia inmediata de la unidad del yo pensante con el ser.
Lo caracter?stico del saber inmediato es que no s?lo demuestra que el saber mediato es insuficiente para alcanzar la verdad, sino que afirma que el saber inmediato solo, aisladamente, con exclusi?n de la mediaci?n, tiene por contenido la verdad.
Esto constituye una reca?da en el intelecto metaf?sico.
El saber inmediato es considerado un hecho. Si se analiza bien, los conocimientos que aparentemente son inmediatos tienen su base en consideraciones complicadas y grandemente mediatas; de igual manera la relaci?n de la existencia inmediata con su mediaci?n es f?cilmente observable: la existencia inmediata de los hijos est? relacionada con la de sus padres, est? mediada por ella y as? sucesivamente.
El conocimiento inmediato de Dios, del Derecho, de la Moralidad (y en general lo que son las determinaciones del instinto, las ideas impresas e innatas, etc?tera) exige una educaci?n o desarrollo previo. Esto es, supone la mediaci?n.
Aqu? Hegel hace una distinci?n por lo que respecta a las ideas innatas:
-hay una conexi?n esencial inmediata de ciertos principios universales con el alma; [NB.-Hegel acepta la existencia de las ideas innatas]
-pero hay otra conexi?n que tendr?a lugar de un modo extr?nseco y estar?a mediada por objetos y representaciones dadas, es decir, requerir?a de una educaci?n y desarrollo previos; el saber inmediato postula precisamente que son ideas innatas aquellas que han sido mediadas por un conocimiento anterior. [NB. Hegel no refuta la existencia de las ideas innatas, ?nicamente est? en contra del concepto que de ellas tiene el saber inmediato.]
El conocimiento inmediato de dios es tomado como un elevarse sobre lo finito y lo sensible, as? como sobre las apetencias e inclinaciones del coraz?n natural; esto quiere decir que es un conocimiento mediado por ese proceso de elevaci?n.
El principio esencial [la filosof?a del saber inmediato] es el de la conexi?n inmediata entre la idea subjetiva y el ser. [El pensamiento del alma y su existencia: el pensamiento de dios y su existencia; el pensamiento del mundo y su existencia.]
Conforme a ese principio ni la idea como mero pensamiento subjetivo, ni el ser por s?, son la verdad.
La verdad es la conexi?n entre estas dos determinaciones distintas.
Pero esta conexi?n es precisamente la mediaci?n de una a la otra.
De ah? entonces que el saber inmediato presuponga necesariamente la mediaci?n.
El saber inmediato pone como criterio de la verdad no a la naturaleza del contenido sino al saber subjetivo y a la certidumbre de que yo en mi conciencia encuentro un contenido determinado.
Lo que encuentro en mi conciencia es elevado a algo que se encuentra en la conciencia de todos [consensus gentium como prueba de la existencia de Dios].
"...Nada m?s expedito y c?modo que la mera aserci?n de que yo encuentro un contenido en mi conciencia unido a la certidumbre de su verdad y que, por lo mismo, tal certidumbre pertenece no a m?, como sujeto particular, sino a la naturaleza misma del esp?ritu." pp. 68 y 69
La forma de la inmediatividad tiene una naturaleza universal.
Esta forma, por su unilateralidad, hace tambi?n unilateral y finito su contenido.
A lo universal da la unilateralidad de una abstracci?n. Lo universal es concreto, viviente, en cuanto se media consigo mismo.
A lo particular proporciona la forma de la inmediatividad de la determinaci?n de ser y de referirse a s? mismo, lo finito es puesto como absoluto.
Pero lo particular es precisamente un referirse a otro fuera de s?.
El pensamiento abstracto (que es la forma de la metaf?sica reflexiva) y el intuir abstracto (que es la forma del saber inmediato) son una y la misma cosa.
El examen cr?tico de esta tercera posici?n del pensamiento frente a la objetividad ha dado los siguientes resultados:
1)Ha sido probado como falso el hecho que se d? un saber sin mediaci?n, ya de otros o consigo mismo en s? mismo.
2)Ha sido igualmente probado como falso el hecho de que el pensamiento proceda solamente por determinaciones (finitas y condicionales) mediadas por medio de otro y que no suprima en la mediaci?n esta mediaci?n misma.
Si se compara el principio del saber inmediato con el de la metaf?sica ingenua, en la cual tiene su origen, resulta que aquel principio ha vuelto al mismo comienzo que esta metaf?sica ha tenido en los tiempos modernos con la filosof?a cartesiana.
Tanto el principio del saber inmediato como en la filosof?a cartesiana se afirma: [es decir, coinciden en]:
1) La inseparabilidad del pensamiento y del ser del que piensa: Cogito ergo sum. Descartes declara que la inseparabilidad del pensamiento y el ser es sin m?s (sin mediaciones, sin pruebas) el primero y m?s cierto conocimiento.
2) Se afirma tambi?n en ambos la inseparabilidad de la representaci?n de dios (pensamiento de dios) y de su existencia.
3) Se afirma igualmente que son inseparables las representaciones (pensamientos) de la existencia de las cosas; se afirma la existencia sensible.
Este conocimiento, sin embargo, es el m?s ?nfimo de los conocimientos, es el solo saber que una cosa existe y nada m?s. Se deja de lado el pensamiento de que este saber inmediato del ser de las cosas externas es ilusi?n y error, que en lo sensible como tal no hay verdad alguna, que el ser de estas cosas exteriores es mas bien algo de accidental, de pasajero, una apariencia, que son esencialmente cosas que tienen una existencia separable de su concepto y esencia.
El moderno principio del saber inmediato y la filosof?a cartesiana difieren en que:
1) La filosof?a cartesiana parte de los anteriores supuestos indemostrados e indemostrables; esa conciencia indemostrada que considera inseparables las representaciones (pensamientos) de la existencia de las cosas procede a la asimilaci?n del mundo exterior dando lugar a la ciencia emp?rica de los tiempos modernos.
El moderno principio del saber inmediato, por el contrario, ha llegado al resultado de que el conocer por mediaciones finitas conoce s?lo lo finito y no contiene ninguna verdad. Por lo tanto es necesario el conocimiento de Dios que se obtiene por la fe.
2) E1 principio del saber inmediato:
-Por una parte no cambia nada el m?todo utilizado por Cartesio y trata las ciencias de lo finito y de lo emp?rico nacidas de aquel m?todo de la misma manera.
-Por otro lado, rechaza este m?todo, y en general todo m?todo para conocer lo que por su contenido es infinito. Entonces hace uso desenfrenado de la imaginaci?n.
En conclusi?n: no es el camino para entrar en la ciencia el poner como su fundamento una ant?tesis irreducible entre la inmediatividad y la mediatividad independiente.
Para entrar en la ciencia deben abandonarse todos los dem?s supuestos o preconceptos, ya vengan de las representaciones o del pensamiento, siendo la ciencia precisamente aquello en que todas estas determinaciones deben ser investigadas y debe ser conocido lo que hay en ellas y en su ant?tesis.
Concepto m?s particular y divisi?n de la l?gica.
El hecho l?gico presenta tres conceptos: a)el abstracto racional; b)el dial?ctico o negativo racional; c)el especulativo o positivo racional.
Estos tres conceptos son momentos de todo hecho l?gico real; esto es, de todo concepto o de toda verdad en general.
a) El abstracto racional. En este momento el pensamiento se detiene en la determinaci?n r?gida [categor?as fijas que s?lo revelan lo fenom?nico, la superficie del objeto; abstracciones vac?as; pensamiento intelectual encerrado en s? mismo; reflejo del ser del objeto] en la simple diferencia de esta determinaci?n con otras. Tal producto abstracto y limitado vale para el intelecto como existente y subsistente por s?.
b) El dial?ctico o negativo racional. Este momento es el suprimirse por s? mismas dichas determinaciones finitas y su paso a las opuestas [Las determinaciones del ser tienen en s? mismas las de la esencia; aquella determinaci?n intelectual se niega a s? misma y da paso a la determinaci?n opuesta que corresponde a la esencia.]
Tomada aisladamente la dial?ctica da lugar al escepticismo que es la negaci?n simple y pura.
Tambi?n la dial?ctica es considerada como un arte extr?nseco que introduce entre los conceptos determinados la confusi?n y una apariencia de contradicci?n. Entonces se reputa a las determinaciones que ese arte ha dado a luz como falsas y se reafirma la verdad de las determinaciones meramente intelectuales.
La dial?ctica es la propia y verdadera naturaleza de las determinaciones intelectuales de las cosas y de lo finito en general.
La reflexi?n [momento abstracto racional] consiste en:
-ir m?s all? de las determinaciones aisladas,
-relacionar esas determinaciones aisladas entre s?;
-pero no penetra en el otro que cada determinaci?n tiene en s? mismo.
La dial?ctica, por el contrario, es la naturaleza inmanente de las determinaciones intelectuales que se expresa como su negaci?n.

"...La dial?ctica forma, pues, el alma motriz del progreso cient?fico, y es el principio por el cual solamente la conexi?n inmanente y la necesidad entran en el contenido de la ciencia; as? como en ella, sobre todo, est? la verdadera, y no exterior, elevaci?n sobre lo finito." p. 74

c) El momento especulativo o el positivo racional. Concibe la unidad de las determinaciones en su oposici?n. Es lo que hay de afirmativo en su soluci?n y en su superaci?n.
-La dial?ctica tiene un resultado positivo [esto es, el momento especulativo o el positivo raciona] porque tiene un contenido determinado.
Es decir, porque su resultado no es la nada abstracta y vac?a sino la negaci?n de ciertas determinaciones que est?n contenidas en el resultado [en el resultado se mantienen en unidad las determinaciones positivas y sus opuestos, su negaci?n, las determinaciones negativas].
-El momento especulativo o positivo racional es, a?n siendo algo pensado y abstracto, algo concreto, porque no es la unidad simple y formal, sino unidad de determinaciones diversas. Este momento especulativo o positivo racional, es un pensamiento concreto. [El primer resultado del pensamiento es la abstracci?n vac?a; la dial?ctica es la negaci?n de esas determinaciones abstractas por otras determinaciones concretas; el momento especulativo o positivo racional es la unidad de esas determinaciones abstractas y vac?as con las determinaciones concretas que son su negaci?n.]











II







VOLUMEN PRIMERO

LA LOGICA OBJETIVA





LIBRO PRIMERO

LA DOCTRINA DEL SER





Primera Secci?n

Determinaci?n (Cualidad)


Primer Cap?tulo.


A. Ser.
Ser, puro ser; es inmediato e indeterminado; no tiene diferencia ni en su interior ni hacia lo exterior; es la pura indeterminaci?n y el puro vac?o. Es ni m?s ni menos que la nada.
B. La Nada.
Nada, la pura nada; es el vac?o perfecto, la ausencia de determinaci?n y contenido, la indistinci?n en s? misma. Es la misma cosa que el puro ser.
C. Devenir.
1.- Unidad del ser y la nada.
-El puro ser y la pura nada son por lo tanto la misma cosa.
-La verdad no son ni el ser ni la nada; la verdad es el ser [traspasado] en la nada y la nada [traspasada] en el ser.
-Al mismo tiempo la verdad es tambi?n que ellos no son lo mismo, sino que son absolutamente diferentes.
-Al mismo tiempo el ser y la nada son inseparados e inseparables.
-Cada uno desaparece en el otro.
La verdad es, por tanto, el movimiento del inmediato desaparecer de uno en otro: el devenir.
En este movimiento el ser y la nada son diferentes; pero esta diferencia se ha resuelto inmediatamente.
Nota 1.- La oposici?n del ser y la nada en la representaci?n. 1) Los ele?tas, especialmente Parm?nides, consideraron que lo absoluto y ?nica verdad es el puro ser. S?lo el ser existe y la nada no existe en absoluto. 2) Los sistemas orientales, principalmente el budismo, tomaron a la nada como el principio absoluto. 3) Her?clito destac? el principio m?s alto y total del devenir: el ser existe tan poco como la nada, todo fluye, todo es devenir. 4) Las sentencias orientales como "todo tiene en s? el germen de su muerte" y "la muerte es el ingreso a una nueva vida" mantienen separados en el tiempo al ser y la nada representados como altern?ndose en ?l. 5) Ex nihilo nihil fit (nada nace de la nada) es una vacua tautolog?a. La nada sigue siendo nada, no hay en ella ning?n devenir. 6) El concepto de Hegel: en ning?n lugar, ni en el cielo ni en la tierra, hay algo que no contenga en si a ambos, el ser y la nada. La unidad del ser y la nada est? colocada en la base como la verdad primera.
Nota 2.- La expresi?n "unidad del ser y la nada" es imperfecta porque se pone el acento en el ser. La idea se expresa mejor as?: el ser y la nada son lo mismo y el ser y la nada no son uno solo y lo mismo.
El resultado total y verdadero que se ha logrado aqu? es el devenir.
El devenir;
1) No es puramente la unilateral o abstracta unidad del ser y la nada.
2) Es el movimiento siguiente: a) El puro ser es inmediato y simple; b) en consecuencia es la pura nada; c) y la diferencia entre ellos existe; d) pero al mismo tiempo se elimina y no existe.
3) El resultado afirma la diferencia entre el ser y la nada, pero una diferencia entendida.
Se entiende que el ser es otro que la nada y nada parece m?s f?cil que expresar esta diferencia. Sin embargo es imposible decir la diferencia, es inexpresable.
4) Si el ser y la nada tuvieran alguna determinaci?n por la cual diferenciarse ser?an entonces un determinado ser y una determinada nada.
5) La diferencia entre el ser y la nada es completamente vac?a, lo indeterminado.
6) La diferencia es algo exterior a ellos, que reside en un tercero en el entender. [Es una abstracci?n.]
7) Sin embargo el ser y la nada tienen su subsistir en un tercero: en el devenir.
8) En el devenir el ser y la nada son distintos. El devenir s?lo existe porque el ser y la nada son distintos.
9) El tercero en el que subsisten, el devenir, es un otro distinto de ellos.
Ellos subsisten s?lo en ese otro, lo que quiere decir que no subsisten por s? mismos.
El devenir es el subsistir del ser y del no-ser. Es su ser (existir) en uno. Este existir en uno (devenir) es lo que elimina la diferencia entre el ser y la nada.
El ser y la nada son s?lo un traspasar de uno al otro. Ni el ser ni la nada son algo verdadero, s?lo su devenir es la verdad.
Nota 3.- La acci?n aisladora de esas abstracciones. Fen?menos que se producen cuando se han aislado mutuamente el ser y la nada y se ha puesto a uno fuera de la esfera del otro, de manera que con ello se halla negado el traspasar del uno en el otro.
S?lo el ser existe; la nada no existe en absoluto. En esto se mantuvo firme Parm?nides.
Como absoluto, el ser es lo inmediato indeterminado y no tiene relaci?n con otro; a partir de este comienzo no puede procederse ulteriormente; es necesario a?adirle algo extra?o, desde fuera, lo que constituye un segundo comienzo.
En la pol?mica de Jacobi contra la s?ntesis kantiana de la autoconciencia a priori aquel demuestra la imposibilidad de pasar del puro ser a la determinaci?n m?ltiple.
En esta l?gica [la de Hegel], en la pura reflexi?n del comienzo, con el ser en cuanto tal, el traspaso est? todav?a oculto.
Como el ser est? puesto como inmediato, la nada tambi?n est? de modo inmediato.
En las determinaciones siguientes: ser determinado, esencia, fundamento est? puesto lo que engendra la oposici?n entre aquellas abstracciones y por tanto su traspasar.
El recuerdo de que el ser en cuanto tal, que aquel simple e inmediato es un resultado de la abstracci?n perfecta y que por tanto es nada queda detr?s de la ciencia, pues ?sta, en su interior, con base en la esencia, presentar? aquella inmediaci?n unilateral como mediada, donde est? puesto el ser como existencia y est? puesto lo que media este ser, esto es, el fundamento.
Si se apela a ese recuerdo se puede representar el traspaso del ser a la nada como algo f?cil y trivial y aclararlo y hacerlo concebible.
De esta manera, el ser que es el comienzo de la ciencia es la nada.
Por lo tanto el comienzo no es algo afirmativo, sino la nada.
Si se efect?a el comienzo de la ciencia con la nada (como en la filosof?a china), esta nada se convertir?a inmediatamente en ser. [?l comienzo de la ciencia no es el ser puro ni la nada pura, ni el traspaso de uno al otro (es decir, el paso de uno al otro considerados como reposando uno fuera del otro), sino el devenir]
Nota 4.- Incomprensibilidad del comienzo.
Suponiendo separados el ser y la nada se desarrolla la dial?ctica [argumentaci?n] en contra del comienzo del mundo y de su destrucci?n, esto es, la dial?ctica [argumentaci?n] en contra del devenir, el nacer y el perecer. (pp. 94-96)
Esta argumentaci?n no es en realidad dial?ctica, sino sofister?a porque:
-primero se presupone la oposici?n entre el ser y la nada, lo que excluye el comienzo o el devenir y la destrucci?n;
-sin embargo se pretende que haya un comienzo y una destrucci?n;
-enseguida se declara inconcebible que haya un comienzo y destrucci?n, un devenir.
La verdadera dial?ctica: es el superior movimiento racional en el cual el ser y la nada (que aparecen absolutamente separados) traspasan uno al otro por s? mismos; la presuposici?n de estar separados se elimina.
La naturaleza dial?ctica del ser y la nada consiste en que ellos muestran su unidad, el devenir, como su verdad.
2. - Los momentos del devenir: nacer y perecer.
El devenir es la inseparabilidad del ser y la nada.
Es la unidad determinada en que est? tanto el ser como la nada.
Pero en esta inseparabilidad cada uno de ellos no existe.
Ellos existen en esta unidad desapareciendo, como eliminados.
Son momentos, diferenciados, pero eliminados.
Seg?n su diferencia, el ser y la nada se hallan en el devenir cada uno en unidad con el otro.




1) Unidad en la cual el ser es lo inmediato como relaci?n con la nada; se halla empezando desde el ser que traspasa a la nada; es el perecer.
2) Unidad en la cual la nada es lo inmediato como relaci?n con el ser; se halla empezando desde la nada que traspasa al ser; es el nacer.
Nacer y perecer son lo mismo, el devenir; por ser direcciones diferentes se paralizan. Una direcci?n es el perecer: el ser traspasa a la nada; la nada traspasa al ser: el nacer. Otra direcci?n es el nacer: la nada traspasa al ser; el ser traspasa a la nada; el perecer.

En la "Ciencia de la L?gica" , Hegel inicia su estudio con las abstracciones vac?as que son el ser y la nada, ?stas son id?nticas a s?, extr?nsecas entre s?, sin relaci?n una con la otra. Por todo ello carecen de objetividad: no existe el ser absoluto excluyente del no-ser (ser de los el?atas) ni existe la nada absoluta, excluyente del ser (la nada de la filosof?a oriental).
Hegel, encarnaci?n de la especulaci?n, toma estas abstracciones r?gidas, les comunica movilidad y lleva a cada una de ellas a convertirse en su contrario: el ser puro es el mismo que la pura nada y ?sta lo mismo que aquel, el ser y la nada son id?nticos; el ser es en la nada y la nada es en el ser, ambos son inseparados e inseparables. El ser y la nada contin?an siendo abstracciones vac?as pero ahora ya no est?n separadas, sino que cada una est? en unidad indisoluble con la otra; esto es un acercamiento a la objetividad; pero a?n en el terreno de la abstracci?n: refleja la naturaleza m?s general de lo existente, es decir, la uni?n indisoluble en ello del ser y el no-ser, pero sin ninguna otra determinaci?n.
La identidad del ser y la nada es la identidad de los diferentes: el ser es diferente de la nada y la nada es diferente del ser, ambos son completamente diferentes. En virtud de esa diferencia el ser que est? en uni?n con la nada existe desapareciendo en ?sta y la nada que est? en uni?n con el ser existe desapareciendo en ?l; este desaparecer de uno en el otro es el devenir.
En el devenir el ser y la nada est?n inseparados e inseparables; en cuanto cada uno de ellos est? en unidad con su otro no existen, es decir, existen pero como desapareciendo uno en el otro, como eliminados, como momentos. Sin embargo, puesto que ser y nada son diferentes, cada uno existe en el devenir en unidad con su otro; el devenir es entonces la diferencia de dos unidades: la unidad del ser con la nada y la unidad de la nada con el ser. El devenir se halla as? en una doble determinaci?n: en la una es la nada como inmediata que traspasa al ser y en la otra es el ser como inmediato que traspasa a la nada. Esta diferencia de las dos unidades en el devenir es el nacer y el perecer. El devenir es, entonces, la diferencia de las unidades de la nada con el ser y del ser con la nada y el desaparecer en cada unidad de uno en el otro, es decir, el movimiento del nacer al perecer.
Esta categor?a del devenir, a la que Hegel declara haber incorporado todo lo que Her?clito hab?a desarrollado sobre la misma, es el segundo resultado del impulso que aquel ha dado a las categor?as abstractas del ser y la nada; despu?s de haberlas llevado hasta la identidad las conduce a la diferencia y de ah? de nuevo a la identidad y a la diferencia obteniendo como resultado el concepto del devenir. El devenir es todav?a una abstracci?n vac?a integrada por las dos abstracciones vac?as del ser y la nada pero dotadas de movimiento dial?ctico. Dentro de su abstracci?n, constituye una aproximaci?n m?s a la objetividad: expresa el paso incesante del ser a la nada y de la nada al ser porque ser y nada son id?nticos y diferentes y cada uno es inmediatamente su otro. El movimiento que ha impreso Hegel a las categor?as abstractas del ser y la nada lo ha llevado a otra categor?a igualmente abstracta, la del devenir. Hegel ha cumplido as? con un prerrequisito para hacer salir de la abstracci?n al pensamiento y llevarlo al terreno de lo concreto: darle movilidad a las categor?as abstractas del ser y la nada: de aqu? en adelante esa misma dial?ctica del pensamiento lo ha de conducir a acercarse cada vez m?s a la objetividad hasta instalarse plenamente en ella.
Como vemos, Hegel presenta la adquisici?n por el pensamiento humano de las leyes fundamentales, que a la vez son las m?s generales, de la estructura y el movimiento del ser, de lo que existe, como el resultado del movimiento de los propios pensamientos. Por las exigencias de su filosof?a y de la marcha del conocimiento humano mismo, el principio de que todo lo que existe es y no es al mismo tiempo y de que el existir es un constante fluir, un incesante paso del existir al no existir, tiene que ser presentado como procediendo de la dial?ctica misma de los pensamientos impulsada por la intuici?n del fil?sofo y no como lo que es en la realidad, es decir, el resultado de la generalizaci?n de los conocimientos adquiridos en la actividad pr?ctica humana. Es as? como la m?xima abstracci?n con valor objetivo de lo existente, que tiene su origen en la pr?ctica humana, adquiere la forma del producto de un movimiento aut?nomo de dos abstracciones vac?as. Las categor?as de la unidad y de la diferencia del ser y el no-ser y del devenir, que aqu? son un resultado, van a ser el fundamento de las dem?s categor?as que desarrolla Hegel en su l?gica.
La l?gica de Hegel empieza por necesidad completamente alejada de la objetividad; es un movimiento dentro del pensamiento mismo por el cual se va dando a las categor?as de la l?gica antigua fluidez y concreci?n para que se acerquen a una objetividad que se postula como regida por la dial?ctica; este postulado tiene su origen en una intuici?n de una instancia superior del pensamiento, el pensamiento especulativo que ha tomado cuerpo en nuestro fil?sofo.
Esta necesidad inmanente de la filosof?a Hegeliana sienta las bases para la mistificaci?n que le es caracter?stica: en primer lugar, es el propio pensamiento el que negando una de sus partes da a luz a la especulaci?n la cual permite construir un sistema de pensamientos reflejo de la objetividad; en segundo lugar, el pensamiento especulativo se reconoce a s? mismo en ese sistema como la sustancia de la objetividad.
Nacer y perecer son lo mismo, el devenir. Pero estas direcciones del devenir son diferentes, por ello se compenetran y se paralizan mutuamente. En la direcci?n del perecer el ser traspasa a la nada pero la nada es inmediatamente lo opuesto de s? mismo, el traspasar al ser, el nacer. En la direcci?n del nacer la nada traspasa al ser pero el ser es inmediatamente lo opuesto de s? mismo, el traspaso a la nada, el perecer. Cada uno, el ser y la nada, se eliminan en s? mismos y en su opuesto. El equilibrio del nacer y del perecer es el devenir mismo. Este equilibrio es el desaparecer del ser en la nada y de la nada en el ser.
La categor?a del devenir, aunque m?s cercana a la objetividad que sus progenitoras, el ser y la nada, es todav?a una categor?a vacua, sin ninguna otra determinaci?n; es la expresi?n del simple fluir del ser en la existencia: el ser aparece y desaparece en la existencia.
El pensamiento -Hegel- no est? satisfecho con el deslizarse entre sus manos del objeto y lo retiene en el desaparecer del ser en la nada y de la nada en el ser; se transforma en el desaparecer del desaparecer, es decir, en la detenci?n del devenir en el momento del ser; es el traspasar del devenir al ser determinado.
En esta parte de su L?gica Hegel toma el objeto que est? ah?, en la existencia, y procede al an?lisis de las determinaciones de su ser. La categor?a del ser determinado tiene as? una mayor objetividad que las anteriores pero no, desde luego, toda la objetividad.
Hegel hace el estudio de la estructura y movimiento del ser determinado. Tiene como punto de partida las categor?as que el pensamiento intelectual ya hab?a desarrollado sobre el ser a los cuales da tambi?n fluidez y movimiento, los llena de contenido y los organiza y sistematiza de acuerdo con las mismas determinaciones que la actividad pr?ctica ha descubierto en el ser del mundo objetivo y que se resumen todas en su no-ser, su ser otro y su pasar a otro que en ?ltima instancia es la esencia; estas nuevas formas de pensamiento, que conservan y superan a las de la antigua l?gica, son su fiel reflejo de las determinaciones del ser en su movimiento hacia la esencia.

3.- El eliminarse del devenir.
El equilibrio entre el nacer y el perecer es el devenir.
El devenir es el desaparecer del ser en la nada y de la nada en el ser y del ser y la nada en general.
El devenir es, en este desaparecer, la unidad del ser y la nada.
El devenir es tambi?n la diversidad del ser y la nada.
La diversidad del ser y la nada es la desaparici?n del devenir, es decir la desaparici?n de la desaparici?n.
El devenir es una inquietud carente de firmeza que cae en un resultado de reposo.
Este resultado es la unidad del ser y la nada que se ha convertido en tranquila simplicidad.
Esta tranquila simplicidad es el ser.
El devenir, como traspasar a la unidad del ser y la nada, que se halla como existente, o sea, que tiene la forma de la unidad unilateral inmediata de estos momentos, es el ser determinado o existencia.





Segundo Cap?tulo

EL SER DETERMINADO O LA EXISTENCIA.
(DAS DASEIN)

Existencia significa un ser determinado.
Su determinaci?n es una determinaci?n existente, una cualidad.
Por medio de su cualidad algo est? frente a un otro, es mudable y finito y est? determinado no s?lo contra un otro, sino en s? mismo francamente de manera negativa.
La negaci?n suya, opuesta a algo finito, es lo infinito
A) El ser determinado como tal.
a) El ser determinado en general.
Del devenir nace el ser determinado.
El ser determinado es el ser-uno del ser y la nada.
El ser determinado tiene la forma de un inmediato.
Su mediaci?n, el devenir, queda atr?s, no se ha eliminado.
El ser determinado se halla primeramente en la determinaci?n del ser.
Contiene la otra determinaci?n, la nada, que va a mostrarse frente a la anterior.
No es un puro ser sino un ser determinado.
Es un ser con un no-ser; este no ser est? en simple unidad con el ser.
El no-ser est? de tal modo en el ser que el conjunto concreto est? en la forma del ser, de la inmediaci?n, y constituye la determinaci?n como tal.
Este conjunto representa en la determinaci?n del ser un momento eliminado, determinado negativamente.
[Distinci?n entre ser-puesto y reflexi?n. Ser-puesto: s?lo pertenece al contenido de un concepto lo que est? puesto en ?l, en el desarrollo de su consideraci?n. Reflexi?n: lo que no est? puesto en el concepto y que pertenece a nuestra reflexi?n, ya sea que concierna a la naturaleza del concepto mismo, ya sea que constituya una comparaci?n exterior.]
b) Cualidad.
El ser y la nada son uno solo en el ser determinado.
Tan extensamente como el ser determinado es existente, tan extensamente es un no-ser, vale decir, es determinado.
Esta determinaci?n, como determinaci?n existente, es la cualidad, algo totalmente simple e inmediato.
En el ser determinado la cualidad es unilateral en cuanto es determinaci?n s?lo inmediata o existente.
En la cualidad debe ser puesta tambi?n la determinaci?n de la nada. Esta determinaci?n de la nada es una negaci?n.
[Dos aspectos de la cualidad:
1.- Como unilateral determinaci?n del ser existente, una determinaci?n inmediata y existente.
2.- Como determinaci?n de la nada es una negaci?n.]
La cualidad como existente es la realidad.
La cualidad como afectada por una negaci?n es una negaci?n en general, es decir, una cualidad que vale como una falta y que se determina como t?rmino y l?mite.
En la realidad con el acento de ser cualidad existente permanece oculto que ella contiene la determinaci?n y por tanto tambi?n la negaci?n.
La realidad vale como algo positivo de lo cual queda excluida la negaci?n, la limitaci?n, la falta.
La determinaci?n es la negaci?n puesta como afirmativa: omnis determinatio est negatio (Spinoza)
La negaci?n est? en contra de la realidad.
M?s adelante va a ser opuesta a lo positivo que es la realidad reflej?ndose en la negaci?n.
Esta realidad es en la que aparece lo negativo.
En la realidad como tal todav?a est? oculto.

El ser determinado es el mismo ser del devenir pero tomado en su inmediaci?n; ya no es el vac?o e incesante paso de la nada al ser y del ser a la nada que no aporta ning?n conocimiento del objeto; ahora se trata del ser que existe en un cierto momento y que ha sido tomado por el pensamiento para aprehender las caracter?sticas que se manifiestan en su existencia.
Este ser determinado est? en unidad con el no-ser; pero el no-ser es aqu? algo extr?nseco que el pensamiento agrega al concepto del ser-determinado y que no pertenece todav?a a su contenido. Dicho de otra manera, el ser determinado es lo que aparece en un cierto momento en la existencia y est? en unidad con su no-ser que permanece oculto para el pensamiento.
El ser determinado tiene ciertas caracter?sticas espec?ficas, una cualidad; esta categor?a es m?s concreta que la de ser determinado y sirve para aprehender la naturaleza del objeto en el momento de su existencia. La cualidad est? en unidad con su negaci?n, pero ?sta, al igual que el no-ser en la determinaci?n anterior, es s?lo producto de una reflexi?n extr?nseca del pensamiento y no se encuentra contenida a?n en el concepto; la negaci?n de la cualidad es s?lo una presuposici?n del pensamiento y no aparece por tanto todav?a en ella.
El ser determinado contiene tambi?n la determinaci?n de la nada, pero ?sta permanece oculta y s?lo m?s tarde va a mostrarse frente a aquel.
El ser determinado es uno con el no-ser. El no-ser es aqu? todav?a algo extr?nseco que el pensamiento agrega al concepto de ser determinado y que no pertenece todav?a a su contenido. Dicho de otra manera, el ser determinado es lo que aparece en un cierto momento en la existencia y est? en unidad con su no-ser que permanece oculto para el pensamiento.
Esta determinaci?n del ser existente como no-ser es la cualidad.
La cualidad son las caracter?sticas que manifiesta el ser en el momento de su existencia.
El ser determinado y la cualidad son dos categor?as distintas que utiliza Hegel. La primera se refiere al ser que surge del devenir y que est? ah? en la existencia, pero sin ninguna determinaci?n; la segunda se aplica al ser de la existencia del que ya han sido aprehendidas las caracter?sticas de su naturaleza.
En el ser determinado la cualidad es unilateral porque es s?lo determinaci?n inmediata, existente; aunque est? afectada de una negaci?n, ?sta permanece oculta y es la reflexi?n extr?nseca la que la pone en el concepto.
La cualidad como existente es la realidad; en ?sta permanece oculto que ella contiene la determinaci?n y por tanto tambi?n la negaci?n; la realidad vale como algo positivo de lo cual queda excluida la negaci?n, la limitaci?n, la falta.
Esta categor?a es la misma que la de la l?gica tradicional y expresa solamente las caracter?sticas y propiedades del objeto en el momento de su existencia en el devenir; no trasciende m?s all? de la superficie del ser tomado en su inmovilidad. Sin embargo, en la filosof?a de Hegel esta categor?a tiene una tensi?n interna que la lleva fuera de s? misma; como sabemos, ella es el resultado del movimiento dial?ctico de dos categor?as primigenias, el ser y la nada y por eso contiene en su interior la oposici?n entre ambas, que es el motor de su paso a otra categor?a superior.
La cualidad como realidad est? afectada por una negaci?n; esta negaci?n tiene aqu? todav?a un car?cter general, vale como una falta que se determina como t?rmino y l?mite. Las caracter?sticas y propiedades del objeto tienen un t?rmino y un l?mite despu?s del cual ya no son: con ellas deja de ser tambi?n el objeto, ambos desaparecen.
De nuevo, cuando el pensamiento cre?a tener firmemente apresado al objeto ?ste se le escurre entre las manos. El conocimiento se detiene en el l?mite del objeto, donde ?ste deja de ser; de esta manera se convierte en una colecci?n sin orden ni concierto de las caracter?sticas superficiales de lo que existe; es el reino de lo ca?tico y accidental.
La realidad es la cualidad existente y su negaci?n es un simple dejar de ser. El pensamiento no queda satisfecho con esta abstracci?n y la niega buscando en el ser lo que tiene de permanente, lo que es su verdad.
El pensamiento -de acuerdo a la metodolog?a hegeliana- niega este simple dejar de ser; la cualidad no desaparece simplemente sino que es negada por otra cualidad y ambas tienen como sustrato a un ser que permanece, un ente, el algo. Esta negaci?n es la negaci?n de la negaci?n.
Con esta categor?a, el pensamiento logra por fin aprehender al objeto; la concreci?n y objetividad de la misma son mayores que las de las categor?as precedentes.

c) Algo.
En la cualidad como existente se halla la diferencia, es decir, la diferencia entre realidad y negaci?n.
Esta diferencia se elimina [se niega] y surge el ser determinado de nuevo convertido en igual a s? mismo [como en el principio] pero ahora mediado por la eliminaci?n de la diferencia. Negaci?n de la negaci?n.
El ser eliminado de la diferencia es la propia determinaci?n del ser determinado; de esta manera es un ser en s?; el ser determinado es un ser existente determinado, un algo.
El algo es la primera negaci?n de la negaci?n.
NB.- Ver pp. 104 y 105.
Algo es existente cuando es negaci?n de la negaci?n; es a la vez mediaci?n de s? consigo mismo.
Esta mediaci?n de s? consigo mismo no tiene ninguna determinaci?n concreta, por tanto se derrumba en la simple unidad del ser.
El algo:
-es (existe) y es tambi?n un ente determinado;
-es tambi?n en s? un devenir;
-pero este devenir ya no tiene como sus momentos al ser y la nada;
-uno de sus momentos es ahora un ser determinado y adem?s un ente determinado;
-el segundo de sus momentos es tambi?n un ser determinado pero como negativo del algo: es decir, es un otro.
El algo:
-como devenir es un traspasar cuyos momentos son ellos mismos algo y por lo tanto es una variaci?n, un devenir que se ha vuelto concreto.
El algo:
-se halla puesto s?lo como lo que simplemente se mantiene en su referencia a s? mismo;
-su negativo se halla puesto como un cualitativo, como un otro en general.
[El algo es un ser determinado existente que tiene su negaci?n como otro.]

El algo es ser en s?, es decir, el ser determinado que se ha convertido en igual a s? mismo (en sustrato) a trav?s de la eliminaci?n del simple dejar de ser y el establecimiento de su negaci?n como un otro.
El algo tiene una doble determinaci?n: es un ser determinado, un ente determinado y es al mismo tiempo un otro. El ser un ser determinado y un otro son dos momentos del algo (que permanece) y el paso de uno a otro es la variaci?n del algo. El devenir se ha vuelto concreto.
La categor?a del algo est? instalada ya por completo en el terreno de la objetividad. Con el objeto en sus manos, el sujeto aprehende las variaciones que tienen sus caracter?sticas y propiedades, el paso de unos a otros.
Esta categor?a es muy importante porque refleja en el pensamiento una caracter?stica esencial de la objetividad. El ente determinado, el algo, el objeto, es otro en s? mismo; el ser otro en s? mismo es lo que determina el cambio en el algo (su negaci?n) pero al mismo tiempo la conservaci?n del algo; el algo es lo que cambia y lo que permanece en el cambio; es la unidad en movimiento de determinaciones opuestas.
Esta categor?a es el alma de la dial?ctica hegeliana, es la contradicci?n que se ha vuelto concreta.
Enseguida Hegel estudia m?s detenidamente la categor?a del algo.

B) La finitud.
Se desarrolla la determinaci?n negativa que est? en el ser determinado.
(Como antes se desarroll? la determinaci?n positiva.)
a) Algo y un otro.
1
-Algo y otro son entes determinados o algos.
-Cada uno de ellos es tambi?n un otro.
-El ser otro aparece como una determinaci?n extra?a a la existencia as? determinada: el otro aparece como fuera de un ser determinado.
-Los dos son determinados como algo y tambi?n como otro, por lo tanto son lo mismo y no hay ninguna diferencia entre ellos.
-El otro est? por s? en relaci?n con el algo, pero tambi?n est? por s? fuera de ?l.
-El otro tiene que ser tomado como aislado en relaci?n consigo mismo, esto es, de manera abstracta, como el otro.
-No el otro de algo, sino el otro en s? mismo.
[La naturaleza f?sica es el otro del esp?ritu.]
[EI esp?ritu es el algo; la naturaleza el otro en s? mismo, lo existente fuera de s? .]
-Lo otro por s? es lo otro en s? mismo y con esto lo otro de s? mismo y as? lo otro de lo otro.
-Es, por tanto, lo absolutamente desigual en s?, que se niega y se cambia a s? mismo.
-Al mismo tiempo es lo id?ntico consigo mismo, pues aquello en que se cambia es lo otro y lo que se cambia tambi?n es lo otro.
-Al ser id?ntico consigo mismo se refleja en s? y se elimina del ser otro; es el algo.
2
-El algo es un ser determinado negado en s?, un otro.
-En su negaci?n tambi?n se conserva, por lo que es un ser para otro.
-Se conserva en su no existir y es un ser como referencia a s? contra su referencia a otro, como igualdad consigo contra su desigualdad. Es un ser en s?.
Ser para otro y ser en s? constituyen los dos momentos del algo.
Algo y otro son id?nticos: el algo es el otro de otro algo y el otro es el algo de un otro. Son diferentes porque el algo y el otro son exteriores entre s?. El algo y el otro caen fuera uno del otro; el otro existe en el t?rmino del algo.

Algo y otro son id?nticos: el algo es otro y el otro es algo. Pero tambi?n son diferentes. El otro, como absolutamente diferente del algo, es el otro en s?, el otro de s? y el otro del otro. El otro, llevado hasta sus ?ltimas consecuencias, se encuentra en el mismo interior del otro, ya que ?ste es tambi?n un algo; el otro se encuentra dentro del algo.
El otro en su desigualdad constante, es decir, en su paso incesante hacia otro, determina el cambio en el otro. Como el otro es tambi?n un algo, ?ste cambia porque tiene su otro en s? mismo y es un constante pasar a ?l.
El algo es la unidad de dos momentos diferentes: el ser determinado y el ser otro.
Hegel lleva aqu? la categor?a del otro desde el exterior hasta el interior del objeto. El otro no es s?lo el t?rmino del algo sino que es el algo mismo. El algo es el otro de s? mismo. Esta unidad de los contrarios es el motor del cambio del algo. Como hemos dicho, esta categor?a de la contradicci?n es el alma de la dial?ctica hegeliana expresada por ahora en el terreno del ser.
El otro llega a ser un algo, pero un algo que tiene al ser y al ser otro como sus momentos.
En el algo el ser y el ser otro son diferentes; uno termina en donde empieza el otro.
El siguiente paso de Hegel es llevar la negaci?n, el otro, al terreno mismo del ser del algo.
El algo es un ser determinado negado en s? y por tanto es un otro en s? mismo; pero al mismo tiempo se conserva en esa negaci?n: es, en consecuencia, un ser-para-otro.
El algo se conserva en su no existir; es un ser como referencia a s? contra su referencia a otro, como igualdad consigo contra su desigualdad; es un ser en s?.
El ser del algo es ser en s? y ser-para-otro.
Hegel ha conducido la contradicci?n hasta el seno del ser del algo; el algo es un otro en s? mismo y sufre una variaci?n para convertirse en el otro de s? mismo porque su ser determinado es un ser-en-s? y un ser-para-otro, es decir, es un ser determinado cuyo destino es ser otro.
El algo es la unidad de dos momentos, el ser determinado y el ser otro y su movimiento es el pasar del ser determinado al otro.
El ser del algo se conserva en ese su ser otro y pasar a otro, es decir, se conserva en su no existir. A pesar de ser otro y despu?s de pasar a otro, el ser determinado sigue siendo el mismo; es id?ntico a s? mismo; es un ser que niega su relaci?n inmediata con el otro y se relaciona consigo mismo a trav?s de esa negaci?n: es un ser-en-s?. Pero al mismo tiempo, ese ser id?ntico a s? mismo es el otro y se convierte en un otro, el que est? destinado a ser un otro, es un ser-para-otro.
La contradicci?n se encuentra ahora en uno de los momentos del algo, en el ser determinado, el cual tiene la doble naturaleza de ser-en-s? y ser-para-otro.
El ser-en-s? y el ser-para-otro son momentos de un mismo ser; son determinaciones que son relaciones y permanecen en su unidad. Cada uno contiene en s? al momento diferente.
En resumen, los pasos dados por Hegel en el terreno de la objetividad son los siguientes: primero, el objeto tiene su negaci?n fuera de s? mismo, en otro objeto; despu?s, la negaci?n se encuentra dentro del objeto mismo como un momento suyo frente a su momento del ser determinado; por ?ltimo la negaci?n est? dentro del propio ser-determinado como el momento del ser-para-otro frente al momento del ser-en-s?.

Ser para otro y ser en s? constituyen los dos momentos del algo.
Son dos pares de determinaciones:
1.- Algo y otro.
-Ausencia de relaci?n en su determinaci?n.
-Algo y otro caen uno fuera del otro.
2.- Ser-para-otro y ser-para-s?.
-Son el algo y el otro puestos como momentos de un ?nico y mismo ser.
-Son determinaciones que son relaciones y permanecen en su unidad.
-Cada uno contiene en s? al momento diferente.
El ser, en el algo, es ser-en-s?; ya no es un inmediato sino una relaci?n hacia s? solo como no-ser del ser-otro.
El no-ser en el algo es un otro, relaci?n con su no-existir, un ser para otro.
El ser-en-s?;
1o.-Excluye el ser-otro:
-en primer lugar, es relaci?n negativa con el no existir; tiene el ser otro fuera de s?; se halla contra ?l;
-cuando algo existe por s? se halla sustra?do al ser otro y al ser para otro.
2o.-Tiene el otro en s? mismo:
-en segundo lugar tiene el no-ser en s? mismo pues ?l mismo es el no-ser del ser-para-otro.
El ser-para-otro.
-en primer lugar es negaci?n de la simple referencia del ser hacia s?, que ante todo debe ser existir y algo;
-en cuanto algo se halla en un otro o por un otro, carece del propio ser;
-en segundo lugar, la negaci?n no es el no-existir como pura nada; es un no-existir que indica hacia el ser-en-s? como hacia su ser reflejado en s?, tal como el ser-en-s? indica hacia el ser-para-otro.
3.-
Diferencia del ser-en-s? y del ser-para-otro.
-Algo est? en-s? cuando al salir del ser para otro ha vuelto a s?.
-Pero el algo tiene una determinaci?n que se halla exteriormente en ?l, es un ser-para-otro.
-El ser-en-s? y el ser-para-otro son ante todo diferentes.
Identidad del ser-en-s? y del ser-para-otro.
-El algo tiene en ?l lo mismo que es en s?.
-El algo es en s? lo que es como ser-para-otro.
-El algo es la identidad del ser-en-s? y del ser-para-otro.
-El algo es unidad y mismidad de ambos momentos.
Identidad y oposici?n de los contrarios en el terreno del ser determinado.
El algo es la identidad y unidad de los diferentes. [Del ser en s? y del ser para otro.]
M?s adelante se ver? esta misma oposici?n en un desarrollo m?s profundo en el terreno de la esencia y del concepto.
[Cr?tica de la cosa en s? kantiana. La cosa en s? es la nada.]
En la esfera del ser las determinaciones reflexivas como algo y otro, lo finito y lo infinito, se?alan igual y esencialmente una hacia la otra, o sea, existen como un ser para otro, valen como determinaciones cualitativas que subsisten por s?; su sentido aparece como completo a?n sin su otro.
El ser-para-otro, en la unidad del algo consigo mismo, es id?ntico con su en s?; el ser-para-otro se halla de este modo en el algo.
La determinaci?n reflejada de esta manera en s? vuelve a ser una determinaci?n simple existente y por lo tanto de nuevo una cualidad, vale decir, la determinaci?n o destinaci?n.


En el ser del algo encontramos al ser y al no-ser en una forma superior, como la relaci?n entre ser-en-s? y ser-para-otro.
El ser del algo es ser-en-s?; ya no es el ser inmediato (como en la cualidad y en el algo) sino una relaci?n consigo mismo como no-ser del ser-otro.
El no-ser del ser del algo es su relaci?n con un otro, su ser-para-otro.
El ser-en-s? tiene una doble naturaleza: por un lado excluye al ser-otro y al ser-para-otro y por el otro tiene al no-ser dentro de s? porque es el no-ser del ser-para-otro.
El ser-para-otro tiene tambi?n una determinaci?n dual. Es la negaci?n del ser-en-s? y por tanto ?ste carece de ser. Pero al mismo tiempo la negaci?n no es la pura nada, es la negaci?n del ser-en-s? que conserva al ser-en-s?.
Hegel hace penetrar la negaci?n al terreno mismo del ser-en-s?. Este es un ser determinado igual a s? mismo y el no-ser del ser-para-otro; este no-ser es la negaci?n del ser-para-otro pero al mismo tiempo es su afirmaci?n porque es el no-ser del ser-para-otro como resultado del volver a s? del algo desde su ser otro o como momento previo al ser otro y pasar a otro. El ser-para-otro es trasladado al interior del ser-en-s?.
El algo est? conformado as? por dos momentos: el ser en s? y el ser-para-otro; y cada momento tiene en s? a su otro: el ser-en-s? al ser-para-otro y el ser-para-otro al ser-en-s?.
El ser-en-s? y el ser-para-otro son diferentes. El algo es ser-en-s?: est? en s? cuando al salir del ser-para-otro ha vuelto a s?. El algo tiene una determinaci?n que le es exterior: es ser-para-otro.
Ser-en-s? y ser-para-otro son id?nticos: el algo es en s? lo que es para otro.
El algo es la identidad y unidad de los diferentes. Es la contradicci?n plenamente instalada en la esfera del ser.
Hegel ha mostrado el siguiente desarrollo de la categor?a del algo:
1o.- El algo es un ente, el sustrato del paso de una cualidad a otra.
2o.- El algo es la unidad de dos momentos diferentes en la cualidad: el ser determinado y el ser otro.
3o.- El algo es la unidad de dos momentos diferentes en el ser determinado: el ser-en-s? y el ser-para-otro.
4o.- El algo es la unidad de dos momentos diferentes en el ser en s?: el en-s? y el en-?l que es el ser-para-otro instalado dentro del ser-en-s?.
En cada uno de estos pasos Hegel ha ido entrando cada vez m?s profundamente al n?cleo de las contradicciones del ser. Esta categor?a es un reflejo m?s completo de la objetividad y su concreci?n es mayor que la de las categor?as precedentes.
Con esta categor?a, Hegel logra retener el objeto que en el devenir exist?a desapareciendo. El algo es lo que se conserva en su ser otro y pasar a otro; es el sustrato de los cambios.
En su ?ltima determinaci?n estudiada el algo es el ser en s? que tiene como momentos al en s? y al en ?l (ser-para-otro).
La cualidad empez? siendo la afirmaci?n absoluta, sin relaci?n alguna con su negaci?n, la cual era s?lo algo que le a?ad?a la reflexi?n extr?nseca. En la determinaci?n superior a que ha llegado el algo la cualidad est? constituida por el ser-en-s? que tiene como sus momentos al en-s? (ser-en-s?) y al en ?l (ser-para-otro), es decir, el ser y el no-ser en unidad indisoluble en el interior de un momento del ser determinado, o dicho de otra manera a?n, el no-ser existiendo bajo la forma del ser.

b) Determinaci?n (destinaci?n), constituci?n y t?rmino.
El en s? se halla, como negaci?n de ser para otro, mediado por ?ste, que es as? su momento.
Es la identidad en la que el algo es en ?l lo que es en s?.
El ser-para-otro se halla en ?l porque el en s? constituye el eliminarse del mismo.
El ser para otro se halla dentro de s? a partir del mismo.
1.-
La cualidad, que est? constituida en el algo por el en-s? en unidad con el otro momento de ?ste, es decir, el ser en s?, es la destinaci?n.
La destinaci?n.
Es la determinaci?n afirmativa en tanto ser-en-s?, al cual permanece conforme el algo en su implicaci?n con otro, por el cual ser?a determinado, y se mantiene en su igualdad consigo mismo, y la hace valer en su ser-para-otro.
El algo llena su destinaci?n a medida que la determinaci?n ulterior que ante todo se acrecienta en m?ltiples formas por medio de su comportarse hacia otro de conformidad con su ser-en-s?, se convierte en su plenitud.
La destinaci?n contiene lo siguiente: que lo que el algo es en s?, est? tambi?n en ?l.

Ejemplo:

Destinaci?n del hombre: raz?n que piensa?.

El hombre es pensamiento en s?;
el pensamiento se distingue de su ser-para-otro-, de su propia
naturalidad y sensibilidad por
medio de la cual el hombre
est? en conexi?n con otro

[Ser-en s?]
El pensamiento tambi?n est? en ?l; el hombre mismo es pensamiento, existe como pensante; el pensamiento es su existencia y realidad; en tanto el pensamiento est? en su existencia y su existencia est? en el pensamiento, ?ste es concreto y tiene que tomarse con un contenido y un rellenamiento; es raz?n pensante [o pensamiento que piensa] y constituye la destinaci?n del hombre.
[Ser-para-otro]

[Ser-en-?l]
Una vez utilizado el rellenamiento, la destinaci?n se halla de nuevo en s?, como deber ser, en la forma del en s? en general contra la existencia que no se ha incorporado a ella (sensibilidad, naturaleza exterior).
[La destinaci?n del algo es un ser en s? como potencia o facultad que se realiza en su relaci?n con el otro a trav?s de su ser para otro; esa realizaci?n lleva a m?ltiples determinaciones del algo en relaci?n con otro].

En el camino de la mayor determinaci?n de las categor?as l?gico-dial?cticas, Hegel ha arribado al algo como ser en s?. El ser en s? est? constituido por dos momentos: el en-s? y el en-?l. El en-s? es el ser en-s? que se conserva en su implicaci?n con otro; el en-?l es el ser-para-otro del ser en-s?, es decir, el ser-en-s? en su relaci?n con otro. El en-s? y el en-?l son los dos momentos de una contradicci?n que existe en lo m?s rec?ndito del ser determinado, el ser-en-s?, y que es el motor de su movimiento. El en-?l es el ser-para-otro, el momento del ser-en-s? que est? en relaci?n con el otro del algo y que es el otro dentro del algo. El en-s? es el momento en que el ser-en-s? se retrae de su relaci?n con otro y vuelve a s?, se hace igual a s? mismo.
El en-?l niega al en-s? e incorpora por su conducto al otro en el algo. El ser en s? a trav?s del en-?l, del ser-para-otro, est? en relaci?n con el otro del algo y lo incorpora a s?; tiene el otro en s? mismo y se convierte en otro.
A su vez el en-s? niega al en-?l y se reafirma como igual a s? mismo que s?lo es un momento que se convierte en su contrario, en el en-?l, que se relaciona con el otro y lo hace suyo.
La cualidad reaparece aqu?, pero en una forma superior. Al principio era la caracter?stica inm?vil y carente de negaci?n del objeto. En esta parte de la L?gica de Hegel la cualidad es el ser en-s?, es decir, la cualidad que est? en relaci?n con otro y que incorpora al otro en s? misma, es decir, que es el otro en s? misma. Ahora la cualidad es la contradicci?n viva; en ella misma tiene su ser y no-ser y su existencia es el movimiento entre ambos extremos. Pero el no-ser es aqu? el ser-otro; el movimiento tiene por lo tanto como resultado el interiorizar el otro en el algo. De esta suerte, la cualidad es un rellenamiento. es decir, el proceso por el cual su otro es y se hace tambi?n momento suyo. La cualidad que es el ser-en-s? formado por sus dos momentos, el en-s? y el en-?l, es la destinaci?n del algo. Su rellenamiento, como ya vimos, es el hacer suyo su otro.
Hegel acude al ejemplo de lo que es la destinaci?n del hombre. Siguiendo su razonamiento, presentamos enseguida un esquema que a la vez pretende ser un resumen de todo el proceso de tr?nsito desde la cualidad en su forma primigenia hasta la cualidad tal como ha resultado en la categor?a de la destinaci?n.

SER HUMANO

Cualidad Negaci?n

Ser determinado. No-ser del ser pensante.

Pensamiento en Desaparecer como
s?.

Facultad de producir universales. ser pensante.

Algo Otro

Un ser determinado.
Un ente.

Pensamiento en s? Extr?nsecos Naturaleza exterior

Facultad de producir
universales.

Algo Otro Extr?nsecos Naturaleza exterior

Ser
determinado.
Pensamiento Naturalidad y
en s?. Facul- sensibilidad
tad de produ- del ser huma-
cir univer- no.
sales que tie-
ne su base en
la naturalidad
y sensibilidad.
Dos momentos del
algo

Algo

Ser
determinado.
Ser en s? Ser para otro Naturaleza exterior
Pensamiento Naturalidad y
en s?. Fa- sensibilidad
cultad de del ser huma-
producir u- no como co-
niversales nexi?n con la
que tiene su naturaleza ex
base en la terior.
sensibilidad y
naturalidad
que est? en
conexi?n con
la naturaleza
exterior.
Dos momentos del ser determinado
del algo.

Algo [Cualidad en una forma superior; destinaci?n]

Ser en s?
En-s? En-?l
Pensamiento Pensamiento Naturaleza exterior
en s?. concreto por
Facultad de el cual el
pensar como ser humano se
medio de a- apropia men-
propiarse la talmente la
naturaleza naturaleza ex
exterior. terior. Es el
otro en el interior
y bajo la forma
del algo.

CONTRADICCI?N

Dos momentos del ser-en-s?
del ser determinado del algo.
Su relaci?n dial?ctica es el
rellenamiento de la cualidad.

La categor?a de la destinaci?n (cualidad en su forma superior) es m?s rica en contenido que las anteriores categor?as hegelianas y su correspondencia con el objeto es tambi?n mayor.
La destinaci?n es la cualidad que tiene como momentos a s? mismo y a su otro y que existe convirti?ndose en su otro que es ella misma e incorporando de esta manera a su interior al otro exterior.
La cualidad como destinaci?n es primeramente una potencia que se pone en acto a trav?s de su otro para relacionarse y hacer propio el otro exterior.
El objeto rellena su destinaci?n (es decir convierte en acto lo que es mera potencia) cuando ha hecho totalmente suyo al otro exterior.
El algo se ha conservado en su no existir, su naturaleza ha pasado de la potencia al acto y ha incorporado plenamente el otro a s? mismo: el algo es el otro de s? mismo.
Enseguida Hegel estudia el proceso por el cual el algo deja de ser ese algo y se convierte en un otro.
2.- Destinaci?n y constituci?n.
Destinaci?n:
El rellenamiento del ser en s? realizado con la determinaci?n es diferente de la determinaci?n
Constituci?n:
La determinaci?n es un ser para otro que permanece fuera de la destinaci?n. Lo que el algo tiene en ?l se divide en dos:
-su destinaci?n que es su ser en s? que est? en ?l y
-su constituci?n que es la existencia exterior del algo pero que no pertenece a su ser en s?.
Por su constituci?n:
-el algo se concibe como en un influjo de relaciones exteriores,
-?sta relaci?n exterior y el ser-determinado por medio de un otro, es accidental.
-Sin embargo es una cualidad del algo el ser abandonado a esta exterioridad, el tener una constituci?n.
Cuando el algo altera:
-la alteraci?n cae en la constituci?n;
-la constituci?n es en el algo lo que se convierte en un otro;
-el algo mismo se conserva en la alteraci?n;
-la alteraci?n s?lo altera la inestable superficie del algo;
-no altera su destinaci?n.
Destinaci?n y constituci?n son diferentes.
-Pero lo que el algo ha hecho suyo [lo que tiene en ?l] de acuerdo con su ser en s?, es el t?rmino medio entre destinaci?n y constituci?n.
Destinaci?n y constituci?n son id?nticos.
-El t?rmino medio en la relaci?n entre destinaci?n y constituci?n es la determinaci?n como tal; a su identidad pertenecen tanto la destinaci?n como la constituci?n.
-En la determinaci?n son id?nticos destinaci?n y constituci?n.
Destinaci?n y constituci?n se convierten el uno en el otro.
-La destinaci?n traspasa por s? misma a la constituci?n y ?sta se transforma en aquella.
La conexi?n es la siguiente:
[La destinaci?n se convierte en constituci?n:
-en cuanto aquello que algo es en s? est? tambi?n en-?l, el algo se halla afectado por el ser-para-otro; la destinaci?n se halla abierta a la relaci?n con otro;
-la determinaci?n contiene la diferencia cualitativa, diferente del ser-en-s? y que consiste en ser lo negativo del algo, es decir, otra existencia;
-esta determinaci?n lleva el ser-otro en el ser-en-s? o sea la destinaci?n, la cual por este medio se rebaja a constituci?n.
[El ser-para-otro se convierte en una destinaci?n:
-de la misma manera, el ser-para-otro es lo mismo que es el otro como tal, es el otro en ?l mismo, el otro de s? mismo y de esta manera es un ser determinado que se refiere a s?, es un ser en s? con una determinaci?n, una destinaci?n;
-la constituci?n depende de la destinaci?n y la destinaci?n de la constituci?n;
-la constituci?n pertenece a lo que el algo es en s?: con su constituci?n cambia tambi?n el algo.

El ser en s? est? formado por dos momentos, el en-s? y el en-?l.
La destinaci?n del algo es el ser-en-s? en esa su doble existencia; es la cualidad que es ella misma su otro.
El rellenamiento es el proceso por el cual el ser-en-s? se relaciona a trav?s del en-?l con el otro del algo y lo hace suyo.
El en-?l se divide en dos: es la destinaci?n, es decir, el otro en el interior del en-s? del algo y es la constituci?n, esto es, el otro fuera del en-s? del algo que est? en relaci?n con el exterior y que es la existencia exterior del algo.
Por su constituci?n, el algo est? en una multitud de relaciones exteriores.
Destinaci?n y constituci?n son diferentes.
Lo que merced al rellenamiento cambia en el algo es su inestable superficie, su constituci?n, la cual se convierte en su otro; su destinaci?n se mantiene inalterable. El algo se conserva en el cambio.
Destinaci?n y constituci?n son iguales. La determinaci?n (cualidad) es la unidad de destinaci?n y constituci?n.
Ambos son id?nticos y se convierten el uno en el otro. La destinaci?n es la unidad del en-s? y del momento del en-?l que es el otro en su interior; el en-?l, en un momento distinto, es tambi?n el otro pero fuera del en-s?, es el ser-para-otro dentro del ser-en-s?, es la constituci?n del algo. El otro es la diferencia cualitativa, lo negativo del algo, otra existencia. El otro es llevado a trav?s de la constituci?n (del en-?l) hasta el n?cleo mismo del en-s?. La destinaci?n se convierte en constituci?n. La destinaci?n, rebajada a constituci?n, queda sujeta tambi?n al cambio; con el cambio en la constituci?n (destinaci?n) cambia tambi?n el algo.
La constituci?n es el ser-para-otro dentro del ser-en-s?; llevada hasta su extremo, la constituci?n deviene en el otro en s? mismo y el otro de s? mismo; como el otro es tambi?n un algo, la constituci?n llega a ser una cualidad que tiene su otro en s? misma, es decir, una destinaci?n. La constituci?n se convierte en destinaci?n.
Al transformarse la constituci?n en destinaci?n, el cambio en el algo da como resultado otro algo.
Por medio de la especulaci?n Hegel ha descubierto que la negaci?n se encuentra en el coraz?n mismo del objeto, en el ser-en-s? del algo; el algo es la unidad del en-s? y del en-?l, es decir, de s? mismo y de su otro; esta unidad es la destinaci?n del algo y la rellena integrando al otro exterior a su interior; la integraci?n del otro en el algo afecta primeramente a su constituci?n (la inestable superficie del algo) y luego a su destinaci?n dando lugar al cambio del ser-en-s? del algo, a la transformaci?n del algo en otro.
El cambio que lleva al algo a su otro es el ser-dentro-de-s?. Ahora el algo tiene al otro en su interior y est? cambiando para ser otro.
Esta categor?a hegeliana del ser-dentro-de-s? refleja la naturaleza m?s ?ntima del ser del objeto.
El ser-en-s? era el algo que se conservaba en el cambio. Al rellenar su destinaci?n (al pasar de la potencia al acto) el algo cambiaba, pero s?lo lo hac?a su constituci?n, su alterable superficie, mientras que su ser-en-s? se conservaba en ese cambio. El ser-dentro-de-s? es el algo que tiene a su otro dentro de s? y que est? en proceso de cambio para llegar a ser otro. El movimiento, el cambio, la contradicci?n son descubiertos en el coraz?n del algo.

Con su constituci?n cambia tambi?n el algo.
[El cambio en el algo est? determinado por el cambio en su constituci?n, es decir, por su relaci?n con su otro]
-Este cambio es la negaci?n puesta como inmanente en ?l, como su desarrollado ser-dentro-de-s?.
[El mutuo traspasar de la destinaci?n y la constituci?n elimina la distinci?n entre ambos.]
-El traspasar de la destinaci?n a la constituci?n y viceversa es el eliminarse su distinci?n.
[Al eliminar la distinci?n resulta el ser determinado o el algo que tiene a su otro en s? mismo]
-Al eliminarse su distinci?n resulta el ser determinado o algo, pero ya no como un algo que tiene su otro fuera de s?, sino como un algo que tiene su negaci?n inmanente en s? mismo.
[Es decir, elimina su relaci?n extr?nseca con el otro al tenerlo en s? mismo]
-Los algos como existentes son indiferentes uno frente al otro;
-esta indiferencia no es inmediata, sino que resulta por la mediaci?n de la eliminaci?n del ser-otro.
-El algo se refiere al otro a partir de s? mismo porque el ser-otro se halla puesto en ?l como su propio momento;
-el ser-dentro-de-s? [el cambio en la constituci?n], es la negaci?n por cuya mediaci?n se afirma el existir del algo;
[se ha restaurado la exterioridad de la relaci?n entre el algo y el otro por mediaci?n de la interiorizaci?n del otro en el algo]
-el otro tiene tambi?n un existir afirmativo; es cualitativamente distinto del algo;
-el algo tiene como cualidad la negaci?n de su otro [extr?nsecamente], el eliminarse de su otro.
[Si algo se conserva en otro]
-El otro se halla opuesto exteriormente al algo;
-el ser determinado del algo se ha convertido en ser-otro, el algo en otro.
Desarrollo de la argumentaci?n.
-Ahora el ser-dentro-de-s? es el no-ser del ser-otro [es decir, que al incorporar al otro al interior del algo, el ser dentro de s? es el no-ser del otro externo, esto es, el eliminar el otro exterior];
-el algo es la negaci?n, el cesar de un otro en ?l [cesa el otro externo porque el otro se ha convertido en inmanente del algo];
-el algo se comporta de manera negativa frente al otro [exterior] y de esa manera se conserva.
-El ser-dentro-de-s? es la negaci?n. [Es la negaci?n del ser-en-s?, el establecimiento del otro del algo en s? mismo y es la negaci?n (eliminaci?n) del otro exterior.
El ser-dentro-de-s? es una sola determinaci?n que por una parte, puesto que es el establecimiento del otro en el algo, encadena al algo y al otro y que por otra parte, puesto que es la negaci?n del otro exterior, los separa, cada uno niega al otro, cada uno es el t?rmino del otro.

El algo tiene al otro en s? mismo como un movimiento de integraci?n del otro exterior y est? en proceso de cambio para ser otro. El algo es ahora de nuevo un ser determinado pero ya no como un algo que tiene su otro fuera de s?, sino que lo tiene en s? mismo; es un ser-dentro-de-s? [encerrado en s?]. El algo es, como al principio, exterior a los otros algos; pero esta nueva indiferencia respecto de los otros algos no es inmediata como anteriormente, sino que est? mediada por la eliminaci?n (negaci?n) del ser-otro exterior y la interiorizaci?n del otro en el algo como un momento suyo.
En el principio del an?lisis el algo y el otro eran extr?nsecos; cada uno era la negaci?n del otro, el no-ser del otro; el algo ten?a su otro fuera de s?. Al profundizar en la consideraci?n del objeto la especulaci?n descubre que el algo es una relaci?n con otro, un otro en s? mismo, la integraci?n del otro a s? mismo y la transformaci?n en otro. Este algo rico en determinaciones, extr?nseco a los otros algos que tienen su misma naturaleza, es decir que son otros en s? mismos, este ser-dentro-de-s? es ahora el objeto del pensamiento especulativo.
Hasta aqu? Hegel nos condujo a la consideraci?n de la relaci?n del algo con su otro.
En esta parte someter? a estudio la relaci?n del algo con los otros algos.
El algo, como ser-dentro-de-s?, es al mismo tiempo la incorporaci?n del otro a su interior, es decir, la negaci?n del ser en s? y la eliminaci?n del otro exterior, esto es, la negaci?n del ser otro, la negaci?n de la negaci?n que es la restauraci?n del ser en s?.
El algo como ser-dentro-de-s? es la negaci?n del ser-otro, el no-ser del ser otro, el cesar del otro en ?l; a su vez, el otro como algo que es un ser dentro de s?, es la negaci?n del ser-otro, el no-ser del ser-otro y el cesar del otro en ?l. Cada uno de ellos, algo y otro, como ser-dentro-de-s?, es el t?rmino del otro.
3.- Ser-para-otro.
El ser dentro de s?, en cuanto es la negaci?n de la negaci?n y establece la separaci?n del algo y el otro como no-ser o t?rmino de cada uno en el otro, es el ser-para-otro. El ser-por-otro es el no-ser-para-otro.
[El ser-por-otro es el t?rmino que el algo tiene frente al otro; pero al mismo tiempo es el t?rmino del otro frente al algo.]
a) El algo es una existencia inmediata que se refiere a s? misma y que tiene un t?rmino como en contra de otro;
-este t?rmino es el no ser del otro;
-el algo limita en ?l a su otro.
-El otro es tambi?n un algo en general; el t?rmino que el algo tiene frente al otro es tambi?n t?rmino del otro como algo.
-Es t?rmino del otro como algo que mantiene alejado de s? al primer algo como su otro, o sea es un no ser de aquel algo.
[1) El t?rmino es el no-ser del algo, del otro y del algo en general.
-En consecuencia, el t?rmino no s?lo es el no-ser del otro, sino tanto del uno como del otro algo y por lo tanto del algo en general.
-El t?rmino es el no-ser del otro y por eso el algo existe por medio de su t?rmino.
[2) El t?rmino es el ser del algo.
-El t?rmino, en cuanto es un terminar del otro en ?l, es ?l mismo el ser del algo.
-El algo es lo que es por v?a del t?rmino, tiene en ?l su cualidad.
-El t?rmino es la simple negaci?n, pero el otro es la negaci?n de la negaci?n, el ser-dentro-de s? del algo.
[3) El algo es t?rmino de otro algo, pero al mismo tiempo tiene el t?rmino (su no-ser) en s? mismo.]
El algo es el t?rmino frente a otro algo;
-al mismo tiempo tiene ese t?rmino en ?l mismo, el cual constituye su no ser.
El t?rmino es la mediaci?n por cuyo medio el algo y el otro tanto existen como no existen.
b)El existir y el no existir son momentos del algo y constituyen una diferencia inmediata, cualitativa;
-el no existir y el existir del algo caen uno fuera del otro;
-algo tiene su existencia fuera de su t?rmino;
-el otro, como algo, se halla fuera del t?rmino;
-el t?rmino es el medio entre los dos [algo y otro] en que ellos terminan;
-el algo y el otro tienen el existir el uno allende el otro y allende su t?rmino;
-el t?rmino, en tanto es el no-ser de cada uno, es el otro de ambos.
Ejemplo: la l?nea aparece s?lo fuera de su t?rmino que es el punto; la superficie como superficie fuera de la l?nea; el cuerpo como cuerpo s?lo fuera de la superficie que lo limita.
c) El algo, en cuanto se halla fuera del t?rmino, es el algo indefinido, la existencia en general;
-no es distinto de su otro; es s?lo existir;
-tiene la misma destinaci?n con su otro;
-cada uno es s?lo algo en general, es decir, cada uno es otro;
-ambos son lo mismo.[?l algo y el otro son lo mismo en el t?rmino]
Este existir suyo era primeramente inmediato;
-ahora se halla puesto con la determinaci?n como t?rmino;
-en el t?rmino ambos son distintos uno del otro;
[El algo y el otro son distintos en el t?rmino]
-pero el t?rmino es su com?n diversidad; el t?rmino es la unidad y la diversidad de ellos [del algo y del otro]
[El t?rmino es la unidad y la diversidad del algo y del otro.]
La doble identidad del algo y del otro, es decir, la identidad en el existir y en el t?rmino contiene lo siguiente:
-el algo tiene su existencia s?lo en el t?rmino;
-en tanto el t?rmino y el inmediato existir son ambos al mismo tiempo lo negativo el uno del otro;
-el algo, que existe s?lo en su t?rmino, se separa a la vez de s? mismo;
-se?ala allende de s? mismo hacia su no-ser;
-lo expresa como su ser y se expresa en ?l.
Ejemplo anterior:
-El punto no s?lo es el t?rmino de la l?nea; es adem?s su principio (comienzo absoluto) y su elemento.
-La l?nea no s?lo es el t?rmino de la superficie; es adem?s su principio y su elemento.
-Lo mismo es la superficie con respecto al cuerpo.
El punto es el principio absoluto de la l?nea.
[La l?nea tiene su existencia s?lo en el punto como t?rmino; es decir que el punto de la l?nea es el terminar del otro en la l?nea y, por tanto, en donde empieza el existir de la l?nea.]
[La l?nea y el punto como existir y t?rmino son lo negativo lo uno de lo otro (ser y no-ser).]
El punto es el t?rmino (final) de la l?nea.
[La l?nea se separa de s? misma en el punto como su no-ser; expresa al punto como su ser y se traspasa en ?l; la l?nea es una sucesi?n de puntos en la cual cada uno de ellos es el ser y el no-ser de la misma.]
El algo en su t?rmino es inquieto: es la contradicci?n que impulsa al algo m?s all? de s? mismo.
Ejemplo:
-El punto es esta dial?ctica de s? mismo que lleva hacia convertirse en l?nea.
-La l?nea....
-La superficie....
El algo puesto con su t?rmino inmanente como la contradicci?n de s? mismo, por cuyo medio se halla dirigido e impulsado allende de s? mismo, es lo finito.

Hegel ha entrado al estudio del objeto en relaci?n con otros objetos de caracter?sticas similares. Pero aqu? se trata de objetos plenos de determinaciones; son unidades en tensi?n del ser y no-ser, del ser uno y ser otro, del ser uno y pasar a otro.
El ser-dentro-de-s? tiene dos aspectos: es la vinculaci?n del algo y el otro porque al negar el ser-en-s? introduce el otro en el algo; y es la separaci?n del algo y el otro porque es la negaci?n del otro exterior al algo.
En este segundo aspecto en que el ser-dentro-de-s? es la separaci?n del algo y el otro, el t?rmino del otro en el algo (donde el otro cesa, deja de ser), es llamado por Hegel el ser-por-otro que es la negaci?n del ser-para-otro.
El algo como ser-para-otro es el no-ser del otro, el t?rmino del otro, donde el otro deja de ser; ya que el otro es tambi?n un algo, el algo que es t?rmino del otro es tambi?n t?rmino del algo, el no-ser del algo. En consecuencia el algo como ser-por-otro, como t?rmino, es el no-ser del algo en general.
Como el t?rmino es el ser-por-otro del algo, el algo existe como t?rmino; ?ste es el ser del algo; el t?rmino es el no-ser del otro y el no-ser del otro es el ser-por-otro del algo, el ser del algo. Es por ello que el algo como t?rmino es el ser del algo en general.
El t?rmino es entonces lo que el algo es, su cualidad.
El t?rmino es tanto el ser como el no-ser del algo.
El t?rmino es el medio a trav?s del cual el algo y el otro (como algo) existen y no existen.
?l algo existe como t?rmino del otro (es el ser donde el otro cesa de ser), y fuera del t?rmino, es decir, fuera del otro que es en donde termina o cesa de ser ?l algo.
El otro como algo tambi?n existe como t?rmino y fuera del t?rmino.
El algo y el otro existen fuera uno del otro y fuera del t?rmino; el t?rmino es el no-ser de cada uno, el otro de ambos.
Un sencillo esquema nos ayudar? comprender estos conceptos:




rencia entre los dos, ambos son lo mismo, existen uno al lado del otro sin relaci?n alguna. Pero algo y otro son tambi?n distintos: el otro como t?rmino es el no-ser del algo. Entre los distintos hay una unidad; el algo est? unido al otro, a su no-ser y su com?n unidad es el t?rmino; el algo se contin?a en su otro, en su no-ser, expresa al otro como su ser y se traspasa a ?l. (El punto material se contin?a en otro punto y forma la l?nea.)
El algo existe tanto fuera del t?rmino como en el t?rmino y su existir consiste en convertirse en una unidad superior, en un algo formado por t?rminos cada uno de los cuales es el ser y el no-ser de ese algo.
El algo tiene una contradicci?n interna que lo lleva fuera de s? mismo a formar una unidad superior con los otros algos que tienen su misma naturaleza (t?rminos). El resultado es un algo que es la unidad de los algos como t?rminos.
Hegel utiliza el ejemplo del punto y la l?nea, la l?nea y la superficie y la superficie y el cuerpo.
El punto no s?lo es el t?rmino de la l?nea: es, adem?s, su principio (comienzo absoluto) y su elemento. La l?nea tiene su existencia s?lo en el punto como t?rmino; es decir, que el punto de la l?nea es el terminar del otro en la l?nea y, por tanto, en donde empieza a existir la l?nea. La l?nea y el punto como existir y t?rmino son lo negativo lo uno de lo otro [ser y no-ser]. El punto es tambi?n el no-ser de la l?nea porque es el punto en donde empieza el otro. La l?nea se separa de s? misma en el punto como su no-ser; expresa al punto como su ser y se traspasa en ?l; la l?nea es una sucesi?n de puntos en la cual cada uno de ellos es el ser y el no-ser de la misma.
La l?nea no s?lo es el t?rmino de la superficie, es adem?s su principio y su elemento.
Hegel cierra aqu? todo un amplio c?rculo de su camino especulativo para develar las leyes de la objetividad. En una primera aproximaci?n hab?a captado al objeto como sujeto del devenir, es decir, en su tr?nsito del nacer al perecer, sin ninguna otra determinaci?n. Inconforme con la pobreza de estos conceptos, Hegel avanza en el estudio del objeto tom?ndolo en el momento de su existencia, es decir, entre los extremos del nacer y el perecer. El objeto tiene una cualidad, es un ser determinado; este ser determinado es la unidad de ?l mismo y su otro, la incorporaci?n del otro a su ser y el pasar a otro. El objeto es una unidad en tensi?n y en movimiento de determinaciones opuestas que lleva al cambio en su constituci?n y con ello en su naturaleza; el algo se transforma en otro algo. Pero el sujeto de los cambios sigue siendo el mismo objeto. Este objeto as? considerado como la unidad de su cualidad y su negaci?n est? en una unidad superior con los otros objetos de su misma naturaleza de la cual son t?rminos, es decir, el ser y el no-ser suyos.
El objeto, que es la unidad de varios objetos de la misma naturaleza (los cuales son la contradicci?n viva) y que los contiene como t?rminos, este algo superior que engloba a los muchos algos, es el que ahora pone Hegel en el centro de sus elucubraciones.
Lo primero que Hegel deja al descubierto es la dial?ctica del tr?nsito de este objeto hacia el perecer, esto es, su car?cter finito. Con esto vuelve al punto de partida pero con una gran riqueza de contenido: el objeto que llega a su fin, que deja de existir, no es ya el objeto sin determinaci?n alguna sino el que constituye la unidad de los muchos objetos semejantes que son contradictorios en s? mismos.

c) La finitud.
El algo tiene una cualidad:
-en ?sta se halla determinado y limitado;
-su cualidad es su l?mite;
-el l?mite es su negaci?n;
-esta negaci?n, desarrollada de tal manera que la oposici?n entre existencia y negaci?n como l?mite inmanente a ella [a la existencia] sea por s? misma el ser-dentro-de-s? del algo [el cambio en la constituci?n que es cambio en el algo; este cambio es la negaci?n inmanente del algo] y que por lo tanto el algo sea s?lo un devenir en s? mismo, constituye su finitud.
[Finitud: el l?mite del algo que se desarrolla hasta convertirse en la negaci?n inmanente: cambio de la constituci?n y del algo; devenir.]
La finitud es no s?lo la determinaci?n, la cualidad, el l?mite, sino tambi?n el no ser de las cosas.
[Finitud: el no-ser inmanente de las cosas]
-Las cosas finitas (existen) son pero su relaci?n consigo mismas es que se refieren a s? mismas como negativas; as? se env?an allende de su ser.
-Las cosas (existen) son, pero la verdad de este existir (ser) es su fin.
-Lo finito no s?lo se cambia como el algo en general sino que perece y este perecer es necesario.
-El ser (existir) de las cosas finitas, como tal, consiste en tener el germen del perecer como su ser-dentro-de-s? [vale decir, como la dial?ctica de su devenir]
-La hora de su nacimiento es la hora de su muerte.
La finitud es la determinaci?n, la cualidad, el l?mite y el no-ser inmanente de las cosas que lleva al cambio y al perecer de las mismas.
-Es la negaci?n cualitativa llevada hasta el extremo.
a) La inmediaci?n de la finitud.
La finitud seg?n el intelecto:
La finitud, como negaci?n cualitativa llevada hasta su extremo, ya no deja un ser afirmativo despu?s de perecer;
-la finitud es la negaci?n como fijada en s? y por lo tanto est? erigida ?speramente en contra de su afirmativo;
-la finitud es la categor?a m?s obstinada del intelecto;
-la destinaci?n de las cosas finitas no es nada m?s que su fin;
-el intelecto convierte el no-ser en destinaci?n de las cosas y al mismo tiempo en imperecedero y absoluto.
Este punto de vista del intelecto se deriva de que ?ste considera que lo finito y lo infinito son absolutamente opuestos, que lo finito es incompatible e imposible de unificar con el infinito.
A lo infinito se le atribuye el ser absoluto; lo finito es mantenido como lo negativo del ser, como el no-ser absoluto.
La finitud seg?n la especulaci?n:
[Relaci?n dial?ctica entre lo finito y lo infinito.]
La relaci?n entre lo finito y lo infinito es una contradicci?n:
-lo finito est? perennemente en contra de lo infinito;
-lo finito es lo nulo en s? y se halla como en s? nulo;
-lo finito perece en s?;
-pero el perecer y la nada no son lo ?ltimo, sino que tambi?n perecen.
[El perecer del perecer y la nada es la restauraci?n del ser.]

El algo tiene en la cualidad su l?mite; es decir que el algo no-es m?s all? de ese l?mite. En este sentido, el l?mite es la negaci?n del algo, en donde empieza el no-ser del algo. El algo y su negaci?n, esto es, su l?mite inmanente, constituyen el ser dentro de s?, el ser en donde se produce el cambio en la constituci?n que es cambio en el algo; dentro de los l?mites del algo se produce su devenir en s? mismo. El l?mite, la negaci?n del algo como ser dentro de s?, es la finitud que es el ser dentro del l?mite y el no-ser fuera de ?l.
Pero la finitud es tambi?n el no-ser de las cosas. No es s?lo el cambio del algo, sino su perecer, su dejar de ser.
Esta segunda forma de la finitud es tambi?n inmanente al ser-dentro-de-s?. El algo tiene el germen de su perecer en su ser-dentro-de-s?; la dial?ctica de ?ste consiste en caminar hacia su fin.
La finitud tal y como aqu? se ha expuesto, es decir, aquella que no deja nada del ser y que aparece como irreductiblemente opuesta al infinito, es llamada por Hegel la finitud del intelecto; como concepto es impotente para continuar con el estudio de las leyes de la objetividad. En efecto, el ser-dentro-de-s?, en su devenir, s?bitamente desaparece y con ?l el objeto del conocimiento. Todo el arduo trabajo anterior para reflejar lo m?s perfectamente el objeto de la conciencia resulta ser infructuoso porque el objeto simple y sencillamente ha dejado de ser, ha desaparecido.
Hegel, no satisfecho con este resultado, sigue investigando lo que sucede cuando todo indica que el algo se ha desvanecido.

b) El l?mite del deber ser.
-La destinaci?n y la constituci?n se mostraron como lados de la reflexi?n extr?nseca.
-La destinaci?n conten?a ya el ser-otro como perteneciente a lo en-si del algo.
-El ser otro estaba en la interioridad del algo y al mismo tiempo en la exterioridad.
-El ser-otro era exterioridad pero en el algo.
-Pero cuando el ser-otro se halla determinado como t?rmino, es decir, como negaci?n de la negaci?n, entonces el ser-otro inmanente en el algo se ve puesto como la relaci?n de la destinaci?n y la constituci?n y la unidad del algo consigo en su relaci?n dirigida contra s? misma, la relaci?n de su destinaci?n existente-en-s? que niega en el algo su t?rmino inmanente.
[El ser-otro inmanente en el algo, cuando se halla determinado como t?rmino, es la relaci?n de la destinaci?n con su t?rmino en la cual ?ste es negado por aquella.]
-Al llegar a su t?rmino, el ser-dentro-de-s? id?ntico consigo mismo se refiere a s? mismo como a su propio no-ser.
-Como esta negaci?n es negaci?n de la negaci?n el ser-dentro-de-s? niega lo que conserva en ?l el existir [niega el t?rmino].
-El t?rmino as? negado, no s?lo es un t?rmino, es tambi?n un l?mite.
[El t?rmino es por un lado la negaci?n y eliminaci?n del otro exterior al algo; por otro lado es el establecimiento del otro en el interior del algo.
[El t?rmino como ser-otro en el interior del algo es la negaci?n del ser-en-s?, el l?mite de ?ste.
[El l?mite del ser en s? es su no ser, su fin, su perecer.
[El ser-en-s? negado por el l?mite es a su vez la negaci?n del l?mite; es lo que a?n no es, lo que debe ser el algo y lo que por tanto no tiene a?n l?mite.
[El algo tiene su determinaci?n por partida doble: a) es su destino, es decir, lo que tiene que ser en relaci?n con los otros algos a trav?s de su constituci?n y b)es su deber ser, es decir, lo que a?n no es y que se convertir? en existente en el devenir (en el otro que el ser-en-s? con-tiene en su interior).]
[El otro en el ser-en-s?.]
-El ser-en-s?, como relaci?n negativa con su t?rmino distinto de ?l, es relaci?n a s? mismo como l?mite, esto es, deber ser. [NB.-El l?mite se encuentra en el interior del ser-en-s?.]
[El ser-en-s?, al negar su t?rmino, establece dentro de s? el l?mite y lo que debe ser.]
Para que el t?rmino sea l?mite es necesario:
-que el algo lo supere en s? mismo
-y que se refiera en s? mismo a ?l como a un no existente.
[Al ser superado el t?rmino por el algo, niega su existencia pero al mismo tiempo niega la existencia del algo; establece el l?mite que es la negaci?n de la existencia del algo y al mismo tiempo establece el deber ser, lo que no es pero debe llegar a ser el algo.]
[El algo se supera a s? mismo al superar su t?rmino; supera su existir inmediato y pone su deber ser.]
Algo supera su t?rmino en cuanto es el ser-en-s? negativo frente a ?l.
En cuanto este t?rmino est? en la destinaci?n precisamente como l?mite; con esto el algo se supera a s? mismo.
El deber ser contiene la destinaci?n duplicada:
a)como destinaci?n existente en s? frente a la negaci?n y
b)como un no-ser que es el l?mite
c) pero que al mismo tiempo es destinaci?n existente en s?.
[El deber ser, lo que el algo debe llegar a ser, tiene primero el l?mite fuera de s? mismo; despu?s tiene el l?mite en s? mismo.]
Lo finito es la relaci?n de su destinaci?n hacia su t?rmino. La destinaci?n es deber-ser; el t?rmino es l?mite.
Ambos son momentos de lo finito y en consecuencia ambos, deber ser y l?mite, son finitos.
El deber ser tiene esencialmente un l?mite.
El l?mite de lo finito no es algo exterior sino que su propia destinaci?n es tambi?n su l?mite.
[La destinaci?n es el deber ser y el l?mite.]
El l?mite es esto y tambi?n un deber ser.
El l?mite es lo com?n del l?mite y del deber ser.
El l?mite es aquello en donde los dos son id?nticos.
Como deber ser lo finito supera adem?s su l?mite.
La determinaci?n que es su negaci?n se halla eliminada.
Su ser-en-s?, su t?rmino, a la vez no es su t?rmino.
[Lo finito supera su l?mite.]
El algo, como deber ser, se halla elevado por encima de su l?mite.
El deber ser y el l?mite son inseparables.
El deber ser es el superar el l?mite, pero un superar que por s? mismo es s?lo finito.
[?l t?rmino es el fin del algo en relaci?n con el otro extr?nseco; al ser negado el t?rmino se establece como l?mite al interior del ser-en-s? y a la vez se establece el ser-en-s? como deber ser. El l?mite es la destinaci?n existente en s? como lo que el algo es [la planta que existe como germen]; el deber ser es la destinaci?n existente en s? como lo que el algo llegar? a ser [la planta que existe como germen pero que est? destinada a superar ese l?mite y convertirse en flor]; el deber ser y el l?mite son momentos de la dial?ctica del algo.]
g) Pasaje de lo finito a lo infinito.
El deber ser contiene el l?mite y el l?mite contiene el deber ser.
Su relaci?n mutua es lo finito que los contiene a ambos en su ser-dentro-de-s?; son momentos de su destinaci?n.
El l?mite es lo negativo del deber-ser.
El deber ser es lo negativo del l?mite.
En esta contradicci?n lo finito se elimina a s? mismo, perece.
[Al ser negado el l?mite por el deber ser, se niega precisamente lo que hace finito al algo.]
[El l?mite niega el deber ser; el algo perece. El algo es finito. El deber ser niega el l?mite; el perecer perece; lo finito perece: el perecer es s?lo la conversi?n del algo en otro finito.]
Este resultado, lo negativo en general, es:
a) Su destinaci?n porque es lo negativo de lo negativo; lo finito en su perecer no ha perecido; solamente se ha convertido en otro finito; este otro finito es el perecer y el traspasar en un otro finito; y as? hasta el infinito.
[Lo algo finito al llegar al l?mite perece; pero este perecer es solamente el convertirse en otro finito el cual tambi?n perece, pero al perecer traspasa en un otro finito; tal es la dial?ctica entre el deber ser y el l?mite del algo.]
b) Lo finito en su perecer [el perecer del perecer] ha alcanzado su ser-en-s? y por lo tanto ha coincidido consigo mismo:
-el deber ser supera el l?mite, se supera a s? mismo; pero m?s all? de ?l como su otro s?lo hay el l?mite mismo;
-el l?mite se?ala m?s all? de s? mismo hacia su otro, que es el deber ser;
-este deber ser es la misma separaci?n del ser-en-s? y del existir que el l?mite;
-por lo tanto este deber ser s?lo coincide igualmente consigo mismo;
-esta identidad consigo que es la negaci?n de la negaci?n es un ser afirmativo y de este modo lo otro del finito; es el infinito.
[En la relaci?n entre el deber ser y el l?mite ?ste niega el deber ser, por lo cual el algo es finito, tiene l?mite y perece; igualmente, el deber ser niega el l?mite, es la negaci?n de la negaci?n, el ser afirmativo por lo cual el algo es infinito.]

El ser-dentro-de-s? ten?a para Hegel dos aspectos: uno por el cual era el v?nculo del otro con el algo y otro por cuyo medio constitu?a la separaci?n del algo y el otro.
El segundo de los aspectos fue desarrollado hasta llegar al descubrimiento de la relaci?n de los algos como t?rminos de una unidad superior.
En el primero de los aspectos el ser-dentro-de-s?, que es el v?nculo del algo con el otro porque tiene al otro en su interior, es el t?rmino de s? mismo. El t?rmino del ser-dentro-de-s? tiene tambi?n dos significados: es la frontera aquende el algo existe y cambia y es el l?mite de la existencia del algo, donde el algo deja de existir, el perecer del algo.
El ser-dentro-de-s? tiene primeramente como sus momentos al ser-en-s? y al t?rmino, es decir, la destinaci?n y la constituci?n del algo. El t?rmino es la negaci?n del ser-en-s? pero cambio en la constituci?n que es cambio en la destinaci?n. El algo perece y se transforma en otro algo.
Sin embargo, en esta determinaci?n la relaci?n entre el algo y el otro que le sucede es casual, accidental. Solamente se ha desarrollado la acci?n unilateral de la exterioridad sobre el algo a trav?s de su constituci?n; la destinaci?n ha quedado abandonada a su influencia y permanece pasiva en la relaci?n. El sentido del cambio es completamente arbitrario.
Hegel hab?a dicho en la introducci?n que una de las tareas de la especulaci?n era descubrir la necesidad en la cosa misma. De acuerdo con esto, en el incesante cambio del algo en otro devela la necesidad intr?nseca del mismo.
La constituci?n del algo, es decir, su alterable superficie que est? sujeta al influjo exterior y que es lo que primero cambia, es el t?rmino de la destinaci?n del algo; es tanto frontera dentro de la cual est? contenido como l?mite de su existencia. La constituci?n como t?rmino niega la destinaci?n del algo, la hace perecer dando paso a otra destinaci?n que es lo mismo que otro algo. Pero la destinaci?n es al mismo tiempo la negaci?n del t?rmino; la destinaci?n es tanto lo que es como lo que no es, lo que debe ser. Al ser negada por el t?rmino lo que la destinaci?n del algo es, es decir, cuando el algo perece, da lugar a lo que no es y debe ser. El cambio del algo en otro tiene ahora el car?cter de necesidad exigido por Hegel puesto que el otro se encuentra inmanente en la destinaci?n del algo como su no-ser que debe llegar a ser.
En cuanto el t?rmino se opone a la destinaci?n como unidad de lo que es y lo que no es pero debe ser, es l?mite. La destinaci?n que se opone a su t?rmino y lo supera pasando de su ser a su no ser es el deber ser.
La finitud como mera desaparici?n del algo y el casual surgimiento de otro algo es superada por un concepto m?s elevado. El algo tiene su l?mite y por lo tanto es negado por ?l; de esta manera cesa de ser, perece, su destinaci?n se acaba; pero al mismo tiempo el algo tiene un deber ser y ?ste niega el l?mite al hacer surgir otro algo del algo que ha perecido, pero no otro algo cualquiera, sino el que se encontraba ya en la propia destinaci?n del algo anterior como su no-ser que deber?a llegar necesariamente a ser. El deber ser, al negar el l?mite y convertirse en ser, se transforma tambi?n en l?mite y como tal lleva al perecer del nuevo algo. El l?mite y el deber ser son id?nticos, ambos son finitos.
Deber ser y l?mite son distintos. El l?mite es la negaci?n del deber ser; es decir, lleva tambi?n al perecer al nuevo algo que surge del acabamiento del anterior algo. El deber ser, por su parte, es la negaci?n del l?mite, el restablecimiento del ser tras el perecer del algo; es el perecer del perecer, el perecer de lo finito, es lo infinito.
Esto puede ser tomado en dos sentidos: en uno de ellos la dial?ctica entre el deber ser y el l?mite lleva a la sucesi?n infinita de finitos; algo finito llega al l?mite y perece pero al perecer traspasa en otro finito que a su vez llega al l?mite y as? hasta el infinito. En el otro sentido la dial?ctica entre el deber ser y el l?mite tiene como base la conservaci?n a trav?s de todos los cambios -de la sucesi?n interminable de algos finitos- de un ser afirmativo, igual a s? mismo, que no perece. Este es el ser determinado infinito.
Hegel ha dado en esta parte de su obra importantes pasos para acercarse a la objetividad. El algo, como ser-dentro-de-s?, tiene una destinaci?n y un t?rmino: es un otro en s? mismo, integra al otro en s? mismo y traspasa al otro que es ?l mismo; el algo se conserva en este cambiar y pasar a otro. El algo tiene un t?rmino, es decir, por un lado una frontera dentro de la cual existe y que lo separa del otro exterior y por el otro un momento despu?s del cual deja de existir, perece; el algo es la unidad del ser y del no-ser considerado ?ste como el t?rmino de su existencia. El algo perece pero de ?l surge otro algo; este nuevo algo est? ligado con el precedente por una relaci?n de necesidad; el anterior algo es la unidad de lo que es y lo que no es pero debe llegar a ser; aquello en lo que el algo va a transformarse, el otro algo, est? ya impl?cito en el ser del algo como su deber ser. La sucesi?n de algos finitos que nacen y perecen tiene como fundamento un ser determinado infinito que es la substancia que se conserva a trav?s de todos los cambios. En suma, Hegel llega a la determinaci?n del objeto como un algo mudable y finito que debe perecer y transformarse en otro finito y que tiene como fundamento una sustancia infinita.
Enseguida Hegel pasa a desentra?ar la verdadera relaci?n que hay entre lo finito y lo infinito, o dicho de otro modo, entre el ser determinado finito y el ser determinado infinito que es su fundamento.

C.-LA INFINITUD.
El infinito es lo absoluto; se halla puesto como ser y devenir.
El infinito es la negaci?n de lo finito.
Se halla en una relaci?n rec?proca con lo finito y es el abstracto, unilateral infinito.
El verdadero infinito es el auto eliminarse de este unilateral infinito, a manera de lo finito con un proceso ?nico.
a) El infinito en general.
El infinito es la negaci?n de la negaci?n, lo afirmativo, el ser. que se ha vuelto a establecer nuevamente a partir de la limitaci?n.
El infinito existe; es el ser verdadero, el levantamiento por encima del l?mite.
El existir se determina en su ser-en-s? como finito y supera el l?mite.
El superarse a s? mismo, negar su propia negaci?n, y convertirse en infinito constituye la naturaleza misma de lo finito. [Lo infinito no es algo que est? por encima o por debajo de lo finito.]
[La naturaleza de lo finito consiste en convertirse en infinito.]
Lo finito es devenir infinito ?l mismo por su propia naturaleza.
La infinitud es la destinaci?n afirmativa de lo finito, lo que es verdaderamente en s?.
Lo finito desaparece en lo infinito.
Lo que existe es s?lo lo infinito.
[Lo finito desaparece en lo infinito; s?lo el infinito existe.]
b) Determinaci?n rec?proca de lo finito y lo infinito.
[Relaci?n entre finito e infinito como permaneciendo uno fuera del otro. Infinito falso o infinito del intelecto.]
El infinito existe; el infinito es la negaci?n de su otro, lo finito.
Lo finito es la oposici?n al infinito como existencia real. Ellos est?n en una relaci?n cualitativa como permaneciendo el uno fuera del otro.
Este es el falso infinito, el infinito del intelecto.
El intelecto se mueve en esta contradicci?n, sin resolverla: lo finito deviene necesariamente en lo infinito; lo infinito es el vac?o indeterminado, el m?s all? de lo finito que no tiene un ser-en-s? en una existencia que sea una existencia determinada.
Esta contradicci?n se presenta en que lo finito permanece como existencia frente al infinito. Hay dos determinaciones, dos mundos: uno finito y otro infinito.
[Salida de la contradicci?n.]
En su relaci?n el infinito es s?lo el t?rmino de lo finito. Por lo tanto es un infinito determinado; es un infinito finito.
Para el intelecto, el infinito se halla puesto s?lo m?s arriba de lo finito, segregado de ?l; ambos, finito e infinito se hallan situados en lugar distinto: lo finito como la existencia de ac?; lo infinito como lo en si de lo finito, pero como un allende situado a una distancia turbia.
Pero finito e infinito est?n relacionados esencialmente por medio de la negaci?n que los separa.
Esta negaci?n es el t?rmino rec?proco del uno frente al otro.
Cada uno lo tiene en s? contra su otro.
Y la negaci?n es su-ser-en-s?: cada uno tiene as? el t?rmino en s? por s? en su separaci?n del otro. El t?rmino est? como la primera negaci?n; as?, finito e infinito se hallan ambos terminados, finitos en s? mismos.
Finito e infinito, al referirse afirmativamente a s? mismos, son cada uno la negaci?n de su t?rmino.
Finito e infinito rechazan de s? a su t?rmino como su no-ser.
Finito e infinito al estar separados cada uno de su t?rmino, lo ponen como un otro ser de cada uno de ellos.
Lo finito pone su no-ser en este infinito y lo infinito pone su no-ser en lo finito.
Finito e infinito son inseparables; cada uno en ?l mismo y por su propia destinaci?n significa el poner a su otro.
Esta unidad de ellos se halla oculta, es la unidad interior que est? en el fondo.
[La unidad de lo finito y lo infinito se manifiesta como un pasar del uno al otro, como una relaci?n meramente exterior.]
La manifestaci?n de esta unidad en el ser determinado es como un volcarse o traspasar de lo finito en lo infinito y de lo infinito en lo finito; cada uno es un inmediato propio nacer en el otro; su relaci?n mutua es solo exterior.
Determinaci?n rec?proca de lo finito y lo infinito.
[Progreso al infinito]
Lo finito es finito s?lo en la relaci?n con el deber ser, es decir, con lo infinito. El infinito es infinito s?lo en relaci?n con lo finito.
Finito e infinito son inseparables.
Finito e infinito son otros uno frente al otro.
Finito e infinito tienen a su otro cada uno en s? mismo.
Cada uno es la unidad de s? y su otro.
Cada uno es una existencia en su determinaci?n de no ser lo que es ella misma ni lo que es su otro.
El progreso al infinito se presenta en donde las determinaciones relativas han sido empujadas hasta su oposici?n y sin embargo se les atribuye una existencia independiente frente a las otras.
El progreso al infinito es la contradicci?n que no ha sido resuelta.
[Falsa infinitud]
Se presenta el infinito;
-se le supera al ponerle un nuevo t?rmino;
-con esto se vuelve a lo finito.
Lo mismo sucede con el deber ser:
-es la negaci?n de lo finito;
-este finito se presenta en la negaci?n como su otro
-porque este infinito existe s?lo en cuanto est? en relaci?n con su otro que es lo finito.
[Mala o falsa infinitud]
El progreso al infinito es la mismidad que se repite, una sola y molesta alternaci?n de este finito e infinito.
c) La infinitud afirmativa.
La unidad de lo finito y lo infinito.
-El infinito existe s?lo como el ir m?s all? de lo finito; es la negaci?n de lo finito.
-Lo finito es aquello de lo cual se debe ir m?s all?; es esa negaci?n de s? en ?l mismo que es la infinitud; es la negaci?n de lo infinito.
-En cada uno de ellos est? la determinaci?n del otro; pero seg?n la concepci?n del progreso infinito deben estar excluidos el uno del otro y s?lo seguir alternadamente el uno al otro.
[Al tratar de definir lo infinito se recae en la determinaci?n de lo finito]
Cuando se define lo que es el infinito, la negaci?n de lo finito, se expresa lo finito mismo; no puede pasarse de lo finito para la determinaci?n de lo infinito.
[Tambi?n al tratar de definir lo finito se recae en la determinaci?n de lo infinito]
Lo finito es lo nulo; pero su nulidad es la infinitud.
[En la concepci?n del progreso infinito no es posible llegar al concepto de lo finito y lo infinito]
La separaci?n de lo finito y lo infinito.
El infinito es uno de los dos;
-en cuanto es s?lo uno de los dos, no es el todo, es finito,
-tiene su t?rmino en su otro,
-es el infinito finito.
Lo finito considerado como alejado del infinito es la relaci?n hacia s?;
-en ella su relatividad, dependencia y caducidad son alejados;
-lo finito es la independencia y afirmaci?n de s? que es lo infinito;
-es el finito infinito.
La consideraci?n de la unidad y de la separaci?n de lo finito y lo infinito llevan al mismo resultado: el infinito y lo finito contienen a su otro en su propia determinaci?n; cada uno tomado por s?, considerado en s? mismo tiene a su otro situado en ?l como su propio momento.
La unidad de lo finito y lo infinito de acuerdo con la cual est?n separados uno del otro, llevada hacia delante, da lugar a la unidad de ambos.
En esta segunda unidad a la que han llegado infinito y finito son negados y pierden su naturaleza cualitativa.
Adem?s, como infinito y finito son diferentes, la unidad de ambos que cada uno de ellos representa tiene que ser distinta en cada uno de ellos.
1) Unidad de infinito y finito en el infinito.
El infinito tiene en s? la finitud de la cual es diferente:
-en esta unidad el infinito representa el en-s?;
-la finitud representa la determinaci?n, el t?rmino que est? en el infinito;
-este t?rmino es el otro del infinito, su opuesto;
-la destinaci?n del infinito que es el ser-en-s? en cuanto tal, se halla corrompido por la finitud;
-es un infinito convertido en finito.
2) Unidad de finito e infinito en lo finito.
Lo finito es no-ser-en-s?,
-pero tiene el infinito en s?,
-es lo finito convertido en infinito.
Estas dos unidades son falseadas por el intelecto, pues el infinito y lo finito se mantienen como no negados, s?lo "corrompidos", rebajados por su contrario.
Para la especulaci?n:
1) El infinito es la unidad de lo infinito y lo finito;
-en esta unidad el infinito se elimina a s? mismo a trav?s de su otro, se niega a s? mismo por medio del t?rmino que contiene en su interior, se transforma en lo finito.
2) Lo finito es la unidad de lo finito y lo infinito;
-en esta unidad lo finito se elimina a s? mismo a trav?s de su otro, se niega a s? mismo y se transforma en lo infinito.
[Negaci?n simple. Cada uno se niega a s? mismo a trav?s de su otro.]
3) Lo infinito, en la unidad de lo infinito y lo finito, se niega a s? mismo y se convierte en finito; ?ste es negado y puesto de nuevo lo infinito; esta es la negaci?n de la negaci?n, la afirmaci?n que surge a trav?s de la doble negaci?n. Es el retorno a s? de lo infinito.
4) Lo finito, en la unidad de lo finito y lo infinito, se niega a s? mismo y se convierte en infinito; ?ste es negado y puesto de nuevo lo finito; ?sta es la negaci?n de la negaci?n, la afirmaci?n que surge a trav?s de la doble negaci?n. Es el retorno a s? de lo finito.
Lo finito y lo infinito son este movimiento de retorno a s? por medio de su propia negaci?n:
-est?n s?lo como mediaci?n en s?;
-lo afirmativo de ambos contiene la negaci?n de ambos y es la negaci?n de la negaci?n.
Finito e infinito son un resultado.
Por tomarse como punto de partida una vez lo finito y otra lo infinito, surgen dos resultados.
Pero puesto que es indiferente cu?l de ellos se tome como punto de partida, entonces se borra ese doble resultado.
Finito e infinito est?n de manera diferente en el comienzo, pero s?lo como momentos el uno del otro.
Finito e infinito en cuanto se hallan los dos negados en el progreso infinito y en el resultado, son en verdad el infinito.
Lo finito tiene el doble sentido de ser lo finito contra el infinito y a la vez lo finito y el infinito que se le opone a ?l.
Lo infinito tiene el doble sentido de ser uno de los dos momentos y a la vez ?l mismo y su otro.
El infinito es el proceso donde se rebaja a ser s?lo una de sus determinaciones en contra de lo finito:
-de este modo es ?l mismo uno de los finitos;
-elimina esta diferencia de s? respecto a s?;
-llega a la afirmaci?n de s? y
-est? como infinito verdadero.
El infinito en cuanto es sus dos momentos, est? esencialmente como devenir.
[Infinito verdadero]
Este infinito [el infinito verdadero] como ser regresado dentro de s?, como referencia de s? a s? mismo es un ser determinado; existe aqu?, presente, actual.
Falso infinito.
Progreso infinito representado por la l?nea recta.
En los dos t?rminos de la l?nea recta solamente existe y siempre s?lo existe el infinito precisamente ah? en donde la l?nea no existe. Esta l?nea sale hacia ese no-existir suyo, hacia lo indeterminado.
Infinito verdadero.
Su imagen: el c?rculo, que es la l?nea que se ha alcanzado a s? misma, que est? cerrada y toda presente, sin comienzo y sin fin.
[La verdadera infinitud es la realidad (por oposici?n a idealidad)]
La verdadera infinitud, como existencia afirmativa es la realidad.
Lo finito no es lo real, lo es lo infinito.
La realidad es lo afirmativo en contra de la negaci?n de la negaci?n.
De esta manera la realidad de la infinitud verdadera se halla puesta contra la realidad de la existencia finita.
[Lo finito es lo ideal]
La negaci?n de la negaci?n [lo finito opuesto a lo infinito] es la idealidad.
El traspaso.
[La verdadera infinitud es el ser.]
La infinitud como eliminarse de la finitud en cuanto tal
-y al mismo tiempo de la infinitud s?lo opuesta a la finitud en cuanto tal, [es decir, de la falsa infinitud] es este retorno dentro de s?, referencia a s? mismo, ser.
[La verdadera infinitud es el ser determinado]
Puesto que en este ser se halla una negaci?n, es el ser determinado.
[La verdadera infinitud es el ser determinado cuya existencia est? mediada por la finitud]
Pero como adem?s esta negaci?n es una negaci?n de la negaci?n, es decir, la negaci?n que se refiere a s? misma, la infinitud es el ser determinado que se llama ser-por-s?.
[Probable error de imprenta; debe decir: ser-para-s?.]

El ser-dentro-de-s? es finito; su destino es perecer y perece. Su perecer es superar su l?mite y llegar a ser lo que no es pero debe ser; al superar su l?mite, niega la finitud y es el infinito.
El destino de lo finito es convertirse en infinito.
El infinito existe.
El infinito recae en el l?mite, en lo finito; lo finito niega al infinito; lo infinito se convierte en finito.
Lo finito existe.
Lo finito existe y es la negaci?n de lo infinito.
Lo infinito existe y es la negaci?n de lo finito.
Finito e infinito existen y su existir es el pasar de uno a otro a trav?s de su mutua negaci?n.
El ser-dentro-de-s? es la unidad del l?mite y del deber ser; el algo, como ser-dentro-de-s?, es finito y perece pero supera su l?mite y llega a ser lo que no era pero deber?a ser. El algo se transforma en otro algo. En este pasar a otro el ser del algo se contin?a; la existencia del ser-dentro-de-s? primitivo se prolonga en la existencia del nuevo ser-dentro-de-s?, la de ?ste en otro nuevo ser-dentro-de-s? y por tanto tambi?n la del primero de ellos. Al transformarse en otro algo el ser finito se convierte en un ser infinito. El ser infinito del algo niega al ser finito y se levanta sobre ?l. Este ser infinito es la sustancia que permanece en todos los cambios del ser-dentro-de-s?. El ser infinito, la continuidad del ser, la sustancia infinita s?lo existe en el paso de un algo a otro.
El ser-dentro-de-s? es infinito en su prolongarse en otro. El prolongarse en otro supone permanecer dentro de s? hasta que se produce su fin. El pasar a otro que es la infinitud del ser se transforma en el permanecer en s? que es su finitud. El ser finito niega al ser infinito. El ser infinito se transforma en ser finito.
Hegel considera que en esta primera aproximaci?n a la relaci?n entre finito e infinito se puede caer en la determinaci?n del intelecto que pone a uno fuera del otro. En efecto, aqu? s?lo se ha expresado la existencia de uno y otro y el necesario pasar de uno a otro, pero apareciendo como separados uno del otro. Hegel estima entonces necesario adentrarse en el an?lisis de esa relaci?n.
Finito e infinito est?n ligados por la negaci?n que los separa.
Lo finito es el t?rmino, la negaci?n del infinito.
Lo infinito es el t?rmino, la negaci?n de lo finito.
Cada uno de ellos empieza en donde el otro termina.
En la relaci?n anteriormente estudiada, cada uno de ellos exist?a y luego se transformaba en el otro; en esta nueva relaci?n ambos coexisten y son inseparables. Lo finito supone [pone, dice el traductor de Hegel] la existencia de lo finito.
El ser dentro de s? se contin?a en el otro y es la continuaci?n de otro, por lo que su ser es as? infinito, sustancia; es infinito en cuanto deja de ser finito pero despu?s de ser la continuaci?n del otro y antes de continuarse en el otro permanece en s? mismo y su ser es por tanto finito; es finito en cuanto deja de ser infinito. El ser-dentro-de-s?, el algo, es la unidad de lo infinito y lo finito. El ser infinito pone al ser finito; el ser finito supone [pone] al ser infinito; ambos coexisten en el algo. Ese coexistir se produce sin embargo s?lo en los l?mites del algo, cuando ?ste pasa al ser o deja de ser. La unidad entre infinito y finito se da no antes ni despu?s de la aparici?n o desaparici?n de los algos sino durante su aparici?n y desaparici?n.
Hegel no queda a?n satisfecho con las determinaciones de lo finito y lo infinito a que ha llegado y se propone penetrar m?s en la riqueza de contenido de esta relaci?n.
La relaci?n de infinito y finito llevada hasta sus ?ltimas consecuencias desemboca en lo siguiente: cada uno de ellos contiene a su otro como su propio momento; cada uno de ellos es la unidad de ambos.
El infinito tiene en s? mismo a lo finito; el infinito es el ser en s? y lo finito es la determinaci?n, el t?rmino. El infinito tiene en s? mismo a su opuesto, es un infinito convertido en infinito.
En el punto al que hab?a llegado el desentra?amiento de la relaci?n, en los l?mites del algo coexisten lo finito y lo infinito. El ser-dentro-de-s? es infinito en cuanto pasa a ser otro, es decir, en cuanto deja de ser finito; el ser-dentro-de-s? es finito en cuanto pasa a ser otro, en cuanto deja de ser infinito.
El ser-dentro-de-s? es infinito en el l?mite porque es en s? mismo una sustancia infinita. Esta sustancia infinita es el mismo ser que se mantiene dentro del l?mite. La sustancia infinita es la unidad de lo infinito y lo finito, del pasar a otro y del permanecer dentro de s?. La infinitud, el ser que se conserva al pasar un algo a otro, la sustancia infinita, es el mismo ser que se mantiene dentro del l?mite, es el ser finito. Al pasar a otro es como el ser subsiste y subsiste precisamente en un ser finito. El ser que se perpet?a en los algos, el ser infinito, es la unidad de s? mismo y de su opuesto.
El ser infinito, la sustancia, no existe de otra manera que como ser finito.
El ser dentro de s? se transforma en infinito en el l?mite porque como ser que est? dentro de s?, como ser finito es una sustancia infinita. Lo finito es la unidad de s? mismo y de su opuesto.
Aqu? la relaci?n se muestra todav?a carente de movilidad; es necesario aplicar a ella la especulaci?n para reflejar en el pensamiento toda su dial?ctica interna.
Para la especulaci?n (es decir, para Hegel, fil?sofo especulativo) el infinito es la unidad de lo infinito y lo finito, pero una unidad en la que el infinito se niega a s? mismo a trav?s del t?rmino que contiene en su interior; de esta manera lo infinito se transforma en lo finito; esta es la negaci?n simple. Lo finito es negado por el infinito y ?ste se pone de nuevo a s? mismo; es la negaci?n de la negaci?n; es la afirmaci?n que surge de la doble negaci?n, el retorno a s? del infinito.
Lo finito es la unidad de lo finito y lo infinito; lo finito se niega a s? mismo y se convierte en infinito, es la negaci?n simple. Lo infinito es negado por lo finito y ?ste se pone de nuevo a s? mismo, es la negaci?n de la negaci?n; es la afirmaci?n que surge de la doble negaci?n, es el retorno a s? de lo finito.
Lo finito y lo infinito son el movimiento de retorno a s? a trav?s de su propia negaci?n.
La sustancia infinita que es el ser-dentro-de-s? es la unidad del infinito y de lo finito; esta sustancia infinita se niega a s? misma y existe como un ser finito; en el l?mite del ser finito la sustancia infinita que existe como ser finito niega su propia negaci?n y existe como ser infinito.
El ser finito que es el ser-dentro-de-s? es la unidad de lo finito y lo infinito; este ser finito se niega a s? mismo en el l?mite a trav?s de la sustancia infinita y existe entonces como ser infinito; antes y despu?s del l?mite el ser finito que existe como infinito niega su propia negaci?n y existe como ser finito.
Esta riqu?sima determinaci?n de la relaci?n entre infinito y finito a que ha llegado Hegel a?n puede recaer en el mismo error del intelecto por el doble resultado que se obtiene de este doble comienzo: considerar a lo finito como el m?s ac? y al infinito como el m?s all?, separados uno del otro.
La posibilidad de esta reca?da se elimina si se considera primero que el progreso infinito puede comenzar con cualquiera de los dos, finito o infinito y que en el resultado ambos son negados como finitos y por lo tanto ambos son el infinito.
Si el progreso infinito comienza con el infinito que es la unidad de lo infinito y lo finito, entonces lo finito est? como momento del infinito.
Si por el contrario, se inicia con lo finito que es la unidad de lo finito y lo infinito, lo infinito est? como un momento de lo finito.
Ambos, finito e infinito, como unidades de cada uno con su opuesto, son momentos del progreso infinito. Como pasan de uno a otro (lo finito se transforma en infinito y lo infinito en finito), entonces ambos tienen un t?rmino, ambos son finitos.
Adem?s, los dos son negados en el progreso infinito y, por tanto, es negada tambi?n su finitud y esta negaci?n de ambos es la infinitud. Ambos son el infinito.
En la progresi?n infinita, infinito y finito son finitos e igualmente son infinitos.
De esta manera se llega a la m?s completa determinaci?n de la relaci?n entre infinito y finito y se alcanza el concepto del infinito verdadero.
El infinito es el proceso en donde ?l es solo una de sus determinaciones (el infinito) en contra de la otra y de esta manera es s?lo uno de los finitos; pero es a la vez el eliminar esta diferencia de s? con respecto a s? mismo para llegar a la afirmaci?n de s?, es decir, es al mismo tiempo las dos de-terminaciones (infinito y finito) y a trav?s de este ?ltimo se niega a s? mismo convirti?ndose en un finito que es infinito porque es la negaci?n de la finitud del infinito. Esta es la infinitud verdadera.
El infinito verdadero est? esencialmente como devenir.
No es el m?s all?, el allende; el infinito es el ser determinado; existe aqu?, presente, actual.
El prop?sito de Hegel al intentar elucidar las relaciones entre finito e infinito era determinar la naturaleza del ser infinito que surg?a del incesante paso de un ser finito a otro.
La sustancia infinita existe por oposici?n a lo finito en el l?mite del ser-dentro-de-s?; y existe en esta separaci?n porque al mismo tiempo existe en unidad con lo finito dentro de los l?mites del ser-dentro-de-s? en donde se niega a s? mismo a trav?s de lo finito, es decir, en donde existe bajo la forma del ser finito; pero al existir bajo la forma del ser finito, al negarse a s? misma a trav?s de ?l, se afirma a s? misma porque precisamente ella es la que existe en el ser finito.
El ser-dentro-de-s? es el ser infinito, la sustancia infinita que, al mismo tiempo, es el ser finito, se niega y se afirma a s? misma en este existir en el ser finito y se sustantiva como ser infinito en oposici?n al ser finito; todos estos son momentos del ser infinito que es as? un devenir en el que ellos se encuentran sucesiva y simult?neamente. A este ser infinito llama Hegel el ser-para-s? y es el que pasa a estudiar en el siguiente cap?tulo.
Hegel ha dado con todo esto un largo paso m?s en su prop?sito original de representar en el pensamiento a la objetividad. En las instancias anteriores de su argumentaci?n el algo era un ente determinado que constitu?a el soporte de todos los cambios: incorporar al otro dentro de s?, ser el otro de s? mismo y convertirse en su otro; el algo se conservaba a trav?s de todo este movimiento. Sin embargo, el algo hab?a sido tomado en su existencia entre los extremos de su devenir, es decir, entre su nacer y perecer; al fin de cuentas el algo en un momento determinado sucumb?a y dejaba de ser. Aqu? Hegel penetra con agudeza a la realidad objetiva y descubre que ese algo que perece es la unidad de lo que es y de lo que debe ser y que su perecer es el necesario pasar a otro algo predeterminado, que el algo se transforma fatalmente en otro algo. El algo, que es ya por su destino otro algo, contin?a su ser en el algo en que se transforma; esto significa que el algo es, adem?s de un ser finito, un ser que permanece; este ser que se conserva en todos los cambios es la sustancia infinita, la cual contiene las propiedades m?s generales del ser determinado y existe bajo la forma del ser finito con sus propiedades espec?ficas.
La profundidad del pensamiento de Hegel consiste en que no concibe a la sustancia infinita como existiendo por s? con sus propiedades determinadas y luego brotando de ella o existiendo a su lado y separadas las formas espec?ficas de la finitud. Por el contrario, Hegel llega a la conclusi?n de que el ser finito del algo es al mismo tiempo la sustancia infinita y ?sta igualmente es el ser finito y que la sustancia infinita se niega y se afirma a s? misma en ese su existir como ser finito; o dicho de otro modo, que el ser con sus propiedades particulares es al mismo tiempo el ser con sus propiedades generales y viceversa, y que el ser con sus propiedades generales se niega y afirma a s? mismo en su existir como ser con sus propiedades particulares, finitas.
Aqu? llega Hegel a la conclusi?n de que el infinito verdadero es la realidad, lo que existe realmente. De la misma manera, son realidad: el concepto, el esp?ritu, dios, etc?tera.
Hegel nos previene dici?ndonos que esa categor?a de realidad est? mal empleada porque se aplica un concepto abstracto que corresponde a una situaci?n tambi?n m?s abstracta como es la de ser finito (del que se dec?a que era la ?nica realidad) a algo m?s concreto como es el infinito verdadero.
Sin embargo, esta categor?a se utiliza en este caso por las siguientes razones:
Como el infinito verdadero es lo afirmativo contra la negaci?n (?sta es el ser finito) y esta negaci?n tiene aqu? el car?cter de negaci?n de la negaci?n (en el infinito verdadero el infinito se niega a s? mismo a trav?s de lo finito y al mismo tiempo se afirma a s? mismo por medio de la negaci?n de lo finito; de la misma manera en el infinito verdadero lo finito se niega a s? mismo a trav?s de lo infinito y luego niega su negaci?n y retorna a s? mismo; es por ello que lo finito es en el infinito verdadero negaci?n de la negaci?n) entonces la existencia del infinito verdadero est? opuesta a la del ser finito.
Esta oposici?n es la negaci?n de la realidad del ser finito el que es aqu? destinaci?n, etc?tera, pero solo como un momento.
Como negaci?n del ser finito que es negaci?n de la negaci?n, la verdadera infinitud es ahora la realidad existente.
La negaci?n de la negaci?n que es el ser finito, a la que se opone la afirmaci?n del ser infinito verdadero, es la idealidad.
La negaci?n de la negaci?n que es el ser finito en el ser verdadero infinito es una reducci?n del mismo a una sustancia infinita; pero como el ser sigue existiendo como finito, su reducci?n a una sustancia infinita es s?lo una operaci?n mental, una idea.
El ser finito es ideal.
El infinito verdadero es la realidad; el ser finito en su existencia como tal no es real; su realidad existe s?lo en la medida en que es una sustancia infinita; por tanto su existencia real, su realidad es s?lo ideal, es decir, es ?nicamente el resultado de una operaci?n mental, una idea, por la que se reducen sus caracter?sticas particulares a las propiedades generales del ser infinito verdadero.
En este punto introduce Hegel las bases de la mistificaci?n de su filosof?a. Hasta aqu? hab?a caminado sin tropiezos por la v?a de la objetividad: el algo es el ser finito que perece y da lugar a otro ser finito, a otro algo; el algo es la realidad, lo existente; en el paso de un algo a otro el ser se contin?a, por lo que existe un ser que subsiste a todos los cambios; este ser es el ser infinito, la sustancia infinita que es ahora la realidad, la verdadera existencia que no perece. Para acercarse a la objetividad ahora Hegel tiene que estudiar la naturaleza y las leyes de ese ser infinito al que ha llegado en su an?lisis.
En el estudio del infinito verdadero hab?a establecido la objetividad de lo infinito y lo finito; el infinito existe neg?ndose a s? mismo en lo finito y volviendo a s? precisamente en lo mismo finito; la existencia de ambos es concomitante, simult?nea en el ser finito. Las propiedades generales del ser s?lo existen en las caracter?sticas particulares.
Pero en su razonamiento, Hegel tuvo que establecer al ser infinito como lo realmente existente y en contrapartida negar la realidad de la existencia del ser finito. Es decir, se?alar que la existencia del ser finito como tal no es de la naturaleza del ser infinito; sin embargo, el ser finito es tambi?n sustancia infinita. Pero como lo finito no es sustancia infinita directamente sino por medio del ser finito, entonces la reducci?n de ?sta al ser infinito, a la sustancia infinita, a la realidad, se realiza por medio de una operaci?n mental y su resultado es una idea, la idea de la sustancia infinita; ?y he aqu? hecha la transmutaci?n m?stica!: el ser finito como tal es real y como ser infinito es ideal, el producto de un pensamiento, pensamiento ?l mismo.
Aqu? encontramos el fundamento de la conocida tesis hegeliana de que la esencia de las cosas es el pensamiento, la idea. Este es el punto en el cual Hegel extravi? el camino hacia la objetividad. De aqu? en adelante tendremos que diferenciar entre el n?cleo racional de su filosof?a y la envoltura m?stica de la misma, que ya no volver?n a separarse.
Hegel completa este punto que estudiamos diciendo que tambi?n se concibe la oposici?n entre finito e infinito en relaci?n con la idealidad y la realidad de la siguiente manera: lo finito vale por lo real y lo infinito por lo ideal. En esta forma de considerar la idealidad y la realidad se cae en la unilateralidad de lo negativo abstracto (que negaba y hac?a desaparecer el ser) que es parte del falso infinito y se persiste en la existencia afirmativa de lo finito.
En el siguiente cap?tulo Hegel pasar? al an?lisis de la naturaleza y leyes del ser infinito al que llama "ser-para-s?".




Tercer Cap?tulo

EL SER-PARA-SI.


El ser-para-s? es el ser cualitativo cumplido: es el ser infinito.
[El ser-para-s? es el ser-en-s? mediado por la finitud]
[Recuento de la evoluci?n de la determinaci?n del ser hasta llegar al ser-para-s?]
[Ser puro (indeterminado)]
1) El ser del comienzo se halla carente de determinaci?n.
[Ser determinado (finito). Negaci?n]
2) El ser determinado es el ser eliminado de forma inmediata por la negaci?n primera;
-pero en esta negaci?n el ser se conserva;
-el ser y su negaci?n se unifican en una unidad simple; esta unidad no est? puesta todav?a;
-pero ellos siguen siendo desiguales;
-el campo del ser determinado es la esfera de la diferencia, del dualismo, de la finitud; es un ser relativo, no absoluto.
[Ser-para-s? (Ser determinado infinito). Negaci?n de la Negaci?n.]
3) El ser-para-s?; en ?ste la diferencia entre el ser y su negaci?n se halla puesta e igualada;
-en ?ste, en la negaci?n la finitud ha traspasado a la infinitud;
-en la negaci?n de la negaci?n ?sta es la referencia a s? misma, la igualaci?n con el ser;
-es el absoluto ser determinado [infinito].
A.- EL SER-PARA-S? COMO TAL.
Algo est? para s? en cuanto elimina su ser otro;
-el otro existe para el algo s?lo como eliminado, como un momento suyo.
-el ser-para-s? consiste en que se ha salido m?s all? del l?mite, m?s all? de su ser otro;
-y as? es el retorno infinito en s?.
Ejemplo: La conciencia.
[La conciencia contiene la determinaci?n del ser-para-s? (ser determinado infinito). Es decir, que la conciencia contiene en su interior el ser-para-s?, el ser determinado infinito, aunque ella misma no sea ese ser-para-s?.]
-Contiene como tal en s? misma la determinaci?n del ser-para-s?;
-se representa un objeto que siente, intuye, cuyo contenido tiene en s?;
-este contenido existe como ideal;
-la conciencia, en su intuir, en su complicarse con su negativo, con su otro, permanece en s? misma;
-el ser-para-s? es el comportamiento negativo contra el algo que limita;
-por medio de esta negaci?n es el ser-reflejado-dentro-de-s?;
-al lado del retorno de la conciencia a s? y de la idealidad del objeto se conserva la realidad de este objeto que tiene una existencia exterior;
-la conciencia es la que aparece;
-o sea el dualismo de conocer por un lado un objeto diferente de ella y exterior y
-por otro lado de estar por s? misma, tener el objeto en ella idealmente, estar no s?lo en tal otro, sino tambi?n en s? misma dentro de este otro.
Ejemplo: La autoconciencia.
[La autoconciencia es el ser-para-s? (el ser determinado infinito) o, como dice Hegel, el ejemplo m?s cercano a la infinitud]
-Es el ser para s? cumplido y puesto;
-la relaci?n con un otro [un objeto exterior] se halla alejada;
-es el ejemplo m?s pr?ximo de la infinitud.

Para Hegel el ser-para-s? es el ser cualitativo cumplido, es decir, la forma superior de la cualidad en el ser, el ser infinito.
Enseguida hace un recuento sumario de las fases por las que ha pasado el concepto del ser antes de llegar al ser-para-s?. Primero fue el ser carente de determinaci?n, luego el ser determinado que era la unidad en la diferencia del ser y la negaci?n (no-ser) inmediatos. Este ser determinado y su negaci?n simple constitu?an la esfera de la diferencia, del dualismo, de la infinitud; el ser estaba inmediatamente implicado con su otro: el ser-en-s? con el ser-para-otro, la destinaci?n con el t?rmino, el deber ser con el l?mite, etc. En el ser para s?, por el contrario, la negaci?n est? igualada con el ser (no es diferente de ?l); como el ser para s? es la negaci?n de la negaci?n, dicha negaci?n es el ser que se refiere a s? mismo; aqu? la negaci?n es el ser. Este ser as? determinado es el absoluto ser determinado.
El ser-para-s? como ser infinito, como ser determinado, es el ser que ha eliminado su ser otro, su relaci?n y comunidad con otro y que ha establecido la relaci?n consigo mismo.
Ya en p?ginas anteriores tuvimos la oportunidad de considerar c?mo Hegel se va acercando a la objetividad a trav?s del desarrollo de los conceptos de su L?gica. El algo es el ser-en-s? que es otro, incorpora al otro en s? mismo, se transforma en otro y se conserva en este devenir; el algo es el ser-dentro-de-s? porque se ha independizado del otro exterior al llevar al otro a su interior; el algo como ser-dentro-de-s? es la unidad de lo que es y lo que no es pero debe llegar a ser; el algo perece y da lugar a otro algo; el ser del algo se contin?a en el ser del otro algo; el ser que se contin?a en los algos que nacen y perecen es el ser infinito.
En su estudio del ser Hegel ha observado primero qu? sucede en la superficie del mismo, encontrando la ley de su movimiento que ya expresamos en el p?rrafo anterior; pero ese conocimiento se topa con el hecho de que una vez que el ser infinito perece, el ser se contin?a en otro ser finito y que por tanto existe otro nivel del ser que es el que subyace al que aparece en la superficie y que este ser es una sustancia infinita sujeto de todos los cambios que se dan. Este ser infinito, este ser determinado absoluto es el que toma ahora como objeto de estudio; su prop?sito es descubrir las leyes de su movimiento tal y como estableci? las del ser finito. No est? de m?s recordar que lo que Hegel ha sometido a an?lisis es el ser y que en su horizonte a?n no aparece la esencia, que es el nivel m?s profundo del objeto.
Como ejemplos del ser-para-s? Hegel presenta el de la conciencia y la autoconciencia. La conciencia, dice, contiene ya como tal en s? misma la determinaci?n del ser-para-s?. La conciencia se representa a un objeto exterior; este representarse es ideal, su resultado es una idea; la conciencia tiene a su otro en s? misma pero como superado, como eliminado porque en ese representarse se conserva a s? misma como conciencia. Su otro, sin embargo, contin?a teniendo una existencia fuera del sujeto. La autoconciencia es el ser para s? cumplido y puesto, el ejemplo m?s cercano a la infinitud. La autoconciencia es la certeza de s? de la conciencia: su objeto no es exterior sino la conciencia misma; la autoconciencia ha eliminado por completo el ser otro, es ?nica y exclusivamente ser-para-s?.
En lo inmediato anterior Hegel lleg? a la determinaci?n de la objetividad como ser infinito, como sustancia infinita. Y fue aqu? precisamente en donde introdujo la mistificaci?n al considerar al ser finito, en su relaci?n con el ser infinito, como una mera idea, como un pensamiento.
Ahora da un paso adelante al considerar a la autoconciencia, que es s?lo la conciencia humana finita, como la sustancia infinita. El mecanismo a trav?s del cual realiza esa transustanciaci?n es elemental: puesto que el ser infinito se manifiesta directamente como tal en el ser finito y para aprehenderlo tenemos que echar mano de una operaci?n mental, del pensamiento, y luego a ese ser infinito debemos represent?rnoslo por medio de pensamientos, entonces ese ser infinito es los pensamientos que lo representan, es decir, la conciencia y es el ser que se los representa, esto es, la autoconciencia.
De esta manera, el ser-para-s?, aunque es la realidad porque es el ser que persiste, es tambi?n idealidad.
Aqu? Hegel ha hecho una grosera suplantaci?n: todo su an?lisis anterior versa sobre el desarrollo del ser y por medio de ?l determina las leyes de su movimiento; cuando se trata de la determinaci?n de la infinitud del ser se la escamotea a ?ste y se la adjudica graciosamente a la conciencia, es decir, a lo que no es sino una forma o modalidad del ser, el ser conciente finito. Esto responde a su intenci?n de dar al pensamiento, que es el resultado ?ltimo de la evoluci?n de la materia, el car?cter de una sustancia preexistente que incluso es la naturaleza ?ltima del ser.
El n?cleo racional, no hay que olvidarlo, es la determinaci?n del ser como una sustancia infinita, como un ser determinado absoluto; la mistificaci?n es la consideraci?n de la naturaleza de ese ser infinito como pensamiento, como idealidad.

a) Ser determinado y ser-para-s?.
[En el ser determinado infinito, la infinitud se halla en la forma de la inmediaci?n del ser, como simple determinaci?n cualitativa]
El ser-para-s? es la infinitud del ser determinado;
-en el ser determinado, la naturaleza negativa de la infinitud, que es la negaci?n de la negaci?n, se halla, en la forma de la inmediaci?n del ser, como negaci?n en general, como simple determinaci?n cualitativa.
[?l ser determinado en cuanto tal es distinto del ser-para-s? en cuanto infinitud]
El ser determinado, como ser determinado, es distinto del ser-para-s?, en cuanto infinitud.
[Pero a la vez es un momento del ser-para-s?.]
Igualmente, el ser determinado es a la vez un momento del ser-para-s?, pues ?ste contiene tambi?n el ser afectado por la negaci?n.
[La determinaci?n se ha replegado en la unidad infinita del ser-para-s?]
La determinaci?n, que en el ser determinado como tal es un otro y un ser-para-otro, se ha replegado en la unidad infinita del ser-para-s?.
[El ser determinado como momento dentro del ser-para-s?, es el ser-para-uno.]
El momento del ser determinado se presenta en el ser-para-s? como ser-para-uno.
El ser determinado como momento del ser-para-s? es el ser-para-uno.
b) Ser para uno.
Este momento expresa c?mo lo finito est? en su unidad con el infinito, o sea como ideal.
[El ser determinado s?lo como ideal, es decir, como representaci?n en la conciencia, es infinito.]
[E1 ser-para-uno es el momento en el cual el ser determinado (finito, etc?tera) se representa en la conciencia y es as? infinito]
-El ser-para-s? no tiene en ?l la negaci?n como determinaci?n o t?rmino ni como referencia a un ser determinado diferente de ?l.
-El ser-para-s? tiene al ser determinado como momento suyo.
-Este ser determinado como momento del ser-para-s? es el ser-para-uno.
-En el ser-para-s?, que contiene como momento suyo al ser determinado como ser-para-uno, no contiene al uno.
-El ser determinado contenido en el ser-para-s? como su momento es s?lo ser para uno, pero todav?a no es uno.
[El ser determinado se representa en la conciencia y es as? infinito, pero a?n no es la conciencia en la que se representa el uno.]
-El ser-para-s? contiene al ser determinado como ser-para-uno; el momento del ser-para-uno en el ser-para-s? es ideal [es decir, es la representaci?n del ser determinado en la conciencia]
El ser-para-s?, en otro de sus momentos, es el ser determinado que es el uno, es decir, aquel que se representa al ser determinado, aquel para el cual el ser determinado es.
El uno que el ser-para-s? es, es tambi?n ideal, es decir, es la conciencia [autoconciencia].
El ser-para-s? y el ser-para-uno son momentos esenciales e inseparables de la idealidad.
El ser-para-s? como uno es el yo, el esp?ritu en general, Dios...
[Ya vimos anteriormente c?mo Hegel le escamote? al ser su infinitud para adjudic?rsela a la idea; ahora le sustrae la capacidad de concentrar en s? la determinaci?n para dar lugar a la unidad, al UNO y se la concede a la idea (al yo, al esp?ritu, a Dios...). O, al menos, considera a la conciencia, al esp?ritu y a Dios como la forma m?s alta de la unidad de las determinaciones del ser, como los UNOS por excelencia. El postulado de Hegel es que s?lo en la conciencia puede el ser lograr la unidad de sus determinaciones.]
Nota 1.
-El ser-para-s? es el ser determinado infinito.
-El ser determinado finito es un momento del ser para s?.
-Este momento es ideal, es decir, es la representaci?n del ser determinado finito en el ser-para-s? [ser determinado infinito] [conciencia, yo esp?ritu, Dios, etc?tera]
-El ser-para-s? es tambi?n ideal, es la conciencia, el yo, el esp?ritu, Dios, etc?tera, en donde se representa el ser determinado finito.
-El ser-para-s? es ideal y contiene al ser determinado finito como una representaci?n dentro de s?, como ideal.
-El ser-para-s? es la unidad de su naturaleza ideal y de la idealidad de su momento, la representaci?n del ser determinado finito.
-Lo ideal es la representaci?n.
-Lo real, aquello que es representado.
-Lo ideal es uno de los momentos y lo real el otro.
-La idealidad consiste en que ambas determinaciones, la ideal directamente y la real a trav?s de ?sta, son para-uno y valen para-uno (para el ser-para-s?).
-De esta manera, esta ?nica idealidad es indistintamente realidad [porque el ser-para-s? es la realidad por oposici?n al ser finito.]
-La autoconciencia, el esp?ritu, Dios, son lo ideal como infinita referencia puramente a s?.
-El yo est? por el yo, ambos son lo mismo; cada uno de los dos est? para uno, es ideal.
-El esp?ritu est? s?lo para el esp?ritu.
-Dios est? s?lo para Dios y s?lo ?sta unidad es Dios.
-La autoconciencia entra, como conciencia, en la distinci?n de s? y un otro, es decir, de su idealidad donde es representativo y de su realidad en cuanto su representaci?n tiene un contenido determinado, existente.
La idealidad es indistintamente realidad.
Cr?tica del idealismo.
1.- El ser el?ata o la sustancia de Spinoza son s?lo la negaci?n abstracta de toda determinaci?n sin que en la misma negaci?n sea puesta la idealidad.
2. En Spinoza la infinitud es s?lo la afirmaci?n absoluta de una cosa y por lo tanto s?lo la unidad inm?vil; la sustancia no llega ni una sola vez a la determinaci?n del ser-para-s?, ni mucho menos a los del sujeto y del esp?ritu.
3.- Malebranche: su idealismo es m?s profundo que el de Spinoza. Dios encierra en ?l todas las verdades eternas, las ideas y las perfecciones de todas las cosas, de tal modo que ?stas son s?lo las suyas y nosotros las vemos s?lo en ?l. "Dios despierta en nosotros nuestras sensaciones de los objetos mediante una acci?n que no tiene nada de sensible, donde nosotros imaginamos que alcanzamos del objeto no s?lo su idea, que representa su esencia, sino tambi?n la sensaci?n de su existencia. As?, pues, como las verdades eternas y las ideas (esencialidades) de las cosas tambi?n su existencia se halla en Dios, es una existencia ideal, no una real, si bien como objetos nuestros son s?lo para uno." La idealidad absoluta se halla determinada como saber.
Limitaci?n de Malebranche: la determinaci?n l?gica de la infinitud, que deber?a ser el fundamento de todo esto, no se halla realizada por s?.
4.-Leibniz. El idealismo leibniziano.
La m?nada es esencialmente ideal.
El representarse constituye un ser-para-s? en el cual las determinaciones no son t?rminos, no son una existencia; s?lo son momentos.
El representarse es una determinaci?n concreta pero no tiene ning?n otro significado que el de la idealidad.
A?n lo inconsciente se representa y percibe.
En este sistema se halla eliminado el ser-otro.
Las m?nadas no son otros unos respecto al otro:
-no se terminaron;
-no tienen ning?n influjo el uno sobre el otro;
-son suprimidas todas las relaciones que tienen como fundamento la existencia;
-la multiplicidad es s?lo una multiplicidad ideal e interior;
-la m?nada se halla referida s?lo a s? misma;
-las transformaciones se realizan en su interior y no son relaciones de ella a otro;
-las m?nadas son en ellas rec?procamente otras;
-el ser-para-s? se mantiene puro, sin relaci?n con la existencia.
Cr?tica del sistema de Leibniz.
Las m?nadas son representativas s?lo en s?, en Dios o en el sistema.
[Se elimina el ser-otro de las m?nadas a trav?s de la abstracci?n.]
Se presenta el ser-otro;
-el ser-otro puede caer en donde quiera incluso en la representaci?n misma;
-tambi?n el tercero que los considere como otros, como muchos, puede ser determinado como sea;
-sin embargo, la multiplicidad de su existencia es excluida por la abstracci?n de modo que las m?nadas sean no-otras.
[Ya Hegel dice c?mo la autoconciencia contiene la distinci?n entre s? y un otro, entre la representaci?n y la realidad; esto no existe en Leibniz quien hace abstracci?n de esa diferencia.]
[La idealidad es exterior a las m?nadas, no es de su propia naturaleza]
Si es un tercero el que pone el ser-otro de las m?nadas, este mismo tercero elimina su ser otro;
-este movimiento que convierte a las m?nadas en ideales cae fuera de ellas.
[A?n cuando el representar sea en el interior de una m?nada, el contenido es exterior a ella.]
Este movimiento, o sea el pensamiento, cae en el interior de una m?nada representativa;
-el contenido del pensamiento es en s? mismo exterior a ?l y por tanto a la m?nada.
Leibniz pasa de la M?nada de las M?nadas, por medio de un acto creador, a la categor?a de la multiplicidad abstracta de la existencia y de aqu? nuevamente a aquella unidad.
-La idealidad y el representarse espiritualizado de la conciencia quedan siendo algo formal;
-en las m?nadas la idealidad es una forma que permanece exterior a su multiplicidad.
-La idealidad [el representarse] tiene que ser inmanente a las m?nadas;
-pero por un lado su comportamiento es una armon?a que no cae en su existencia y por lo tanto es preestablecida;
-por otro lado, esta existencia suya no est? concebida como un ser-para-otro, ni como idealidad sino s?lo como abstracta multiplicidad.
La idealidad de la multiplicidad y la ulterior determinaci?n de ella hacia la armon?a no son inmanentes ni pertinentes a esta misma multiplicidad.
5.- Otro idealismo: Kant y Fichte.
Este idealismo no sale m?s all? del deber ser o del infinito progreso y permanece en el dualismo del existir y del ser-para-s?.

Lo primero que Hegel investiga es la relaci?n entre el ser-para-s? y el ser determinado.
El ser-para-s? existe bajo la forma del ser determinado inmediato; la negaci?n de la negaci?n que aquel es existe bajo la forma de la negaci?n simple, inmediata. El ser-para-s? y el ser determinado son iguales.
El ser-para-s?, sin embargo, es distinto del ser determinado: el ser determinado es el ser finito y el ser-para-si es el ser infinito.
Pero la verdad del ser determinado es s?lo un momento del ser para s?. (Ver todo el desarrollo anterior acerca de finitud e infinitud).
Como distinto del ser-para-s?, el ser determinado era, seg?n hab?amos visto, un otro, ser-para-otro; como momento del ser-para-s? elimina su ser otro y su ser-para-otro y es entonces ser-para-uno.
El ser determinado es s?lo un momento en el infinito retorno a s? del ser-para-s? (ser infinito, sustancia infinita); en este momento, el ser determinado es, como ser finito, un ser otro, un ser-para-otro, pero como manifestaci?n del ser-para-s?, como sustancia infinita en una modalidad de su existencia, es ser-para-uno, es decir, excluyente del otro, de la finitud.
Hegel se mueve a?n en el terreno del ser determinado tal como aparece en la existencia; a trav?s de ?l tiene que llegar a lo que es el sustrato del mismo, la sustancia infinita; como un "trozo", perm?tasenos tan b?rbara expresi?n, de tal sustancia infinita, el ser determinado es un ser que ha eliminado el otro, la finitud. Aqu? pues, la sustancia infinita se encuentra considerada todav?a a trav?s del ser determinado, existente; su existencia se encuentra mediada por la del ser finito.
El momento del ser-para-uno expresa c?mo el ser determinado, finito, est? en unidad con el ser infinito, es decir, como ideal.
Esto significa, en el lenguaje de Hegel, que la sustancia infinita, sustrato del ser determinado, se hace evidente para el sujeto por un acto del pensamiento, a partir precisamente del ser determinado; de esta manera, la relaci?n entre el ser determinado y el ser-para-s? es una idea, un pensamiento. En su n?cleo racional, esto quiere decir que el ser determinado est? formado por una sustancia (materia) que es el sustrato de todos los cambios que se dan en la existencia.
Una vez que Hegel llega a la sustancia infinita a trav?s del ser determinado, se instala definitivamente en ella y acomete la empresa de conocer su estructura y sus leyes peculiares (estructura de la materia).
De esta consideraci?n te?rica ha sido eliminado el ser determinado y queda como ?nico sujeto del conocimiento el ser-para-s?, la sustancia infinita.
En este sentido, la sustancia infinita es el uno para el cual el ser determinado como momento del ser-para-s? es, el uno que ha eliminado su otro.
El ser-para-s? es el uno, es decir, la sustancia infinita como ser existente, inmediato.
Hegel tambi?n atribuye al uno el car?cterde ideal. La sustancia infinita como ser existente inmediato s?lo puede ser aprehendida por un acto del pensamiento; la sustancia es representada por pensamientos; luego, quien piensa y los pensamientos son la sustancia: ?sta es tambi?n idealidad.
Lo que ha planteado Hegel, aunque de una manera idealista, es la existencia, hasta aqu?, de dos niveles de la objetividad: el campo de la finitud, del ser determinado existente inmediato y el de la infinitud, del ser infinito que tiene tambi?n una existencia inmediata. Detr?s del nacer y perecer de los seres finitos (las leyes de cuyo movimiento se han desentra?ado en todo lo anterior) se encuentra existiendo en ellas, en forma inmediata tambi?n, la sustancia infinita (la materia) y su estructura es ahora el objeto de estudio de Hegel. El macrocosmos y el microcosmos est?n poblados de seres determinados finitos y ?stos est?n formados de una sustancia infinita que tiene una estructura elemental que se caracteriza por su inmutabilidad; tal es la estructura at?mica de la materia. El ?tomo es la unidad de existencia de la materia tanto en el macro como en el microcosmos.
El ser-para-uno y el ser uno son momentos ideales de la sustancia ideal que es el ser-para-s?; pero el ser para s? es tambi?n la realidad m?s alta hasta ahora alcanzada: la idealidad es realidad y la realidad, idealidad. Aqu? Hegel completa definitivamente la inversi?n que ha iniciado en pasajes anteriores: el pensamiento, la idea es el "nous" de la sustancia infinita; la realidad, la sustancia infinita como existente inmediato es idea, pensamiento.
En otra parte de su l?gica, en una de sus notas, hab?a dicho Hegel que toda filosof?a era por necesidad idealista porque no hab?a una que no partiera de la declaraci?n de no existencia absoluta del ser finito, de su idealidad; ahora, a prop?sito de la idealidad que al mismo tiempo es realidad del ser-para-uno, el ser-uno y el ser-para-s?, hace la que el llama la cr?tica del idealismo.
Sobre el ser el?ata o la sustancia de Spinoza dice que son la negaci?n abstracta de toda determinaci?n; la cr?tica de Hegel se basa en el hecho de que en esa negaci?n no sea puesta la idealidad. Esto quiere decir que ni los el?atas ni Spinoza consideran al ser finito como una forma de existencia de la sustancia infinita, forma que es negada y conservada al mismo tiempo, sino como una existencia separada por completo de la sustancia infinita que es un ser absolutamente ajeno a la determinaci?n, inm?vil.
De Malebranche dice Hegel que su idealismo no es m?s profundo que el de Spinoza; Dios como idealidad es la sustancia infinita: ?l contiene en s? tanto las verdades eternas, las ideas de todas las cosas, como las sensaciones de las cosas finitas; sin embargo las cosas no tienen una existencia real, s?lo ideal en Dios. En resumen, para Malebranche la sustancia infinita contiene tanto al ser infinito como la determinaci?n, en lo que se diferencia de Spinoza y los el?atas, pero esta determinaci?n es meramente interna, sin realidad exterior. Hegel comenta que al idealismo de Malebranche le falta el concepto l?gico de infinitud, esto es, el considerar al ser determinado como un momento existente de la sustancia infinita.
Para el idealismo Leibniziano la sustancia infinita est? formada por m?nadas que son los ?tomos de la naturaleza y los elementos de las cosas; estas m?nadas son representativas, es decir, representan en su interior idealmente lo existente, pero adem?s de eso no hay ninguna relaci?n entre el ser-para-s? que es la m?nada y el ser determinado finito; seg?n Hegel, el representarse es una determinaci?n concreta pero que no tiene otra significaci?n que la idealidad; esto significa que Leibniz no establece la existencia del ser determinado como un momento del ser infinito.
Por ?ltimo, del idealismo de Kant y Fichte expresa Hegel que no sale m?s all? del deber ser o del infinito progreso; con lo cual quiere decir que ese idealismo se queda en el paso constante de un algo a otro algo sin llegar a trav?s de este movimiento al concepto del ser que perdura, del ser infinito. Este idealismo se mantiene en la separaci?n del ser determinado y el ser-para-s?.

c) Uno.
El ser-para-s? es la simple unidad de s? mismo y de su momento, el ser-para-uno.
Los momentos del ser-para-s? caen en la indistinci?n que es inmediaci?n o ser;
-pero esta inmediaci?n se fundamenta en el negar que est? puesto como su determinaci?n;
-de esta manera el ser-para-s? es un existente-para-s?;
-como en esta inmediaci?n desaparece su significado anterior.
-el ser-para-s? es el t?rmino abstracto de s? mismo, lo uno.
[?l uno contiene todos los momentos del ser determinado que se han estudiado aqu?: el algo, su negaci?n que es el otro, el ser-en-s?, su negaci?n que es el l?mite y el t?rmino. El ser-para-s? y su momento el ser-para-uno.]
Los momentos del ser-para-s? se separan el uno del otro.
Esos momentos son:
1) la negaci?n en general [cualidad];
2) la negaci?n de la negaci?n [algo];
3) negaci?n de dos que son lo mismo
4) y que son absolutamente opuestos,
5) la referencia a s?, la identidad como tal,
6) referencia negativa que a la vez es a s? misma.
En el uno cada momento se halla puesto como una determinaci?n propia, existente [y que por tanto excluye a los dem?s] y, sin embargo, son a la vez inseparables.
De cada determinaci?n debe decirse lo contrario. Contradicci?n.

Para llegar a la consideraci?n del ser-para-s? como objeto del conocimiento, Hegel tom? por punto de partida al ser determinado en su car?cter de momento del ser-para-s?; el ser-para-uno es precisamente ese ser determinado que es momento del ser-para-s?; el ser-para-s? es la unidad de s? mismo y su momento, el ser-para-uno.
El ser determinado como ser-para-uno es el ser determinado que ha eliminado su relaci?n con otro, su finitud; es, por tanto, como dijimos arriba, s?lo un "trozo" de sustancia infinita, de materia.
Lo uno para lo cual el ser determinado es el ser-para-s?, el ser infinito.
Lo uno es la sustancia infinita (materia con su estructura at?mica) que existe inmediatamente como sustrato del ser determinado.
Lo uno es el sustrato existente del mundo finito; por lo tanto contiene, como momentos, todas las determinaciones de la esfera de la finitud: el algo y su negaci?n que es el otro, el ser-en-s? y su negaci?n que es el t?rmino, el deber ser y el l?mite.
En esta parte de su obra subraya Hegel la relaci?n indisoluble entre la sustancia infinita y sus propiedades generales y el ser finito. Aqu? precisamente radica la diferencia que existe entre la filosof?a de Hegel y los anteriores fil?sofos idealistas (los el?atas, Spinoza, Malebranche, Leibniz, Fichte y Kant). Para Hegel, el ser determinado finito no s?lo es ideal, sino que tiene realidad, existe y existe como momento del ser-para-s?, del ser infinito. Este es el n?cleo racional. Sin embargo aqu? tambi?n penetra la metaf?sica hegeliana: puesto que el ser infinito es, como ya vimos, sujeto pensante y pensamiento, el mundo finito es el volcarse de la idea en la realidad, es el producto de la idea en una fase de su desarrollo, un momento de ella.

B.- UNO Y M?LTIPLE.
[Unidad del ser infinito y del ser finito.]
Lo uno es la simple referencia del ser-para-s? a s? mismo en la cual tiene la forma de la inmediaci?n y sus momentos se vuelven ahora existentes.
[1) En el ser-para-uno el ser determinado deviene en ideal.]
-Como referencia de lo negativo a s?, lo uno es un determinar;
-en tanto referencia a s? es un infinito autodeterminarse,
-pero como existencia-para-s?, esas determinaciones ya no existen s?lo como momentos internos, sino que son puestas como existentes.
[2) En el uno la idealidad deviene realidad.]
-En consecuencia, la idealidad, es decir, la referencia a s? del ser-para s?, se trueca en la realidad, y sin duda en la realidad m?s abstracta, como uno.
[Primero, seg?n Hegel, el ser-en-s?, el ser determinado infinito, la conciencia, se representa al ser determinado finito haci?ndolo suyo de una manera ideal; recoge a su otro dentro de s? mismo. Una vez realizado este traspaso, el ser-en-s?, la conciencia, se vuelca sobre la existencia trastocando los momentos ideales del ser-en-s? en determinaciones reales. Primera mistificaci?n: el ser finito s?lo puede transformarse en infinito por mediaci?n de la conciencia; segunda mistificaci?n: la conciencia infinita engendra la existencia.]
[El uno es la unidad simple, elemental, irreducible del ser determinado.]
-El ser-para-s? es el uno: [como existente para si];
-la unidad del ser [infinito] y del ser determinado;
-la absoluta unificaci?n de la relaci?n hacia otro y la relaci?n hacia s?;
adem?s es:
-la determinaci?n del ser en contra de la destinaci?n de la infinita negaci?n, contra la auto destinaci?n;
-de modo que lo que uno es en s?. ahora est? s?lo en ?l;
-lo negativo por lo tanto es un otro como distinto de ?l
[En el uno el ser se ha determinado pero negando la determinaci?n y el deber ser del ser-en-s?; es decir, que el ser-en-s? no tiene ninguna otra determinaci?n posterior: lo otro es algo distinto de ?l.]
Lo que en el uno se presenta como distinto de ?l es su propio determinarse a si mismo;
-su unidad consigo mismo tal como su diferencia se halla rebajado a una relaci?n;
[Se niega a s? mismo como otro, se afirma como uno.]
-como unidad negativa es negaci?n de s? mismo como de un otro y
[Excluye de si a lo uno como un otro.]
-exclusi?n de lo uno como de un otro respecto a s?, a lo uno.
a)Lo uno en ?l mismo.
En ?l mismo lo uno existe;
-este ser suyo no es un ser determinado; [es decir, que no es un ser determinado por un otro exterior]
-no es una determinaci?n como referencia a otro;
-no es una constituci?n;
-es el haber negado esta esfera de categor?as.
Lo uno, por tanto, no es capaz de convertirse en ning?n otro; es inmutable.
[Es la sustancia elemental, los "ladrillos del universo", las m?nadas de Leibniz.]
[Es un ser determinado en s? mismo, no por otro.]
-Su indeterminaci?n es la determinaci?n que es una referencia a s? mismo,
-es un absoluto ser determinado;
-tiene su diferencia en ?l "...una direcci?n que marcha desde s? hacia lo exterior respecto a otro, pero que inmediatamente se vuelca, porque seg?n este momento del autodeterminarse no hay ning?n otro hacia el cual pueda proceder y as? ella ha efectuado un retorno dentro de s?." p. 145
En esta inmediaci?n han desaparecido la mediaci?n del ser determinado y la idealidad;
-con ello ha desaparecido toda multiplicidad.
No hay nada en el uno. [Es decir, no hay en ?l ser determinado finito porque el uno es tan solo el elemento simple de la finitud]
Esta nada es la abstracci?n de la referencia a s? mismo; la nada es distinta del mismo ser dentro de s? [del ser que tiene a su otro en s? mismo].
[El uno tiene la destinaci?n de ser concreto.]
El uno es un puesto porque
-este ser dentro de s? ya no es lo simple del algo
-sino que tiene la destinaci?n de ser concreto en tanto mediaci?n.
En cuanto abstracto, es id?ntico con lo uno pero distinto de la destinaci?n de uno.
As?, esta nada puesta como en lo uno es la nada como vac?o.
Lo vac?o es la cualidad de lo uno en su inmediaci?n.
[El uno y el vac?o son id?nticos.]
[El uno es la unidad elemental del ser infinito determinado, del ser que tiene las propiedades m?s generales. Pero al mismo tiempo es el ser que no tiene ninguna determinaci?n finita, que no es el ser determinado finito, que es la nada. La nada como cualidad del uno es el vac?o. Aqu? encontramos de nuevo planteada la identidad con la que empieza Hegel su l?gica: el ser puro y la pura nada como id?nticos en su falta absoluta de determinaci?n; ahora: el ser infinito determinado y el vac?o son id?nticos en la ausencia de determinaci?n finita; el ser infinito y el vac?o son id?nticos en el uno.]
b) Lo uno y el vac?o.
[Lo uno y el vac?o, distintos]
Lo uno es el vac?o.
Ya hab?amos visto que el uno es el ser-para-s? volcado a la existencia, el existente-para-s?.
Pero en tanto es igual a la nada es distinto de la simple inmediaci?n o de la existencia inmediata del uno.
Por lo tanto, en su relaci?n [del uno y del vac?o] se halla puesta su diversidad.
Pero al ser diferente de lo existente, la nada como vac?o se halla fuera del uno existente.
[Su distinci?n llega hasta el punto de hallarse uno fuera del otro.]
[?l ser-para-s? es la unidad del uno y el vac?o.]
El ser-para-s? como lo uno y el vac?o es otra vez un ser determinado.
Los momentos del ser-para-s? son lo uno y el vac?o;
-estos momentos se separan de su unidad y se vuelven exteriores;
-la determinaci?n del ser se introduce a trav?s de la simple unidad de los momentos;
-esta determinaci?n del ser se rebaja a la situaci?n de un solo lado, a la existencia;
-la otra determinaci?n del ser, la negaci?n en general, se contrapone igualmente como existencia de la nada, como el vac?o.
[El uno existe; el uno es el vac?o.]
[El uno como ser infinito determinado es un existente; el uno existe como un no-ser determinado finito; el uno es por tanto el no-ser finito, la nada; la nada en esta determinaci?n es el vac?o; el uno es id?ntico al vac?o.]
[El uno y el vac?o son diferentes, son dos momentos del ser-para-s?.]
[El uno es el vac?o; pero el uno es existente y el vac?o es precisamente la no-existencia inmediata; el uno y el vac?o son diversos.]
[El uno y el vac?o son exteriores uno al otro; el ser infinito es un existente y tambi?n lo es la negaci?n del ser determinado finito, la nada y el vac?o.]
[El vac?o como diferente de lo uno existente se halla fuera de ?ste; lo uno y el vac?o, como momentos del ser-para-s?, se separan de su unidad y se vuelven exteriores.
[Al separarse uno del otro tienen una existencia separada: la determinaci?n del ser se rebaja a la situaci?n de un solo lado, a la existencia y la determinaci?n del no-ser, la negaci?n en general, es tambi?n un existente, la nada y el vac?o existentes.
[El uno y el vac?o son lo mismo, ambos existen en un solo ser; el uno y el vac?o son distintos por lo que se constituyen en momentos del ser-en-s?; el uno y el vac?o se separan, se vuelven exteriores y el uno existe fuera del vac?o y viceversa.]
Nota.
Lo uno, como categor?a del ser determinado, es lo que en los antiguos se present? como el principio atom?stico.
Principio atom?stico: la esencia de las cosas consiste en los ?tomos y el vac?o.
La determinaci?n de la esencia como ?tomos y vac?o es m?s alta que la del ser de Parm?nides y del devenir de Her?clito.
Sin embargo, la oposici?n entre ?tomos y vac?o es concebida como exterior: los ?tomos de un lado y el vac?o de otro.
De aqu? result? la relaci?n igualmente trivial y exterior de la composici?n de los ?tomos para dar lugar a lo concreto y m?ltiple.
A?n entre los antiguos el atomismo evolucion? en un sentido positivo: adem?s de su abstracci?n tuvo una determinaci?n especulativa: el vac?o fue reconocido como fuente o causa del movimiento.
Esta manera de ver contiene el pensamiento m?s hondo de que en lo negativo en general est? el fundamento del devenir, de la inquietud del automovimiento.
El vac?o es fundamento del movimiento como referencia negativa de lo uno a su negativo, o sea a lo uno, vale decir a s? mismo, que sin embargo est? puesto como existente.

Hegel parti? del ser determinado para llegar al ser-para-s?, al ser infinito; por mediaci?n del ser finito, y a trav?s de un acto del pensamiento. Hegel toma conciencia de la existencia de una sustancia infinita que aqu? es apenas s?lo un pensamiento y resultado del pensamiento, una hip?tesis. El ser determinado y el ser infinito son eminentemente ideales, meros pensamientos. El ser infinito es ideal y los momentos del ser determinado momentos ideales suyos.
Instalado ya en lo que el pensamiento le ha develado, el ser infinito, Hegel lo considera como lo que realmente es, es decir, no un pensamiento, no algo ideal, sino algo existente, real, inmediato; sus momentos, es decir, las determinaciones de la finitud, son tambi?n existentes. La idealidad se trueca en realidad.
El ser-para-s?, la sustancia infinita es, por tanto, real, existente.
En este tr?nsito del ser determinado al ser infinito vemos con toda claridad el m?todo de Hegel. Como lo que el sujeto tiene frente a s? es el ser determinado, finito, mudable, su primera aproximaci?n al ser infinito es una deducci?n; de ah? entonces que el ser finito como momento de la sustancia infinita y esta misma sean, en esta primera aproximaci?n del sujeto, pensamiento, hip?tesis, idea; sin embargo, Hegel no lo expresa de esa manera sino de un modo m?stico: para ?l la idealidad no es un reflejo de la realidad en el sujeto sino la misma realidad en una fase de su desarrollo. El ser determinado finito se ha convertido por s? mismo en infinito y en esa transmutaci?n ha llegado a ser idea, pensamiento.
Posteriormente, el sujeto se encuentra ante la sustancia infinita como objeto de conocimiento: ya no es una mera hip?tesis, sino una realidad existente. El sujeto entonces abandona el terreno de la idealidad, del pensamiento como mera deducci?n y se apresta a analizar aquella realidad viva que tiene ante s?. Hegel, nuestro m?stico, presenta esto como si el objeto ideal se trocara ahora en un objeto real.
El c?rculo m?stico de Hegel se ha completado: el ser real se convierte en ser ideal; el ser ideal se transforma en ser real. La mistificaci?n es reforzada cuando Hegel mismo dice, a prop?sito de la infinitud verdadera, que un ejemplo m?s cercano de ella lo es la autoconciencia, es decir, la conciencia de la conciencia, el pensamiento.
El ser infinito y sus momentos son, pues, existentes inmediatos.
El ser infinito inmediato que es lo uno, es decir, aquel ser que no est? determinado por ning?n otro, que es la infinita referencia a s?, la eliminaci?n de su otro, esta sustancia infinita est? formada por m?ltiples unidades
La naturaleza de ?stas es la que ahora se dispone Hegel a examinar.
Lo uno existe y es la negaci?n de todas las determinaciones del ser determinado (finito): por tanto no es capaz de convertirse en ning?n otro, es inmutable.
Lo uno est? determinado en s? mismo, no a trav?s de otro; es un absoluto ser determinado.
Lo uno como ser infinito determinado es un existente; el uno es el no-ser finito, la nada; la nada en esta determinaci?n es el vac?o; el uno es id?ntico al vac?o.
Lo uno es el vac?o; pero lo uno es existente y el vac?o es precisamente la no existencia inmediata; el uno y el vac?o son diversos.
El vac?o como diferente de lo uno existente se halla fuera de ?ste; lo uno y el vac?o, como momentos del ser para s?, se separan de su unidad y se vuelven exteriores.
Al separarse uno del otro tienen una existencia separada: la determinaci?n del ser se rebaja a la situaci?n de un s?lo lado, a la existencia y la determinaci?n del no-ser, la negaci?n en general, es tambi?n existente, la nada y el vac?o existentes.
El uno y el vac?o son lo mismo, ambos existen en un solo ser; el uno y el vac?o son distintos por lo que se constituyen en momentos del ser-para-s?; el uno y el vac?o se separan, se vuelven exteriores y el uno existe fuera del vac?o y viceversa.
El elemento de la sustancia infinita es el ?tomo; esta estructura del ser determinado tiene caracter?sticas espec?ficas. Por definici?n, como elemento del ser que permanece a trav?s de todos los cambios, es inmutable. Los diversos elementos qu?micos est?n formados por ?tomos; el ?tomo a su vez est? formado por part?culas en movimiento que le dan una intensa vida interna y son la base de sus relaciones con el exterior.
Es innegable que hubo un proceso c?smico (en nuestra isla c?smica), perdido en el tiempo infinito, por el cual los ?tomos se formaron a partir de part?culas sub-at?micas y tambi?n es inconstestable que deber? de haber en la lejan?a infinita del tiempo un proceso opuesto por el cual la materia con estructura at?mica se disuelva en sus part?culas elementales; de la misma manera es cierto que en la naturaleza existen procesos por los cuales los ?tomos de determinados elementos qu?micos se disgregan en las part?culas que los componen e igualmente lo es que ciertas interacciones entre los ?tomos se realizan a trav?s de part?culas sub-at?micas.
Pero todo esto no desdice nada del hecho de que el ?tomo como tal es la unidad elemental del ser que subsiste a los cambios; la estructura at?mica es la que sirve de fundamento a todas las transformaciones que se producen en el ser determinado finito y del ?tomo salen y al ?tomo vuelven las part?culas sub-at?micas, las cuales no tienen significaci?n ni eficacia por s? mismas, sino en su relaci?n con la estructura at?mica; en el sentido de todas estas consideraciones, el ?tomo es inmutable.
El uno o el ?tomo tiene una existencia inmediata; como ser infinito es el no-ser del ser determinado finito. De esta suerte, es el no-ser finito, la nada, que en esta determinaci?n es el vac?o.
El ser determinado finito tiene su no-ser como el ser otro, el integrar a otro a su ser, el pasar a otro y, por ?ltimo, como el perecer, el dejar de ser. Pero mientras el ser finito existe excluye de s? mismo el no-ser como la nada; es, por decirlo as?, un ser "lleno". El elemento del ser determinado infinito, lo uno, el ?tomo, tiene el no-ser como la nada en s? mismo, es un ser vac?o.
El ?tomo est? formado por part?culas infinitesimalmente peque?as y por un espacio vac?o, constituyente suyo, en el cual ?stas act?an y se mueven. El ser del ?tomo lo componen tanto las part?culas sub-at?micas como el vac?o en el cual se desenvuelven; el ser del ?tomo es la unidad del ser y el vac?o: el ?tomo es id?ntico al vac?o.
Si, continuando con la l?nea de pensamiento de Hegel, quisi?ramos ir m?s adelante en esta determinaci?n, tendr?amos que establecer la naturaleza de las part?culas sub-at?micas. Estas estar?an tambi?n constituidas por part?culas m?s peque?as actuando en un espacio integrado a la part?cula sub-at?mica; es decir, que el ser de ?sta ser?a tambi?n el vac?o.
El ser y el vac?o existen, son momentos de lo uno, del ?tomo. El ?tomo existe sucesiva y simult?neamente como sus part?culas y el vac?o; la existencia del ?tomo es la interacci?n entre las part?culas y el vac?o (lo que la moderna f?sica llama "campos"), entre el ser y la nada en esta determinaci?n m?s concreta. El vac?o es la negatividad que determina al ser. Hegel descubri?, casi 200 a?os antes, lo que nuestros f?sicos modernos apenas empiezan a vislumbrar en sus teor?as de la estructura de la materia.
El uno y el vac?o son distintos; en virtud de ello se separan y se mantienen exteriores; el ?tomo existe al lado del vac?o que es la no existencia del ?tomo. El ser determinado infinito, la sustancia infinita, est? formada por ?tomos que act?an y se mueven en el vac?o. El vac?o como no-ser exterior del ?tomo existe y est? tambi?n en interacci?n con ?ste, es la negatividad que lo determina.
Hegel ha penetrado a?n m?s en el terreno de la objetividad. Tras el ser que perece ha encontrado el ser infinito y ahora acomete la tarea de develar la estructura del mismo. El ser infinito es una sustancia formada por unidades elementales (?tomos) inmutables (en el sentido que determinamos en l?neas anteriores) que son una unidad concreta del ser y la nada (?sta tiene aqu? la determinaci?n del vac?o). El ser de lo uno, es decir, del ?tomo, es el vac?o; el ser del vac?o, es lo uno.
Cuando Hegel inici? el desarrollo de su l?gica parti? de las dos abstracciones vac?as a que hab?a llegado la filosof?a anterior: el ser absoluto y la nada absoluta. Las declar? falsas, no objetivas y demostr? que ambas s?lo ten?an sentido en el devenir del ser que era la unidad y la diferencia del ser y la nada; pero aqu? el ser y la nada se mostraban todav?a exteriores uno al otro: la nada era la naturaleza del ser s?lo como destino; la nada era el no-ser, el dejar de ser del ser.
En el an?lisis de la estructura de la sustancia infinita, Hegel pone al descubierto que en la unidad elemental de ?sta, en lo uno, el ser es inmediata y directamente la nada y que la nada es inmediata y directamente el ser; la nada del ser no es s?lo su ser-otro o su destino, sino su propia naturaleza actual, inmediata. La profundidad del pensamiento de Hegel se nos mostrar? de una manera m?s evidente si tomamos en consideraci?n que es s?lo ahora, a casi 200 a?os de distancia, cuando nuestros f?sicos empiezan a descubrir esa identidad entre el ser y la nada obligados por el hecho de que al penetrar cada vez m?s hondo en el microcosmos lo que creen tener atrapado como part?cula material se les escapa de las manos como "campo" y viceversa.
c)Muchos unos. Repulsi?n.
Lo uno y el vac?o son el ser-para-s? en su m?s inmediato ser determinado.
Cada uno de estos momentos tiene como determinaci?n la negaci?n y est? puesto como un ser determinado.
Lo uno y el vac?o son la relaci?n de la negaci?n a la negaci?n como de un otro a su otro;
[Es la determinaci?n del ser infinito a trav?s de la negaci?n del ser determinado finito. Es la determinaci?n del no-ser finito en la negaci?n del ser determinado infinito..]
-lo uno es la negaci?n en la determinaci?n del ser;
-el vac?o es la negaci?n en la determinaci?n del no-ser;
-lo uno es relaci?n hacia s? como negaci?n, es decir, es ?l mismo lo que debe ser el vac?o fuera de ?l.
Lo uno y el vac?o se hallan puestos como una existencia afirmativa;
-lo uno como el ser-para-s? en cuanto a tal;
-lo vac?o como existencia indeterminada en general.
El ser-para-s? de lo uno es esencialmente la idealidad de la existencia y del otro;
-no se refiere como a un otro, sino s?lo a s?.
[Es el representarse la existencia y el otro. No es relaci?n con la existencia ni con el otro.]
Pero al hallarse fijado como uno, como existente para s?, como inmediatamente presente, su relaci?n negativa hac?a s? es a la vez relaci?n hacia un existente.
[Pero al relacionarse consigo mismo a trav?s de la negaci?n se relaciona con un existente.]
-Aquello a lo cual se refiere permanece determinado como una existencia, como un otro;
-el otro, como referencia a s? mismo, no es la negaci?n indeterminada, como vac?o, sino que es igualmente uno.
[Genera de su seno a otros unos.]
Lo uno es un devenir muchos unos.
M?s bien no es un devenir sino un producir muchos unos.
Lo uno se convierte en lo uno.
Lo uno tiene lo negativo en ?l mismo.
Hay en primer lugar la propia referencia inmanente de lo uno.
En segundo lugar, como la reflexi?n es negativa y lo uno es a la vez un existente, lo uno se rechaza a s? mismo lejos de s?.
La referencia negativa de lo uno a s? mismo es repulsi?n.
[Esta es una profunda idea de Hegel; aqu? contin?a con el proceso de an?lisis del desarrollo del ser: primeramente el ser tiene a su no-ser, a su otro fuera de s?; despu?s lo tiene en su interior como t?rmino y por ?ltimo lo repele de s?, lo engendra como otro ser.
[Lo uno se refiere negativamente a s? mismo; como el uno es un existente entonces se rechaza a s? mismo y se establece como otro uno; el uno produce a los otros unos.]
[Repulsi?n en s?: el uno engendra otros unos.]
La repulsi?n es poner a muchos unos por medio de lo uno mismo [el uno engendra muchos unos.]
La repulsi?n es el salir fuera-de-s? de lo uno hacia otros seres que son ellos mismos s?lo unos. Esta es la repulsi?n en s?.
[Repulsi?n exterior.]
Hay otro tipo de repulsi?n que es no como la generaci?n de los unos, sino s?lo el rec?proco mantenerse alejado de unos que son presupuestos y ya presentes, es la repulsi?n exterior.
Los muchos unos como tales:
-el devenir producido de los muchos desaparece de inmediato;
-quedan los unos producidos que no son para otro sino que tienen una referencia infinita a s? mismos;
-lo uno y lo repelido son unos, existentes;
-los unos se hallan presupuestos uno frente a otro por medio de la repulsi?n;
-los unos se hallan existentes uno frente al otro, en tanto se refieren solo a s?;
-la pluralidad aparece no como un ser otro sino como una determinaci?n completamente exterior a lo uno;
-la relaci?n entre los unos es como ninguna relaci?n;
-es otra vez el vac?o.
El vac?o es el t?rmino de los unos, su no-ser.
Lo uno en s? es la repulsi?n de lo uno desde s? mismo.
La infinitud es el uno fuera del otro; es la infinitud que ha salido fuera de s?.
La infinitud ha salido fuera de s? por inmediaci?n del infinito, de lo uno.
La infinitud es:
-un simple referirse de lo uno a lo uno y
-la absoluta carencia de relaci?n de lo uno;
-es aquello de acuerdo con la simple referencia de lo uno a s?;
-es esto seg?n la misma referencia pero negativa.
[La infinitud es el uno y el vac?o.]
La pluralidad de lo uno es el propio poner de lo uno;
-lo uno no es m?s que la negativa referencia de lo uno a s? y por tanto es lo uno m?ltiple.
[Repulsi?n en s?; pluralidad en s? de lo uno; producci?n de los unos por el uno]
La pluralidad es absolutamente exterior a lo uno;
-lo uno es el eliminarse del ser-otro;
-la repulsi?n es su referencia a s? y simple igualdad consigo mismo.
[Repulsi?n exterior.]
La pluralidad de los unos es la infinitud como contradicci?n.
[La infinitud es la pluralidad de unos que al mismo tiempo se relacionan consigo mismos y carecen absolutamente de relaci?n, es decir, que son una unidad de los unos y el vac?o; que al mismo tiempo es el producir los unos y el permanecer exteriores entre s?.]
Nota.
La m?nada de Leibniz.
Leibniz, a partir de la m?nada representativa determinada como existente-para-s?, s?lo progresa hasta la repulsi?n exterior.
[Su pluralidad es ideal, s?lo el representarse.]
La m?nada es para-s?-misma el mundo entero cerrado: en su representarse tiene una multiplicidad interior que no cambia nada su naturaleza de existir para s?, indiferente frente a la existencia y el ser-para-s? de los otros.
Leibniz acepta la multiplicidad como dada [repulsi?n exterior], pero no la concibe como una repulsi?n [en s?] de la m?nada.
El atomismo.
No tiene el concepto de la idealidad.
No concibe lo uno como si este contuviera los dos momentos del ser-para-s? y del ser-para-?l.
Sin embargo supera la multiplicidad puramente indiferente.
Los ?tomos llegan unos frente a otros a una determinaci?n posterior, aunque de una manera inconsecuente.

El ser-para-s? (la sustancia infinita) es la unidad de los momentos de lo uno y el vac?o.
El uno y el vac?o tienen como determinaci?n la negaci?n; el uno es el no-ser del ser determinado y el vac?o el no-ser del no-ser determinado. Como tales negaciones, est?n relacionadas entre s? de una manera extr?nseca.
El uno no s?lo se refiere al vac?o como a algo exterior; el uno mismo es en ?l el vac?o. El uno se refiere negativamente a s? mismo: el uno como vac?o niega al uno como tal.
En esta negaci?n, sin embargo, ambos, el uno como tal y el uno como vac?o, tienen una existencia afirmativa; es decir, la negaci?n los deja a?n separados unos del otro en el mismo uno.
El uno como tal se refiere negativamente a s? mismo; el uno como tal se niega a s? mismo a trav?s del uno como vac?o; en esta negaci?n el uno se empuja a s? mismo fuera de s? para convertirse en otro. Este otro es tambi?n un uno, este a su vez sale hacia otro uno y as? sucesivamente. La sustancia infinita, el ser para s?, est? formada por m?ltiples unos inmersos en el vac?o que se repelen de s? mismos.
Al empujarse fuera de s?, al repelerse a s? mismo en virtud de la dial?ctica interna de su negatividad (como vac?o se niega como uno en-s?), el uno establece una relaci?n con los otros unos, prolonga su ser en ellos (los "engendra", dice Hegel), deviene otros unos, se convierte en otros unos.
Aqu? Hegel establece la naturaleza de la sustancia infinita: est? formada por una multitud de unos que son unidades del ser y la nada y que est?n en relaci?n unos con otros de tal manera que el ser de uno se contin?a en el otro y viceversa. Los unos no son elementos aislados encerrados en s? mismos sino unidades en ?ntima relaci?n, tan ?ntima que en realidad el otro no es sino la continuaci?n del uno, parte de su ser. Hegel dice que esta relaci?n por la cual el uno se rechaza a s? mismo y se contin?a en otro uno no es la misma estudiada a prop?sito del ser determinado finito, en donde la relaci?n con el otro es el ser el otro en s? mismo y el convertirse en otro; en esta relaci?n m?s alta el uno tiene al otro fuera de s? mismo y no lo incorpora a s? o se transforma en ?l, sino que lo engendra de s? como una continuidad suya.
A esta relaci?n de los m?ltiples unos la llama Hegel repulsi?n en s? para diferenciarla de la otra repulsi?n que existe entre los unos.
Los unos se rechazan a s? mismos fuera de s? y producen a los otros unos.
Esto significa simple y sencillamente que el ser del uno se prolonga en el ser de otro uno. Pero esta continuaci?n en el otro tiene como premisa la repulsi?n de s? mismo, es decir, la separaci?n del otro en el que se contin?a. La repulsi?n de s? mismo se transforma en la repulsi?n con respecto a los otros; esta ?ltima es la repulsi?n exterior.
As? considerados, los m?ltiples unos se repelen unos a otros; son unidades de la sustancia infinita que prolongan su ser una en la otra pero que lo hacen a trav?s de su mutua repulsi?n. El ser-otro, la prolongaci?n del ser del uno en el otro no se realiza como una incorporaci?n o extensi?n del ser del otro al uno sino como una acci?n rec?proca de los unos a trav?s del vac?o.
Al repelerse mutuamente se pone de nuevo de relieve su naturaleza de unos como tales, es decir, encerrados en s? mismos, sin ninguna relaci?n exterior.
Cada uno tiene una referencia infinita a s? mismo.
Pero como ya se vio, esa referencia infinita a s? mismo es un rechazarse de s? mismo y producir los otros unos; de esta manera la infinitud sale de s? a trav?s de lo uno y establece una multiplicidad infinita de uno que se repelen.
En este punto Hegel ha adelantado un paso m?s en el desentra?amiento del ser-para-s?, es decir, de la sustancia infinita. Ha llegado a la conclusi?n de que la sustancia infinita est? constituida por una pluralidad de unos que al mismo tiempo est?n en una relaci?n infinita consigo mismos por la cual se conservan inmutables (en el sentido que establecimos en p?ginas anteriores) y a trav?s del vac?o (su no-ser) y por esa misma relaci?n consigo mismos, ahora negativa, prolonga su ser en una multiplicidad infinita de unos que se repelen permaneciendo exteriores entre s?.
La pluralidad de los unos es la infinitud como contradicci?n.

C. REPULSI?N Y ATRACCI?N.
a) El excluir de lo uno.
Los muchos unos son existentes;
[relaci?n extr?nseca entre los unos]
-su ser determinado o relaci?n de uno a otro es una no-relaci?n, les es extr?nseco, es el vac?o abstracto; relaci?n intr?nseca entre los unos.]
-pero al mismo tiempo los muchos unos son una referencia a s? como a otros existentes;
-los muchos unos son la contradicci?n mostrada, la infinitud puesta en la inmediaci?n del ser.
Con esto la repulsi?n encuentra lo inmediato que ha sido rechazado por ella.
En esta determinaci?n, la repulsi?n significa excluir; lo uno repele s?lo los muchos unos no engendrados y no puestos por ?l.
La multiplicidad es un ser-otro no puesto;
-el t?rmino es el vac?o, aquel d?nde los unos no-existen;
-pero los unos existen a?n en el vac?o;
-su repulsi?n es su com?n relaci?n.
[Los unos son la unidad del ser-para-s? y el ser-para-uno; pero para cada uno aislado esta unidad de sus momentos es s?lo y por el momento una hip?tesis, una idea. S?lo cuando el ser-para-uno se convierte en ser-para-otro esta hip?tesis se confirma, la idea se vuelve realidad.]
Su repulsi?n rec?proca es el ser determinado puesto de los muchos unos;
-es su propio distinguirse el que los conserva.
Los unos se niegan mutuamente y se ponen s?lo como para uno [idealidad, representaci?n].
Al mismo tiempo niega el ser s?lo para uno [la idealidad] y existen [vuelta a la realidad].
As? quedan separados los momentos que en la idealidad est?n absolutamente unidos.
[En la idealidad el otro es ?l mismo.]
-En la idealidad, lo uno, el ser-para-s? [uno de sus momentos], es tambi?n ser-para-uno [otro de sus momentos] pero lo es en ?l mismo [est?n absolutamente unidos] [el distinguirse de s? se halla inmediatamente eliminado]
[En la pluralidad, el otro, el distinto existe fuera del uno.]
En la pluralidad lo uno distinto tiene un ser:
-el ser-para-uno es un ser para otro [la idealidad se convierte en realidad];
-cada uno se ve rechazado por su otro, eliminado y convertido en uno que no es para s?, sino para uno, y que sin duda es otro uno.
[l)Los unos se conservan por su repulsi?n rec?proca.]
El ser-para-s? de los muchos unos es su auto conservaci?n por la mediaci?n de su repulsi?n rec?proca:
[2) En esta repulsi?n los unos ponen al otro como un puro ser-para-otro (el otro uno es representaci?n)].
-en esta repulsi?n rec?proca se eliminan mutuamente y ponen a los otros como un puro ser-para-otro;
[3) Al mismo tiempo, la auto conservaci?n es poner los unos como no siendo para un otro.]
-pero a la vez esta auto conservaci?n consiste en rechazar esta idealidad y en poner a los unos como si no debieran ser para-un-otro;
[4) La auto conservaci?n de los unos mediante su repulsi?n es a la vez su disoluci?n.]
-pero esta auto conservaci?n de los unos mediante esta relaci?n rec?proca es m?s bien su disoluci?n.
[Los unos se conservan como tales por medio de su rec?proca repulsi?n.
[Los unos son al mismo tiempo los otros y ?stos tienen la naturaleza del ser-para-otros, es decir, de representar el ser determinado finito (idealidad).
[Esta conservaci?n de los unos es igualmente la negaci?n de la idealidad
(el ser-para-un-otro) y la confirmaci?n del ser-para-otro.
[Pero la negaci?n de la idealidad es la disoluci?n de los unos.]
Resumen de lo anterior:
Los unos existen y se conservan mediante su rec?proco excluirse;
[Los unos deber?an distinguirse en su ser-en-s?.]
-los unos deber?an tener el punto de apoyo para su distinci?n en su ser. en su ser-en-s? frente a su referencia a otro; el ser-en-s? consiste en que son unos;
[Pero los unos son lo mismo (iguales) en su ser-en-s?, por lo que no hay forma de distinguirlos.]
-pero todos los unos son lo mismo en su ser-en-s?. por lo que no hay punto de apoyo para su distinci?n;
-el ser determinado y el referirse uno a otro de los unos es su negarse mutuo;
[En su ser-otro tampoco tiene campo la distinci?n entre los unos;]
-pero este negarse mutuo es una misma determinaci?n de todos los unos, por la que ellos se ponen como id?nticos.
[Los unos existen y se conservan a trav?s de su rec?proco excluirse.
[Los unos son iguales entre s?, no hay manera de distinguir entre ellos ni por medio de su ser-en-s? ni por medio de su ser-otro.
[Los unos iguales se excluyen mutuamente siendo esta exclusi?n el fundamento de su existencia y conservaci?n.]
Los unos existen en su mutuo excluirse;
-existen s?lo en su mutua negaci?n;
-y en tanto niegan esa mutua negaci?n;
-pero ellos existen en cuanto niegan;
-una vez que se niega su negaci?n ellos ya no existen;
-pero como los unos existen, entonces no pueden ser negados por este negar;
-lo que sucede es que este negar de los otros "rebota en ellos y afecta s?lo por contacto su superficie..." pero s?lo por este medio los unos vuelven dentro de s? mismos; existen s?lo como esta mediaci?n; su retorno es su auto conservaci?n y su ser-para-s?.



El uno que excluye a los unos se refiere ?l mismo a ellos, vale decir, a s? mismo.
La referencia mutua (el mutuo excluirse) es un coincidir consigo.
Esta identidad de los unos traspasa su rechazarse; es el eliminarse de su diferencia y exterioridad.
Esta identidad es el ponerse en un s?lo uno los muchos; es la atracci?n.
El mutuo excluirse, la repulsi?n de los unos, traspasa a la atracci?n de los unos.
Nota.
Proposici?n de la unidad de lo uno y los muchos.
No es una tranquila unidad sino un devenir, una repulsi?n y atracci?n.
b)El ?nico uno de la atracci?n.
La repulsi?n es el devenir del uno en muchos;
-estos muchos se presuponen mutuamente como existentes;
-la repulsi?n es s?lo el deber ser de la idealidad;
-la idealidad se halla realizada en la atracci?n;
-la repulsi?n se convierte en atracci?n;
-los muchos unos se convierten (o son atra?dos) por un uno ?nico;
-atracci?n y repulsi?n son diferentes;
[La repulsi?n es real, la atracci?n, ideal. La atracci?n es ideal porque en esta fase del conocimiento es s?lo una hip?tesis, una idea. Lo que es evidente es la repulsi?n.]
-la repulsi?n es la realidad de los unos,
-la atracci?n es su idealidad.
[El uno ?nico atrae a los muchos unos; esta atracci?n es ideal, es decir, es un representarse de los muchos en un uno ?nico.]
La atracci?n tiene a la repulsi?n como su presupuesto. [Es decir, que se atraen los unos que previamente se repelen]
-la repulsi?n suministra la materia para la atracci?n; [Esto es, que s?lo pueden atraerse los unos que se repelen mutuamente.]
-la idealidad que existe en la atracci?n tiene en ella su propia negaci?n, esto es, los muchos unos a los que se refiere [que se representa];
-la atracci?n es inseparable de la repulsi?n. Cada uno es un uno ?nico; el atraer compete a cada uno de los muchos unos inmediatos;
-la atracci?n significa el poner la indistinci?n subsistente de los unos;
-pero al mismo tiempo la atracci?n es poner a un uno diferente de los otros; ?stos son s?lo unos inmediatos que tienen que conservarse por medio de la repulsi?n;
-es a trav?s de la repulsi?n que surge el uno de la atracci?n. Los unos de la repulsi?n tienen su idealidad en un otro [en un uno ?nico].
El uno ?nico es la idealidad realizada;
-es el que atrae por medio de la repulsi?n;
-la atracci?n, en cuanto contiene la repulsi?n en su determinaci?n; ?sta conserva a la vez los unos como muchos en ?l. Hay en el uno una unidad de repulsi?n y atracci?n en general.
[Aqu? de nuevo Hegel echa mano a la idea, al pensamiento; la atracci?n es para ?l la idealidad realizada, es decir, la representaci?n de los muchos unos en un uno ?nico convertida en una realidad sensible, en la atracci?n; la repulsi?n es el deber ser de la idealidad, es decir, precisamente la situaci?n en la cual la relaci?n atractiva entre el uno y los muchos no pasa al terreno de la realidad sensible sino s?lo existe en el pensamiento, en la idea y lo que existe es la repulsi?n mutua de los unos. Vemos aqu? como una propiedad de la unidad elemental del ser, la atracci?n, es presentada como producida por una sustancia suprasensible, la idea; y al mismo tiempo, la repulsi?n es presentada como una propiedad del ser que existe s?lo en oposici?n a (condicionada por) la idea, que es su otro. Hegel es incapaz de concebir a la atracci?n y la repulsi?n como propiedades del ser que existen sin la mediaci?n del pensamiento.
c) La relaci?n entre repulsi?n y atracci?n.
[La diferencia entre uno y m?ltiple es igual a la diferencia entre repulsi?n y atracci?n; repulsi?n y atracci?n est?n independientes y unidos.] La diferencia entre uno y m?ltiple igual a la
-diferencia de su relaci?n rec?proca;
-su relaci?n rec?proca se ha dividido en dos relaciones: repulsi?n y atracci?n;
-ambas son independientes una de la otra y
-al mismo tiempo est?n en conexi?n mutua.
Independencia de la repulsi?n y la atracci?n.
[Repulsi?n independiente; es la determinaci?n fundamental e inmediata de los unos.]
La repulsi?n es la determinaci?n fundamental de los unos;
-aparece primera y como inmediata como sus unos;
-estos unos son engendrados por la repulsi?n y al mismo tiempo inmediatamente puestos.
[La atracci?n se agrega exteriormente a la repulsi?n.]
La atracci?n se agrega exteriormente a esta repulsi?n presupuesta; la atracci?n no est? presupuesta por la repulsi?n.
[Repulsi?n y atracci?n, independientes.
La repulsi?n se encuentra abstractamente para s? [separada de la atracci?n]
La atracci?n frente a los unos existentes tiene el lado de una inmediata existencia y surge para ellos como un otro.
[Argumentaci?n posterior de Hegel: l) la repulsi?n y la atracci?n se presuponen mutuamente; 2) la repulsi?n es un momento de la atracci?n y la atracci?n es un momento de la repulsi?n; 3) la repulsi?n es atracci?n y la atracci?n es repulsi?n.]
Conexi?n mutua de repulsi?n y atracci?n.
Si se toma la repulsi?n aislada ella es la dispersi?n de los muchos unos en lo indeterminado fuera de la esfera de la repulsi?n misma.
Sin embargo, el rec?proco alejarse y huir de los unos no es la liberaci?n respecto de lo que se aleja y huye.
Lo que excluye y lo que es excluido est?n en conexi?n mutua.
La conexi?n de los unos que se excluyen es la atracci?n.
Por lo tanto la atracci?n es la repulsi?n misma.
La repulsi?n se halla presupuesta por la atracci?n y ?sta por aquella.
La repulsi?n y la atracci?n son inseparables y
-est?n determinadas cada una frente a la otra como deber ser y l?mite.
-Su deber ser es su abstracta determinaci?n en cuanto existentes en s?.
-Cada una de ellas [atracci?n y repulsi?n] se halla echada fuera de s? misma y se refiere a la otra.
-Cada una de ellas est? como otra por mediaci?n de la otra.
La independencia de ellas [atracci?n y repulsi?n] consiste en que se hallan puestas en esta mediaci?n la una para la otra como un otro determinar.
[Independencia de atracci?n y repulsi?n.]
La repulsi?n es poner los muchos y a la vez es la negaci?n de la idealidad de ellos en lo uno,
La atracci?n es poner lo uno y es al mismo tiempo la negaci?n de los muchos.
La atracci?n s?lo es atracci?n por mediaci?n de la repulsi?n y la repulsi?n es repulsi?n s?lo por mediaci?n de la atracci?n.
Pero:
La mediaci?n de uno mismo por medio de otro se halla negada;
-y por tanto cada una de ellas es mediaci?n de s? consigo misma.
En la independencia de la repulsi?n y la atracci?n encontramos ya esto:
-cada una se presupone a s? misma
-y en su presuposici?n se refiere s?lo a s?.
[La atracci?n es atracci?n por s? misma y la repulsi?n es repulsi?n por s? misma.]
El presuponerse a s? misma de ambas determinaciones significa tambi?n que cada una contiene en s? a la otra como momento.
El que cada una de ellas [repulsi?n y atracci?n] sea en s? s?lo un momento constituye el traspasar de cada una desde s? misma a la otra, su negarse en s? misma y ponerse como lo otro de s? misma.
Lo uno.
[Lo uno es la unidad de atracci?n y repulsi?n.]
Lo uno es en s? la unidad inseparable del salir-fuera-de-s? y ponerse como su otro, como lo m?ltiple [repulsi?n] y del ponerse como uno que es el caer en s? mismo de lo m?ltiple y ponerse como su otro, como lo uno [atracci?n].
La repulsi?n y atracci?n relativas -que presuponen los unos inmediatos, existentes- son la negaci?n cada una de s? en s? misma y, por lo tanto, la continuidad de s? en su otra.
Repulsi?n.
La repulsi?n de los unos es la auto conservaci?n de lo uno por medio del rec?proco alejamiento de los otros.
De este modo: l) Los otros unos se hallan negados en ?l; [Repulsi?n.]
2)esto es a la vez atracci?n, idealidad de los unos; [Atracci?n.]
3)lo uno existe en s?, sin la referencia a otros; [Atracci?n]
4)pero lo uno en s? es el convertirse en muchos. [Repulsi?n.]
Atracci?n.
La atracci?n de los unos es la idealidad de ellos y el poner de lo uno;
-al mismo tiempo es negaci?n y producci?n de lo uno con lo que se elimina a s? misma;
-por ser producci?n de lo uno la atracci?n es lo negativo de s? misma, es la repulsi?n.

La sustancia infinita est? formada por una multiplicidad de unos; ?stos son una unidad del uno como tal y del vac?o. Los unos est?n separados entre s? y mantienen una relaci?n mutua. Los unos prolongan su existencia en los otros unos y al mismo tiempo son una prolongaci?n de la existencia de aquellos.
Al existir en conexi?n con los otros unos, al prolongar su ser en ellos, el uno se conserva como tal en s? mismo; pero al mantenerse como uno en s? mismo se separa de los otros unos, los repele de s?; ?sta es la repulsi?n de los unos la cual se produce a trav?s de la extensi?n del ser de los unos en los otros.
El uno existe en s? mismo, separado de los otros unos; pero al mismo tiempo es la continuaci?n del ser de los otros unos. Como extensi?n del ser de los otros unos en ?l, el uno los atrae a s?; esta es la atracci?n de los unos que se realiza por medio de su separaci?n.
La repulsi?n es la exclusi?n de los unos que se da por medio de la continuaci?n del ser de los unos en los otros; este existir de los unos en los otros que se excluyen es la atracci?n. Por tanto la repulsi?n se trueca en atracci?n, ?sta es un momento de aquella y la repulsi?n es en s? misma atracci?n.
La atracci?n es la continuaci?n del ser de los unos en los otros por medio de su exclusi?n mutua; esta exclusi?n es la repulsi?n de los unos. En consecuencia, la atracci?n se trueca en repulsi?n, ?sta es un momento de la primera y la atracci?n es el otro de s? mismo en s? mismo, es la repulsi?n.
Los unos son la unidad de la atracci?n y la repulsi?n.
Con esto Hegel se adentra a?n m?s en el develamiento de las leyes de la objetividad. El ser est? formado por una sustancia infinita (materia) que a la vez la integran una pluralidad de unidades (?tomos) que existen separados y en conexi?n mutua, extendiendo su ser fuera de s? y constituyendo la prolongaci?n del ser de los otros unos pero conservando su propio ser.

Con esto el desarrollo del ser-para-s? se halla acabado.
Lo uno en cuanto se refiere a s? mismo infinitamente, es la mediaci?n por la cual se rechaza de s? como su absoluto ser-otro;
-en cuanto se refiere a este no-ser suyo, negativamente, elimin?ndolo, en esto es la referencia a s? mismo.
[Es otra determinaci?n del devenir.]
Lo uno es el devenir donde ha desaparecido la determinaci?n de que ?l comienza; se halla puesto como inmediato existente.
-Lo uno es el devenir donde desaparece la determinaci?n de que como resultado se habr?a reintegrado como lo uno; es lo uno igualmente inmediato, exclusivo.
[El uno: puesto y contenido como eliminado.]
El proceso en el cual consiste el uno, lo pone y lo contiene como eliminado;
[Primero: se elimina relativamente al referirse a otro uno existente.]
-al comienzo, eliminar relativo como referencia a otro existente; esta referencia es una diferente repulsi?n y atracci?n;
[Despu?s: elimina a los otros al negar las relaciones exteriores entre inmediatos relativos.]
-despu?s, el eliminar se muestra como el traspaso a la relaci?n infinita de la mediaci?n por medio de la negaci?n de las relaciones exteriores entre inmediatos y existentes.
[Ser de la cantidad.]
En resumen, lo uno es el ser que se refiere a s? mismo infinitamente y que por medio de esa referencia se rechaza de s? como su ser-otro; elimina a su no-ser y se refiere por este medio a s? mismo; es el devenir donde ha desaparecido el comienzo y el resultado; y es el inmediato existente que es eliminado por su ser-otro y que elimina a su ser-otro.
[Traspaso de la calidad a la cantidad.]
Este ser con estas determinaciones que ha adquirido es la cantidad. La cualidad ha traspasado a la cantidad.
Momentos del traspaso de la cualidad a la cantidad:
La cualidad;
-determinaci?n fundamental: el ser y la inmediaci?n;
-el t?rmino y la inmediaci?n son tan id?nticos con el ser del algo que el algo mismo desaparece con la alteraci?n del ser.
-El ser se halla determinado como finito.
-El ser y el t?rmino est?n en una unidad inmediata de tal manera que ha desaparecido la diferencia (que sin embargo permanece en s? como unidad del ser y la nada);
-la diferencia, como ser-otro en general est? fuera de esa unidad;
-la referencia a otro est? en contradicci?n con la inmediatez que es diferencia a s?;
-el ser-otro que est? fuera de la unidad es eliminado en la infinitud del ser-para-s?;
-la infinitud para-s? ha realizado en la negaci?n de la negaci?n la diferencia que tiene en s? y dentro de s? como uno y muchos y relaciones entre ellos;
-ha elevado lo cualitativo a la verdadera unidad no ya inmediata, sino que se halla acorde con ella misma.
Esta unidad es:
a)ser, s?lo en cuanto afirmativo, inmediaci?n mediada consigo mismo por medio de la negaci?n de la negaci?n; en ?l est?n eliminadas sus determinaciones, sus t?rminos, etc?tera;
b) ser determinado o existencia: el ser es la negaci?n o determinaci?n como momento del ser afirmativo, pero esta negaci?n o determinaci?n no es inmediata, sino reflejada en s?, que no se refiere a otro, sino a s?.
Es el ser determinado absoluto, el ser determinado en s?; lo uno;
c) ser-para-s?; el ser que se contin?a por medio y a trav?s de la determinaci?n;
-el ser donde lo uno y el ser determinado en s? se hallan puestos como eliminados.
Lo uno est? determinado como salido m?s all? de s? mismo y como unidad.
Lo uno se halla puesto como el t?rmino absolutamente determinado y el t?rmino que no es t?rmino.

Hegel ha develado aqu? la naturaleza de la sustancia infinita que permanece tras los cambios del ser determinado finito. Esta sustancia infinita est? formada por una pluralidad de unidades inmutables (en el sentido que se vio en el desarrollo de este punto) del ser y del vac?o que existen en el vac?o, rechaz?ndose de s?, repeli?ndose y atray?ndose mutuamente. Nuestro autor hab?a iniciado su investigaci?n con el ser determinado finito; encontr? que ?ste era un nacer, un ser-otro, un integrar el otro a s?, un pasar a otro (conserv?ndose en este cambio el ser del algo) y, por ?ltimo, un perecer, un dejar de ser del algo. Pero tras el perecer del algo surg?a, de sus propios elementos, otro nuevo ser. Existe entonces una sustancia que permanece y que es la que Hegel ha hecho objeto de sus inquisiciones en toda esta parte de su obra.
Ya instalado en este nuevo terreno de la realidad, Hegel se dispone a esclarecer las leyes que rigen en la sustancia infinita que primeramente ha determinado como compuesta por una pluralidad de unidades; se trata de establecer la naturaleza del uno y la pluralidad, las regularidades de las relaciones del uno con el uno, del uno con la pluralidad, de la pluralidad con el uno y de la pluralidad con la pluralidad; todo esto con el fin de llegar a comprender c?mo del devenir de la sustancia infinita se produce el ser determinado finito.
Este trabajo de la especulaci?n se da en el terreno del ser; en el per?odo comprendido entre su nacimiento y su perecer el objeto tiene dos niveles de existencia: como ser determinado finito (cuya naturaleza fue ya elucidada en el cap?tulo referente al ser determinado o la existencia) y como ser determinado infinito, como sustancia infinita, que empez? a ser considerada a partir del cap?tulo referente al ser-en-s? y que continuar?n siendo analizados por Hegel en los cap?tulos siguientes de su obra.
La especulaci?n, sin embargo, no est? satisfecha con el resultado que ha conseguido; aunque sabe perfectamente que el nuevo ser procede del anterior y que no es sino una manifestaci?n de la sustancia infinita, desconoce en absoluto c?mo se gesta el nuevo ser en el seno del anterior y c?mo se produce su nacimiento.
En un significativo paso adelante en su labor de reflejar fielmente la objetividad, Hegel se adentra en el objeto y descubre la esencia del mismo, es decir, el ser en que necesariamente devendr? y el proceso a trav?s del cual la esencia (es decir el nuevo ser) surge a la existencia, al terreno ya conocido del ser determinado finito y del ser determinado infinito.




Segunda Secci?n

La Magnitud (cantidad)



Hegel ha llegado a la conclusi?n de que tras del ser determinado finito se encuentra una sustancia infinita que es el sustrato de todos los cambios.
La sustancia infinita est? formada por una pluralidad de unidades inmutables (?tomos) del ser y el vac?o que existen en el vac?o, se repelen de s? mismas, se contin?an en y son la continuaci?n de las otras, se niegan y se conservan mutuamente a trav?s de su repulsi?n y atracci?n.
La unidad de la sustancia infinita, el uno, es el ser determinado infinito.
En lo que sigue, Hegel trata de poner en claro las leyes que rigen en la sustancia infinita estableciendo la naturaleza del uno y de la pluralidad, la regularidad de las relaciones del uno con el uno, del uno con la pluralidad, de la pluralidad con el uno y de la pluralidad con la pluralidad. Se trata de lograr entender c?mo de la sustancia infinita surge el ser determinado finito.
Diferencia entre cantidad y cualidad.
La cualidad es la primera, inmediata determinaci?n.
La cantidad es la determinaci?n indiferente al ser; t?rmino que al mismo tiempo no es tal; ser-para-s? absolutamente id?ntico al ser-para-otro; repulsi?n que es al mismo tiempo atracci?n.
Lo existente-para-s? no excluye a su otro, sino mas bien se contin?a en ?l;
-lo existente-para s? es el ser-otro en cuanto en esta continuidad se presenta el existir;
-la determinaci?n ya no es una relaci?n simple consigo, inmediata del ser existente;
-la determinaci?n est? puesta como un rechazo de s? misma para tener en otra existencia la referencia a s? como determinaci?n.
Los existentes-para-s? est?n al mismo tiempo [es decir, al mismo tiempo que se contin?an en el otro] como t?rminos indiferentes, reflejados en s?, carentes de relaci?n;
-la determinaci?n se halla fuera de s?, es un algo extr?nseco a s?;
-este t?rmino que es la indiferencia en s? mismo del existente para s? y del otro [como existente para s?] constituye la determinaci?n cuantitativa del ser-para-s?.



Primer Cap?tulo

La cantidad


A.- La cantidad pura.
La cantidad es el ser-para-s? eliminado.
El uno repelente [que negaba el uno excluido] se refiere al otro repelido como a s? mismo.
El uno repelente traspasa hacia la atracci?n.
La atracci?n se halla en la cantidad como el momento de la continuidad.
La continuidad es una referencia hacia s?, simple, igual a s? misma, no interrumpida por ning?n t?rmino ni por ninguna exclusi?n;
-no es unidad inmediata, sino unidad de los unos existentes para-s?. [Es decir, mediado por la referencia a s? a trav?s de la referencia a otro.]
En la continuidad est? contenida todav?a la exterioridad rec?proca de la multiplicidad, pero a la vez como un indistinto ininterrumpido.
[La continuidad es la unidad de los m?ltiples unos iguales..]
La multiplicidad son los muchos iguales, son uno como es el otro; es igualdad simple carente de diferencia.
Pero la continuidad es el momento de la igualdad consigo mismo del ser-uno-fuera-del-otro, es decir, el continuarse de los unos diferentes en sus diferentes de ellos.
La atracci?n es inmediatamente su contrario, es decir, la repulsi?n.
La continuidad [que es la atracci?n como momento de la cantidad] al ser el continuarse de los diferentes, es al mismo tiempo la discontinuidad. [La repulsi?n como otro momento de la cantidad.]
La magnitud tiene inmediatamente en la continuidad el momento de la discontinuidad (Diskretion);
-la estabilidad es la igualdad consigo mismo de lo m?ltiple que no excluye [es decir, sin repulsi?n];
-la repulsi?n extiende la igualdad consigo mismo hasta la continuidad;
-la discontinuidad es una discontinuidad confluyente cuyos unos tienen por relaci?n su estabilidad y no interrumpen esta igualdad consigo mismo en lo m?ltiple.
La cantidad es la unidad de los momentos de la continuidad y la discontinuidad.
-esta unidad est? en la forma de uno de los momentos, en la de la continuidad.
La cantidad contiene a sus momentos como el ser-para-s? tal como es de verdad:
-el ser-para-s? es el referirse a s? elimin?ndose, es decir, el perpetuo salir-de-s?; la repulsi?n de s? mismo;
-la repulsi?n del ser-para-s? es el salir de s? mismo engendr?ndose;
-como lo que se rechaza es ?l mismo, entonces ?l se contin?a en lo que rechaza, es una continuidad ininterrumpida;
-debido a que sale fuera de s?, esta continuidad, sin hallarse interrumpida, es al mismo tiempo multiplicidad, que permanece de modo inmediato en su igualdad consigo mismo.






La referencia a otro como a s? mismo (igualdad de los unos, atracci?n, discontinuidad), es al mismo tiempo referencia a otro como un diferente (diferencia de los unos, repulsi?n, discontinuidad). Es el continuarse de los unos diferentes en sus diferentes de ellos.



La atracci?n es inmediatamente repulsi?n; la repulsi?n es la referencia del uno al otro diferente. En consecuencia, la continuidad es continuidad de los diferentes; es al mismo tiempo discontinuidad.
La cantidad es la unidad de los momentos de la continuidad y la discontinuidad.
Esta unidad est? en la forma de uno de sus momentos, en la de la continuidad.
La cantidad contiene a sus momentos como el ser para s? tal como es la unidad.


El ser para s? es el referirse a s? elimin?ndose, es decir, el perpetuo salir-de-s?; la repulsi?n de s? mismo. La repulsi?n del ser-para-si es el salir de s? mismo engendr?ndose.
Lo que se rechaza y el rechazante son lo mismo: es una continuidad ininterrumpida, una multiplicidad. En suma. el otro repelido y atra?do es el mismo uno repelente y atrayente que se ha engendrado a s? mismo y salido fuera de s?.
Nota 1. Representaci?n de la pura cantidad.
La cantidad es en s?, en absoluto y por doquier la posibilidad real de lo uno;
-lo uno est? igualmente de forma absoluta como un continuo.
[Es decir, que la cantidad es la multiplicidad de los unos que se encuentran en la forma de un continuo.]
Para la representaci?n carente de concepto, la continuidad se convierte en composici?n. [Composici?n: reuni?n de unos que se repelen (discontinuidad).]
Esto significa que la continuidad se representa como una relaci?n exterior de los unos en donde ?stos conservan su absoluta rigidez y exclusividad.
[Continuidad: multiplicidad de unos que se repelen y se atraen.]
Pero ya se demostr? que lo uno traspasa a la atracci?n y que por lo tanto la continuidad no es algo extr?nseco a ?l sino que le pertenece y est? fundado en su esencia.
El atomismo est? atado a la composici?n. Es su freno.
La representaci?n carente de concepto de la l?nea: sucesi?n de puntos;
-de la superficie: sucesi?n de l?neas;
-del cuerpo: sucesi?n de superficies;
-del tiempo: sucesi?n de instantes.
La matem?tica no deja valer tales discontinuos; para ella esta discontinuidad s?lo vale como representaci?n moment?nea. Ejemplos de la cantidad pura se tienen en: el tiempo, el espacio, la materia en general, la luz, etc?tera y en el yo.
[CANTIDAD PURA: una multitud de unos que son un salir fuera de s? sin llegar a convertirse en su opuesto; son un salir fuera-de-s? que es un constante retorno a s?.]
Espacio y tiempo son extensiones, multiplicaciones [muchos unos, muchos puntos espaciales y temporales] que son un salir fuera de s?, un fluir que sin embargo no traspasan a su opuesto, a la cualidad o a lo uno sino que como salir fuera de s? son un perpetuo auto producirse de su unidad.
El espacio es un absoluto ser-fuera-de-s? que al mismo tiempo es un ser otro y nuevamente un ser-otro id?ntico consigo mismo.
El tiempo es un absoluto salir-fuera-de-s? [del punto temporal],
-un engendrarse de lo uno, del punto temporal, del ahora;
-este engendrarse del punto temporal es de inmediato el anonadarse de
?l;
-y de nuevo anonadarse de este perecer;
-de este modo el engendrarse del no-ser es a la vez simple igualdad e identidad consigo.


Unidad del eliminarse y engendrarse.
1.- Multiplicidad (muchos unos) una sucesi?n de puntos temporales.
2.- Cada punto temporal es igual al ahora.
3.- El ahora es un salir fuera de s? y continuarse en los otros ahoras:
-el punto temporal (ahora) se elimina y sale de s?;
-al salir de s? se engendra a s? mismo;
-rechazado y rechazante son lo mismo;
-por lo que el punto temporal se contin?a en los otros puntos temporales.
B.- Magnitud continua y discontinua (diskrete).
1.- La cantidad contiene los dos momentos de la continuidad y la discontinuidad.
-Es inmediata unidad de ellos que se halla puesta en una de sus determinaciones, en la continuidad, siendo as? una magnitud continua.
-La continuidad es unidad de lo discontinuo; as? ya no es s?lo un momento, sino la cantidad entera, la magnitud continua.
2.- La cantidad tiene que ser puesta en la determinaci?n que le es inmanente, lo uno. La cantidad es la magnitud discontinua. La cantidad es un ser uno fuera del otro en s?;
-la magnitud continua es este ser-uno-fuera-del-otro en tanto se contin?a a s? mismo sin negaci?n, como una conexi?n igual a s? misma;
-la magnitud discontinua es este ser uno fuera del otro como no continuo sino como interrumpido;
-la discontinuidad de la magnitud discontinua es continuidad;
-esta continuidad consiste en que los unos son lo mutuamente igual, que tienen la misma unidad, son lo m?ltiple de una unidad.
Nota. Separaci?n habitual de estas magnitudes.
Las magnitudes continuas y discontinuas tienen en s? ambos momentos de la continuidad y la discontinuidad.
Espacio, tiempo, materia, son magnitudes constantes (continuas), un fluyente salir fuera de s? que no es a la vez un traspaso o referirse a un otro cualitativo; tienen la posibilidad absoluta de que lo uno se halle puesto en ellas por doquier porque contienen el principio de lo uno en s? mismos [la discontinuidad].
C.- Limitaci?n de la cantidad.
La magnitud discontinua:
-tiene lo uno por principio;
-es multiplicidad de los unos;
-es constante [es continua];
-es el uno como eliminado;
-es el uno como unidad;
-es el continuarse de los unos en la discontinuidad.
Por lo tanto la magnitud discontinua:
-se halla puesta como una magnitud;
-la determinaci?n de ella es lo uno
-que es un exclusivo, un t?rmino en la unidad.
La magnitud discontinua:
-est? como una existencia y un algo;
-cuya determinaci?n es lo uno;
-es primera negaci?n y t?rmino.
El t?rmino;
-est? referido a la unidad;
-es su negaci?n en ?sta;
-est? referido a s? mismo;
-por tanto es un t?rmino limitado y comprensivo.
El t?rmino es inmediatamente un algo existente, un uno y su negaci?n.
El ser que est? limitado por el t?rmino est? como esencialidad por lo que traspasa mas all? del t?rmino y de este uno y es indiferente a ellos.
La cantidad discontinua real es as? una cantidad o un cuanto, esto es, la cantidad como una existencia y un algo.
Lo uno, como t?rmino, al comprender en s? los muchos unos de la cantidad discontinua, los pone al mismo tiempo como eliminados en ?l;
-es un t?rmino en la continuidad en general como tal; es indiferente a la magnitud continua y discontinua;
-es un t?rmino en la continuidad tanto de la una como de la otra; ambos pasan m?s all? a ser cuantos.



Multiplicidad que tiene a lo uno por principio, elemento y t?rmino. El uno es la unidad de esta multiplicidad.
En la magnitud discontinua el uno es termino.
El t?rmino es un algo existente, un algo [uno] y su negaci?n.
El t?rmino es el uno y su negaci?n.



[El ser (la materia) es continua y discontinua; el hecho de que la materia est? formada por unidades que son t?rminos, es decir, seres determinados absolutos, hace posible el numerarla y contarla; esta operaci?n de numerar y contar es completamente extr?nseca al objeto, no tiene nada que ver con su naturaleza interna (con su "concepto", dice Hegel.]




Segundo Cap?tulo.

EL CUANTO


El cuanto es la cantidad con una determinaci?n o un t?rmino; es el n?mero.
[Cuanto extensivo: ser determinado solamente en s?.] El cuanto se diferencia en:
-cuanto extensivo, en el cual el t?rmino est? como limitaci?n de la multiplicidad existente y
[Cuanto intensivo: ser determinado fuera de s?,]
-cuanto intensivo o grado que tiene su determinaci?n en un otro; est? para-s? y est? fuera de s?.
El cuanto traspasa a la infinitud cuantitativa, como lo que se halla puesto en s? extr?nsecamente.
A.- EL NUMERO.
La cantidad es cuanto; tiene un t?rmino tanto como magnitud continua como cual magnitud discontinua.
La cantidad es cuanto y tiene un t?rmino porque contiene en s? lo uno, es decir, el ser determinado absoluto como su propio momento;
-lo uno puesto en la continuidad o unidad con la cantidad es su t?rmino;
-lo uno permanece como uno en el cual se convierte la cantidad. Este uno es el principio del cuanto pero al mismo tiempo es el uno de la cantidad.
Este uno es:
-continuo, unidad;
-discontinuo, multiplicidad existente en s? (como en la magnitud continua) o bien puesta (como en la magnitud discontinua) de los unos que tienen la igualdad entre ellos, es decir, la misma unidad;
-como t?rmino, negaci?n de los muchos unos; es un excluir de s? de su ser-otro; es una determinaci?n de s? frente a otros cuantos.
Lo uno es un t?rmino que:
-se refiere a s? mismo,
-se incluye a s? mismo,
-excluye otro t?rmino.
El cuanto con estas determinaciones es el n?mero.
El n?mero es el cuanto en su determinaci?n m?s completa:
-el t?rmino est? en ?l como multiplicidad determinada que tiene como principio lo uno, es decir, lo absolutamente determinado.
En el cuanto como n?mero el t?rmino se halla puesto como m?ltiplo en s? mismo.
El cuanto contiene los muchos unos como t?rmino.
[Monto=discontinuidad; multiplicidad excluida del t?rmino.]
El t?rmino excluye otra existencia, los muchos otros;
-los unos excluidos por ?l son una multitud determinada: el monto.
[Unidad=continuidad; uno excluyente; t?rmino.]
Con relaci?n a ellos, es decir a la discontinuidad tal y como se halla en el n?mero, el otro es la unidad.
El monto y la unidad son los momentos del n?mero.
Monto:
-consiste en los muchos pues en ?l los unos no est?n eliminados, sino que se hallan en ?l, s?lo puestos con el t?rmino exclusivo frente al cual son indiferentes;
-en los muchos unos su quebrantamiento y la exclusi?n de otros unos aparecen como una determinaci?n que cae fuera de los unos incluidos;
-sin embargo el t?rmino penetra el ser determinado, llega tan lejos como ?ste; el algo se halla terminado por su determinaci?n; es finito.
El monto no es una multiplicidad frente a lo uno que incluye y termina;
-el monto constituye ?l mismo esta terminaci?n, que es un cuanto determinado.
Lo uno que termina es el ser determinado frente a otros, la distinci?n del n?mero frente a los dem?s;
-esta distinci?n no es cualitativa, sigue siendo cuantitativa y cae en la reflexi?n extr?nseca.
El n?mero es un uno que ha vuelto a s? mismo y es indiferente frente a los otros.
La indiferencia del n?mero frente a los otros constituye su determinaci?n esencial;
-constituye su ser determinado en s?,
-pero es a la vez su propia exterioridad.
El n?mero es:
-un uno num?rico como lo absolutamente determinado,
-que tiene al mismo tiempo la forma de la simple inmediaci?n
-y para el cual la relaci?n con otro es completamente extr?nseca.
El n?mero:
-como uno que es n?mero tiene la determinaci?n (como relaci?n con otro) como sus momentos en ?l mismo, en su distinci?n entre la unidad y el monto;
-y el monto es ?l mismo una multiplicidad de los unos, vale decir, lo uno que es n?mero es en s? mismo esta extrinsequedad.









A) Su diferencia.
[El cuanto determinado como t?rmino es el monto; es un m?ltiple, una magnitud extensiva; es un monto de una unidad determinada.]
1.-E1 cuanto tiene su determinaci?n como t?rmino en el monto.
-El cuanto es un discontinuo en s?, un m?ltiple que no tiene un ser diferente de su t?rmino.
-El cuanto con su t?rmino que es en s? mismo un m?ltiple, es una magnitud extensiva.
-La magnitud extensiva es distinta de la magnitud continua.
-La magnitud extensiva y la magnitud intensiva son determinaciones del t?rmino cuantitativo.
-En tanto que la magnitud continua y discontinua son determinaciones de la magnitud en s?, de la cantidad como tal, puesto que se hace abstracci?n del t?rmino.
-Cada una de ellas, magnitud continua y magnitud discontinua, tienen puesto s?lo uno de los dos lados (el de la continuidad o el de la discontinuidad); por su medio el cuanto se halla completamente determinado y est? como un n?mero.
-El cuanto as? determinado es un cuanto extensivo que est? determinado como monto de una sola y misma unidad.
-Es distinto del n?mero s?lo porque est? puesta expresamente la determinaci?n como multiplicidad.
2.- La determinaci?n de la magnitud en general es un t?rmino determinado-por-s?, indiferente, simplemente referido a s? mismo.
-En el n?mero esta determinaci?n se halla puesta como incluida en lo uno existente por s? y tiene la exterioridad, la referencia a otro en el interior de s? misma.
-El m?ltiplo del t?rmino es, como lo m?ltiple en general, no un desigual en s? mismo, sino un continuo; cada uno de los m?ltiples es lo que es el otro.
-Como m?ltiple mutuamente extr?nseco no constituye la determinaci?n como tal [del cuanto.]
[Tr?nsito de la extensi?n a la intensidad.]
-Este m?ltiple cae en la continuidad y se convierte en una simple unidad.
-El monto es s?lo un momento del n?mero, no constituye, como una multitud de unos num?ricos, la determinaci?n del n?mero.
[Al retornar a s?, el n?mero elimina los unos extr?nsecos a s? y establece los unos como relaci?n del n?mero a s? mismo.]
-Estos unos, en tanto indiferentes, extr?nsecos a s?, son eliminados en el retorno efectuado del n?mero en s?.
-La exterioridad, que constitu?a los unos de la multiplicidad, desaparece en los unos como relaci?n del n?mero hacia s? mismo. El monto es eliminado.
-La relaci?n del n?mero hacia s? mismo es la verdadera determinaci?n del cuanto, su determinaci?n simple; esta determinaci?n simple del cuanto es una magnitud intensiva, un grado.
-En la magnitud extensiva el t?rmino del cuanto ten?a en si mismo su determinaci?n existente como monto exterior a s? mismo; el t?rmino del cuanto traspasa a una determinaci?n simple en la cual ya no tiene en s? esa determinaci?n como monto exterior, sino que la tiene fuera de s?.
-La magnitud intensiva es el n?mero como monto eliminado.



3.- Como cuanto intensivo el cuanto se halla puesto tal como est? seg?n su concepto, o sea en si mismo.
[Cuanto extensivo: exterioridad en su interior.]
-La forma de referencia a s? que el cuanto tiene en el grado es a la vez el ser-fuera-de s? de ?l mismo.
[Cuanto intensivo: exterioridad fuera de s?.]
-EL n?mero como cuanto extensivo es multiplicidad y tiene la exterioridad en su interior.
-EL grado ya no tiene en s? este ser otro exterior, lo tiene fuera de s? y se refiere a ?l como a su determinaci?n. Una multitud extr?nseca a ?l constituye la determinaci?n del simple t?rmino que es el para s?. El monto, que se encontraba dentro del n?mero ha sido eliminado de ah?. El n?mero, como reflejada referencia a s? mismo excluye de s? la indiferencia y la exterioridad del monto y es referencia a s? como referencia a un extr?nseco por medio de s? mismo.

.



-En el grado el cuanto tiene la realidad conforme a su concepto.
El cuanto como grado tiene su determinaci?n en s? misma como la determinaci?n exterior a s? misma.
-El grado es una simple determinaci?n de magnitud entre una pluralidad de intensidades diferentes que es cada una una referencia simple a s? misma.
-Pero adem?s est?n en una relaci?n esencial entre ellas; de esta manera cada una tiene su determinaci?n en esta continuidad con las otras.
-Cada uno de los grados no se halla separado de los dem?s sino que tiene su ser determinado s?lo en ?stos.
-Como determinaci?n de magnitud que se refiere a s?, el grado es indiferente a los otros;
-pero s?lo se refiere a s? a trav?s de la exterioridad, es decir, de la referencia a los otros grados y s?lo a trav?s de esta referencia es lo que es.
-Su referencia a s? es la referencia no indiferente hacia lo exterior, y en esta tiene su cualidad.
-Ocho es una multiplicidad de unidades num?rica; es la suma de ocho unidades de un mismo tipo mutuamente indiferentes.
-Octavo es una unidad de un monto de ocho que tiene su ser determinado como tal unidad, pero a la vez como referencia exterior a los otros grados, de tal manera que los integra en s? mismo.
b) Identidad de la magnitud extensiva y la intensiva.
-La magnitud intensiva es un simple uno entre muchos;
-los muchos se hallan fuera del simple grado;
-sin embargo la determinaci?n del grado consiste en su referencia a los muchos;
-en consecuencia el grado contiene al monto.
-Vgr. El 20 como magnitud extensiva contiene en s? los 20 unos como discontinuos; el grado 20 los contiene como continuidad; es el grado vig?simo s?lo por medio de este monto que como tal se halla fuera de ?l.
Determinaci?n de la magnitud intensiva.
[El grado, como determinaci?n simple, excluye los otros grados y en consecuencia excluye el monto de esos grados. Pero como determinaci?n en s? contiene el monto en s? mismo.]
-La magnitud intensiva est? determinada por otros cuantos intensivos y est? en continuidad con su ser otro; su determinaci?n consiste en la referencia a un ser otro.
-1o. La magnitud intensiva, por ser la determinaci?n simple, est? determinada frente a otros grados; los excluye de s? y tiene su determinaci?n en este excluir.
-2o. La magnitud intensiva est? determinada en s?; est? en el monto como su monto, no est? como excluido, o sea no en el monto de otros grados.
-Dado que el monto es el suyo, el grado es un cuanto extensivo.
Magnitud extensiva y magnitud intensiva son la ?nica y misma determinaci?n del cuanto.
Son indiferentes s?lo porque:
-La magnitud extensiva tiene el monto dentro de s?.
-La magnitud intensiva tiene el monto como fuera de s? mismo.
La magnitud extensiva traspasa a la magnitud intensiva porque el m?ltiple de aquella cae en s? y por s? en la unidad, fuera de la cual sale lo m?ltiple.
La magnitud intensiva traspasa a la magnitud extensiva por que el grado s?lo tiene su determinaci?n en el monto como suyo; tiene la exterioridad del monto en s? mismo. Con la identidad de la magnitud extensiva y la magnitud intensiva entra el algo cualitativo.
El algo cualitativo.
[Unidad de magnitud intensiva y extensiva en la unidad de su diferencia y la negaci?n de la misma.]
Esta identidad es una unidad que se refiere a s? misma por medio de la negaci?n de sus diferencias; pero estas diferencias constituyen la determinaci?n de la magnitud existente.
La identidad negativa de la magnitud extensiva y de la magnitud intensiva es algo, el algo indiferente a su determinaci?n cuantitativa.
Algo es un cuanto; pero ahora la existencia cualitativa le est? puesta [al cuanto] como indiferente. El algo se presenta ahora en contra de sus determinaciones como cuanto [n?mero, etc?tera], mediado consigo por medio de la negaci?n de ella, como existente por s?.
e) La modificaci?n del cuanto.
El algo es un cuanto en el cual se han eliminado las determinaciones cuantitativas. [Determinaciones cuantitativas del cuanto; negaci?n de las determinaciones cuantitativas; restablecimiento de la cualidad: el algo.] El cuanto como algo es la determinaci?n [cuantitativa] que es la negaci?n de s? misma.
En la magnitud intensiva se manifiesta mejor esta naturaleza del cuanto.
La magnitud intensiva:
-es la existencia de la exterioridad que es el cuanto dentro de s?;
-la exterioridad del cuanto es su contradicci?n en s? misma que consiste en:
[Cuanto de la magnitud intensiva: el grado.]
-ser la simple determinaci?n que se refiere a s? misma,
-que es la negaci?n de s? misma
-y que tiene su determinaci?n no en s?, sino en un otro cuanto.
Al tener su determinaci?n en otro cuanto, el cuanto intensivo que es el cuanto que ha vuelto a la cualidad, se halla en continuidad absoluta con su exterioridad, con su ser-otro.
En consecuencia, la determinaci?n de magnitud del cuanto puede y debe superarse; la determinaci?n de magnitud del cuanto se contin?a en su ser-otro; tiene su ser s?lo en esta continuidad con el otro.
[Igual determinaci?n.]
Lo uno es infinito:
-es la negaci?n que se refiere a s?
-y por tanto es la repulsi?n de s? con respecto a s? mismo.
El cuanto es tambi?n infinito:
-es la negatividad que se refiere a s? misma
-y se repele a s? mismo.
El cuanto es un uno determinado;
-es el uno que ha pasado a la existencia y al t?rmino;
-es por tanto la repulsi?n de la determinaci?n desde s? mismo; no es el engendrarse de lo semejante a s? mismo como es la repulsi?n de lo uno;
-es el engendrarse de su ser otro;
-se halla puesto en s? mismo como para enviarse m?s all? de s? mismo y convertirse en un otro;
-consiste en el aumentarse o disminuirse a s? mismo;
-es la exterioridad de la determinaci?n en s? mismo.
De esta manera, el cuanto
-se env?a m?s all? de s? mismo y se convierte en un otro;
-este otro en que se convierte el cuanto es tambi?n un cuanto;
-pero no como un t?rmino existente
-sino como un t?rmino que se empuja a s? mismo m?s all? de s?;
-de esto surge otro t?rmino que a su vez se elimina y se env?a hacia uno ulterior
-y as? sucesivamente al infinito.

La sustancia infinita est? formada por una multiplicidad de unidades que se repelen de s? y se contin?an en los otros (?tomos); esas unidades se repelen y se atraen mutuamente. Su repulsi?n es al mismo tiempo atracci?n y viceversa.
La sustancia infinita en cuanto es un constante fluir de unos que se repelen de s? y se engendran en los otros (materia en general) es llamada por Hegel "cantidad pura"; los unos de la sustancia infinita en cuanto se repelen mutuamente son la "magnitud discreta" y en tanto se atraen son la "magnitud continua"; los unos de la sustancia infinita forman un "continuum" de unos que se repelen de s? y se contin?an en otros que son discretos y continuos al mismo tiempo.
Pero esos unos tienen una determinaci?n, son algos (vgr. no son s?lo ?tomos, sino que tambi?n son ?tomos de Hidr?geno, son un elemento) y con tal car?cter forman una multiplicidad. Esta multiplicidad tiene a lo uno determinado por principio, elemento y t?rmino. El uno es t?rmino, es ?l y su negaci?n; la multiplicidad esta formada por unos que son t?rminos. El uno como t?rmino es llamado por Hegel "cuanto". La multiplicidad es s?lo una cantidad determinada de unos que son t?rminos (son algos, seres determinados absolutos); el cuanto como uno con t?rmino es un n?mero y como la multiplicidad es otro n?mero determinado por el primero. El cuanto es un n?mero y este tiene como momentos a la unidad (el cuanto que es el uno con un t?rmino) y al monto (el cuanto que es la multiplicidad de los unos). De la sustancia infinita indeterminada (cantidad pura), Hegel ha avanzado hasta la determinaci?n cuantitativa de la multiplicidad de unos determinados (vgr. una concentraci?n de 50 ?tomos de Hidr?geno). El cuanto como uno con t?rmino tiene una cantidad determinada, es un algo. Pero adem?s ese cuanto tiene una cualidad como integrante de la multiplicidad de unos; esa cualidad as? determinada es el grado.
El grado es la cualidad que tiene el uno como el en?simo t?rmino de una multiplicidad de unos. El monto como multiplicidad de unos determinados es la magnitud extensiva; la unidad como en?simo t?rmino de una multiplicidad es la magnitud intensiva. La magnitud extensiva, adem?s de ser una multiplicidad determinada de cuantos, tiene una cualidad espec?fica derivada de la cantidad de cuantos que la forman (vgr. las propiedades espec?ficas que tendr?a una concentraci?n de 50 ?tomos de Hidr?geno.)
El cuanto que aqu? ha resultado es una pluralidad con una cualidad determinada que es un monto (cuanto) de unidades (cuantos) que tienen una cualidad espec?fica. El cuanto es exponente (cualidad de la pluralidad), unidad y monto.
El cuanto que es unidad determinada es finito; est? dentro de un l?mite, es un terminado.
El monto es una pluralidad de unidades que se rechazan de s? y se contin?a en los otros. Es el falso infinito, la progresi?n infinita que tiene al infinito como su no-ser, como algo exterior.
El cuanto infinito es la pluralidad con una cualidad determinada que contiene dentro de sus l?mites la infinitud del cuanto. Es el exponente de la relaci?n de dos cuantos (unidad y monto).

C.- LA INFINITUD CUANTITATIVA.
a) Concepto de ?sta.
-El cuanto se transforma y se convierte en otro cuanto;
-el cuanto est? puesto como contradici?ndose a s? mismo:
-el cuanto se convierte en un otro,
-pero se contin?a en su ser-otro;
-el otro es por tanto tambi?n un cuanto;
-este cuanto es el otro de s? mismo;
-es lo negativo de s? mismo como de un terminado [es la negaci?n del termino];
-es por tanto su ilimitaci?n, su infinitud.
-El cuanto es un deber ser;
-contiene el ser determinado por s?;
-pero m?s bien es el ser determinado en un otro
-que es el eliminado ser determinado en un otro.
Significado doble y opuesto de lo finito y lo infinito del cuanto.
Finitud: El cuanto es finito:
a) como terminado en general,
b) como el remitir m?s all? de s? mismo, como el ser determinado en un otro.
Infinitud: El cuanto es infinito:
a) en su no ser terminado,
b) en su haber vuelto a s? y en su indiferente ser-para-s?.
Comparaci?n entre los momentos de la finitud y de la infinitud del cuanto
1) La determinaci?n de la finitud del cuanto (b) al remitir m?s all? de s? a un otro en donde se halle su determinaci?n es la determinaci?n del infinito (a) en su no-ser terminado.
2) La determinaci?n de la infinitud del cuanto (b) conforme a la cual es un ser que ha vuelto a s? y un indiferente ser para s? (es decir, indiferente al t?rmino) pero que sin embargo sigue siendo un cuanto que tiene un t?rmino, es la determinaci?n de la finitud.
Lo finito y lo infinito de la cualidad y del cuanto.
[Lo finito y lo infinito de la cualidad.]
1) En la cualidad el traspaso de lo finito a lo infinito est? s?lo en lo en s?, en su concepto.
2) La determinaci?n cualitativa se halla como inmediata y se refiere al ser-otro como a un ser otro suyo; no tiene su negaci?n, su otro en s? misma.
[Lo finito y lo infinito del cuanto]
3) La determinaci?n cuantitativa es una determinaci?n eliminada, desigual consigo misma e indiferente frente a s? misma, es lo mudable. La determinaci?n cuantitativa tiene su otro en s? mismo.
[Finito e infinito cualitativos separados absolutamente.]
Lo finito e infinito cualitativos permanecen uno frente al otro de manera absoluta; su unidad consiste en la unidad interior que est? en su fundamento; lo finito se contin?a en su contrario s?lo en s?, pero no en ?l.
[Lo finito tiene lo infinito en s? mismo.]
Lo finito cuantitativo, por el contrario, se refiere en s? mismo dentro de su infinito.
b) El progreso cuantitativo infinito.
El progreso al infinito es:
-en general: la expresi?n de la contradicci?n.
-En particular: la expresi?n de la contradicci?n contenida por lo finito cuantitativo o por el cuanto en general.
El progreso al infinito es:
-como en la esfera cualitativa: la alternaci?n de las determinaciones de lo finito y lo infinito. -Pero con la diferencia de que en lo cuantitativo:
-el t?rmino en s? mismo es el que remite y contin?a en su m?s all?,
-por lo que el infinito cuantitativo se halla puesto como para tener el cuanto en s? mismo.
El progreso infinito es s?lo la expresi?n de la contradicci?n, no su soluci?n.
El alternarse de las determinaciones de lo finito y lo infinito, lleva consigo una soluci?n aparente en una unificaci?n de los dos.
[An?lisis detallado del progreso al infinito.]
El cuanto
-tiene en su concepto el tener un m?s all? de s? mismo.
-Este m?s all? de s? mismo es:
[?l m?s all? de s? mismo del cuanto es su no-ser. El cuanto se mantiene en s? mismo.]
-En primer lugar el momento abstracto del no-ser del cuanto. El cuanto se resuelve en s? mismo [es decir, tiene un t?rmino.]
[?l m?s all? de s? mismo del cuanto es su ser en otro, su continuidad, el otro de s? mismo. El cuanto sale de s? y se contin?a en otro.]
-En segundo lugar el cuanto est? en continuidad con el m?s all?; este m?s all? es el otro de s? mismo y exterior a s? mismo del cuanto.
-Este m?s all? no es algo distinto del cuanto: el m?s all? o el infinito es ?l mismo y un cuanto.
El m?s all?, al ser ?l mismo un cuanto, se ve llamado de retorno de su huida y as? se alcanza el infinito.
Pero al llamar al m?s all? de retorno de su huida de s? el infinito se convierte en el m?s ac?, en un cuanto que tiene un t?rmino, en lo finito.
El nuevo t?rmino huye tambi?n de s? mismo y se repele de s? mismo en su no-ser en su m?s all? que se transforma tambi?n en un cuanto.....
La continuidad del cuanto en su otro es la progresi?n hacia lo infinitamente grande o lo infinitamente peque?o.
En lo infinitamente grande y lo infinitamente peque?o el cuanto se halla conservado en la oposici?n que se perpet?a contra su m?s all?.
En lo infinitamente grande:
a) Lo grande, por cuanto se ampl?a todav?a, desaparece hacia la imposibilidad de ser considerado.
b)Lo grande, en cuanto se refiere al infinito como su no-ser, es la oposici?n cualitativa [por tanto no cuantitativa].
El cuanto ampliado tiene ante s?, antes y despu?s, al infinito como su no-ser.
El acrecentamiento del cuanto no es ning?n acercamiento al infinito.
En lo infinitamente peque?o: el cuanto, en tanto peque?o, permanece demasiado grande para el infinito y es opuesto a ?ste.
La infinitud que se ha determinado constantemente como el m?s all? de lo finito debe indicarse como la mala infinitud cuantitativa.

Esquema:



El progreso cuantitativo al infinito que se realiza a trav?s de tal acrecentamiento o la disminuci?n del cuanto es la mala infinitud cuantitativa, porque precisamente queda m?s all? del cuanto lo que ?sta pretende alcanzar, es decir, el infinito.
Nota 1.
La alta opini?n del progreso al infinito.
Es la cr?tica demoledora de Hegel a quienes consideran el progreso cuantitativo al infinito como el verdadero concepto del infinito. Sus proyectiles son dirigidos especialmente contra Kant.
La cr?tica la desarrolla en torno a unos versos de Haller acerca de la infinitud que tambi?n son citados por Kant:
Yo acumulo n?meros inmensos,
monta?as de millones,
pongo tiempo sobre tiempo y mundo sobre mundo en montones;
y cuando desde la espantosa altura con el v?rtigo vuelvo a mirar hacia ti,
todo poder?o del n?mero, aumentado miles de veces,
todav?a no es ni una parte tuya.
Yo lo aparto, y t? est?s todo ante m?.

Para Kant ?sta es una descripci?n de la eternidad.
Para Hegel es una descripci?n del falso infinito del cual el autor se aparta para poder representarse el verdadero infinito.
En la vuelta del yo hacia s? mismo despu?s de negar al mundo exterior se ha querido ver tambi?n (Kant) el verdadero infinito.
Hegel dice que este volver a s? mismo del yo es tambi?n el falso infinito, el progreso cuantitativo al infinito porque tiene la plenitud del universo fuera de s?, m?s all?, como su otro.
c) La infinitud del cuanto.
El cuanto como grado tiene su determinaci?n fuera de s? mismo.
Este ser fuera de s? es el no-ser abstracto del cuanto en general, la mala infinitud.
Este no-ser es tambi?n una magnitud.
El cuanto se contin?a en su no-ser, pues tiene su determinaci?n en esa exterioridad.
Esta exterioridad del cuanto es tambi?n un cuanto.
El no ser del cuanto, la infinitud, se halla terminada.
El m?s all? est? eliminado y determinado ?l mismo como un cuanto.
El cuanto se halla en su negaci?n situado en s? mismo.
El infinito no est? m?s all? de un cuanto, sino en el cuanto mismo.
El progreso infinito se halla en el cuanto mismo.
El progreso infinito en sus determinaciones abstractas se presenta de la siguiente manera:
-Esta en ?l el eliminarse del cuanto (negaci?n) (ir m?s all? del cuanto).
-Y tambi?n el eliminarse del m?s all? del cuanto (negaci?n de la negaci?n) (retornar al cuanto).
La verdad del progreso infinito consiste en la unidad de estas determinaciones en donde ellas se encuentran como momentos.
La unidad de estas determinaciones es la soluci?n de la contradicci?n y su sentido m?s pr?ximo es la restauraci?n del concepto de magnitud.
El cuanto es la negaci?n de la cualidad. [Cuanto inmediato]
El progreso infinito es la negaci?n del cuanto.
El verdadero infinito es la negaci?n de la negaci?n del cuanto, la restauraci?n del cuanto, pero en una forma nueva: el cuanto seg?n su concepto. Es la restauraci?n de la cualidad.
En el cuanto seg?n su concepto:
-la exterioridad es ahora lo opuesto de s? mismo al ser puesta como momento de la magnitud;
-por mediaci?n de su no-ser, es decir, de la infinitud, tiene su determinaci?n en un otro cuanto;
-ha vuelto a la cualidad, se halla determinado cualitativamente.
El cuanto que ha vuelto a la cualidad es el ser-para-s? pues la relaci?n consigo mismo ha surgido de la mediaci?n, es decir, de la negaci?n de la negaci?n.
El cuanto tiene la infinitud, el ser-determinado-por-s?, ya no fuera de ?l, sino en ?l mismo.
El infinito no es otra cosa que la cualidad.
El cuanto es la cualidad eliminada.
El cuanto sale fuera de s?, es la negaci?n de s?, es infinito; es la restauraci?n de la cualidad negada.
La exterioridad, que aparec?a como un m?s all?, est? determinada como el propio momento del cuanto.
El cuanto se halla como rechazado de s? mismo.
Hay dos cuantos [cuanto finito que es la negaci?n de la cualidad y cuanto infinito que es la negaci?n de la negaci?n] que sin embargo son eliminados y est?n s?lo como momentos de una ?nica unidad; esta unidad es la determinaci?n del cuanto.
El cuanto finito es negado por el cuanto infinito; este a su vez es negado por el cuanto finito; ambas negaciones son momentos de una unidad que es la determinaci?n del cuanto.]
El cuanto referido a s? mismo [cuanto infinito que elimina al cuanto finito y cuanto finito que elimina al cuanto infinito] en su exterioridad como t?rmino indiferente y con ?ste puesto de modo cualitativo, es la relaci?n cuantitativa.
En la relaci?n el cuanto es exterior a s?, diferente de s?;
-esta exterioridad suya es la relaci?n de un cuanto con otro cuanto;
-cada uno de estos cuantos s?lo valen en esta relaci?n suya con su otro
-esta relaci?n constituye la determinaci?n del cuanto, que existe como tal unidad.






Tercer Cap?tulo


LA RELACI?N [O RAZON] CUANTITATIVA



La infinitud del cuanto es su m?s all? negativo que lo tiene en s? mismo.
Este m?s all? es lo cualitativo.
El cuanto infinito, como la unidad de los dos momentos de la determinaci?n [el tener el m?s all? negativo en s? mismo] es la relaci?n [o raz?n]
En la relaci?n, el cuanto
-se halla determinado cualitativamente como referido puramente a su m?s all?;
-se contin?a en su m?s all?;
-el m?s all? es un otro cuanto en general.
Un cuanto y otro cuanto en su relaci?n:
-cada uno tiene su determinaci?n en esta referencia al otro;
-en este ser-en-otro suyo han vuelto dentro de s?;
-lo que cada uno es, lo es en el otro;
-el otro constituye la determinaci?n de cada uno.
El salir m?s all? del cuanto significa:
-que ha alcanzado en el otro su determinaci?n;
-se encuentra a s? mismo en su m?s all? que es otro cuanto. .
La cualidad del cuanto se halla puesta de manera que tiene en su exterioridad, en un otro cuanto, su determinaci?n, y que es en su m?s all? lo que es.
Son cuantos los que entran en la relaci?n.
La relaci?n es en s? misma una magnitud.
Se trata de un ?nico cuanto que tiene la determinaci?n cualitativa dentro de s? [es un cuanto que tiene en su interior a otro cuanto como su m?s all?]
Este ?nico cuanto, como relaci?n se expresa a s? mismo como totalidad encerrada en s? y como su indiferencia frente al t?rmino, debido a que tiene la exterioridad de su ser determinado dentro de s? mismo y que en tal exterioridad se refiere s?lo a s? mismo, y por lo tanto es infinito en s? mismo.
A. LA RELACI?N [? RAZ?N] DIRECTA.
Es una relaci?n inmediata en la cual la determinaci?n de un cuanto se halla rec?procamente en la determinaci?n del otro. [2/7 vgr.]
Hay una ?nica determinaci?n o un ?nico t?rmino de ambos cuantos que es tambi?n un cuanto: es el exponente de la relaci?n. [.28571...]
El exponente:
-es un cuanto
-que en s? mismo se refiere a s? mismo en su exterioridad;
-es un cuanto determinado cualitativamente s?lo en tanto tiene en s? mismo la diferencia de s?, su m?s all? y su ser otro;
-la diferencia del cuanto en s? mismo es la diferencia entre el monto y la unidad;
-cada uno de los momentos del cuanto exponente son cuantos [unidad y monto].
El exponente:
-tiene ambas determinaciones [unidad y monto] en s? mismo;
-1o.: es un cuanto y, en consecuencia, un monto; cuando uno de los lados de la relaci?n se halla tomado como unidad que se expresa en un uno num?rico, entonces el exponente es un monto.
[Vgr. en 2/7: el siete representa la s?ptima parte de un todo, es la unidad de la relaci?n; el 2 es el monto de la relaci?n. El exponente de 2/7, .28571... tiene el monto (.28571...) y la unidad (1) en s? mismo: .28571/1.]
-2o.: es la simple determinaci?n, por ser lo cualitativo de los t?rminos de la relaci?n.
Cuando el cuanto de uno de los lados de la relaci?n se halla determinado, tambi?n lo est? el otro por medio del exponente [x/7 =.28571..., x = 7 por .28571..., x = 2]
Es absolutamente indiferente c?mo se determine el primero de los lados de la relaci?n [x/7, 8, 9, 10, 11... = .28571...]
El lado de la relaci?n que se determina [/7] ya no tiene ning?n significado como cuanto determinado por s?, sino que puede ser igualmente cualquier otro sin alterar la determinaci?n de la relaci?n que reposa s?lo en el exponente.
[x/y = .28571..; x/7 = .28571...; 2/7 = .28571...; 4/14 = .28571...; 8/28 = .28571..;]
El cuanto que es unidad sigue siendo unidad por grande que se vuelva y el monto sigue siendo el mismo monto de aquella unidad tambi?n por grande que se vuelva.
Los dos cuantos, el de la unidad y el del monto, forman un solo cuanto;
-uno tiene frente al otro el valor de la unidad /7 [La unidad es el s?ptimo.]
-el otro el valor del monto 2/
Ambos son cuantos no acabados [es decir que no son en s? mismos unidad y monto, como s? lo es .28571 = .28571/1]
Esta imperfecci?n es una negaci?n, la cual significa que cuando el uno cambia el otro aumenta o disminuye otro tanto. [2/7 = 4/14 = 8/28....,]
S?lo uno de los dos cuantos, la unidad, cambia en su cuanto; el monto permanece el mismo monto de unidades.
El primer cuanto contin?a valiendo como unidad aunque padezca cualquier cambio como cuanto.
Cada t?rmino de la relaci?n [2/ /7] es s?lo uno de los dos momentos del cuanto.
Su independencia es negada en esta relaci?n cuantitativa.
El exponente debe ser el cuanto acabado [tener en s? mismo a la unidad y el monto]
Pero en la relaci?n directa, como cociente, es s?lo unidad o monto.
Si el cuanto B es el monto y el cuanto A la unidad, entonces el cociente C es el monto: B/A = C Monto.
Pero al ser tomado A como monto, C es la unidad que se requiere respecto al monto A para el cuanto B: B = AC Unidad.
Este cociente no est? puesto como el determinante de la relaci?n, o sea como su unidad cualitativa.
Tanto los dos cuantos como su relaci?n directa son cuantos imperfectos, no acabados. Estos cuantos y su relaci?n son negados por una relaci?n m?s correspondiente a su determinaci?n y m?s real donde el exponente tiene el significado del producto de los t?rminos; ?sta es la relaci?n o raz?n inversa.


B.- LA RELACI?N [O RAZ?N] INVERSA.

La relaci?n inversa es la raz?n directa eliminada.
En la relaci?n inversa el exponente vale como producto o unidad de la unidad y el monto [15 = 3 (monto) x 5 [unidad], 3 x 5 = 15 en donde quince permanece constante mientras 3 y 5 var?an en proporci?n inversa.]
En la relaci?n directa el cuanto se toma como constante.
En la relaci?n inversa el exponente es, como cuanto, un inmediato;
-es tambi?n un cuanto constante.
Pero, a diferencia de la relaci?n directa,
-no es un monto fijo con respecto al uno del otro cuanto en la relaci?n [3x5 = 15; 4x3.75 = 15; 7.5x2 = 15; primero es 3 veces 5, despu?s 4 veces 3.75, etc?tera.]
-esta relaci?n est? ahora puesta como variable [el uno de la relaci?n es 5, 3.75, 2, etc?tera y por lo tanto 15 es 3 veces cinco, cuatro veces 3.75, es decir, su relaci?n no es fija sino variable];
-cuando para lo uno de un t?rmino se toma un otro cuanto entonces el otro deja de ser el mismo monto de unidades del primero [cuando el uno pasa de 5 a 3.75, 2, etc?tera, el otro t?rmino deja de ser 3, 4, etc?tera.]
El exponente de la relaci?n inversa contiene a los dos cuantos, la unidad y el monto en s? mismo [15 = 3 (monto) x 5 [unidad].
Mientras que el exponente de la relaci?n directa es s?lo la unidad de los dos cuantos, unidad y monto, como lo com?n a ellos [2/7 = .28571...; .28571... no contiene en su interior como factores a 2 y 7, es s?lo un cuanto com?n a ambos].
[El exponente es constante, pero variable su relaci?n interna.]
El exponente de la relaci?n inversa es un cuanto inmediato que se toma al arbitrio como constante. Pero no se mantiene constante el t?rmino de la relaci?n sino que es variable. [3x5 =15; 15 constante; variable la relaci?n 3x5 que puede ser 4x3.75, 7.5x2, etc?tera.]
[El exponente es la negaci?n de s? mismo como cuanto; es el l?mite cualitativo.]
El exponente de la relaci?n inversa como cuanto se halla puesto de modo negativo frente a s? como cuanto de la relaci?n, y por ende se halla puesto como cualitativo, como l?mite. Es lo cualitativo frente a lo cuantitativo. [3x5 = 15, etc?tera, el exponente 15 es la negaci?n de los cuantos 3 y 5, 4 y 3.75, 7.5 y 2, etc?tera; es lo cualitativo frente a lo cuantitativo, es su l?mite.]
En la relaci?n indirecta (inversa) la variaci?n se halla contenida en el interior de la relaci?n. La relaci?n indirecta (inversa) es el cuanto como determin?ndose cualitativamente a s? mismo;
-es t?rmino de s? mismo que se manifiesta en ?l. [3x5, cuanto que se determina cualitativamente a s? mismo, = 15; 15 es el t?rmino del cuanto 3x5.]
La relaci?n indirecta:
1o. es una magnitud inmediata como determinaci?n simple;
-es el todo como cuanto existente, afirmativo [3x5 = 15; es un cuanto existente];
2o. pero esta determinaci?n inmediata es tambi?n l?mite
-y por eso se distingue en dos cuantos que ante todo son distintos uno frente al otro [15 = 3x5 = dos cuantos distintos; 3x5 = 15 = unidad de la unidad y del monto];
-pero es tambi?n la unidad de la unidad y del monto, es el producto del cual ?stos son los factores.
El exponente de la relaci?n de los t?rminos:
-es en ellos id?ntico consigo mismo [15 = 3x5];
-es el elemento afirmativo de ellos, seg?n el cual son cuantos;
-como negaci?n puesta en ellos, es la unidad en ellos [l5 es el elemento afirmativo de 3x5 pero tambi?n es su negaci?n, es su unidad, su l?mite];
-cada uno, que es un cuanto inmediato y limitado general, es la vez un limitado, de modo que es id?ntico en s? con su otro [3 y 5 son limitados en general, pero en particular cada uno limita al otro.]
3o. El exponente, como unidad simple es la unidad negativa de esa distinci?n suya en los dos cuantos y el l?mite de su mutuo limitarse [l5 es la unidad de los dos distintos 3 y 5, 4 y 3.75, etc?tera y es el l?mite de su mutuo limitarse].
Se limitan los dos momentos dentro del exponente
-y son el uno lo negativo del otro porque ?l es su determinada unidad
[En el exponente se limitan 3 y 5, etc?tera; 3 es el negativo de 5 y viceversa: 3 niega a cinco porque al volverse aquel m?s grande este resulta m?s peque?o y viceversa.
-Cada uno tiene su magnitud porque tiene en s? la magnitud del otro;
-cada magnitud se contin?a negativamente en la otra [3 y 5 tienen su magnitud porque tienen en s? la magnitud del otro: 3 se contin?a negativamente en 5 porque al aumentar aquel ?ste disminuye];
-cuan grande es el monto de una, tanto elimina del monto de la otra;
-cada magnitud es lo que es s?lo por la negaci?n o el l?mite que est? puesta en ella por la otra [3 es porque 5. 5 es resultante; si 5 cambia a 6, vgr., entonces ya no es 3 sino otra magnitud].
-cada magnitud contiene tambi?n a la otra y se halla tambi?n medida por ?sta pues cada una debe ser el cuanto que la otra no es;
-para el valor de cada una la magnitud de la otra es indispensable y por lo tanto inseparable de ella [para 3 es indispensable e inseparable 5, porque si no es 5 tampoco es 3 en la relaci?n.]
La continuidad de cada una en la otra constituye el momento de la unidad;
-por medio de este momento de la unidad est?n en la relaci?n de la ?nica determinaci?n, del l?mite simple que es el exponente. [Adem?s de limitarse mutuamente, 5 y 3 tienen un l?mite en el exponente en 15].
La unidad, que es el todo, el exponente, constituye el ser-en-s? de cada una de las magnitudes. Este ser-en-s? es distinto de su magnitud presente conforme a la cual una disminuye tanto como la otra aumenta. El exponente es el l?mite de la limitaci?n de las dos magnitudes: al aumentar una de las magnitudes sustrae a la otra una parte de su com?n ser en s? [5x3 = 6x2.5 = 7x2.1428671 = 8x1.875 = 9x1.6666 = 15; al aumentar 5 a 6, le sustrae a la otra, a 3, una parte al com?n ser en s? y 15 es el l?mite de la relaci?n rec?proca entre las dos magnitudes].Si una de las magnitudes creciera hasta alcanzar por s? sola el l?mite, entonces la otra ser?a 0 y la relaci?n rec?proca no existir?a. Las dos magnitudes [5 y 3], no son cuantos sino momentos de la relaci?n. Se da una contradicci?n entre los momentos de la relaci?n y el exponente de la misma. Los momentos de la relaci?n aumentan o disminuyen hasta el infinito sin alcanzar nunca el l?mite [5x3 = 6x2.5 = 7x2.1428571 = 8x1.875 = 9x1.6666 ...... en donde una magnitud se vuelve infinitamente grande y otra infinitamente peque?a.] El exponente [5] es el l?mite hacia el cual tienden las magnitudes y dentro del cual se da su infinito aumento y disminuci?n, pero que nunca es alcanzado en este movimiento. Como l?mite de su propio limitarse, el exponente es:
a) su m?s all? al que ellos se aproximan infinitamente, pero sin poderlo alcanzar. Mala infinitud. Esta infinitud es finita en s? misma y tiene un l?mite en su contrario, en la finitud de cada parte y del exponente mismo.
b) Esta mala infinitud se halla puesta como lo que es de verdad: el momento negativo en general conforme al cual el exponente es, frente a los cuantos de la relaci?n, el l?mite simple como ser-en-s? fijo, al cual se refiere la finitud de ellos como lo absolutamente variable. El exponente es el cuanto que tiene al infinito [el movimiento de sus momentos] en s? mismo. Este infinito [el exponente al cual los cuantos s?lo pueden aproximarse] es el aquende afirmativo de la relaci?n, el simple cuanto de la relaci?n.
[El exponente como el verdadero infinito.]
En el exponente se alcanza el m?s all? que es la falta que afecta a los t?rminos de la relaci?n.
El exponente es la unidad de ambos, el otro lado de cada uno en s?, su ser-en-s? como infinitud afirmativa.
[Traspaso de la relaci?n inversa a la relaci?n potencial.]
Aqu? se da el paso de la relaci?n inversa a otra relaci?n.
La relaci?n inversa consist?a en que los cuantos estaban en la relaci?n de ser uno mayor cuanto otro era menor; es decir, que cada cuanto era lo que era por la negaci?n de su otro; este aumento del cuanto ten?a su l?mite en una tercera magnitud.
Lo caracter?stico de la relaci?n inversa es la variabilidad de los cuantos en oposici?n al l?mite fijo que es el componente; esta relaci?n es la oposici?n de lo cuantitativo [los cuantos de los cuales uno es tanto mayor cuanto el otro es menor] y lo cualitativo [el exponente que es el m?s all?, el l?mite fijo hacia el cual tienden los cuantos variables].
Lo caracter?stico de la relaci?n inversa radica en que su car?cter fijo se ha desarrollado consigo mismo como mediaci?n de ?l en su otro, esto es, en los finitos de la relaci?n.
Dicho de otro modo: los finitos de la relaci?n se limitan (niegan) mutuamente; el exponente es el l?mite mutuo del limitarse de los finitos, es la negaci?n de la negaci?n. Esta negaci?n de la negaci?n es la infinitud [verdadera] o sea el referirse afirmativo a s? mismo.
Lo m?s determinado de la relaci?n consiste en que el exponente es ya en s? la unidad de la unidad y el monto.
Pero cada uno de los miembros de la relaci?n es s?lo uno de los dos momentos [unidad o monto].
[3x5: uno es unidad y otro es monto; 15, como producto de 3x5, es la unidad de unidad y monto.]
El exponente encierra en s? a los dos momentos [3x5] y en ellos se refiere a s? en s? mismo.
En la relaci?n hay una diferencia entre los momentos de la misma [3x5] que es su expresi?n cuantitativa y el exponente [15] que es su expresi?n cualitativa por medio de un cuanto.
Lo caracter?stico de la relaci?n inversa es que en ella el exponente [15] es en s? mismo el ser-otro existente fuera de s? [es 15 que tiene en su interior a su otro, 3x5, que est? fuera de s? en el otro extremo de la relaci?n]. Es lo cualitativo que tiene dentro de s? a lo cuantitativo que es su otro existente fuera de s?.


C. LA RELACI?N [O RAZON] POTENCIAL.

[La cualidad tiene en s?, como sus momentos, a las determinaciones de la cantidad: unidad y monto.]
El cuanto ha llegado al ser-para-s?.
La totalidad cualitativa tiene como sus momentos las determinaciones del n?mero: la unidad y el monto. La cualidad tiene en s? la cantidad.
[En la relaci?n inversa el monto tiene su otro fuera de s?, en una unidad.]
En la relaci?n inversa el monto es una multitud determinada no por la unidad como tal, sino por medio de un tercero [son cuantos distintos]; el monto tiene su otro fuera de s? mismo.
[En la relaci?n potencial el monto tiene su otro en s? mismo, el monto y la unidad son el mismo cuanto.]
En la relaci?n potencial [x elevado a la y] la unidad y el monto son un mismo cuanto
[2 elevado al cuadrado = 2x2; 2 elevado al cubo = 2x2x2]. La unidad, que es un monto en s? misma, es a la vez el monto frente a s? como unidad.
El ser-otro, el monto de las unidades, es la unidad misma.
Esta es la forma m?s desarrollada del cuanto.
El monto tiene a la unidad en s? mismo.
El cuanto se halla en la potencia como de retorno a s? mismo. Es de inmediato ?l mismo y su ser otro.
[Determinaci?n fundamental del exponente de la relaci?n potencial: la cualidad.]
El exponente ya no tiene las mismas determinaciones que en la relaci?n directa y en la inversa. En la relaci?n potencial, las determinaciones son esencialmente cualitativas; es la simple determinaci?n siguiente: que el monto es la unidad misma y el cuanto en su ser otro es id?ntico consigo mismo.
Pero en su naturaleza cualitativa tiene tambi?n el lado cuantitativo que consiste en que el l?mite o la negaci?n no est?n como un inmediato existente sino que el ser determinado se halla continuado en su ser otro.
La verdad de la cualidad es ser cantidad, es decir, la determinaci?n inmediata eliminada.
[El cuanto de la relaci?n potencial ha realizado el concepto de cuanto.]
La raz?n potencial es la variaci?n exterior de un cuanto.
El cuanto que en esa relaci?n ha sido llevado a la perfecci?n ha alcanzado el concepto de cuanto y lo ha realizado de manera acabada.
[Cuanto que ha recobrado su naturaleza cuantitativa.]
La relaci?n potencial es la exposici?n de lo que el cuanto es en s? y expresa su determinaci?n o cualidad por cuyo medio ?l se diferencia de otro.
El cuanto de la relaci?n potencial es:
-la determinaci?n indiferente, puesta como eliminada;
-es decir, la determinaci?n como t?rmino que al mismo tiempo no es tal y se contin?a en su ser-otro y se queda en ?l por lo tanto id?ntico consigo mismo.
El cuanto, en la relaci?n potencial, es su ser otro, su salir m?s all? de s? mismo en un otro cuanto, determinado como por ?l mismo.
En la relaci?n potencial, la diferencia est? puesta como la diferencia de s? con respecto a s? mismo.
La exterioridad de la determinaci?n es la cualidad del cuanto; su exterioridad [lo cuantitativo] est? puesto como su propio determinar, como su referencia a s? mismo, como su cualidad.
El cuanto puesto como su concepto pasa a otra determinaci?n; su destinaci?n [ver pp. anteriores de este extracto] est? ahora como determinaci?n, es decir, el ser-en-s? est? tambi?n como existir.
[El cuanto como cantidad.]
El cuanto est? como cuanto, es decir, con su car?cter cuantitativo mientras su exterioridad es simple e inmediata.
[El cuanto como cualidad.]
El cuanto se convierte en lo otro, en la cualidad.
[El cuanto de acuerdo a su concepto.]
La exterioridad del cuanto, es decir, su car?cter cuantitativo, su poder ser aumentado o disminuido, es ahora [es decir, cuando el cuanto se convierte en lo cualitativo] un momento de s? mismo, en ella se refiere a s? mismo y es un ser como cualidad. La exterioridad ya no es simple e inmediata sino mediada por el mismo cuanto.
En primer lugar es la cantidad como tal opuesta a la cualidad.
Pero la cantidad es una cualidad, una determinaci?n que se refiere a s? misma y que es opuesta a su otra determinaci?n que es la cualidad.
No s?lo la cantidad es una cualidad, sino que la verdad de la cualidad es la cantidad.
La cualidad ha traspasado a la cantidad.
La verdad de la cantidad es la exterioridad ya de retorno en s? misma y no indiferente: es la cualidad misma, es un algo.
Doble traspaso entre la cantidad y la cualidad.
Cantidad en general -opuesta a la cualidad como su otro,]
traspasa a la
Cualidad; la cantidad es una cualidad.
[Cualidad en general -opuesta a la cantidad como su otro],
traspasa a la
Cantidad; la cualidad es una cantidad.
No s?lo es el traspaso de la cantidad a la cualidad y de la cualidad a la cantidad, sino el retorno, a trav?s de ese movimiento, a la primera determinaci?n.
"...Esta observaci?n acerca de la necesidad del doble traspaso es de gran importancia para el conjunto del m?todo cient?fico (subrayado por m?)." p. 283
[El cuanto es la cualidad.]
El cuanto no est? ahora como determinaci?n indiferente y exterior; es eliminado como tal y es la cualidad, aquello por lo cual algo es lo que es.
El cuanto como cualidad es la verdad del cuanto; es la medida.
La cantidad que es el cuanto es una cualidad, una medida.

La relaci?n entre la unidad y el monto en el exponente, cuando se trata de la combinaci?n de dos elementos, vgr., puede ser directa, inversa y potencial.
En la relaci?n directa la cualidad de la pluralidad es una determinada y fija. Los cuantos del monto y de la unidad var?an en el mismo sentido.
En la relaci?n inversa la cualidad de la pluralidad es una determinada y fija y tambi?n lo es su cantidad. Pero los cuantos del monto y la unidad var?an en sentido inverso.
En la relaci?n potencial la cualidad de la pluralidad es absolutamente variable. Son variables tambi?n el monto y la unidad. A cada cantidad del monto y la unidad corresponde una cualidad.
La sustancia infinita determinada (vgr. un elemento material cualquiera: ox?geno, hidr?geno, etc?tera), tiene una cualidad que deriva de la cantidad de los elementos concentrados. Esta cualidad es el exponente de la relaci?n entre unidad y el monto de tales elementos. La unidad tiene car?cter finito; el monto que forma esas unidades es la reuni?n de cuantos que huyen de s? en una progresi?n infinita; el exponente retrotrae al cuanto de esa huida de s? y lo interna dentro de los l?mites que esa cualidad es. El cuanto que es unidad, monto y exponente es el cuanto infinito. El infinito es por tanto actual, se encuentra aqu?, dentro de los l?mites de la cualidad que es finita. La cualidad es lo infinito. La cualidad de la pluralidad puede ser tambi?n la cualidad de la combinaci?n de dos sustancias infinitas determinadas (?tomos de hidr?geno, vgr.).
Esta combinaci?n puede ser una relaci?n directa entre ambos elementos (una proporci?n fija en la que se cambian teniendo como resultado siempre la misma cualidad), o elevarse hacia una relaci?n m?s complicada, la relaci?n inversa (en donde ambos se combinan inversamente en diferentes proporciones pero dentro de los l?mites de una cantidad fija que es una cualidad determinada tambi?n); o, por ?ltimo, se puede tratar de la relaci?n m?s compleja que es la relaci?n potencial (aquella en la cual var?an las cantidades en que se combinan los elementos y a cada variaci?n en cualquier sentido corresponde una cualidad distinta).
Hegel se ha adentrado en la determinaci?n de la naturaleza de la sustancia infinita. En este nivel que ha alcanzado se encuentra a la sustancia infinita formada primeramente por ?tomos, despu?s por ?tomos con una cualidad espec?fica, algos, seres determinados infinitos, m?s adelante por concentraciones de ?tomos que tienen una cualidad propia y, por ?ltimo, por combinaciones de ?tomos de distintas cualidades en sustancias tambi?n con una cualidad. Esta cualidad supera y conserva la primitiva cualidad de donde parti? y por tanto refleja la objetividad de una manera m?s plena, esto es, la unidad dial?ctica de los dos niveles de existencia del ser determinado finito.
El cuanto infinito es, en la ?ltima forma de relaci?n entre los elementos, directamente cualidad. La cantidad es cualidad.
Hegel inici? su estudio tomando a la cualidad abstra?da de la cantidad; posteriormente somete a an?lisis a la sustancia infinita como sustancia indeterminada, como cantidad pura y por ?ltimo llega a la verdad unificadora del cuanto finito que contiene en su interior a la infinitud y que es directamente una cualidad.
Hegel ha realizado lo siguiente:
1) Ha establecido la cualidad; la ha negado. La cualidad traspasa a la cantidad.
2) Ha establecido la cantidad; la ha negado. La cantidad traspasa a la cualidad.
Hegel dice que este doble traspaso es muy importante para el m?todo cient?fico. Esto quiere decir que el an?lisis del objeto ha de empezar por establecer las leyes de la cualidad en s? misma, despu?s pasar a las que le competen como sustancia infinita y por ?ltimo realizar la s?ntesis de las dos para llegar al reflejo m?s rico de la objetividad que es la cualidad que tienen en s? las determinaciones de la sustancia infinita y del ser determinado finito.
Desde luego que la cantidad tambi?n es una caracter?stica del ser determinado finito abstra?do de su naturaleza de sustancia infinita, tal como aparece en el primer nivel del conocimiento; aqu? tambi?n la cantidad es una cualidad. Pero Hegel ha preferido estudiar esta determinaci?n en la sustancia infinita porque aqu? se toman en consideraci?n las unidades m?s abstractas del ser, los ?tomos, y por tanto, las relaciones de cantidad (continuidad, discreci?n, extensi?n, intensidad, unidad, monto, etc?tera) son m?s evidentes y f?cilmente deducibles.
Enseguida Hegel pasa al estudio de las combinaciones m?s complejas entre sustancias que son formas de existencia de la sustancia infinita.





TERCERA SECCION

LA MEDIDA


En la medida se hallan unificadas la cualidad y la cantidad.
[Ser determinado (cualidad).]
1) El ser es la igualdad inmediata de la determinaci?n consigo misma.
[Ser determinado eliminado (negaci?n de la cualidad ).]
2) Esta inmediaci?n de la determinaci?n se elimina.
[Traspaso a la cantidad (vuelta del ser a su indeterminaci?n primitiva).]
3) La cantidad es el ser que ha vuelto a s? y es simple igualdad consigo mismo como indiferencia frente a la determinaci?n.
4) Pero esta indiferencia es la exterioridad de tener la determinaci?n no en s? mismo sino en otro [tener la cualidad fuera de s?.]
[Cantidad negada, traspaso a la cualidad.]
5) Esta exterioridad es eliminada; la cantidad tiene ahora en si misma la diferencia de s?, la cualidad.
[Cuanto cualitativo: medida.]
6) La cantidad que es una cualidad, la medida, tiene a la exterioridad como su momento cuantitativo y a la determinaci?n como su momento cualitativo.
La medida es la cantidad que es una cualidad [todo lo que existe tiene una medida].




Primer Cap?tulo.

LA CANTIDAD ESPECIFICA.

La cantidad cualitativa es ante todo un cuanto inmediato espec?fico.
A.- EL CUANTO ESPECIFICO.
La medida es:
-la referencia simple del cuanto hacia s? [cantidad ] y
-su propia determinaci?n en s? mismo [cualidad];
-as? el cuanto es cualitativo.
Como medida inmediata
-es un cuanto determinado y
-una cualidad determinada.
El cuanto, que tiene ya el l?mite en s? mismo, es ?l mismo la cualidad; aunque es distinto de ella, no va m?s all? de ella; de la misma manera la cualidad no va m?s all? del cuanto.
Esto se puede expresar as?: todo lo que existe tiene una medida.
Toda existencia posee una magnitud y ?sta pertenece a la naturaleza del algo mismo; constituye su naturaleza determinada y su ser dentro de s?.
El algo no es indiferente frente a la magnitud, porque si esta aumentara o disminuyera cambiar?a su cualidad.
El cuanto es ya el l?mite del algo.
La cosa, aumentada o disminuida m?s all? de este cuanto, desaparecer?a.
La magnitud de un algo determinado tiene una doble naturaleza.
[La magnitud es cuanto: capaz de aumentar y disminuir.]
-como cuanto es una magnitud indiferente abierta a la determinaci?n extr?nseca y capaz de subir y bajar en lo m?s y lo menos;
[La magnitud es medida: un l?mite a ese aumento y disminuci?n.]
-como medida es distinta de s? misma como cuanto y es una limitaci?n de aquel ir y venir con respecto a un t?rmino.
En el algo coexisten los dos aspectos de la magnitud.
La magnitud del algo determinado es
-una vez la cantidad a la que est? vinculada la cualidad [medida],
-otra vez la cantidad donde se da el aumento y la disminuci?n.
[Al cambiar su cuanto como medida, cambia su cualidad; perece].
El perecer de un algo determinado que posee una medida ocurre en el hecho de que su cuanto ha cambiado [su cuanto como medida o cualidad].
[Cambio cualitativo como desligado por completo de los cambios cuantitativos.]
El perecer aparece por un lado como repentino porque como cuanto la magnitud del algo determinado puede aumentar y disminuir sin que cambien su medida ni su cualidad.
[Cambios cualitativos reducidos a meros cambios cuantitativos.]
Por otro lado, el perecer aparece como gradual porque el aumento ? disminuci?n llevados a su extremo determinan un cambio en la medida, en la cualidad. Pero al considerarlo como gradual, el cambio es tomado como cambio s?lo del cuanto.
La verdad es:
El cambio cuantitativo se trastrueca en cambio cualitativo.
La medida tiene, como ya se dijo, dos aspectos:
a) es un cuanto cuya magnitud puede aumentar y disminuir sin afectar a la cualidad; b) es un cuanto cualitativo y espec?fico. a) y b) son lados distintos de la medida; ambos tienen una existencia diferente.
La medida, que es la magnitud determinada en s?, al referirse al lado variable y extr?nseco, elimina la indiferencia de ?ste [es decir el constante ir y venir de ?ste, el aumento y disminuci?n indiferente a la cualidad] y se convierte en la medida que especifica [es decir, la medida que pone un l?mite al aumento y disminuci?n de la magnitud].
B.- LA MEDIDA QUE ESPECIFICA.
a) La medida que especifica [es decir, la medida que pone un l?mite al aumento y disminuci?n de la magnitud] es una regla.
La regla es una unidad de medici?n; es una magnitud determinada en s? que es una unidad respecto a un cuanto que es una existencia particular, es decir, que es distinto del algo que es la regla.
[v = s/t; el tiempo es la unidad de medici?n, es la regla; es la medida que especifica; la distancia es lo medido por la unidad de medici?n, es un algo distinto de ella.]
La regla a su vez es medida en el algo distinto de ella, pues ?ste es un monto de aquella unidad.
La comparaci?n entre la regla que mide y el algo distinto de ella que es medido es un actuar extr?nseco. La regla es un algo extr?nseco; en consecuencia, la medida es un algo extr?nseco.
Pero la medida no es s?lo algo extr?nseco sino que, al especificar, se refiere en s? misma a un otro, que es un cuanto. [Es decir, que la regla no s?lo es una medida extr?nseca del cuanto que es su otro (cu?ntas unidades hay en el monto) sino que es un l?mite cualitativo de ese cuanto: la regla determina la cualidad,]
b) La medida que especifica.
La medida es la determinaci?n extr?nseca que ahora se halla puesta en el algo de la medida;
-el algo de la medida es un cuanto, pero un cuanto cualitativo que determina al cuanto simplemente indiferente y extr?nseco.
[La medida es una regla, es decir, la determinaci?n de un monto por medio de una unidad; pero al mismo tiempo la medida determina la cantidad que corresponde a la cualidad de un algo, m?s ac? o m?s all? de la cual deja de ser ese algo, es decir, la medida espec?fica, la cualidad del algo.]
El algo tiene el lado del ser-para-otro, es decir, el cuanto simplemente indiferente y extr?nseco al cual le compete el indiferente ser aumentado o disminuido.
El algo tiene su cualidad en la medida.
A este algo se enfrenta esta misma cualidad en un otro algo.
Pero este otro algo es un cuanto carente de medida en general que est? frente al que es medidor.
[El algo es por un lado el cuanto cualitativo carente de medida, es decir el cuanto cualitativo que es un l?mite a aquel ir y venir, el que determina la cualidad del algo.]
En el algo, en tanto medida en s? [en tanto cuanto cualitativo que es un l?mite a aquel ir y venir] le sobreviene extr?nsecamente [desde fuera] una variaci?n de la magnitud de su cualidad.
El algo no admite la multitud aritm?tica de la magnitud de la cualidad.
La medida del algo reacciona en contra de la multitud aritm?tica y se comporta contra ella como un intensivo.
La medida del algo admite la multitud aritm?tica de una manera particular:
-modifica el cambio puesto extr?nsecamente,
-convierte este cuanto cualitativo que aumenta y disminuye en un otro;
-en esta especificaci?n se muestra como ser-para-s? en esta exterioridad.
La multitud as? especificada por el algo [hecha suya por el algo] es un cuanto que depende de otra multitud que es exterior.
La multitud especificada es tambi?n variable;
-pero no es un cuanto como tal,
-sino que es un cuanto extr?nseco especificado de manera constante [hecho suyo por el algo constantemente].
La medida del algo tiene su existencia como una relaci?n.
[como la relaci?n entre el algo y la multitud extr?nseca; es el acto de especificar la multitud]
-lo espec?fico de la medida del algo, es decir, la expresi?n de su relaci?n con la multitud extr?nseca, es el exponente de esa relaci?n.
[Ejemplo: e/t = v; el algo cualitativo es el espacio que especifica a la multitud exterior que es el tiempo; la expresi?n de la relaci?n entre el algo y la multitud extr?nseca es el exponente (la velocidad), es la medida del algo.]
En la medida que especifica, el cuanto
-se halla una vez en su magnitud inmediata,
-la otra vez se halla, por medio del exponente, tomado en un otro monto.
El exponente no es otra cosa que lo cualitativo que especifica el cuanto como tal.
Lo cualitativo, verdaderamente inmanente del cuanto es la determinaci?n de potencia [vgr.: e = at elevada al cuadrado; t elevada al cuadrado = e/a.]
La determinaci?n de potencia es la que constituye la relaci?n, es la determinaci?n existente en s? que se opone al cuanto como extr?nseco.
El cuanto extr?nseco tiene por principio el uno num?rico;
-la variaci?n del cuanto extr?nseco es la agregaci?n o disminuci?n de un uno num?rico;
-la variaci?n del cuanto extr?nseco es una progresi?n aritm?tica.
Pero cuando la medida del algo cualitativo especifica aquella multitud extr?nseca, la progresi?n aritm?tica produce otra serie que se refiere a la primera y con ella aumenta o disminuye, pero no en proporci?n aritm?tica, sino en una determinaci?n de potencia.
NOTA
La temperatura es una cualidad en que se distinguen dos lados:
a) es un cuanto extr?nseco, temperatura exterior, temperatura de un cuerpo considerado como medio universal; su variaci?n es una progresi?n aritm?tica; aumenta y disminuye uniformemente;
b) es un cuanto espec?fico, temperatura de los diferentes cuerpos que se encuentran en ese medio universal, la cual es el resultado de determinar la temperatura recibida exteriormente por medio de la medida espec?fica de cada cuerpo, de su capacidad t?rmica; as?, la temperatura del cuerpo aumentar? y disminuir? conforme lo haga la temperatura exterior, pero no lo har? en la misma proporci?n aritm?tica, sino en una proporci?n distinta, de potencia.
En esto se ha considerado como exterior a la temperatura, cuya variaci?n es meramente cuantitativa; sin embargo, esta temperatura es la del aire, es decir, una temperatura espec?fica. La relaci?n entre la temperatura del medio universal y la de los cuerpos que en ?l se encuentran no debe tomarse entonces como la relaci?n entre un cuanto simplemente cuantitativo y otro calificador, sino como la relaci?n de dos cuantos espec?ficos. La relaci?n ser? entonces de dos cualidades que en s? mismas son medidas.
c) Relaci?n de los dos lados como cualidades.
El lado cuantitativo del cuanto est? s?lo como relaci?n hacia el cuantitativo exterior.
Al especificar el lado cualitativo al cuantitativo exterior elimina su exterioridad.
Este cuanto especificado por la cualidad es diferente de la cualidad misma a?n cualitativamente. [Es decir, que el cuanto que es exterior y que en la relaci?n se elimina de su exterioridad convirti?ndolo en interior del lado cualitativo, a?n estando en ?ste es diferente de ?l y no s?lo como cuanto extr?nseco, sino como otra cualidad.]
Los dos lados son cualitativamente, uno frente a otro y cada uno por s? mismo, un ser determinado, son dos cualidades. El cuanto [extr?nseco]:
-primeramente est? s?lo como cuanto formal indeterminado en s? mismo y es el cuanto de un algo y de su cualidad;
-dado que la relaci?n rec?proca entre el algo y su cualidad es la medida, el cuanto es la magnitud espec?fica de esas cualidades;
-las dos cualidades est?n en relaci?n entre s? conforme a la determinaci?n de medida; la medida es su exponente.
El cuanto es al mismo tiempo extr?nseco y espec?fico;
-cada una de sus cantidades tiene esta doble determinaci?n: es extr?nseca y espec?fica;
-cada una de las cantidades del cuanto se halla absolutamente entrelazada con las del algo cualitativo.
Las cualidades
-no s?lo son existencias que est?n la una para la otra en general,
-sino que son puestas de manera inseparable;
-la determinaci?n de magnitud unida con ellas es una unidad cualitativa, una ?nica determinaci?n de medida;
-en ?sta ellas [las cualidades] se hallan conectadas;
-la medida es as? el rec?proco referirse cuantitativo inmanente de dos cualidades [Vgr.: s/t = v: el espacio y el tiempo son dos algos cualitativos que est?n unidos por la medida (v = velocidad) y a trav?s de ella se refieren cuantitativamente uno al otro; esto es as? porque ambos, tiempo y espacio, tienen cada uno una doble determinaci?n, como cuanto extr?nseco y como cualidad.]
En la medida aparece la determinaci?n esencial de la magnitud variable.
-En la medida inmediata esta variaci?n no se halla puesta todav?a; la medida en general es un cierto cuanto al que est? anudada una cualidad [vgr. v = e/t]. [No hay variaci?n; se relacionan un cuanto y una cualidad determinada]
En la medida espec?fica, la variaci?n se da en un cuanto extr?nseco que al especificar las cualidades de los algos con los que se relaciona producen ellos una variaci?n que est? en relaci?n de potencia [vgr. la temperatura ambiente y las temperaturas de los cuerpos; el tiempo y el espacio en la ca?da libre: v = at elevado al cuadrado.] En la medida que especifica est?n relacionadas dos cantidades, aunque una de ellas considerada como cuanto extr?nseco especificador.
En la medida realizada se relacionan dos cuantos determinados cualitativamente; es decir, que cada uno es al mismo tiempo en s? mismo una cualidad y un cuanto extr?nseco y como tal se relaciona con el otro. La variabilidad de ellos es la variabilidad real, es decir, la que se halla determinada cualitativamente y, por lo tanto, determinada por una relaci?n de potencias. [Vgr. la formula s al cubo = at al cuadrado, en la cual los dos cuantos cualitativos, el tiempo y el espacio, se relacionan entre s? como potencias.]
NOTA
Conexi?n entre naturaleza cualitativa de una existencia y su determinaci?n de cantidad que se halla en la medida.
Ejemplo: leyes del movimiento.
1.- v = e/t. El espacio es un extr?nseco real y por tanto el monto; el tiempo es lo ideal, lo negativo, el lado de la unidad.
2.- e = at elevada al cuadrado; ra?z cuadrada de e/a = t. La cantidad del tiempo se halla determinada como ra?z y la del espacio como cuadrado.
3.- e elevado al cubo = at elevada al cuadrado. La cantidad del tiempo y del espacio se hallan ambos determinados como potencia.
Estas relaciones reposan en la naturaleza de las cualidades que est?n en la relaci?n del espacio y del tiempo y en la especie de la relaci?n: movimiento mec?nico, ca?da libre o movimiento celeste. Estas especies de movimientos y de sus leyes reposan en el desarrollo del concepto de sus momentos que son el espacio y el tiempo, en tanto estas cualidades como tales se muestran inseparables en s?, vale decir, en el concepto y su relaci?n cualitativa es el ser-para-s? de la medida, o sea solo una ?nica determinaci?n de medida.
C. EL SER-PARA-SI EN LA MEDIDA.
En la medida especificada:
-lo cuantitativo de los dos lados est? determinado cualitativamente [en la relaci?n de potencias];
-los dos lados son as? momentos de una ?nica determinaci?n de medida de naturaleza cualitativa;
-estas cualidades son inmediatas, s?lo diferentes;
-no est?n ellas mismas en la relaci?n, como s? lo est?n sus magnitudes de potencia que no tienen ning?n sentido ni existencia fuera de tal relaci?n.
Lo cualitativo permanece oculto como aquello que espec?fica no a s? mismo sino a la magnitud. Lo cualitativo es una existencia subsistente por s?, fuera del hecho de que la magnitud est? puesta en una diferencia respecto a ella y fuera de su relaci?n con su otro.
As?, espacio y tiempo valen fuera de aquella especificaci?n que contiene su determinaci?n de magnitud en el movimiento de la ca?da o en el de los cuerpos celestes. Valen como tiempo en general y espacio en general.
La inmediaci?n de lo cualitativo frente a su relaci?n de medida se vincula con una inmediaci?n cuantitativa.
Esta inmediaci?n de lo cualitativo se vincula tambi?n con la indiferencia de un cuantitativo que est? en ?l frente a la relaci?n: la cualidad inmediata tiene tambi?n un cuanto inmediato.


La medida espec?fica tiene fuera de s?, en las cualidades, un cuanto cuya variaci?n es puramente aritm?tica; este cuanto inmediato es extr?nseco a la medida espec?fica, es decir, a la relaci?n de potencia.
Las cualidades pertenecen a la medida, est?n en relaci?n con ella; se relacionan con los cuantos inmediatos que tienen en s? mismos.
Esta relaci?n entre la cualidad inmediata es una relaci?n exterior a la relaci?n potencial y es la relaci?n directa y la medida inmediata.
El cuanto inmediato tiene ahora otra determinaci?n: est? como un cuanto extr?nseco en su relaci?n con la medida espec?fica.
Esta inmediaci?n de la relaci?n cuantitativa es la negaci?n de la determinaci?n cualitativa de medida [relaci?n de potencia].
[Cuanto inmediato: tesis; cuanto cualitativo: ant?tesis; retorno del cuanto inmediato en una relaci?n cualitativa: s?ntesis].
Tal negaci?n se mostr? en los lados de la determinaci?n de medida cualitativa que por esa raz?n aparecieron como independientes. Esta negaci?n y el retorno de la determinaci?n cuantitativa inmediata est?n incluidos en la relaci?n determinada cualitativamente. [Vgr. en la f?rmula de la ca?da de los cuerpos: e = at elevada al cuadrado en donde a es la relaci?n cuantitativa directa e inmediata entre el tiempo y el espacio, pero ahora incluida en una relaci?n de potencia.]




Este exponente de la relaci?n cuantitativa inmediata de las dos cualidades inmediatas, como negaci?n de los dos lados cualitativamente determinados es un ser para s?, el ser absolutamente determinado.
Es tal ser-para-s? ?nicamente en s?.
Es como existencia un cuanto simple, inmediato, un cociente o un exponente de una relaci?n de los lados de la medida; pero tambi?n es la unidad que aparece como emp?rica en lo cuantitativo de la medida.
e = at elevada al cuadrado es la relaci?n espec?ficamente determinada entre espacio y tiempo, una relaci?n potencial.
a = e/t es la relaci?n directa en la cual espacio y tiempo est?n como cualidades indiferentes una respecto a la otra.
En la ley de la ca?da de los cuerpos at elevada al cuadrado es el monto y a la unidad.
Resumen:
La medida ha quedado determinada como una relaci?n especificada de magnitud que tiene en s? como cualitativo el cuanto extr?nseco ordinario.
Este cuanto est? como momento de la determinaci?n de la relaci?n en general; es exponente, y como ser determinado inmediato es un exponente invariable. Este exponente lo es de la relaci?n directa de las cualidades. A trav?s de este exponente est? determinada espec?ficamente su relaci?n rec?proca de magnitud.
e = at elevada al cuadrado = relaci?n espec?fica de las cualidades; relaci?n de potencia.
a = e/t = relaci?n directa e inmediata de las cualidades; cuanto extr?nseco que est? como momento de la relaci?n espec?fica; es la unidad del monto de la relaci?n espec?fica.
En la relaci?n de potencia nos encontramos a la medida realizada;
-sus dos lados son medidas distintas;
-una es inmediata y extr?nseca;
-otra es especificada en s?;
-la medida realizada es la unidad de ambas.
Como unidad de la medida inmediata y extr?nseca y de la medida especificada en s?, la medida realizada contiene la relaci?n en donde
-las magnitudes est?n puestas como determinadas por la naturaleza de las cualidades y diferentes [es la relaci?n potencial]
-y su determinaci?n, inmanente e independiente en absoluto, se ha rebajado al ser-para-s? del cuanto inmediato, al exponente de una relaci?n directa [en la relaci?n directa].
La auto-determinaci?n de la medida realizada se halla negada en tanto ella tiene en este otro suyo [?l cuanto inmediato] la determinaci?n ?ltima, existente por s?.
Y al contrario, la medida inmediata, que debe ser cualitativa en s? misma, s?lo en la medida realizada tiene de verdad su determinaci?n cualitativa.
Esta unidad negativa de las medidas distintas en la medida realizada es un ser-para-s? real, es la categor?a de un algo, como unidad de cualidades que est?n en relaci?n de medida.
Esta unidad es una independencia plena.
Las dos relaciones -la espec?fica y la directa- que son distintas dan una existencia doble:
Tal todo independiente (unidad de las dos medidas) como existente por s? mismo es a la vez un rechazarse en independientes distintos cuya naturaleza y consistencia (materialidad) cualitativas est?n en su determinaci?n de medidas.
Las cosas son independientes distintos que son una unidad de las dos medidas y que tienen su cualidad en su determinaci?n de medidas [tienen su cualidad en su cantidad].

Hegel se propuso desentra?ar cu?l es la naturaleza de la sustancia infinita. En primer lugar, la considera como sustancia indeterminada, como cantidad pura. Es una multiplicidad de unidades que tienen una estructura similar, son ?tomos. Esas unidades de la sustancia infinita son cuantos determinados, es decir, son elementos, tienen una cierta cualidad. Su multiplicidad es una simple uni?n de cuantos determinados, una determinada cantidad de ellos. La sustancia infinita ha sido determinada como una cierta cantidad de cuantos determinados.
La concentraci?n de cuantos determinados tiene tambi?n una cualidad propia que est? dada por la cantidad de cuantos concentrados. Esa cualidad es el exponente de la relaci?n entre el monto y la unidad del cuanto (que tambi?n son cuantos), pero se trata aqu? de una relaci?n meramente cuantitativa entre ambos. Ahora nos encontramos con que la sustancia infinita est? formada por cuantos determinados que son el exponente de la relaci?n entre el monto y la unidad de cuantos elementales con una misma cualidad; su cualidad deriva de su cantidad.
Los cuantos que son exponentes se relacionan entre s? en una determinada cantidad y dan lugar a una cualidad que es exponente de aquella relaci?n en la cual los cuantos son uno el monto y otro la unidad. La forma m?s alta de esta relaci?n es aquella en donde la cantidad de los cuantos es absolutamente variable, por lo que la cualidad resultante tambi?n lo es. Aqu? se pone de relieve que a cada cantidad corresponde una cualidad. La sustancia infinita ha pasado de la plena indeterminaci?n (materia con estructura at?mica), de la cantidad pura, a la determinaci?n de sus unidades elementales y de la multiplicidad de ellas, esto es, a la cantidad que es cualidad. La sustancia infinita est? formada por cantidades que son cualidades de unidades elementales que tambi?n tienen una cualidad determinada por la cantidad, en este caso interna. La sustancia infinita est? formada por una pluralidad de cuantos cualitativos.
El cuanto cualitativo, la cantidad que es una cualidad, es una medida. Todo lo que existe tiene una medida, es decir, una cualidad determinada por la cantidad. Aquello que tiene medida es un algo, un ser determinado. La medida del algo tiene dos aspectos, la cantidad y la cualidad. La primera no va m?s all? de la segunda ni ?sta de la primera; cada una es el l?mite de la otra, entre ambos determinan la medida del algo. La medida pertenece a la naturaleza del algo; si ella cambiase lo har?a tambi?n el algo.
Sin embargo, el lado de la cantidad en la medida del algo est? sujeta a la determinaci?n extr?nseca, al ser un m?s o un menos. La cualidad es un l?mite a ese ir y venir de la cantidad. La cualidad permanece sin cambios aunque la cantidad aumente o disminuya. Pero si la variaci?n del cuanto se lleva hasta su extremo, entonces sobreviene el perecer del algo porque la nueva cantidad ha rebasado los l?mites de la cualidad primitiva. En su lugar ha surgido una nueva cualidad, otro algo. Los cambios cuantitativos producen cambios cualitativos.
La sustancia infinita existe bajo la forma de una pluralidad de algos; el algo tiene una medida, es decir, una cantidad que es una cualidad; esta cantidad es variable; primero aumenta o disminuye sin que cambie la cualidad pero despu?s de un punto esa variaci?n produce un cambio en la cualidad que da lugar al perecer del algo. La sustancia infinita existe bajo la forma de los algos, que son una medida y que est?n sujetos a cambios cuantitativos que producen cambios cualitativos.
El algo es una medida, un cuanto cualitativo; es, por un lado un cuanto que puede aumentar y disminuir sin alterar la cualidad y por el otro un cuanto cualitativo espec?fico que pone un l?mite al aumento y disminuci?n del cuanto. La medida del algo es una regla, es decir, sirve para medir un cuanto extr?nseco a ella, para determinar en qu? relaci?n cuantitativa se encuentra la cualidad del cuanto extr?nseco con la del que es la regla.
Los algos en que se manifiesta la sustancia infinita se relacionan entre s?; sus relaciones son relaciones de medida, relaciones de cualidades. Una primera forma de vincularse entre s? los algos es aquella en que uno de ellos es la cualidad (medida) que especifica, es decir, hace suya a una cualidad exterior que existe como un medio exterior general; el resultado es el algo con una cualidad espec?fica, es decir, una cualidad que es la relaci?n de dos cualidades. La medida espec?fica, la cualidad que es la relaci?n entre dos cualidades es el exponente de la relaci?n. Otra forma de relaci?n es la que existe directamente entre dos cualidades en el algo; el exponente de esa relaci?n es la medida, la cualidad del algo. Una forma superior de la relaci?n es aquella en la cual las dos cualidades est?n en relaci?n potencial y son por lo tanto absolutamente variables. Por ?ltimo, la forma m?s alta es la que contiene a las dos relaciones anteriores, la directa y la potencial. Los algos que son la relaci?n m?s alta entre cualidades son cosas materiales independientes que constituyen una unidad de cualidades en relaci?n de medida.







Segundo Cap?tulo

LA MEDIDA REAL

La medida real es la relaci?n de medidas que constituyen la cualidad de diferentes algos independientes, de cosas.
Los t?rminos que constituyen ahora la relaci?n de medida son ellos mismos medidas
-pero al mismo tiempo son algo real. son medidas inmediatas y sus relaciones entre s? son relaciones directas.
Lo que se estudiar? son las relaciones entre estas relaciones.



Relaci?n directa entre dos medidas que son cualidades de algos independientes.
La medida real es:
-la medida independiente de una corporeidad que se refiere a otras medidas de otras corporeidades;
-esta medida independiente especifica a las otras medidas y corporeidades.
Esta especificaci?n es la producci?n de otras relaciones y de otras medidas [medidas reales].
Por tanto, la independencia de las cosas traspasa a una determinaci?n de una serie de medidas [relaciones directas entre dos medidas que son cualidades de algos independientes].
Las relaciones directas entre las medidas de las cosas independientes son medidas en s? determinadas y exclusivas (afinidades electivas);
-como la medida de las cosas es un cuanto cualitativo, ella puede aumentar o disminuir;
-se produce as? una serie de medidas y una progresi?n de relaciones de medidas que
-en parte es una progresi?n cuantitativa,
-pero tambi?n es una l?nea de nudos de relaciones espec?ficas independientes. [La progresi?n cuantitativa se halla interrumpida por relaciones cualitativas.]

Para la medida, en esta progresi?n se introduce la falta de medida, la infinitud de la medida.
-En la infinitud de la medida las independencias que se excluyen son justamente una sola;
-y lo independiente entra en relaci?n negativa consigo mismo.
A. LA RELACI?N [O RAZON] DE LAS MEDIDAS INDEPENDIENTES.
a) Vinculaci?n de dos medidas.
Las medidas realizadas son inmediatas e independientes;
-no son en s? mismas relaciones de medidas especificadas;
-en este ser-para-s? son algos, cosas f?sicas, materiales.
[Medida real: relaci?n entre dos medidas espec?ficas, entre dos algos.]
El todo que es la relaci?n de las medidas independientes [la medida real] es inmediato ?l mismo. Los dos lados de la medida real se hallan determinados como medidas independientes:
-subsisten uno fuera del otro en cosas particulares,
-se hallan puestos en conexi?n extr?nseca.
[El algo: relaci?n entre cuantos cualitativos].
El algo o medida realizada es una relaci?n de medidas de cuantos cualitativos; es una relaci?n cuantitativa de cualidades.
[Un lado].
Una de las cualidades es un ser-dentro-de-s? existente-para-s?-material (como el peso o la multitud de partes materiales).
[Otro lado]
La otra cualidad es la exterioridad de este ser-dentro-de-s? (lo abstracto, lo ideal, el espacio).
Estas dos cualidades est?n determinadas cualitativamente y su relaci?n rec?proca constituye la naturaleza cualitativa del algo material [vgr. la relaci?n del peso con el volumen, el peso espec?fico]. El volumen es tomado como unidad y el peso como monto.
La relaci?n entre los dos cuantos cualitativos es una relaci?n directa
[es la medida realizada].
Este exponente [la relaci?n entre los dos cuantos cualitativos] es el cuanto espec?fico del algo; es un cuanto inmediato.
Este exponente, junto con la naturaleza espec?fica del algo, s?lo est? determinado en comparaci?n con otros exponentes de tales relaciones.


El exponente (relaci?n cuantitativa entre dos cualidades del algo) es el espec?fico ser-determinado-en-s?, la medida interior del algo.
Como esta medida es un cuanto, es decir, determinaci?n exterior e indiferente, el algo a pesar de su medida interior es variable.




Lo otro a lo cual el exponente como variable puede referirse es a un cuanto que es tambi?n exponente de una relaci?n espec?fica.
Son dos cosas de medida interior diferente que est?n en relaci?n y entran en combinaci?n.




[En la combinaci?n se conservan las medidas interiores.]
En la combinaci?n, cada una de las dos medidas internas se conserva respecto de la variaci?n que deber?a sobrevenirle por la v?a de la exterioridad del cuanto [del cuanto que es el exponente de la relaci?n de medidas]
[En la combinaci?n se da una variaci?n de la medida.]
Pero, por otro lado, este conservarse es negativo respecto de ese cuanto
[del cuanto del exponente de la relaci?n de medidas];
-es una especificaci?n del cuanto.
Y siendo el cuanto exponente de una relaci?n de medida, es una variaci?n de la medida misma.
Vgr.
La combinaci?n ser?a un simple sumarse de las dos magnitudes de una cualidad y de las dos de otra: la suma de los dos pesos y de los dos vol?menes en la combinaci?n de dos materias de diferentes pesos espec?ficos
[no habr?a variaci?n en las dos magnitudes y su combinaci?n ser?a una simple suma].
S?lo el peso de la combinaci?n es igual a la suma de los pesos de las dos materias.
El peso, como existente en s? es una existencia firme, propia de un cuanto inmediato. Por lo tanto, se mantiene constante en la combinaci?n.
Pero el exponente [la relaci?n entre las medidas interiores en la combinaci?n] es tambi?n un cuanto y como tal padece la variaci?n accidental y extr?nseca.
Esta variaci?n no puede aparecer en el peso, sino en la otra cualidad, en el espacio.
As?, la combinaci?n de dos materias de diferentes pesos espec?ficos dar? como resultado una materia cuyo peso es igual a la suma de los pesos de aquellos y su volumen distinto de la suma de sus valores.
En consecuencia, en la combinaci?n es variable una de las cualidades y por ende la medida misma y la determinaci?n cualitativa que en ella se funda.
Como cuanto, la medida real tiene su determinaci?n en otras relaciones de medidas.
b) La medida como serie de relaciones (o razones) de medida.
Si los dos algos que se combinan lo hicieran s?lo por su cualidad, se eliminar?an en esta combinaci?n.
Algo que es la relaci?n de medida, es independiente,
-por esto es combinable con un otro que es una relaci?n de medida, independiente tambi?n.
En tanto algo se halla eliminado en esta unidad [es decir, en la combinaci?n], se conserva por su car?cter cuantitativo indiferente
-y se comporta como momento especificado de una nueva relaci?n de medida.

La cualidad del algo se halla envuelta en lo cuantitativo;
-de esta manera es indiferente a la otra medida [medida interna del otro algo]
-y se contin?a en ella y en la nueva medida [medida real] formada [en la combinaci?n].
El exponente de la nueva medida formada [medida real de la combinaci?n que es un nuevo algo] es un cuanto, una determinaci?n exterior.
El exponente de la nueva medida se presenta como indiferente [variable] en el hecho de que el algo determinado espec?ficamente entra en la combinaci?n con otras medidas del otro algo en id?nticas neutralizaciones [se eliminan] de la rec?proca relaci?n de medida.
El algo entra en una pluralidad de relaciones de medida con el otro. La combinaci?n de un algo con una pluralidad de t?rminos del otro que son medidas en s? da relaciones diversas que tienen diversos exponentes.



Lo independiente [el algo] s?lo tiene en su comparaci?n con otros el exponente de su ser determinado en s?.
La neutralidad de los independientes con otros es su real comparaci?n con ellos.
Los exponentes de esta relaci?n son diferentes por lo cual el independiente presenta sus exponentes cualitativos como una serie de montos diferentes de los cuales el independiente es la unidad, como una serie de referencias espec?ficas a otros.




El independiente al ser tomado como unidad forma con otras independencias semejantes una serie particular de exponentes.
Otro distinto que el independiente forma con las mismas otras independencias semejantes otra serie particular de exponentes.




Lo cualitativo de lo independiente lo constituye la relaci?n de la serie en su interior.
El independiente forma con una serie de independientes una serie de exponentes.
Es diferente de otro independiente fuera de esta serie con el que se compara [no combina].
Este otro independiente constituye otra serie de exponentes con los mismos contrapuestos.




Cada uno de los dos independientes es la unidad frente a sus exponentes. Y las dos series son otras de modo indeterminado.
Los dos que deben compararse como independientes
-son diferentes s?lo como cuantos,
-por lo que su comparaci?n no puede darse en el terreno cuantitativo;
-para determinar su relaci?n se necesita una unidad com?n;
-esa unidad com?n se encuentra en donde los t?rminos para comparar tienen la existencia espec?fica de sus unidades, en la relaci?n que tienen entre ellos los exponentes de relaci?n de la serie.



La relaci?n de los exponentes es unidad s?lo porque los miembros de la serie la tienen como una constante relaci?n rec?proca de a dos; es la unidad com?n de dos exponentes.
En esa unidad est? la comparabilidad de los independientes que no se tomaron como neutraliz?ndose sino como indiferentes.
Cada uno de los independientes, separados y fuera de la comparaci?n, es la unidad de las relaciones con los miembros contrapuestos y estas relaciones son los montos frente a aquella unidad (Gr?fica A).
Las relaciones de los exponentes, por el contrario, son la unidad para los dos independientes y estos son su monto. (Gr?fica B).
Los contrapuestos, al igual que los dos que se comparan, son igualmente independientes, son algos espec?ficos.
Cada uno de estos contrapuestos tiene que tomarse como unidad que en los dos simplemente comparados tienen una serie de exponentes.
Estos exponentes son los n?meros de comparaci?n entre s? de los dos.
Igualmente los n?meros de comparaci?n de los que ahora se toman singularmente son, a la inversa, la serie de los exponentes para los miembros de la primera serie.




Ambos lados son series [los otros contrapuestos y los algos que se comparan].
En estas series:
-cada n?mero es unidad en general frente a su serie contrapuesta en la que tiene su ser-determinado-por-s? como una serie de exponentes;
-cada n?mero es ?l mismo uno de los exponentes para cada miembro de la serie contrapuesta;
-cada n?mero es n?mero de comparaci?n para los restantes n?meros de su serie;
-como tal monto tiene su unidad en la serie contrapuesta.
En esto reaparece la forma en que el cuanto est? puesto como grado, es decir, ser simple y tener la magnitud en un cuanto fuera de ?l que es una esfera de cuantos.
En la medida ese exterior no es una esfera de cuantos sino una serie de n?meros de relaci?n y el conjunto de ?stos es en donde est? el ser determinado por s? de la medida.
La referencia a s? de la medida independiente est? como relaci?n inmediata; por consiguiente su indiferencia frente a otro consiste s?lo en el cuanto.
En la exterioridad tiene la medida su cualidad; su referirse a otro es su determinaci?n espec?fica. Esta determinaci?n espec?fica, su cualidad, consiste en la especie y manera cuantitativa de esa referencia a otro.
Tal especie y manera de referirse a otro est? determinada tanto por el independiente como por el otro.
El otro es una serie de cuantos y el independiente es un cuanto.
Esta es una relaci?n en la cual dos espec?ficos se especifican en algo, en un tercero que es el exponente.
Ambos espec?ficos se niegan en el tercero.
Pero al mismo tiempo se niega su negaci?n y se conservan cada uno en su relaci?n.
Los exponentes [relaci?n de medida de los algos] tienen primero el car?cter de n?mero de comparaci?n entre ellos; en el momento de excluir [negar] tienen su verdadera determinaci?n mutua espec?fica y su diferencia se vuelve de naturaleza cualitativa.
Lo independiente se refiere a la pluralidad de su lado cualitativamente otro s?lo porque en este referirse es indiferente.
La relaci?n neutral, por medio del car?cter cuantitativo en ella contenido, no s?lo es variaci?n sino tambi?n negaci?n de la negaci?n y unidad exclusiva.
La afinidad de un independiente hacia la pluralidad del otro lado ya no es s?lo una relaci?n indiferente sino una afinidad electiva.
[Las cosas son la unidad de determinaciones cuantitativas de cualidades, son medidas realizadas, exponentes de las relaciones cuantitativas de cualidades. Las cosas se combinan entre s? y forman nuevos algos que son la unidad de las medidas realizadas, es decir, medidas reales, exponentes de sus medidas interiores. Las cosas independientes se combinan con una serie de algos contrapuestos formando con ellos series de exponentes (nuevos algos) que son una serie de medidas reales de aquellos en su relaci?n con los otros contrapuestos. Los dos contrapuestos igualmente son algos independientes que a su vez se combinan con una serie de algos dando lugar a otra serie de exponentes que tambi?n son algos independientes. Las series de cosas independientes se combinan con otra serie de algos produci?ndose una variedad de series de exponentes. Las cosas independientes tienen su cualidad en la pluralidad de otros que son las series contrapuestas. La relaci?n de las cosas con las series de algos contrapuestos es llamada por Hegel afinidad. En las relaciones de series cada algo, que es un cuanto:
-es unidad en general frente a su serie contrapuesta en la que tiene un ser-determinado-por-s? como una serie de exponentes,
-es ?l mismo uno de los exponentes para cada miembro de la serie contrapuesta,
-es n?mero de comparaci?n para los restantes algos de su serie,
-como monto tiene su unidad en la serie contrapuesta.]
c) Afinidad electiva.
El referirse indiferente y m?ltiple de las materialidades independientes a otras contrapuestas [afinidad] termina a la vez en el ser-para-s? exclusivo que es la llamada afinidad electiva.
En la esfera qu?mica lo material tiene su determinaci?n espec?fica en su relaci?n con su otro.
Esta relaci?n espec?fica est? vinculada a la cantidad.
Y se refiere no s?lo a un otro individual sino a una serie de otros contrapuestos a ?l.
La combinaci?n del independiente con los otros contrapuestos descansa en la afinidad de aquel con cada uno de los miembros de la serie.
[Afinidad electiva.]
En esta indiferencia del independiente respecto de los otros de la serie, cada uno es exclusivo de los dem?s [los excluye de la relaci?n].
La relaci?n del independiente con cada uno de la serie se basa en la afinidad electiva.
El miembro de una serie tiene su unidad cualitativa [su ser determinado] en su referirse al conjunto de una serie contrapuesta.
[En la afinidad en general:]
Los miembros de la serie s?lo son diferentes entre ellos por el cuanto con el cual se neutralizan con el independiente [s?lo hay entre ellos una diferencia cuantitativa].
[En la afinidad electiva;]
En la afinidad electiva, que es una relaci?n exclusiva y cualitativa, el referirse a otros se sustrae a la diferencia cuantitativa.
La determinaci?n que sigue en la afinidad electiva es la siguiente:
Seg?n la diferencia de magnitudes extensivas que se verifica entre los miembros de un lado para la neutralizaci?n de un miembro de otro lado, la afinidad electiva de ?ste se dirige hacia los miembros de la otra serie con los que se halla en afinidad.
El excluir de la afinidad electiva es entonces un mantenerse m?s firme frente a otras posibilidades de combinaci?n.
El excluir aparece entonces como una intensidad mucho mayor.
La transformaci?n de la forma extensiva en la intensiva no cambia la determinaci?n fundamental, que se trata de un ?nico y mismo cuanto. [La relaci?n con los otros es un exponente, un cuanto determinado; este cuanto puede ser tambi?n la expresi?n de una mayor intensidad de la relaci?n, lo que excluya de la relaci?n a los dem?s otros.]
De acuerdo con la naturaleza de cuanto no se hallar?a puesto ning?n excluir; se podr?a verificar una sola combinaci?n indeterminada respecto a cuantos tengan que ser sus miembros. La combinaci?n no representa s?lo la forma de la intensidad.
[Comportamiento cualitativo de un miembro de la serie con respecto a los miembros de la otra serie. Es una relaci?n exclusiva con cada uno de ellos, la cual puede ser m?s exclusiva con uno que con otro, dependiendo de la intensidad de la relaci?n.]
El exponente expresa una relaci?n de medida y es por tanto exclusivo.
-En este aspecto de exclusividad, los n?meros han perdido la capacidad de fusionarse entre ellos o su continuidad;
-es el m?s o el menos el que mantiene su car?cter negativo;
-la ventaja que tiene un exponente frente a otros, no permanece situada en la determinaci?n de magnitud.
[Comportamiento cuantitativo.]
Pero al mismo tiempo se presenta el otro lado de la relaci?n, conforme a la cual es indiferente para un momento de la serie recibir el cuanto neutralizado en los momentos de la serie contrapuesta seg?n la determinaci?n espec?fica de ?stos frente al otro. [Es decir, que es un comportamiento meramente cuantitativo de un miembro de la serie respecto de los miembros de la serie opuesta, un asunto de la proporci?n cuantitativa en que se combinan.]
Hay un trastrocamiento del comportamiento indiferente y s?lo cuantitativo a uno cualitativo: un traspaso del ser determinado espec?fico a la relaci?n meramente extr?nseca; es decir, una serie de relaciones que son ora de naturaleza meramente cuantitativa, ora relaciones espec?ficas y de medidas.



Las relaciones entre el miembro de una serie y los miembros de la serie contrapuesta tiene una doble naturaleza;
-son relaciones de naturaleza meramente cuantitativa: la proporci?n cuantitativa en que se combina un miembro de la serie con los miembros de la serie opuesta,
-son relaciones de naturaleza cualitativa, espec?ficas de medida: la combinaci?n da cono resultado un algo cualitativo distinto de los dos independientes;
-ahora son relaciones cuantitativas;
-ahora son relaciones cualitativas.


B.- LINEA NODAL DE LAS RELACIONES [O RAZONES] DE MEDIDA.

La ?ltima determinaci?n de la relaci?n de medida fue que ella es exclusiva.
El excluir compete a la neutralidad como unidad negativa de momentos diferentes.
La medida exclusiva es la afinidad electiva.
Para ella [para la afinidad electiva] no hay una determinaci?n cualitativa ulterior con respecto a su relaci?n con las otras neutralidades.
Esa relaci?n de una neutralidad con las otras neutralidades queda en el terreno de la determinaci?n cuantitativa, de la afinidad en general.
La afinidad electiva es un cuanto; como tal cuanto se contrapone a las afinidades electivas de los otros momentos de la serie.
La afinidad electiva exclusiva se contin?a, en virtud de esa determinaci?n cuantitativa, en las neutralidades diferentes de la serie.
Esta continuidad no es s?lo relaci?n extr?nseca de las diferentes relaciones de neutralidad, como una comparaci?n.
Es tambi?n una separabilidad que en la continuidad tiene la neutralidad respecto de las otras.
Esta separabilidad proviene de que los elementos de los que se ha engendrado la neutralidad [afinidad electiva] entran en relaci?n como algos independientes, cada uno como indiferentes con este o con otros de la serie contrapuesta.
Entran en esa relaci?n para combinarse en cantidades espec?ficamente determinadas.
Como esta medida [la afinidad electiva] reposa en esa relaci?n de algos independientes, se halla afectada por su propia indiferencia.
[An?lisis de la relaci?n individual.]
Esta medida [afinidad electiva] es algo extr?nseco y variable en s? mismo. [La relaci?n exclusiva entre un elemento y otro de la serie opuesta, es espec?fica, pero al mismo tiempo variable.]
La referencia a s? de la medida de relaci?n [su cualidad] es diferente de su exterioridad y variabilidad que son el lado cuantitativo:
-la referencia-a-s? es la base cualitativa, substrato material
-y es la continuidad de la medida en su exterioridad consigo misma
-y contiene en su cualidad el principio de especificaci?n de esa exterioridad.
La medida exclusiva, al exteriorizarse, se rechaza de s? misma y se pone como una relaci?n s?lo cualitativa.



La diferencia de esta relaci?n con la de la afinidad es que en ?stas un independiente se refiere a una serie de independientes de otra cualidad y aquellas se dan en un ?nico y mismo sustrato [una relaci?n exclusiva determinada] dentro de los mismos momentos de la neutralidad.
Al rechazarse de s? la medida, se determina hacia otras medidas diferentes s?lo cualitativamente [muchos, afinidades exclusivas del mismo sustrato material, es decir de la misma relaci?n original entre dos independiente] que forman afinidades y medidas altern?ndose con relaciones que s?lo tienen diferencias cuantitativas.
Esas afinidades y medidas de una relaci?n exclusiva forman una l?nea nodal de medidas en una escala de m?s a menos.
[Relaci?n de medida exclusiva. Afinidad electiva. Algo.]
Hay una relaci?n de medida independiente cualitativamente distinta. [Afinidad electiva, relaci?n exclusiva.]
[Variaci?n cuantitativa.]
Esta relaci?n es tambi?n relaci?n de cuantos y est? sujeta a la exterioridad y a la variaci?n.
Hay un tramo de la variaci?n cuantitativa dentro del cual no cambia la cualidad de la relaci?n.
[Cambio cualitativo. NB. Es todav?a en el terreno del ser.]
Se presenta un punto en la variaci?n cuantitativa en el cual la cualidad cambia;
-el cuanto se muestra especificante;
-la relaci?n cuantitativa se ha trastrocado en una medida, en una nueva cualidad, en un nuevo algo.
[NB. La nueva cualidad determinada por la anterior.]
La nueva relaci?n se halla determinada por la anterior
-por el hecho de que en ambas relaciones los independientes que entran en ellas conservan su cualidad;
-porque es el resultado de la continuidad cuantitativa de la anterior.
Pero al mismo tiempo, y precisamente en el aspecto cuantitativo, hay una diferencia entre ambas relaciones. El nuevo algo se comporta de una manera indiferente frente al anterior. Su diferencia es la diferencia exterior del cuanto.
[El nuevo algo no es el resultado del mero cambio cualitativo del algo anterior.]
El nuevo algo no ha salido del anterior, sino de s? mismo, de la unidad especificativa interna todav?a no ingresada en la existencia. [Es decir, de la combinaci?n espec?fica de los dos independientes.]
La nueva cualidad o el nuevo algo se ven a su vez sujetos a la variaci?n cuantitativa y as? hasta el infinito.
Cuando una cualidad [un algo que es el resultado de la combinaci?n de dos independientes de dos series] est? sujeta a un proceso progresivo de continuidad de la cantidad, las relaciones que se aproximan a un punto nodal s?lo difieren por el m?s o el menos. Esta variaci?n es una variaci?n gradual.
[NB.-Variaci?n gradual (cuantitativa).]
La gradualidad s?lo se refiere a lo exterior de la variaci?n, no a lo cualitativo de ella.
Las relaciones que se hallan infinitamente cerca de la nueva cualidad siguen teniendo la cualidad anterior.
[NB.- Variaci?n cualitativa. Salto.]
La variaci?n de una cualidad es tambi?n cualitativa. Se interrumpe el proceder meramente cuantitativo de la gradualidad y se introduce una nueva cualidad que es indiferente frente a la que desaparece. La variaci?n cualitativa representa un salto.
Nota 8
La l?nea nodal de momentos cualitativos en varios ejemplos:
-Los mismos n?meros: son un ir y venir cuantitativo y al mismo tiempo cada n?mero es m?ltiplo o potencia de otro, etc?tera.
-Relaciones musicales.
-Combinaciones qu?micas: en las relaciones de mixti?n de dos substancias.
-Nacimiento y muerte.


....... ........ ........
....... ........ ........
....... ........ ........
HASTA EL INFINITO

Dice Hegel que existe el prejuicio de que el nuevo algo ya est? presente en el anterior, pero de una manera imperceptible por su peque?ez. Este es un falso concepto de la relaci?n entre la variaci?n cuantitativa y cualitativa del algo.


C. LO DESMESURADO (O LO CARENTE DE MEDIDA).

La medida exclusiva queda afectada por el momento de una existencia cuantitativa. Es por tanto capaz de ascenso y descenso en la escala del cuanto, en la que var?an las relaciones. El algo o la cualidad se halla empujado m?s all? de s? mismo, en lo carente de medida
-y se pierde por la v?a de la variaci?n de su magnitud. La magnitud es el car?cter con el cual el algo puede ser concebido como genuino [existente] y por cuyo medio puede ser destruido.
[El algo o cualidad que tiene una medida exclusiva est? afectado por la variaci?n cuantitativa. Esta variaci?n cuantitativa, este cuanto, es lo desmesurado, lo carente de medida, aquello que es indiferente a la medida de la cual parti?. La variaci?n cuantitativa llevada a su extremo destruye el algo o la cualidad.
[?l cuanto es indiferente a la medida.]
Lo desmesurado abstracto es el cuanto en general que carece de sentido en s? mismo y que es indiferente a la medida. En los n?dulos de la l?nea nodal, esta determinaci?n de los desmesurado abstracto, es decir de la variaci?n cuantitativa indiferente a la medida, se transforma en determinaci?n especificativa. El desmesurado abstracto se eleva a la determinaci?n cualitativa. La nueva relaci?n de medida es un desmesurado respecto de la anterior relaci?n de medida de la que procede, pero al mismo tiempo es una cualidad existente. La variaci?n del algo o cualidad que tiene una medida es un alternarse de existencias espec?ficas con relaciones cuantitativas [un pasar de unas a las otras], un traspaso de la medida espec?fica a lo desmesurado y de ?ste a aquella. [Forma superior del infinito.]
Este traspaso es la negaci?n de las relaciones espec?ficas (medidas) por las relaciones cuantitativas como la negaci?n de ?stas por aquellas: es el infinito existente por s?.
[Infinitud cualitativa.]
La infinitud cualitativa; irrupci?n de lo infinito en lo finito, traspaso inmediato, desaparecer del m?s ac? en su m?s all?. Lo finito cualitativo se convierte en infinito.
[Infinitud cuantitativa.]
La infinitud cuantitativa es la continuidad del cuanto, una continuidad del mismo m?s all? de s? mismo.
[Forma superior del infinito.]
La infinitud de la especificaci?n de la medida pone tanto lo cualitativo como lo cuantitativo elimin?ndose mutuamente.
-Pone as? la unidad de ella
-que es la medida general como vuelta en s? misma.
[El traspaso de lo cualitativo a lo cualitativo como una nueva determinaci?n cuantitativa.]
Lo cualitativo, que es una existencia espec?fica, traspasa a otra existencia espec?fica pero s?lo como cambio en la determinaci?n de magnitud de una relaci?n. Este cambio se halla puesto como algo extr?nseco e indiferente y como un coincidir consigo mismo. [Hay algo que queda como sus-trato en ese cambio, algo que no cambia, que coincide consigo mismo.]
Lo cuantitativo se elimina trastoc?ndose en cualitativo.
La unidad de lo cualitativo y lo cuantitativo que se contin?a a s? mismo en la variaci?n, es la materia, la cosa, que permanece subsistiendo independiente.
[La cosa es el substrato de los cambios cualitativos y cuantitativos. Estos cambios son la infinitud existente.]
Est? presente, pues:
a) Una ?nica y misma cosa, que es la base permanente de sus diferenciaciones; es en s? unidad de lo cualitativo y lo cuantitativo; unidad de los dos momentos que en la esfera del ser constituyen la diferencia y de los cuales uno esta m?s all? que el otro. Esta cosa, este substrato permanente tiene la determinaci?n de infinitud existente.
b) La mismidad del substrato est? puesta de manera que las independencias cualitativas consisten s?lo en diferencias cuantitativas, de manera que el substrato se contin?a en este su diferenciarse.
g) En el progreso infinito de la serie nodal est? puesto
-la continuaci?n de lo cualitativo en lo cuantitativo como una variaci?n indiferente;
-a la vez la negaci?n de lo cualitativo y con ello
-la negaci?n de la exterioridad simplemente cuantitativa.
El progreso cuantitativo es negado en el levantarse de una medida, una cualidad y la variaci?n cualitativa se elimina porque la nueva cualidad es s?lo una relaci?n cuantitativa.
El traspasar de lo cualitativo a lo cuantitativo y viceversa, se presenta en el terreno de la unidad;
[NB.- El algo, la cosa, un substrato material que es la unidad de lo cualitativo y lo cuantitativo.]
-el significado de ese proceso es que en la base del mismo se halla un substrato que es la unidad de lo cualitativo y lo cuantitativo.
Las relaciones entre dos independientes determinados de dos series contrapuestas son tambi?n relaciones de medida independientes y hasta exclusivas. Estas relaciones son nudos de un ?nico y s?lo substrato.
Con esto, las medidas y las independencias que corresponden a estas relaciones son estados.
La variaci?n es s?lo la alteraci?n de un estado.
En el traspaso de un estado a otro lo que traspasa se halla como lo que permanece ?l mismo en este traspasar.

En resumen, la argumentaci?n de Hegel es la siguiente:
Las cosas materiales independientes son unidades de cualidades que est?n en relaci?n de medidas. La medida real es el exponente de la relaci?n directa entre dos medidas que son cualidades de algos independientes, de cosas materiales. Las medidas de las cosas que entran en relaci?n son cuantos cualitativos; por lo tanto pueden aumentar y disminuir. Las relaciones directas entre las medidas de las cosas independientes son medidas en s? determinadas y exclusivas (afinidades).
La variabilidad cuantitativa de las medidas de las cosas que entran en relaci?n da lugar a una serie de relaciones que son una serie de medidas reales. La serie de medidas reales es una progresi?n cuantitativa, pero tambi?n es una l?nea de nudos de relaciones espec?ficas independientes.
La medida real es el exponente de la vinculaci?n entre dos algos que son medidas realizadas (es decir, que a su vez son una relaci?n entre dos cualidades). Es el exponente de las medidas interiores de los algos. Estas medidas interiores se conservan y se niegan dando lugar a una nueva medida en la combinaci?n de los algos.
La serie de medidas reales es la serie de exponentes que resultan de la combinaci?n entre un algo y una pluralidad de t?rminos del otro algo que aqu? aparece como monto absolutamente variable frente a la unidad que es fija.
Las series paralelas de medidas reales son las series de exponentes que resultan de la combinaci?n por un lado entre un algo y una pluralidad de t?rminos de otro algo y por otro de un otro algo y la misma pluralidad.
La serie de medidas reales de medidas reales es aquella que est? formada por la serie de exponentes que resulta de la combinaci?n de las series paralelas de medidas reales. Los algos son ya los miembros de una serie de medidas reales y las combinaciones de miembros de series opuestas.
La afinidad es la relaci?n superior entre un miembro de una serie de medidas reales y los miembros de la serie contrapuesta. Los exponentes de la relaci?n son una serie de medidas reales, de algos cualitativos.
La relaci?n exclusiva entre un miembro de la serie de medidas reales y un miembro de la serie contrapuesta de medidas reales es la afinidad electiva.
Los miembros de las series contrapuestas que entran en relaci?n exclusiva son tambi?n cuantos y por lo tanto sujetos a la variabilidad cuantitativa. La variaci?n cuantitativa de los miembros de las series que tienen afinidad electiva se da primero sin alterar la cualidad del exponente de la relaci?n; despu?s de determinado aumento o disminuci?n de la cantidad de aquellos se produce un cambio en la cualidad del exponente. Las relaciones entre ambos miembros de las series contrapuestas son por un lado una progresi?n cuantitativa (de los dos que se relacionan) y por el otro una l?nea de nudos, es decir, de relaciones de medida, de exponentes que tienen cualidades distintas.
El exponente de la relaci?n entre dos independientes miembros de series contrapuestas que tienen afinidad electiva, es un algo. La cualidad del algo est? determinada por la cualidad de los dos independientes.
El algo est? sujeto a cambios cuantitativos que son producidos por los cambios cuantitativos de los independientes que lo forman.
Hay un tramo de la variaci?n cuantitativa dentro del cual no cambia la cualidad del algo. Existe un punto de la variaci?n cuantitativa en el cual la cualidad del algo cambia; se produce una variaci?n cualitativa, un salto de una cualidad a otra. La nueva cualidad o el nuevo algo se ven a su vez sujetos a la variaci?n cuantitativa y al cambio cualitativo y as? hasta el infinito. El sustrato material de la variaci?n del algo se mantiene; es la combinaci?n de dos independientes determinados.
El algo tiene una variaci?n cuantitativa determinada por los cambios cuantitativos de los independientes que lo forman. Esta variaci?n es indiferente a la medida, es lo desmesurado.
El algo tiene una variaci?n cualitativa, pasa de una a otra cualidad y cada una de ellas es una medida espec?fica, un exponente de las distintas cantidades de los independientes que entran en la relaci?n.
La variaci?n del algo es un alternarse de existencias espec?ficas con relaciones cuantitativas, un traspaso de la medida espec?fica a lo desmesurado y de ?ste a aquella. Este traspaso es la negaci?n de las relaciones espec?ficas (medidas) por las relaciones cuantitativas como la negaci?n de ?stas por aqu?llas. Es el infinito existente por s?. En ?ste se contiene el infinito cualitativo que es la incesante variaci?n cualitativa del algo y el infinito cuantitativo que es un constante aumento o disminuci?n.
El paso constante de la medida espec?fica a lo desmesurado y de ?ste a aqu?lla supone la existencia de un sustrato que es el sujeto de todas las variaciones, la base material de la cantidad y la cualidad. La cualidad pasa a tener la naturaleza de un estado de existencia de ese substrato. La variaci?n es s?lo la alteraci?n de un estado.
En su camino hacia el reflejo pleno de la objetividad en el pensamiento, Hegel establece que la sustancia infinita existe bajo la forma de cosas materiales independientes que son unidades de cualidades que est?n en relaci?n de medida; son medidas reales. Estas cosas materiales se relacionan entre s?; el exponente de su relaci?n es una medida real de orden superior, m?s compleja; las cosas materiales que entran en relaci?n como medidas reales est?n sujetas a la variabilidad, al aumento y a la disminuci?n; en su variaci?n a cada cantidad corresponde una cualidad tanto en las cosas como en el exponente de su relaci?n. Estos exponentes, que son medidas reales de orden superior, cosas materiales m?s complejas, forman una serie de medidas reales; los miembros de una serie se combinan con los miembros de otra produciendo una serie de exponentes, de medidas reales que contienen una multitud de medidas reales, una cosa que es una compleja combinaci?n de cualidades. Un miembro de la serie que es exponente de la relaci?n entre dos cosas materiales se combina con distintas cantidades del miembro de otra serie, que aqu? aparece como absolutamente variable, en un rango que est? determinado por la afinidad [combinabilidad] entre ambos; cada relaci?n espec?fica, que es excluyente de las dem?s y que expresa la afinidad electiva entre los dos, da lugar a un exponente de cualidad espec?fica. El miembro de la serie que aparece como unidad, es decir, fijo, es tambi?n absolutamente variable y como tal es monto de la unidad del miembro de otra serie que est? como fija.
Cada relaci?n espec?fica entre el miembro de la serie que es la unidad y el que es monto, es una relaci?n independiente entre dos cosas independientes; el exponente de cada relaci?n espec?fica es una medida real, unidad de muchas medidas reales, suma de m?ltiples cualidades.
Los miembros de la serie que se vinculan en la relaci?n espec?fica tienen un rango de variabilidad cuantitativa dentro del cual se mantiene sin alteraciones su cualidad. Dentro de este rango su variabilidad produce en el exponente tramos de variabilidad puramente cuantitativa que dan lugar a cambios cualitativos a los que suceden cambios solamente cuantitativos y as? sucesivamente.
Llega as? Hegel a desentra?ar la forma superior de existencia de la sustancia infinita: se trata de cosas materiales independientes que son una compleja combinaci?n de cualidades a diversos niveles que da como resultado una medida espec?fica de aquellas; esas cosas materiales est?n sujetas al cambio cuantitativo que al acumularse da lugar a un cambio cualitativo de su medida real compleja; a su vez este cambio cualitativo es seguido de simples cambios cuantitativos que traspasan a cambios cualitativos y as? hasta el infinito.
Las cosas materiales independientes, como medidas reales complejas, est?n sujetas al cambio cuantitativo que traspasan al cambio cualitativo; su medida real cambia, son otras cosas materiales que a su vez sufren la variaci?n antedicha. De esta suerte, la medida real, la cualidad de las cosas, es s?lo un estado de un substrato material que es el sujeto de todos los cambios; este substrato es la unidad de la cantidad y la cualidad, los cuales son s?lo momentos suyos.
Hegel ha completado todo un ciclo de su labor especulativa. En el an?lisis del ser determinado lleg? a la conclusi?n de que el algo era la unidad del deber ser y del l?mite; la dial?ctica entre ambos era la siguiente: el algo tiene un l?mite y por tanto perece; pero al mismo tiempo tiene en su interior el deber ser, lo que no es pero debe llegar a ser; el devenir del algo es superar el l?mite, el perecer y transformarse en otro algo, en lo que deber?a ser. El devenir del algo es una sucesi?n infinita de finitos. Pero el nuevo algo proviene del algo que ha perecido, es la continuaci?n del mismo bajo otra forma; existe por tanto un ser que se contin?a a trav?s de todos los cambios, un ser que no perece, que es el substrato de los seres determinados finitos. Este ser es el ser determinado infinito, la sustancia infinita.
En la parte siguiente de su estudio, que es la que acabamos de concluir, Hegel se ocupa del develamiento de la naturaleza de esa sustancia infinita.
Al final Hegel llega al mismo algo del que parti?, pero ahora con un contenido enriquecido: la cualidad del algo es una compleja combinaci?n de cualidades que est? determinada por la naturaleza de la sustancia infinita como tal y en la que el paso de lo que no es a lo que debe ser, es decir, de una a otra cualidad, se da a trav?s de la acumulaci?n de cambios cuantitativos.
La sustancia infinita tambi?n ha alcanzado aqu? una determinaci?n mucho m?s plena; ha pasado de ser la sustancia indeterminada, una mera composici?n de ?tomos, a constituir una sustancia llena de determinaciones, una sustancia que engendra a seres determinados finitos.
La variaci?n del algo fue sustra?da por Hegel a la arbitrariedad y descubri? en ella la necesidad: el algo llega a ser lo que no es pero debe ser. En la parte que nos ocupa Hegel pone a la luz el mecanismo de ese cambio: el algo est? sujeto al cambio cuantitativo que al acumularse produce cambios cualitativos. Sin embargo, ambas determinaciones son insuficientes para hacernos saber la verdadera naturaleza del algo que surge del anterior ni el complejo proceso a trav?s del cual esto se realiza: ellas s?lo nos dicen que con regularidad a un algo lo sucede otro determinado y que por tanto el primero necesariamente se transforma en el segundo y es ya por su destino este mismo; el cambio es una superficial acumulaci?n cuantitativa que deviene en transformaciones cualitativas. Aqu? queda oculta por completo la relaci?n entre el algo y su otro antes del surgimiento de ?ste a la existencia. Estas determinaciones agotan la naturaleza del ser determinado inmediato y abren el anchuroso campo de la esencia.





Tercer Cap?tulo

EL DEVENIR DE LA ESENCIA


A.- LA INDIFERENCIA ABSOLUTA.
[El puro ser es la indiferencia respecto a la determinaci?n.]
El ser [puro ser] es la indiferencia en donde no se halla todav?a ninguna determinaci?n.]
[La pura cantidad es la indiferencia frente a la determinaci?n.]
La pura cantidad es la indiferencia porque es capaz de todas las determinaciones, pero ?stas le son extr?nsecas; la pura cantidad no tiene ninguna relaci?n con las determinaciones.
[La cosa, el substrato material es la indiferencia absoluta, indiferencia respecto de la cualidad y la cantidad.]
El ser determinado que ha llegado a ser un sustrato material que es la unidad de lo cuantitativo y lo cualitativo, es la indiferencia absoluta porque se mantiene como tal sustrato indiferente a la variaci?n cualitativa y cuantitativa; es la negaci?n de todas las determinaciones del ser. La cualidad es ahora s?lo un estado, un cualitativo extr?nseco que tiene como sustrato la indiferencia.
La indiferencia absoluta es:
-la que se media consigo misma
-por medio de la negaci?n de todas las determinaciones del ser [la cualidad, la cantidad y la medida].
Lo que se determin? a s? como cualitativo extr?nseco es algo que desaparece.
Por ser tan extr?nseco frente al ser, lo cualitativo, como lo opuesto a s? mismo es lo que se elimina [lo cualitativo como estado se niega a s? mismo en su traspaso a otro estado].
Esta diferencia del substrato [el paso de una cualidad extr?nseca a otra, de un estado a otro] es un diferenciar vacuo. [Es un diferenciar vacuo porque se mantiene el substrato sin alteraci?n en esos cambios]
Este diferenciar vacuo [paso de un estado a otro manteni?ndose el substrato material] es la indiferencia misma como resultado.
La indiferencia, por su mediaci?n, contiene la negaci?n y la relaci?n.
Lo que se llama estado es un distinguir inmanente a ella y se refiere a s?.
La exterioridad y el desaparecer de ella convierten a la unidad del ser en indiferencia [un substrato material que permanece a trav?s del aparecer y desaparecer de la exterioridad].
La unidad del ser est? dentro de la indiferencia y as? ?sta deja de ser s?lo substrato y de estar en ella misma, de ser abstracta.


B.-LA INDIFERENCIA COMO RAZ?N INVERSA DE SUS FACTORES.

En la combinaci?n de dos independientes hay una reducci?n de las relaciones de medida que fundamenta un ?nico substrato de ellos.
Este ?nico substrato es:
-la continuaci?n de ellas una en la otra,
-lo inseparable independiente que est? presente todo en sus diferencias.
[Las diferencias entre los independientes.]
Estas diferencias tienen las determinaciones de la cantidad y la cualidad.
Sin embargo, el substrato est? puesto como resultado y mediaci?n en s?; pero esta mediaci?n no est? puesta como en ?l, por lo cual es ante todo substrato, indiferencia.
La diferencia que hay en el substrato es ante todo cuantitativa, extr?nseca.
Son dos cuantos diferentes en un substrato ?nico. [Los cuantos de los dos independientes que se combinan.]
[El substrato como unidad de diferentes cuantos. El es tambi?n un cuanto.]
El substrato ser?a la suma de ambos cuantos.
El substrato como cuanto, es indiferente a las diferencias cuantitativas de los independientes.
El substrato ser?a tambi?n un cuanto.
Pero la indiferencia no es esta medida fija en s? misma, el l?mite absoluto [este cuanto que es la suma de dos cuantos]; la indiferencia es en relaci?n con aquellas diferencias [es decir, en relaci?n con los cuantos de los dos independientes].
La indiferencia no ser?a ella en s? misma si como suma o exponente se pusiera en contra de otras ya sean sumas o indiferencias.
[Determinaci?n cuantitativa.]
Esta diferencia cuantitativa es la determinaci?n abstracta que cae en la diferencia.
[En su relaci?n cuantitativa.]
Los dos cuantos [De los dos independientes] son variables, indiferentes, mayores o menores uno respecto al otro.
[En su relaci?n cualitativa.]
Pero al mismo tiempo se comportan de manera negativa uno frente al otro; es una determinaci?n cualitativa la que hay entre ellos.




[El substrato es indiferente
l) a la variaci?n cualitativa y cuantitativa y
2) a las diferencias cuantitativas de los dos independientes que entran en la combinaci?n.]
La relaci?n que hay entre los diferentes es una relaci?n o raz?n inversa.
Lo caracter?stico de esta relaci?n es que aqu?:
-el todo es un substrato real,
-cada uno de los lados est? puesto como si debiera ser ?l mismo en s? este todo;
-est? presente la diferencia como de dos cualidades
-de las cuales una est? eliminada por la otra pero es inseparable de ella y la constituye en una sola unidad;
-el substrato, como indiferencia, es en s? la unidad de las dos cualidades;
-cada uno de los lados de la relaci?n contiene a ambos lados y aquel se halla diferenciado s?lo por el m?s de una cualidad o el menos de otra: una cualidad es la que predomina en un lado por su cuanto y la otra en el otro lado; -cada lado es en s? mismo una relaci?n o raz?n inversa;
-cada lado se contin?a a s? mismo en el otro tambi?n seg?n sus determinaciones cualitativas. [Ya hab?amos visto que as? era seg?n sus determinaciones cuantitativas.]
-cada una de las cualidades se refiere a s? misma en la otra;
-cada una de las cualidades se halla en la otra en un cuanto diferente;
-su diferencia cuantitativa es aquella indiferencia conforme a la cual ellos se contin?an el uno en el otro;
-esta continuaci?n est? puesta como mismidad de las cualidades en cada una de las dos unidades;
-pero los lados contienen cada uno la totalidad de las determinaciones y por lo tanto la indiferencia misma. Est?n puestos uno frente al otro como independientes.
[En resumen, el substrato es indiferente a la variaci?n cuantitativa y cualitativa y a las diferencias cuantitativas y cualitativas de los dos lados.]
[La indiferencia es el ser determinado de la medida en donde todas las determinaciones se han disuelto. Es el substrato material de las determinaciones del ser y de su negaci?n.]
El ser considerado como esta indiferencia es el ser determinado de la medida el todo de las determinaciones del ser que se han disuelto en esta unidad. [Como substrato material es la base permanente de todas las determinaciones: cualidades, estados.] El ser considerado como esta indiferencia es igualmente el ser determinado como totalidad de la realizaci?n puesta, en que los momentos mismos son la totalidad existente en s? de la indiferencia, la cual los sostiene como unidad. [El ser determinado es la unidad de los momentos de la variaci?n cuantitativa y cualitativa y de los momentos de los lados de la relaci?n; es la indiferencia frente a estos momentos, su unidad.]
Los momentos, como no se presentan todav?a neg?ndose unos a otros, son tambi?n indiferencias.
An?lisis de la indiferencia que es el ser determinado.
-Es un independiente inseparable;
-es inmanente en todas sus determinaciones;
-permanece en ellas en la unidad consigo mismo;
-es la totalidad en s? que tiene de modo permanente las determinaciones;
-estas determinaciones son eliminadas [negadas] en esa totalidad en s?,
-pero s?lo asom?ndose en la totalidad en s?, sin fundamento;
-lo en-s? de la indiferencia y su ser determinado est?n sin vinculaci?n;
-las determinaciones est?n en la indiferencia en forma inmediata; la indiferencia est? en cada una de las determinaciones y la diferencia de ?stas se halla eliminada y es s?lo cuantitativa;
-por eso la indiferencia no es como el rechazarse suyo de s? mismo, ni el determinante de s? misma, sino s?lo es la indiferencia que est? determinada extr?nsecamente;
-los dos momentos de los lados de la relaci?n est?n en relaci?n inversamente cuantitativa; es un ir y venir en la magnitud;
-este ir y venir en la magnitud, esta relaci?n inversamente cuantitativa no se halla determinada por la indiferencia porque ?sta es precisamente la equivalencia de este ir y venir; se halla determinada solo extr?nsecamente;
-la indiferencia como absoluto tiene en lo anterior la segunda falta de la forma cuantitativa, es decir, que la determinaci?n de la diferencia no est? determinada por ?l mismo, es una determinaci?n extr?nseca;
-la primera falta de la forma cuantitativa consiste en que en lo absoluto como indiferencia las diferencias s?lo se presentan en general, es decir, que el poner de ?l mismo es algo inmediato, no en su mediaci?n consigo mismo.
-La determinaci?n cuantitativa de los momentos (lados de la relaci?n) se halla sustra?da a lo cualitativo. [Es una determinaci?n extr?nseca a la indiferencia.]
-Pero los momentos tienen un subsistir diferente a esa existencia cuantitativa, una existencia en s?, son la indiferencia misma porque cada uno de ellos es la unidad de las dos cualidades en que cada momento cualitativo se divide.
-La diferencia de los dos lados [cada uno de los cuales se divide a su vez en dos cualidades] radica en que una de las cualidades se halla puesta con un m?s en un lado y la otra con un menos y a la inversa en el otro lado.
-Cada lado es as? la totalidad de la indiferencia.
-Cada una de las cualidades por s?, es al igual que el substrato de los dos momentos la misma suma de los cuantos de las cualidades en que se ha dividido.
-Las determinaciones llegan a una oposici?n que se desarrolla en contradicci?n. [La contradicci?n en el terreno del ser.}
-Dentro de cada lado cada cualidad entra en relaci?n con la otra;
-estas cualidades son determinadas de tal manera que son comprendidas en una unidad [en uno de los lados que es como el substrato] y son inseparables; en esta relaci?n cada una existe s?lo porque existe la otra.
-Por ser su cuantitividad absolutamente cualitativa cada una llega tan lejos como la otra.
-Las dos cualidades est?n en equilibrio. La suma de las dos es fija de tal manera que cuanto m?s aumentara o disminuyera una, la otra disminuir?a o se acrecentar?a en la misma proporci?n.
-De acuerdo a su diferencia cualitativa no se puede llegar a ninguna diferencia cuantitativa ni a ning?n m?s de una cualidad.
-De acuerdo a su diferencia cuantitativa puede uno de los momentos ir m?s all? que el otro. Pero esto ser?a una determinaci?n inestable que llevar?a necesariamente a la restauraci?n del equilibrio, a la conversi?n del m?s en un menos.
-Pero en la igualdad de los momentos ninguno de ellos est? presente porque su existencia s?lo deber?a fundamentarse en la desigualdad de sus cuantos.
[NB.- Los momentos desaparecen tanto por su igualdad cualitativa como por su desigualdad cuantitativa y queda s?lo un ?nico todo.]
-Cada uno de los momentos desaparece;
-porque debe estar m?s all? de lo otro [romper el equilibrio]
-y porque debe serle igual.
-El desaparecer se muestra:
en que a partir de la representaci?n cuantitativa se perturba el equilibrio y se toma uno de los factores como mayor que el otro. De esta manera se elimina la cualidad del otro, el primero de los factores se vuelve preponderante, el otro se reduce a velocidad acelerada y desaparece. El primero de los factores se convierte en el ?nico de los factores.
-De esta manera ya no existen dos espec?ficos ni dos factores [desaparecen], sino el ?nico todo.
Esta unidad [el ?nico todo en el que han desaparecido los dos espec?ficos y los dos factores] puesta como la totalidad del determinar, determinada como indiferente, es la contradicci?n por todos lados.
[Traspaso a la esencia.]
Esta unidad tiene que ser puesta de manera que por ser ella la contradicci?n que se elimina a s? misma sea determinada para ser la independencia existente por s?, que tiene como resultado y verdad no ya s?lo la unidad indiferente, sino la unidad que es de modo inmanente en ella negativa y absoluta, que es la esencia.

El ser determinado es el substrato material que se mantiene indiferente a los cambios cuantitativos y cualitativos y tambi?n a las diferencias cuantitativas y cualitativas que existen en el algo.
El ser considerado como esta indiferencia absoluta es el ser determinado de la medida, el todo de las determinaciones del ser que se han disuelto en esta unidad. Es el nido de todas las contradicciones.
Es la totalidad en donde todas las determinaciones del ser est?n contenidas y eliminadas.
Es el fundamento pero que est? s?lo en la determinaci?n unilateral del ser en-s?.
Es la contradicci?n de s? mismo y de su ser determinado, de su determinaci?n existente en s? y de su determinaci?n puesta.
La indiferencia es una simple e infinita referencia a s?, incompatible consigo misma, su rechazarse a s? misma. El determinar y el hallarse determinado de la indiferencia no es un traspasar, ni una variaci?n exterior, ni un presentarse de las determinaciones en ella, sino su propio referirse a s? misma el cual es su negatividad de ella misma y de su ser en-s?.

C.- TRASPASO A LA ESENCIA.

La indiferencia absoluta [indiferencia respecto de la variaci?n cuantitativa y cualitativa, y de las diferencias cuantitativas y cualitativas de los dos independientes que entran en la combinaci?n] es la ?ltima determinaci?n del ser antes de que ?ste se convierta en esencia.
Pero esta ?ltima determinaci?n del ser no alcanza a la esencia.
Esta ?ltima determinaci?n pertenece todav?a a la esfera del ser.
Esto es as? porque determinada la indiferencia como equivalente, tiene la diferencia como extr?nseca y cuantitativa. El ser determinado de la indiferencia est? constituido por la diferencia extr?nseca y cuantitativa. La indiferencia es determinada frente a su ser determinado como lo existente en s? y no como lo absoluto existente por s?. [El ser es un substrato permanente cuyas determinaciones son extr?nsecas y cuantitativas, es decir que no son internas de ese substrato ni cualitativas del mismo .]
[La indiferencia es la reflexi?n extr?nseca detenida en la determinaci?n del ser determinado como un substrato indiferente a la variaci?n y a la diferencia.]
La indiferencia es la reflexi?n extr?nseca que se detiene en que los espec?ficos son en s? o en lo absoluto uno mismo y ?nico y su diferencia es s?lo un indiferente y no una diferencia en s?.
[La indiferencia se niega a s? misma.]
Pero al mismo tiempo, esta reflexi?n extr?nseca [no se refiere a la reflexi?n extr?nseca de la conciencia pensante y subjetiva] es la determinaci?n de la diferencia de la unidad, el eliminarse de esa unidad indiferente, el negarla.
[El ser determinado de la indiferencia es extr?nseco y cuantitativo. El ser es un substrato permanente que se conserva a trav?s de la variaci?n cuantitativa y cualitativa y de las diferencias cuantitativas y cualitativas de los lados de la combinaci?n. La determinaci?n del ser es extr?nseca pero la indiferencia del substrato es negativa y se niega a s? misma. Determina su diferencia pero ahora no extr?nseca sino interna.]
[La indiferencia es la negatividad absoluta.]
La indiferencia, la unidad indiferente es as? la negatividad absoluta, su indiferencia frente a s? misma y frente a su propia indiferencia, su indiferencia frente a su ser otro.
[Esa negatividad ya se hab?a manifestado. La indiferencia se hab?a mostrado como contradicci?n.]
El eliminarse de la determinaci?n de la indiferencia ya se hab?a manifestado; la indiferencia ya se hab?a mostrado por todos lados como la contradicci?n:
1) La indiferencia es en s? la totalidad en la que todas las determinaciones del ser est?n contenidas y eliminadas.
2) La indiferencia [el substrato material] es el fundamento pero que est? s?lo en la determinaci?n unilateral del ser en-s?.
3) La indiferencia es la contradicci?n:
-de s? misma y de su ser determinado,
-de su destinaci?n existente en s? y de su determinaci?n puesta; y de esta manera se ha eliminado la unilateralidad de su ser en-s?.
En resumen, la indiferencia es de hecho:
-una simple e infinita referencia negativa hacia s?,
-incompatible consigo misma,
-su rechazarse a s? misma;
-el determinar y el hallarse determinado de la diferencia no es un traspasar, ni una variaci?n exterior, ni un presentarse de las determinaciones en ella, sino su propio referirse a s? misma el cual es la negatividad de ella misma y de su ser-en-s?.
[Al ser rechazadas (negadas, eliminadas) las dos determinaciones del ser dejan de ser exteriores e independientes.]
Las determinaciones del ser, al ser rechazadas no son ya exteriores e independientes, sino que son momentos pertenecientes a la unidad existente en-s?, y no son echados por ella [es decir generados] sino llevados por ella como substrato y llenados s?lo de ella y 2) est?n como determinaciones inmanentes [internas, no exteriores ni independiente] en la unidad existente por-s? y existen s?lo por la v?a de rechazarse de s? mismas.
[Las determinaciones est?n ahora en el mismo substrato y est?n referidas a su otro, a su negaci?n.]
Las determinaciones ya no son existentes como en la esfera del ser; ahora est?n como absolutamente puestas con la determinaci?n de estar referidas a su unidad y, por tanto, referidas a su otro y a su negaci?n.
As? ha desaparecido el ser en general.
-Ha desaparecido el ser, o sea la inmediaci?n de las determinaciones diferentes [esto es, las determinaciones que son extr?nsecas a e independientes del substrato].
-Tambi?n desaparece el ser-en-s? [es decir, el substrato como tal, como mero soporte exterior de las determinaciones del ser].
[Ser que es la inmediata totalidad presupuesta a trav?s de su negaci?n.]
Queda la unidad del ser, que es
-inmediata totalidad presupuesta
-que es la simple referencia a s?
-a trav?s de la mediaci?n de la negaci?n de este presupuesto;
-el ser totalidad inmediata presupuesta es s?lo un momento del rechazarse de esa totalidad;
-la totalidad inmediata y presupuesta es originaria independencia e identidad consigo, s?lo como resultado del infinito confluir consigo mismo a trav?s de su negaci?n.
As?, el ser se halla determinado a ser esencia [a trav?s de su negaci?n].
Y la esencia es el ser como simple ser consigo por medio del eliminarse del ser.
La totalidad inmediata y presupuesta, el ser, se niega a si mismo y se convierte en la esencia.
La esencia es el ser que ha eliminado a la totalidad inmediata y presupuesta.
De esta manera se da el traspaso del ser a la esencia.
Recapitulaci?n.
[El ser determinado ha llegado a ser la indiferencia absoluta; es el substrato material que permanece frente a las determinaciones cuantitativas y cualitativas y a las diferencias cuantitativas y cualitativas.
[Este ser que es la indiferencia absoluta es absolutamente negativo.
[Niega a las determinaciones extr?nsecas y se niega a s? mismo como substrato material separado de las determinaciones.
[Establece la unidad entre el ser y las determinaciones convirtiendo a ?stas en determinaciones inmanentes [interiores del ser] que tienen en el ser su negaci?n, su otro.
[El ser determinado, al negarse a s? mismo, se convierte en esencia.
[La esencia es el ser que ha negado su exterioridad.]
El ser determinado de la diferencia es extr?nseco y cualitativo. El ser es un substrato que se conserva a trav?s de la variaci?n cuantitativa y cualitativa y de las diferencias cuantitativas y cualitativas de los lados de la combinaci?n. La determinaci?n del ser es extr?nseca pero la indiferencia del sustrato es negativa y se niega a s? misma. La indiferencia absoluta es la negatividad absoluta. Determina su diferencia pero ahora no extr?nseca sino interna.
As? el ser se halla determinado a ser esencia a trav?s de su negaci?n.
Y la esencia es el ser como simple ser consigo por medio del eliminarse del ser.
La totalidad inmediata y presupuesta, el ser, se niega a s? mismo y se convierte en la esencia.
La esencia es el ser que ha eliminado a la totalidad inmediata y presupuesta.
De esta manera se da el traspaso del ser a la esencia.

El ser determinado ha llegado a ser la indiferencia absoluta; es el substrato material que permanece frente a las determinaciones cuantitativas y cualitativas y a las diferencias cuantitativas y cualitativas. Este ser, que es la indiferencia absoluta, es absolutamente negativo. Niega a las determinaciones extr?nsecas y se niega a s? mismo como substrato material separado de las determinaciones. Establece la unidad entre el ser y las determinaciones, convirtiendo a ?stas en determinaciones inmanentes (interiores del ser) que tienen en el ser su negaci?n, su otro. El ser determinado, al negarse a s? mismo se convierte en esencia. La esencia es el ser que ha negado su exterioridad.
El resultado ?ltimo de la aproximaci?n de Hegel a la objetividad ha sido la consideraci?n del ser determinado como un substrato que es el sujeto de los cambios y las diferencias cuantitativas y cualitativas. De esta suerte el ser determinado es un substrato que tiene como algo extr?nseco la determinaci?n; el algo surge de ese substrato y a ?l vuelve cuando perece, pero su determinaci?n como existente no pertenece a ese substrato que es completamente indiferente a ella. La especulaci?n queda insatisfecha con este resultado: el ser determinado, la cualidad, el algo son un otro en s? mismos, est?n destinados a ser otro, y llegan a ser otro a trav?s de la acumulaci?n de los cambios cuantitativos; pero la naturaleza del otro en que deviene queda por completo sujeta a la accidentalidad; la necesidad en la sucesi?n de los algos es extr?nseca a los mismos, es la simple comprobaci?n de la regularidad en las transformaciones. La especulaci?n intuye que hay una necesidad m?s profunda en los cambios del ser determinado, que la naturaleza del otro en que deviene el algo existe en ?ste como determinaciones que son la negaci?n de las determinaciones del ser inmediato y que el devenir del algo es el desenvolvimiento de sus determinaciones negativas y su surgimiento a la existencia como otro algo. La especulaci?n establece el postulado de que el ser es la unidad de las determinaciones inmediatas y de las determinaciones negativas de las mismas, del algo y del otro en que se transforma, del ser inmediato y la esencia. La especulaci?n, ya que debe presentar a la objetividad como el resultado del desenvolvimiento de la idea, hace aparecer todo esto como si el concepto del ser determinado, que es la indiferencia absoluta, negara a las determinaciones inmediatas y se negara a s? mismo como indiferente y adquiriera en esta negaci?n la determinaci?n esencial, la naturaleza de las determinaciones negativas que en su devenir deben dar lugar al otro algo; presenta a la esencia como surgiendo de su concepto. En el mundo objetivo, el ser determinado contiene en su interior a su esencia que son las determinaciones de su negaci?n y que en su movimiento han de dar lugar a otro ser determinado; el devenir del ser determinado es su internamiento en s? mismo, su transformaci?n en esencia y el aparecer de la esencia en la existencia.























LIBRO SEGUNDO


LA DOCTRINA DE LA ESENCIA








La verdad del ser es la esencia.
El ser es lo inmediato.
El saber quiere conocer lo verdadero, lo que el ser es en s? y por s?.
Para ello tiene que ir m?s all? de lo inmediato y sus determinaciones.
Considera que detr?s de este ser existe algo m?s que el ser mismo y que constituye su verdad.
El saber quiere, por tanto, conocer la esencia. Este conocer no es inmediato porque no se halla directamente cerca de la esencia o en ella.
Debe partir de un otro, del ser y recorrer el camino desde ?l hasta la esencia.
El saber halla la esencia por mediaci?n del ser.
Este camino no es s?lo del conocer, sino que representa el movimiento del ser mismo; en ?ste se mostr? que por su naturaleza se interna y se convierte en esencia mediante este ir en s? mismo.
La reflexi?n extr?nseca no es el instrumento adecuado para conocer la esencia porque:
-elimina las determinaciones del ser de lo que queda como esencia;
-las coloca en otro lugar;
-las deja como existentes;
-la esencia no existe en s? y por s?, sino por medio de otro;
-este otro, por medio del cual existe, es la reflexi?n extr?nseca y abstractiva;
-la esencia existe para otro, es decir, para la abstracci?n y, en general para el ser que sigue permaneciendo frente a ella. [La condici?n que Hegel pone para el conocimiento de la esencia es que esta sea en s? y por s?, y no por otro.]
La esencia es lo que es no por medio de una negatividad extra?a, sino por la negatividad que es suya propia, por el infinito movimiento del ser.
La esencia es ser en s? y por s?.
-Ser en s? porque es indiferente a toda determinaci?n del ser; de ella se ha eliminado el ser otro y la relaci?n con otro.
-Ser por s? porque ella misma es esta negatividad que consiste en eliminarse del ser otro y de la determinaci?n. [Porque esa eliminaci?n es el resultado de su propia negatividad. Ella es esa negatividad que elimina.]
La esencia como perfecto retorno en s? del ser, es, en primer lugar, la esencia indeterminada.
-Las determinaciones del ser est?n eliminadas de ella; las contiene en s?, pero bajo una forma distinta que en el ser.
-La esencia indeterminada -absoluta- no tiene existencia.
-Sin embargo, la esencia traspasa la existencia, es decir, distingue [niega] las determinaciones [del ser] que contiene en ella.
La esencia, sin embargo, tiene que llegar a la existencia, pues es ser en s? y por s? y por tanto contiene determinaciones en s? [propias de la esencia, distintas de las del ser].
Esas determinaciones tienen que llegar a la existencia.
La esencia es, en segundo lugar, la esencia determinada.
La esencia establece as? una relaci?n negativa consigo misma. Establece por medio de la negaci?n de las determinaciones del ser las determinaciones de la esencia.
Las determinaciones de la esencia son de una naturaleza diferente de las determinaciones en la esfera del ser,
Las determinaciones de la esencia quedan en el interior de la unidad del ser en s? y ser por s? que la forma.
-No son ni un devenir, ni un traspasar.
-No son un otro ni relaciones con respecto a otro.
-Son independientes pero en su unidad rec?proca.
La esencia, que es primero simple negatividad [Negaci?n de las determinaciones del ser], debe ahora establecer en su esfera la determinaci?n que contiene solamente en s?, a fin de darse una existencia y despu?s su ser por s?.
-La determinaci?n de la esencia no existe.
-Solamente est? puesta por medio de la esencia misma.
-No est? libre sino en relaci?n con su unidad.
-La actividad de la esencia [La negatividad] por la cual pone sus determinaciones, es la reflexi?n.
-Las determinaciones de la esencia son reflejadas, es decir, establecidas por la esencia misma.
-Permanecen en ella como superadas.
-La esencia es el punto intermedio entre el ser y el concepto. Su movimiento constituye el traspaso del ser al concepto.
Partes del estudio de la esencia.
I.- Como esencia simple, que existe en s?, en sus determinaciones en el interior de s? misma.
II.- Como esencia que sale a la existencia, o sea seg?n su existencia y aparici?n;
III.- Como esencia que es una misma con su aparici?n, es decir, como realidad.





PRIMERA SECCION.

La esencia como reflexi?n en s? misma.


La esencia, puesto que procede del ser, no existe inmediatamente en s? y por s?. [Existencia en s? y por s?, opuesta a existencia inmediata determinada. Una es de la esencia, la otra del ser.]
(1) Existe primeramente como una existencia determinada, como algo inmediato.
Es una existencia esencial frente a una existencia inesencial.
(2) En segundo lugar, la esencia es el ser eliminado en s? y por s?.
Lo que est? frente a ella, las determinaciones del ser son solamente apariencia.
(3) En tercer lugar, la apariencia es el propio poner de la esencia [es decir, que la apariencia es el resultado de la actividad negativa de la esencia];
(a) La esencia es en primer lugar reflexi?n.
(b) La reflexi?n se determina. [Es la otra cara del movimiento de la esencia que elimina en s? y por s? al ser.]
(c) Las determinaciones de la reflexi?n son un ser puesto. [Es la otra cara de la esencia que pone la apariencia.] Al mismo tiempo es reflexi?n en s?.
(d) Las determinaciones de la reflexi?n, el ser puesto, son las esencialidades.
(e) La esencia como reflexi?n del determinar en s? mismo se convierte en fundamento y traspasa en la existencia y en la apariencia.





Primer Cap?tulo.

LA APARIENCIA


(1) Las determinaciones del ser son lo inesencial.
(2) No es simplemente inesencial, sino carente de esencia, apariencia.
[En este momento, la apariencia es extr?nseca a la esencia. La esencia como ser, como inmediato existente.]
(3) Esta apariencia es la propia apariencia de la esencia; no es extr?nseca a ella. [Momento posterior al anterior.]
(4) El movimiento por el cual la apariencia se hace la apariencia de la esencia, es la reflexi?n.
A. LO ESENCIAL Y LO INESENCIAL.
[Las determinaciones de la esencia y del ser tienen el mismo nivel; su distinci?n es extr?nseca.]
La esencia es el ser superado.
Es igualdad consigo mismo en cuanto es negaci?n de la esfera del ser.
La esencia tiene frente a s? la inmediaci?n, de donde se ha originado; la inmediaci?n se ha conservado y mantenido en esa superaci?n.
La esencia es, en esta determinaci?n, esencia existente, es decir, inmediata y el ser es negativo s?lo en esta relaci?n con la esencia, no en s? y por s?.
La esencia es una negaci?n determinada.
La esencia y el ser se relacionan as? como otros, porque cada uno tiene un ser, una inmediaci?n que son indiferentes rec?procamente.
El ser, en contraposici?n con la esencia [en esta contraposici?n como otros] es lo inesencial; pero como en esta contraposici?n la esencia no est? considerada en s? y por s?, sino en su inmediatividad, ella es s?lo un existente, lo esencial.
Lo esencial y lo inesencial son existentes [Inmediatos]; por lo tanto su ser en s? y por s? es algo extr?nseco a ellos.
La distinci?n entre lo esencial y lo inesencial es meramente accidental; queda indeterminado qu? es lo que pertenece a uno y a otro; es una referencia y una consideraci?n extr?nseca cualquiera la que produce la diferencia; un mismo contenido puede ser considerado ahora como esencial, ahora como inesencial.
Lo inesencial es el ser inmediato como el otro de lo esencial. Es el primer resultado de la negatividad de la esencia.
La esencia es lo absoluto negativo; por lo tanto, no s?lo es la negaci?n como la determinaci?n de un otro, sino como la negaci?n de lo inmediato y de lo existente del ser.
Lo inesencial, esto es, el ser superado por la esencia, se transforma en la no-esencia, en lo inmediato nulo en s? y por s?, en la apariencia.


B. LA APARIENCIA

1.- El ser es la apariencia.
La esencia y el ser son considerados en su inmediatez, como existentes. Su relaci?n es extr?nseca y accidental. [Sus determinaciones tienen el mismo nivel.]
El primer movimiento del ser hacia la esencia es la negaci?n de las determinaciones de aquel por ?sta. Es decir, que la esencia niega [elimina] la existencia y la inmediatez del ser.
Puesto que ambos, esencia y ser, son existentes inmediatos, al negar la esencia la existencia e inmediatez del ser, lo declara no-existente [no-esencia], mera apariencia, por oposici?n a su existencia inmediata. La apariencia es no-existencia inmediata, no-esencia. La esencia es existencia inmediata, no-apariencia. La apariencia parece tener todav?a un lado inmediato independiente de la esencia, y parece ser en general un otro con respecto a ?sta. [La apariencia como extr?nseca a la esencia.]
2.- La apariencia de la esencia.
Al negar la esencia las determinaciones del ser, establece sus propias determinaciones como las que tienen la naturaleza del ser; estas determinaciones son inmediatas, pero mediadas por la negaci?n que es la apariencia.
Los momentos de la apariencia son, por tanto, la negaci?n del ser de las determinaciones inesenciales y la afirmaci?n del ser, por la inmediaci?n reflejada, de las determinaciones esenciales. Estos momentos son, al mismo tiempo, como se vio, momentos de la esencia, puesto que ella los produce en su movimiento negativo. La apariencia es, por tanto, la esencia misma. "...La apariencia es, por ende, la esencia misma, pero la esencia [que se halla] en una determinaci?n, si bien de tal manera que ?sta es solamente su momento, y que la esencia es su propio parecer en s? misma."
[En este movimiento, las determinaciones de la esencia han continuado en su naturaleza de existentes inmediatos; el siguiente paso de la esencia consiste en dar a esas determinaciones las caracter?sticas del en s? y por s?. Ese paso es la reflexi?n.]
[1.- Esencia y ser considerados como inmediatos, como existentes: esencial e inesencial.
[2.- La esencia niega al ser: apariencia.
[3.- Las determinaciones de la esencia tienen la naturaleza del ser, pero ahora como inmediatos que son mediados por la negaci?n que es la apariencia (inmediaci?n reflejada.)


C. LA REFLEXI?N

[Concepto de reflexi?n:
[1.- Inmediato.
[2.- Universal, principio, regla o ley, esencia de aquel inmediato.
[3.- La reflexi?n va de ese inmediato hacia el universal. Determina.
[4.- En este ir, el inmediato es algo nulo.
[5.- La reflexi?n determina al ser inmediato poni?ndolo como su verdadero ser.
[En general, la reflexi?n es el movimiento por el cual las determinaciones de la esencia pasan de su existencia inmediata a su naturaleza de ser en s? y por s?.]
La apariencia es la reflexi?n.
La reflexi?n es el movimiento del devenir y traspasar que permanece en s? mismo.
En este movimiento, lo diferente [de la esencia] est? determinado s?lo como lo negativo en s?, como apariencia.
El movimiento reflejado [la reflexi?n] es el otro como negaci?n en s?.
La negaci?n en s? es aquella que tiene un ser s?lo como negaci?n que se refiere a s? misma.
La negaci?n se presenta como negaci?n, como lo que tiene su ser en su ser-negado, es decir, como apariencia.
El otro es la negaci?n con la negaci?n.
El primero [la esencia] frente a este otro, lo inmediato o el ser, consiste en la igualdad de la negaci?n consigo, la negaci?n negada, la absoluta negatividad.
La inmediaci?n es este movimiento mismo de la negaci?n negada.
El devenir en la esencia, o sea su movimiento reflejado, por consiguiente, consiste en el movimiento de la nada a la nada y es as? su movimiento de retorno a s? mismo.
El otro que se forma en el devenir de la esencia no es el no-ser de un ser, sino la nada de una nada; el ser la nada de una nada constituye su ser.
La esencia est? representada por el ser que existe s?lo como movimiento de la nada a la nada.
La esencia no tiene movimiento en s?; su movimiento es como la absoluta apariencia de s? misma, la pura negatividad, que no tiene nada que negar fuera de ella, sino que niega solamente su negativo mismo, que existe s?lo en este negar.
[La reflexi?n indeterminada, como la llama Hegel, es, simple y sencillamente, la naturaleza de la esencia que primero niega el ser otro y la relaci?n con otro y luego niega la inmediaci?n y la existencia de las determinaciones del ser; es uno de los momentos del paso del ser a la esencia, durante el cual ?sta s?lo act?a, de acuerdo con su negatividad absoluta, negando las determinaciones del ser, pero sin establecer las determinaciones de la esencia; ?sta es a?n pura apariencia.]
Reflexi?n que pone.
La absoluta reflexi?n de la esencia es su negatividad.
La negatividad se niega a s? misma; en consecuencia es negatividad eliminada tanto como negatividad.
Es decir, que es tanto la negatividad como la simple igualdad consigo mismo o inmediaci?n; en consecuencia la negatividad es ella misma y no es ella misma en una unidad.
La reflexi?n es el movimiento de la nada hacia la nada; en consecuencia es la negaci?n que se funde consigo misma;
-esta fusi?n es una igualdad, la inmediaci?n.
Pero, al mismo tiempo, esta inmediaci?n es la igualdad de lo negativo consigo mismo y,
-consecuentemente la igualdad que se niega a s? misma, la inmediaci?n que es en s? lo negativo de s? misma, o sea el ser lo que no es.
Esta inmediaci?n que se niega a s? misma es el retorno de lo negativo a s?, es el ser puesto.
[1.- Nada.
[2.- Nada que niega la nada. Igualdad de la negatividad consigo misma. Inmediaci?n. Inmediaci?n que se niega a s? misma.
[3.- Esta inmediaci?n que se niega a s? misma es el retorno de lo negativo a s?, es el poner el ser o el ser puesto.]
[La reflexi?n indeterminada es la naturaleza de la esencia que primero niega el ser otro y la relaci?n con otro y luego niega la inmediaci?n y la existencia de las determinaciones del ser.
[La reflexi?n es la negaci?n con la negaci?n. Es la igualdad de la negaci?n consigo misma. Es la inmediatividad.
[Como inmediatividad, es la negaci?n que se niega a s? misma; este negar es el poner el ser en la esencia.
[El poner el ser en la esencia significa que, mediante la reflexi?n, al mismo tiempo que se niegan las determinaciones del ser al considerarlas como no-existentes, como mera apariencia, como no-esencia, se establecen las determinaciones de la esencia como las ?nicas existentes.]
El ser ha sido puesto en la esencia.
[Ser puesto. Punto de llegada de la reflexion.]
"El ser se ha conservado en la esencia, puesto que ?sta tiene en su infinita negatividad esta igualdad consigo misma; por eso la esencia misma es el ser."
[Esto significa que las determinaciones de la esencia se encuentran en su forma de existentes inmediatos, sin llegar todav?a a su naturaleza en s? y por s?.]
Reflexi?n que presupone.
[La reflexi?n que presupone:
-Parte de un inmediato, desde el que sobresale.
-Desde ese inmediato es el retorno.
-Este retorno es la presuposici?n del inmediato desde el que se parte.
-La inmediaci?n de ?ste del que se parte es la inmediaci?n superada.
-La inmediaci?n superada es al mismo tiempo:
-el retorno a s? de la esencia,
-el ser simple siempre igual a s? mismo,
-reflexi?n que se rechaza a s? misma y se presupone,
-el rechazarse de por s? es el llegar hasta s? misma.]
[Ser presupuesto. Punto de partida de la reflexi?n.]
En su negatividad, la esencia niega con la negaci?n y establece la inmediatividad que es el poner el ser en la esencia; es el retorno a s? de la esencia. En su movimiento, la esencia niega la inmediatividad y su retorno a s?, niega por tanto el poner el ser en la esencia; se parte del ser puesto como de un inmediato [es decir, se presupone su existencia] hacia la determinaci?n del en s? y por s?.
[No sale de la esencia como un inmediato.]
El presuponer, esto es, el tomar como punto de partida las determinaciones esenciales a?n bajo la forma de lo inmediato y existente, es al mismo tiempo el poner esas determinaciones; es un retorno a la inmediatividad de la que se parti?.
Por lo tanto, la reflexi?n que pone es la reflexi?n que presupone, la que a su vez es reflexi?n que pone.
Reflexi?n extr?nseca.
La esencia, en su negatividad absoluta, niega al ser presupuesto; esto quiere decir que considera que las determinaciones esenciales bajo la forma de la existencia inmediata no son a?n en s? y por s?. La reflexi?n extr?nseca, que es la negaci?n de la reflexi?n en s?, parte de este ser presupuesto y busca la naturaleza en s? y por s? de las determinaciones esenciales. Esta reflexi?n es extr?nseca porque no es el propio movimiento de la esencia el que va develando la naturaleza en s? y por s? de las determinaciones esenciales, sino algo ajeno a ella. Lo que la reflexi?n extr?nseca pone y determina en lo inmediato son determinaciones extr?nsecas a ?l mismo.
La reflexi?n extr?nseca, al encontrar la naturaleza en s? y por s? de las determinaciones esenciales, se convierte en reflexi?n inmanente, es decir, reflexi?n determinante.
La reflexi?n, como reflexi?n absoluta
-es la esencia que aparece en s? misma,
-presupone para s? s?lo la apariencia, es decir, el ser puesto [lo que Hegel llama la apariencia esencial],
-como reflexi?n que presupone es reflexi?n que pone.
La reflexi?n extr?nseca o real.
-Se presupone como superada, como lo negativo de s? misma. [Es la reflexi?n que pone y presupone, negada, superada.]
-Tiene un doble aspecto:
a) Una vez est? como lo presupuesto, o la reflexi?n en s?, que es lo inmediato. [La reflexi?n extr?nseca parte de lo inmediato y busca el ser en si y por s?.]
b) Otra vez es la reflexi?n que se refiere a s? como negativa; vale decir. se refiere a s? como a aquel no ser suyo. [La reflexi?n extr?nseca es la reflexi?n que niega -supera- esa presuposici?n de la que parte y busca el ser en s? y por s? de las determinaciones.]
-La reflexi?n extr?nseca presupone un ser;
-En primer lugar no en el sentido que su inmediaci?n sea s?lo un ser puesto o un momento.
-Sino m?s bien en el de que esta inmediaci?n es el relacionamiento a s? y la determinaci?n existe s?lo como momento.
-La reflexi?n extr?nseca se relaciona con su presuposici?n de manera tal que ?sta constituye lo negativo de la reflexi?n;
-pero tambi?n de tal manera que ?ste negativo est? eliminado como negativo.
-La reflexi?n extr?nseca tiene as? una presuposici?n inmediata.
[La reflexi?n extr?nseca parte de la presuposici?n del ser; esta presuposici?n consiste, como ve?amos, en que, despu?s de poner el ser en la esencia, la reflexi?n lo toma como punto de partida en la b?squeda del ser en s? y por s?. La reflexi?n que presupone es negatividad, niega a la reflexi?n que pone; la negaci?n de esta negatividad es la reflexi?n extr?nseca.
-[Reflexi?n que pone: niega el ser de la apariencia.
-[Reflexi?n que presupone: niega la reflexi?n que pone.
-[Reflexi?n extr?nseca: niega la reflexi?n que presupone.]
La reflexi?n extr?nseca, en primer lugar, encuentra a la presuposici?n inmediata o al ser presupuesto [producto de la reflexi?n en s?] y desde ella empieza su movimiento.
-A partir de ella -o de ?l- realiza su retorno a s? mismo, la negaci?n de su negativo.
La reflexi?n extr?nseca parte de un inmediato (ser presupuesto) y busca su naturaleza esencial, su verdadero ser, su ser en si y por s?.
El movimiento de la reflexi?n extr?nseca es un silogismo, en el cual,
-el extremo menor es lo inmediato,
-el extremo mayor la reflexi?n en s? y
-el t?rmino medio lo inmediato determinado, o sea, la determinaci?n esencial.
Lo que la reflexi?n extr?nseca determina y pone en lo inmediato son, sin embargo, a?n determinaciones extr?nsecas a ?ste.
[Con esto Hegel quiere decir que las determinaciones esenciales encontradas por la reflexi?n extr?nseca no proceden del propio movimiento de la esencia, sino de un elemento exterior a ella que es la reflexi?n extr?nseca y abstractiva; esta reflexi?n despliega una serie de reglas del pensamiento y las aplica sobre el inmediato para develar su esencia; esas reglas son, por el momento, algo ajeno al inmediato, un mero instrumento del conocimiento y el resultado de su aplicaci?n una mera hip?tesis de su naturaleza esencial.]
[NB. Lo inmediato en una forma superior; es decir, no lo inmediato del ser sino de la esencia.]
La reflexi?n extr?nseca es, en segundo lugar, un poner lo inmediato:
-en consecuencia, se convierte en lo negativo o determinado;
-sin embargo, la reflexi?n extr?nseca es enseguida tambi?n la eliminaci?n de ese poner suyo;
-es decir, ella presupone lo inmediato, con lo que al negar es la negaci?n de esta negaci?n suya;
-pero la reflexi?n extr?nseca es enseguida tambi?n un poner, una superaci?n de su inmediato negativo;
-el inmediato negativo, de donde la reflexi?n extr?nseca parec?a empezar como de algo ajeno,
-est? ahora en su propio comienzo.
-En consecuencia, lo inmediato no es s?lo en s? lo mismo que la reflexi?n (para nosotros o en la reflexi?n extr?nseca), sino que est? puesto que es lo mismo;
-el inmediato est? determinado por medio de la reflexi?n como su negativo o su otro;
-pero esta determinaci?n del inmediato est? negada por la propia reflexi?n.
La reflexi?n se funde con su negativo, con lo inmediato; [desde aqu? parte el movimiento de la reflexi?n y del objeto mismo hacia el en s? y por s? de las determinaciones esenciales.]
La reflexi?n extr?nseca se transforma en reflexi?n inmanente; su resultado es la inmediaci?n esencial misma; lo que existe por medio de la reflexi?n que pone es la esencia que existe en s? y por s?. La reflexi?n es as? reflexi?n determinante. [La exterioridad de la reflexi?n frente a lo inmediato se halla eliminada.]
[Ser puesto. Punto de llegada de la reflexi?n.
Se niega la existencia de las determinaciones del ser y se postula la [existencia] de las determinaciones de la esencia; ?stas a?n tienen la forma del ser inmediato; no son en s? y por s?.
[Ser presupuesto. Punto de partida de la reflexi?n.
Se niega el ser puesto; se parte de ?l como de un inmediato [es decir, se presupone su existencia] hacia las determinaciones del en s? y por s?.
[Ser presupuesto que es un ser puesto.
El presuponer, esto es, el tomar como punto de partida las determinaciones esenciales, a?n bajo la forma de lo inmediato y existente, es al mismo tiempo el poner esas determinaciones.
[Reflexi?n extr?nseca.]
Movimiento de la reflexi?n hacia el en s? y por s? de las determinaciones esenciales.
Es el movimiento de la reflexi?n que, partiendo de la presuposici?n inmediata busca la naturaleza en s? y por s? de las determinaciones esenciales. En este proceso act?a extr?nsecamente puesto que aplica una serie de reglas de pensamiento con los cuales establece sus hip?tesis acerca de dicha naturaleza esencial.
[Reflexi?n que determina. Movimiento de la reflexi?n que llega al en s? y por s? de las determinaciones esenciales.]
La reflexi?n extr?nseca, al encontrar el en s? y por s? de las determinaciones esenciales, se convierte en reflexi?n determinante.
[La reflexi?n alcanza su punto de llegada: ha penetrado, a trav?s de las determinaciones del ser, hasta la esencia del objeto, ha develado las determinaciones esenciales, el ser en s? y por s? del objeto.]

Diferencias entre la determinaci?n reflexiva (esencia) y la determinaci?n del ser.



















En la determinaci?n reflexiva hay dos lados que se distinguen:

La determinaci?n reflexiva es tanto relaci?n reflejada en s? misma, como ser puesto.

La determinaci?n reflexiva, como ser puesto que al mismo tiempo es reflexi?n en s? mismo, representa la relaci?n con su ser-otro en ella misma.
La determinaci?n reflexiva es en s? misma el lado determinado y la relaci?n de este lado determinado como m?s determinado, es decir, respecto a su negaci?n.

Hegel inicia el estudio de la esencia considerando su conocimiento como una exigencia del saber en su camino hacia la verdad. El saber quiere aprehender la verdad; la verdad del ser es algo que est? detr?s de ?l, es la esencia; el conocimiento de ?sta s?lo puede lograrse partiendo del ser inmediato mismo.
Este camino del conocer es tambi?n el que sigue el ser ya que ?ste se convierte en esencia partiendo de s? mismo.
Enseguida Hegel pasa a examinar el proceso por el cual el ser deviene en esencia.
Primeramente se?ala que la fuerza motriz de esa transformaci?n lo es la negatividad que le es propia a la esencia, el infinito movimiento del ser, a los que denomina reflexi?n.
Despu?s considera las grandes etapas de esta transmutaci?n.
La esencia se desarrolla a partir del ser y adquiere la siguiente naturaleza:
a) es ser en s?, lo cual significa que no es ser inmediato determinado como aquel de donde parti?, sino que ha alcanzado una determinaci?n distinta, espec?fica suya, y
b) es ser por s? porque el ser que lo caracteriza se lo ha dado ella misma, por medio de su propia negatividad.
En su primera etapa de existencia, por tanto, la esencia se da a s? misma unas determinaciones espec?ficas distintas de las del ser; lo caracter?stico de estas determinaciones es que su ser no consiste en ser otro por su destino ni devenir otro, como el ser determinado inmediato, sino en tener el otro en s? mismo.
Las determinaciones de la esencia tienen una doble naturaleza; por un lado son las determinaciones del ser inmediato existente y por el otro el germen -pero s?lo eso- del otro que ha de sucederlo; esta esencia con tales caracter?sticas es por el momento el fundamento del ser inmediato existente, su raz?n de ser.
En su car?cter de fundamento del ser existente, las determinaciones de la esencia desarrollan su naturaleza negativa, se enfrentan a las determinaciones del ser inmediato, lo echan de la existencia y salen a ella como un nuevo ser determinado. Al final de todo el proceso la esencia aparece en la existencia como un nuevo ser determinado que, por medio de la negaci?n, sustituye al anterior.
Hegel contin?a con el examen detenido de cada una de las etapas se?aladas.
La esencia se desarrolla a partir del ser. Las determinaciones del ser tienen al principio la misma naturaleza; despu?s se establece una distinci?n entre ellas a?n conservando su naturaleza semejante; unas de aquellas determinaciones est?n destinadas a ser esencia y otras a conservarse como determinaciones del ser, unas son lo esencial y otras lo inesencial del ser determinado; ambas son extr?nsecas entre s?.
M?s adelante se produce una relaci?n entre los dos tipos de determinaciones. Las determinaciones destinadas a ser esencia se reflejan en s? mismas y niegan a las determinaciones del ser; en virtud de esa negaci?n las determinaciones del ser pierden su naturaleza de existentes inmediatos, son no-esencia, mera apariencia, s?lo parecen ser. Por esa misma negaci?n las determinaciones de la esencia adquieren la naturaleza del ser, del verdadero ser inmediato que no es s?lo apariencia.
La apariencia de ser de las determinaciones inmediatas del ser ha sido producida por la esencia; por lo tanto la apariencia es la apariencia de la esencia. La apariencia es el no-ser producido por la esencia en el movimiento por el cual ella adquiere la naturaleza de verdadero ser inmediato; la apariencia es el no-ser, la nada; en consecuencia, la esencia es el ir de la nada a la nada. Con esto Hegel quiere decir que esta reflexi?n en s? de la esencia no llega a?n a constituir las determinaciones espec?ficas de la esencia, sino que s?lo da a ?sta el car?cter de verdadero ser inmediato.
La reflexi?n en s? de la esencia es el poner el ser en la esencia; es decir, el obtener ?sta la naturaleza de verdadero ser inmediato existente en contraposici?n a la apariencia.
Aqu? Hegel hace entrar en escena al sujeto cognoscente. El saber presupone el ser que est? en la esencia -esto es, el verdadero ser determinado inmediato a que ha llegado la esencia en su reflexi?n en s?-; partiendo de aqu?, mediante la reflexi?n extr?nseca -la reflexi?n abstractiva del pensamiento- busca las determinaciones espec?ficas de la esencia; lo que el saber obtiene as? es una mera hip?tesis de lo que ellas son.
De nuevo, cuando el objeto despliega sus caracter?sticas ante los ojos del fil?sofo especulativo, reflej?ndolas en su cerebro, y todo parece discurrir en el terreno de la plena objetividad, aquel no resiste la tentaci?n y se desv?a hacia el terreno de la m?stica: considera que el pensamiento, al cual ha intercalado en el proceso de devenir del ser en esencia, es el que produce el paso de las determinaciones esenciales del estado en que apenas son el verdadero ser inmediato al punto en donde asume la naturaleza del ser en s? y por s?.
Si hacemos a un lado esta desviaci?n m?stica, encontramos un proceso objetivo claro y simple; la propia esencia, por la negatividad que la caracteriza, es la que mediante la reflexi?n inmanente desarrolla las determinaciones espec?ficas distintas de las del ser inmediato; estas determinaciones son a las que Hegel llama las esencialidades y cuya naturaleza explicar? en el cap?tulo siguiente de su obra.





Segundo Cap?tulo

LAS ESENCIALIDADES O DETERMINACIONES DE LA REFLEXI?N.


El primer paso en el desarrollo de la esencia es la negaci?n del ser determinado, la declaraci?n de no-existencia del mismo, su reputaci?n como mera apariencia. Esto es al mismo tiempo el poner el ser en la esencia. De aqu? la esencia inicia su desenvolvimiento para llegar al en s? y por s? que es lo espec?fico de sus determinaciones.
La reflexi?n es reflexi?n determinada: la esencia es as? esencia determinada o esencialidad.
La reflexi?n es el parecer de la esencia en s? misma.
La esencia es en primer lugar simple referencia a s? misma, pura IDENTIDAD. Es su determinaci?n que m?s bien es falta de determinaci?n.
La esencia es en segundo lugar la DIFERENCIA:
-diferencia extr?nseca o indiferente = diversidad en general y
-diversidad opuesta = oposici?n.
La esencia es LA CONTRADICCION.
Nota 1. -
Las determinaciones reflexivas [o esencialidades] eran recogidas bajo la forma de proposiciones donde se dec?a de ellas que val?an con respecto a todo. Eran leyes universales del pensamiento.
La proposici?n esencial de la identidad es: Todo es igual a s? mismo, A = A. Expresado en forma negativa, A no puede ser al mismo tiempo A y no-A.
Las determinaciones reflexivas:
-no son de naturaleza cualitativa [como las del ser];
-son determinaciones que se refieren a s? y por eso est?n sustra?das a la determinaci?n frente a otro;
-son determinaciones que en s? mismas tienen la relaci?n y por eso tienen la forma de las proposiciones; -
-son un ser puesto reflejado en s?;
-son determinaciones que han traspasado [desde el ser determinado] a la identidad, etc?tera, como a su verdad y esencia. [Han pasado de la existencia inmediata al ser en s?.]
-Son iguales a s? mismas,
-no est?n relacionadas con otro
-y no tienen ant?tesis.
-Sin embargo,
-ellas son determinadas unas contra otras;
-en consecuencia no est?n sustra?das al traspaso y a la contradicci?n;
-est?n en ant?tesis rec?proca.
[Ya no est?n relacionadas con un otro ni tienen ant?tesis como en la esfera del ser, pero ahora el traspaso y la ant?tesis se dan entre ellas en el terreno de la esencia.]
Las esencialidades son primero id?nticas a s? mismas y antit?ticas y opuestas a otras esencialidades. Son id?nticas y diversas.
Despu?s se produce el traspaso de una a otra porque cada esencialidad es en s? misma lo contrario de s? misma.
[Ese traspaso y ant?tesis se dan porque cada determinaci?n reflexiva o esencialidad es en si misma lo contrario de s? misma.]
La esencia es la identidad.
La esencia como ser puesto es id?ntica a s? misma porque ha eliminado su relaci?n con otro en el exterior, en el terreno del ser determinado.


A.- LA IDENTIDAD.

1.-
La esencia es la simple inmediaci?n como la inmediaci?n superada. [Lo es por medio de su negatividad absoluta.] [Ya se ha despojado de la naturaleza de ser inmediato. Ahora es ser en s?.]
La esencia es la simple identidad consigo misma,
-el ser otro y la relaci?n con otro han desaparecido absolutamente en s? mismos;
-esta identidad es la inmediaci?n de la reflexi?n,
-es la igualdad consigo misma que por estar reconstituy?ndose en la unidad, es la reconstituci?n surgida de s? misma y en s? misma, es decir, la identidad esencial;
-el ser y todas las determinaciones del ser se han eliminado en s? mismas.
Nota 1.
Identidad abstracta.
La identidad es lo mismo que la esencia.
La identidad es simple negatividad que se refiere a s? misma.
La identidad de la esencia [de las determinaciones reflexivas] es al mismo tiempo la diferencia [diversidad], traspaso y ant?tesis entre ellas.
Todo lo que existe muestra ?l mismo que en su igualdad consigo mismo [en su esencia] es desigual y contradictorio y que en su desigualdad y contradicci?n es id?ntico consigo mismo.
Todo lo que existe representa en ?l mismo el movimiento del traspaso de una de las determinaciones a la otra porque cada una en s? misma es el contrario de s? misma.

2.-
La identidad es la esencia misma.
En su absoluta negatividad, la reflexi?n, despu?s de eliminar el otro de las esencialidades al poner el no-ser como el no-ser del otro, establece en ellas el no-ser que es el no-ser de s? mismo, un no-ser que tiene su no-ser en s? mismo.
Se presenta aqu? la diferencia que se refiere a s? misma, la diferencia pura, absoluta.
[En su reflexi?n la esencia elimina a su no-ser como un otro exterior a ella que tiene existencia inmediata; en su absoluta negatividad establece el no-ser en el interior mismo de la esencialidad; la esencialidad contiene en s? al otro de s? mismo, a su no-ser. La esencia es por tanto la diferencia pura, absoluta.]
[1.- LA ESENCIA ES LA IDENTIDAD. La esencia es id?ntica a s? misma porque ha eliminado su relaci?n con otro en el exterior, en el terreno del ser determinado.
[2.- LA ESENCIA ES LA DIFERENCIA ABSOLUTA porque ha establecido en s? misma al otro de s? misma, a su no-ser.]
La identidad en s? misma es absolutamente no-identidad.
Es al mismo tiempo la determinaci?n de la identidad.
La identidad como reflexi?n en s? se pone como su propio no-ser.
La identidad es el todo; pero como reflexi?n se pone como su propio momento.
Como momento de s? misma, es la identidad como tal, vale decir, como determinaci?n de la igualdad consigo misma, frente a la absoluta diferencia.
Nota 2.
La primera ley originaria del pensamiento es el principio de identidad: A = A. Es una vacua tautolog?a.
El principio de contradicci?n: "A no puede ser al mismo tiempo A y no-A".
"Lo que, por ende, resulta de esta consideraci?n consiste en que en primer lugar, el principio de identidad o de contradicci?n, al tener que expresar como verdad s?lo la identidad abstracta, en oposici?n a la diferencia, no es de ninguna manera una ley del pensamiento, sino m?s bien lo contrario de ?sta; en segundo lugar, que estos principios contienen m?s de lo que se entiende en ellos y precisamente este contrario, que es la diferencia absoluta." p. 366
El siguiente paso de la esencia es la constituci?n en su interior de dos polos.
La esencia es la diferencia absoluta.


B.- LA DIFERENCIA.

1.- La diferencia absoluta.
1.- Es la diferencia en s? y por s?, la diferencia absoluta, la diferencia de la esencia.
-No es una diferencia por medio de algo extr?nseco, sino la que se refiere a s?.
-Es la diferencia de la reflexi?n, no del ser otro del ser determinado.
2.- La diferencia es la diferencia que se refiere a s? misma;
-es la negatividad en s? misma,
-es la diferencia de s? con respecto a s? misma,
-no es ella misma [la diferencia] sino su otro;
-el otro, la diferencia de la diferencia, es la identidad;
-en consecuencia, la diferencia es ella misma y la identidad.
-La diferencia es el todo y sus momentos son la diferencia y la identidad.
-La diferencia es el todo y su propio momento y la identidad es el todo y su propio momento.- "Esto tiene que ser considerado como la esencial naturaleza de la reflexi?n y como primer fundamento determinado de toda actividad y automovimiento." p.367
-La diferencia y la identidad se convierten en un ser puesto.
-La diferencia, como unidad de s? y de la identidad es diferencia determinada en s? misma; tiene su otro, es decir la identidad, en ella misma.
-Igualmente la identidad, al penetrar en la diferencia, se conserva en ?sta; es la reflexi?n en s? de ?sta y de su momento.
[La diferencia es reflexi?n en s?; se niega a s? misma y surge la identidad; la identidad es reflexi?n en s?; se niega a s? misma y surge la diferencia.]
3.- La diferencia tiene los dos momentos de la identidad y la diferencia;
-ambos son un ser puesto, una determinaci?n;
-ambos son reflexi?n en s?;
-la diferencia, dado que tiene dos momentos que son reflexi?n en s?, es DIVERSIDAD.
La esencia es la diferencia absoluta porque ha establecido en s? misma el otro de s? mismo. Se constituyen dos polos.
La diferencia es la negatividad en s? misma. La diferencia es el otro de s? mismo. El otro de la diferencia es la identidad. La diferencia es ella y la identidad.
La esencia es la diferencia absoluta; la diferencia es ella misma y su otro; su otro es la identidad. La diferencia es el todo que tiene como momentos que se alternan uno al otro a la diferencia y a la identidad.

Los polos en que se ha constituido la esencia son id?nticos; la reflexi?n en s? niega esa identidad y da paso a la diferencia.
Los polos son diferentes; la reflexi?n en s? niega la diferencia y da paso a la identidad. Los momentos de la identidad y la diferencia son DIVERSOS.
Despu?s los dos polos son diversos; en un momento son id?nticos y diferentes en el otro. Los dos polos son extr?nsecos.

La esencia es la diversidad.
2.- La diversidad.
[Identidad y diferencia son extr?nsecos en la diversidad.]
-Los momentos de la diferencia son la identidad y la diferencia misma.
-Son diversos porque est?n reflejados en s? mismos.
-La identidad no est? referida a la diferencia ni la diferencia a la identidad.
-No est?n determinados rec?procamente.
-La diferencia les queda extr?nseca.
[Los polos de la esencia son diversos, es decir, id?nticos y diferentes pero extr?nsecos uno al otro. Son independientes. Hay un traspasar de la identidad a la diferencia y despu?s de la diferencia a la identidad.]
La reflexi?n se vuelve extr?nseca.
-Los momentos de la diferencia, la identidad y la diferencia devienen en la igualdad y la desigualdad.
-La reflexi?n extr?nseca, mediante la negatividad, determina a lo igual y lo desigual como lo desigual en s? mismos: LA IGUALDAD POR SER ELLA MISMA Y LA DESIGUALDAD; LA DESIGUALDAD POR SER ELLA MISMA Y LA IGUALDAD.
[Los polos de la esencia est?n relacionados rec?procamente, son opuestos, cada polo es al mismo tiempo el igual y desigual del otro.]
-Los diversos, bajo la forma de la igualdad y la desigualdad se determinan rec?procamente y son momentos de una ?nica unidad negativa: es la oposici?n.

La esencia es la identidad que es diferencia absoluta que tiene a la diferencia y a la identidad como momentos que se alternan uno al otro.
Identidad y diferencia son extr?nsecos a la diversidad. Los polos de la esencia son diversos, es decir, id?nticos y diferentes, pero son extr?nsecos uno al otro. Son independientes. Hay un traspasar de la identidad a la diferencia y despu?s de la diferencia a la identidad.
Los diversos son indiferentes uno respecto al otro; la identidad es negada por la reflexi?n y establecida la identidad.
Esta indiferencia es negada y se establece la unidad rec?proca de la identidad y la diferencia bajo la forma de la igualdad y la desigualdad en donde la igualdad es ella misma y la desigualdad y la desigualdad es ella misma y la igualdad. La identidad y la diferencia entran en una relaci?n en la que cada uno es ?l y el otro, es decir, entran en OPOSICI?N.

La esencia es la oposici?n.
M?s tarde cada polo integra al otro polo, es ?l y el otro. Enseguida la oposici?n se determina; un polo es lo positivo y el otro lo negativo.

3.- La oposici?n.
-En la oposici?n la diferencia est? acabada.
-La oposici?n es la unidad de la identidad y la diversidad;
-sus momentos son diferentes en una ?nica identidad;
-ellos est?n CONTRAPUESTOS.
-Identidad y diferencia son momentos de la diferencia contenidos en el interior de ella misma; son momentos reflejados de su unidad.
-Igualdad y desigualdad son la reflexi?n exteriorizada. Su identidad consigo mismo es la indiferencia de cada momento frente al otro y frente al ser en s? y por s? como tal. Momentos de la diferencia: Diferencia - Identidad. Identidad reflejada en s?. Reflexi?n en s?. Interior. Momentos de la oposici?n: Desigualdad - Igualdad. Identidad consigo mismo. Reflexi?n exteriorizada, en donde la diferencia y la identidad son indiferentes respecto del ser en s? y por s?. Exterior.
El ser puesto de la reflexi?n extr?nseca es el ser inmediato.
El no-ser de la reflexi?n extr?nseca es el no-ser determinado.
Esta reflexi?n extr?nseca es negada y se transforma en reflexi?n en s?.
Lo diverso se transforma en lo opuesto.
El ser puesto de la reflexi?n extr?nseca se transforma en el ser puesto reflejado en s?:
-el ser puesto es la igualdad y la desigualdad;
-reflejadas en s? constituyen las determinaciones de la oposici?n:
-cada una es en s? misma la unidad de la igualdad;
-la igualdad es ella y la desigualdad;
-la desigualdad es ella y la igualdad;
-cada uno de estos momentos es el todo en su determinaci?n.
[Se ha superado la indiferencia de los opuestos: cada uno es en s? mismo su otro; est?n en determinaci?n rec?proca.]
[Los opuestos son lo positivo y lo negativo.]
La igualdad reflejada sobre s? y que contiene en s? misma la desigualdad ES LO POSITIVO. La desigualdad, que contiene en s? misma la relaci?n con su no-ser, es decir, con la igualdad, ES LO NEGATIVO.
Lo positivo es el ser-puesto reflejado en la igualdad consigo mismo que tiene en s? la desigualdad.
Lo negativo es el ser-puesto reflejado en la desigualdad consigo mismo que tiene en s? la igualdad.
-Lo positivo y lo negativo son los dos lados de la oposici?n que se han puesto independientes.
-Son independientes porque es la determinaci?n, que, como un todo, est? reflejado sobre s?.
-Lo positivo y lo negativo constituyen la oposici?n determinada en s?: cada uno es s? mismo y su otro; cada uno tiene su determinaci?n en s? mismo.
-Lo positivo y lo negativo son ambos el ser-puesto, es decir, tienen la naturaleza del ser determinado.
-Por lo tanto, aunque a cada lado le compete una de las determinaciones de lo positivo y lo negativo, ?stas pueden ser trocadas, y cada lado es de tal especie, que puede ser considerado igualmente sea como positivo, sea como negativo.
[Negativo y positivo corresponden a lados bien determinados de la oposici?n: A es positivo por s? y No-A es negativo por s?.]
-El ser-puesto de lo positivo y lo negativo es superado y lo negativo se convierte en positivo en s? que contiene a lo negativo en s? mismo como su otro; lo negativo se convierte en lo negativo en s? que contiene a lo positivo en s? mismo como su otro.
Son lo positivo en s? y lo negativo en s?.
-Lo positivo en s? es positivo porque tiene en s? a su otro como lo negativo.
-Lo negativo en s? es negativo porque tiene en s? a su otro como lo positivo.
Son lo positivo por s? y lo negativo por s?.
La oposici?n contiene a lo positivo en s? y por s? y a lo negativo en s? y por s?.

Cada uno de los polos de la esencia es ?l y el otro. Los polos entran en oposici?n.
La igualdad que tiene en s? la desigualdad es lo positivo. La desigualdad que tiene en s? a la igualdad es lo negativo. Es la oposici?n determinada.
Los polos se determinan como positivo y negativo. Lo positivo y lo negativo tienen la naturaleza del ser puesto, es decir, del ser determinado. No son a?n lo positivo en s? ni lo negativo en s?.
El ser puesto de lo positivo y de lo negativo es negado (superado) y lo positivo y lo negativo se convierten en negativo en s? y positivo en s?. Lo positivo contiene en s? a lo negativo y ?ste a su vez contiene en s? a lo positivo.
La oposici?n se determina a?n m?s: el polo positivo contiene al negativo en s? mismo y precisamente por eso es tal polo positivo; el polo negativo contiene al polo positivo en s? mismo y esa es la causa por la cual es tal polo negativo. Son lo positivo y lo negativo por s?.
La esencia avanza hacia una determinaci?n m?s profunda: lo positivo en s? y por s? es indiferente e independiente de lo negativo en s? y por s?, lo excluye de s? porque lo tiene en s? mismo; lo negativo en s? y por s? es indiferente e independiente de lo positivo en s? y por s?, lo excluye de s? porque lo tiene en s? mismo.

La esencia es la contradicci?n.
La oposici?n se convierte en contradicci?n: cada polo contiene en su interior al otro y por tanto son independientes en su unidad, se excluyen mutuamente, son contrarios.


C.- LA CONTRADICCI?N.

-En la oposici?n lo positivo y lo negativo tienen una indiferencia independiente porque cada uno tiene en s? mismo su relaci?n con su otro.
-Al tener en s? mismos su relaci?n con su otro, excluyen una relaci?n extr?nseca con su opuesto.
-Cada determinaci?n reflexiva independiente (lo positivo y lo negativo), excluye a la otra porque la contiene en s? misma, es decir, es independiente de ella porque la contiene en su interior.
Esta es la contradicci?n; lo positivo y lo negativo forman una unidad en la cual son independientes entre s? [se excluyen] porque cada uno contiene en s? mismo al otro.
-Los contrarios se excluyen porque se contienen uno en el otro y se contienen uno en el otro porque se excluyen mutuamente.
Absoluta contradicci?n de lo positivo:
-Ya que es el poner la identidad consigo mismo por medio de la exclusi?n de lo negativo, se convierte en s? mismo en negativo, es decir, en el otro que excluye de s?.
-Lo negativo, por estar excluido est? puesto como libre de lo que lo ha excluido y ?l mismo es exclusivo, es decir, excluye de s? a lo positivo.
-De esta manera al excluirlo de s? pone a lo positivo como su otro que lo excluye.
Es la absoluta contradicci?n de lo positivo: mutuo engendramiento de lo positivo y lo negativo.
Esta absoluta contradicci?n de lo positivo es al mismo tiempo la absoluta contradicci?n de lo negativo.
Absoluta contradicci?n de lo negativo.
-Lo negativo es la desigualdad consigo mismo que excluye de s? a la identidad, es decir, a lo positivo y que en ese excluir se convierte a s? mismo en positivo, id?ntico, es decir, en el otro que excluye de s?.
-Lo positivo excluye de s? a lo negativo.
-Al excluirlo de s? pone a lo negativo como su otro que lo excluye.
La contradicci?n se soluciona.
-En la reflexi?n que se excluye a s? misma, lo positivo y lo negativo en su independencia, se eliminan a s? mismos.
-Cada uno es el transferirse en s? mismo a su contrario.
-Es un incesante desaparecer de los opuestos en ellos mismos.
-Es la pr?xima unidad, es el cero.
La reflexi?n que excluye es al mismo tiempo la reflexi?n que pone: la conversi?n de cada uno de los contrarios en su otro por medio de su exclusi?n es al mismo tiempo el mutuo engendramiento de los contrarios, la constituci?n del ser puesto de los mismos.
Lo positivo y lo negativo constituyen el ser-puesto de la independencia [el mutuo engendramiento, etc?tera].
La negaci?n de ellos por medio de ellos mismos elimina el ser-puesto de la independencia.
As?, la independencia es una unidad que vuelve en s? por medio de su propia negaci?n, pues por la negaci?n de su ser-puesto, vuelve en s?.
Es la unidad de la esencia, que consiste en ser id?ntica consigo misma por medio de la negaci?n, no de otro, sino de s? misma.
Esta esencia es la simple esencia, la esencia como fundamento.
La contradicci?n solucionada es la esencia, el fundamento como unidad de lo positivo y lo negativo.
-La oposici?n y su contradicci?n est?n tanto eliminadas como conservadas en el fundamento.
-El fundamento es la esencia en cuanto identidad positiva consigo, pero es una identidad que al mismo tiempo se refiere a s? como negatividad y que se convierte as? en un ser-puesto excluido.
Este ser-puesto excluido es la esencia total independiente; y la esencia es el fundamento, considerada como id?ntica consigo mismo y positiva en esta negaci?n suya.
-La oposici?n independiente era ya el fundamento; s?lo hab?a que agregarle la determinaci?n de la unidad consigo misma que se hace evidente por el hecho de que los opuestos independientes se eliminan cada uno a s? mismo y se convierten en el otro de s?.
-As? se destruyen, pero as? cada uno llega a coincidir consigo mismo
-y en su perecer o en su negaci?n es s?lo la esencia reflejada en s?, id?ntica consigo misma.
Nota 1.
-Se ha demostrado que cada uno (positivo y negativo) es esencialmente el aparecer de s? mismo en el otro
-e incluso su ponerse a s? mismo como el otro.
-Todas las cosas est?n en contradicci?n en s? mismas.
-La contradicci?n [en oposici?n a la identidad] tendr?a que ser considerada como lo m?s profundo y m?s esencial.
-Frente a ella la identidad es s?lo la determinaci?n de lo simple inmediato, del ser muerto.
-La contradicci?n es la ra?z de todo movimiento y vitalidad.
Algo se mueve porque en uno y el mismo momento se halla aqu? y no aqu?, porque en este aqu? existe y no existe conjuntamente.
-El movimiento es la contradicci?n misma en su existencia.
-El automovimiento interno, el impulso, no existe en s? mismo, y es la falta, es decir, lo negativo de s? mismo, en un ?nico e id?ntico aspecto.
-El pensamiento especulativo consiste s?lo en que el pensamiento mantiene firme la contradicci?n y en ella se mantiene firme a s? mismo; pero no en que, como acontece en la representaci?n, se deje dominar por la contradicci?n y deje que sus determinaciones sean disueltas por ?sta solamente en otras o en la nada.
-S?lo despu?s de haber sido llevados al extremo de la contradicci?n los m?ltiples se vuelven activos y vivientes uno frente al otro, y consiguen en la contradicci?n la negatividad, que es la pulsaci?n inmanente del automovimiento y de la vitalidad.

La contradicci?n de los polos consiste en que forman una unidad en la cual son independientes entre s? y se excluyen porque cada uno contiene en s? mismo al otro.
Lo positivo es la absoluta contradicci?n. Al poner la identidad consigo mismo por medio de la exclusi?n de lo negativo se convierte a s? mismo en negativo. Al excluir lo negativo ?ste queda libre y es exclusivo tambi?n. Lo negativo excluye a lo positivo; lo pone como su otro que lo excluye. Por lo tanto lo engendra como su otro.
Lo negativo es la absoluta contradicci?n. Lo negativo excluye a lo positivo y se convierte a s? mismo en positivo. Al excluir a lo positivo ?ste es independiente y excluye de s? a lo negativo. Al excluir a lo negativo lo pone como su otro que lo excluye. Por lo tanto lo engendra como su otro.
La absoluta contradicci?n de lo negativo es al mismo tiempo la absoluta contradicci?n de lo positivo.
La esencia es la contradicci?n absoluta. Es la unidad de los polos independientes en donde ellos se excluyen mutuamente porque cada uno tiene al otro en s? mismo y se convierte en el otro de s? mismo. En esta mutua exclusi?n se engendran mutuamente como su otro exterior.
La contradicci?n entre los polos positivo y negativo es absoluta porque cada uno de ellos adem?s de contener a su contrario en su interior se convierte en ?l constantemente y de esta manera se refuerza su independencia del otro. Al excluirse mutuamente se engendran mutuamente como dos polos absolutamente independientes.
La esencia es la contradicci?n solucionada. Al excluirse mutuamente y engendrar a su otro fuera de s? mismos a trav?s de su propia conversi?n en su otro, los polos positivo y negativo se eliminan a s? mismos, cada uno se transfiere en s? mismo a su contrario. Cada uno se elimina en s? mismo y se engendra a s? mismo en su otro. Esta es la contradicci?n solucionada: en su mutuo excluir los polos se engendran como otros; pero al mismo tiempo, en ese mutuo excluir que es un engendrarse como otros, se engendran a s? mismos en su otro.
La contradicci?n absoluta se soluciona porque al excluirse los polos como absolutamente independientes se engendran a s? mismos en su contrario. La independencia se trueca en su mutua complementaci?n.





Al excluir lo negativo lo engendra como su otro excluyente.
Al excluir lo positivo lo engendra como su otro excluyente.

A trav?s de su mutua exclusi?n se engendran como polos positivo y negativo independientes.



Al excluir lo negativo y engendrarlo como su otro excluyente, lo positivo se niega a s? mismo, se convierte en s? mismo en negativo, niega al polo negativo y se engendra a s? mismo en ?l.
Al excluir lo positivo y engendrarlo como su otro excluyente, lo negativo se niega a s? mismo, se convierte en s? mismo en positivo, niega al polo positivo y se engendra a s? mismo en ?l.
Al engendrarse mutuamente como polo positivo y negativo a trav?s de su mutua exclusi?n, se niegan a s? mismos al cambiarse en s? mismos en su otro y niegan a su otro engendr?ndose a s? mismos en su otro.


El ser determinado inmediato, cuyos dos primeros niveles de existencia ya estudiamos, se interna en s? mismo y se convierte en esencia. La esencia es, en esta fase, el tercer nivel de existencia del ser determinado, aunque ya uno de sus polos es el germen del otro ser determinado en que aquel ha de convertirse; los tres niveles transcurren paralelamente, los dos primeros engendrando al tercero y ?ste a su vez engendrando a aquellos. El ser determinado como esencia se divide en dos polos; primeramente estos dos polos son diversos y extr?nsecos: en un momento son id?nticos y diferentes en el otro. M?s tarde cada polo integra al otro en ?l; es ?l mismo y su otro. Enseguida, la oposici?n se determina: un polo es lo positivo y otro lo negativo. El polo positivo es la cualidad originaria del algo y el polo negativo la cualidad opuesta que niega la primera pero dentro de los l?mites del terreno del ser determinado; sin embargo, este polo est? destinado a convertirse en elemento del otro ser que suceder? al actual. La oposici?n se determina a?n m?s: el polo positivo contiene al negativo en s? mismo y por eso es tal polo positivo; el polo negativo contiene al polo positivo en s? mismo y por eso es tal polo negativo. La oposici?n se convierte en contradicci?n: cada polo contiene en su interior al otro y por tanto son independientes en su unidad, se excluyen mutuamente, son contrarios. La contradicci?n entre los polos positivo y negativo es absoluta porque cada uno de ellos adem?s de contener a su contrario en su interior se convierte en ?l constantemente y de esta manera refuerza su independencia del otro. Al excluirse uno al otro se engendran mutuamente como dos polos absolutamente independientes. La contradicci?n absoluta se soluciona porque al excluirse los polos como absolutamente independientes se engendran a s? mismos en su contrario. La independencia se trueca en su mutua complementaci?n.
El ser determinado queda as? completamente definido por Hegel en sus tres niveles: es el algo con una cualidad que es otra cualidad en s? misma y que es el desenvolvimiento de s? misma a trav?s de la incorporaci?n de la otra cualidad a s? por medio del rellenamiento de la constituci?n del ser lo que da por resultado la destinaci?n del algo, el ser otro dentro de s?, el ser que est? destinado a ser algo que est? en s?. Este ser determinado tiene una cualidad que es una compleja combinaci?n de cualidades determinada por la naturaleza de la sustancia infinita como tal y en la que el rellenamiento de la cualidad y el paso de una a otra cualidad se da a trav?s de cambios cuantitativos.
Este mismo ser determinado est? integrado por dos polos que contienen cada uno a su contrario en s? mismo, lo engendran en s? mismo, lo excluyen de s? y lo engendran en el exterior como el otro polo y se engendran a s? mismos en el otro polo a trav?s de esa exclusi?n; la unidad y lucha de contrarios es la esencia del ser determinado como tal, es lo que constituye el fundamento de la cualidad del algo, de su rellenamiento y de los cambios cuantitativos que llevan a la sustituci?n de una cualidad por otro, al perecer de un algo y su transformaci?n en otro. Esta esencia no es a?n elemento del otro en que el algo ha de transformarse; es ?nicamente el basamento del ser determinado dentro de los l?mites de su existencia, antes de su perecimiento; sin embargo, uno de sus polos est? destinado a ser elemento constitutivo del otro y es ya un germen del mismo en el seno del actual ser determinado. Una vez que el algo est? plenamente constituido con sus tres niveles de existencia se inicia el desarrollo de los elementos del otro en que se ha de transformar. La esencia empieza a desarrollar en su interior el en s? y por s? de las determinaciones del ser inmediato, es decir, los elementos de su otro.




Tercer Cap?tulo

EL FUNDAMENTO


La esencia se determina a s? misma como fundamento.
La esencia como fundamento es la esencia que en su negatividad es id?ntica consigo misma.
La esencia es el ser-puesto (ser inmediato) que se niega a s? mismo. El ser-puesto de la esencia es la contradicci?n entre los polos positivo y negativo que la conforman. El polo positivo engendra al polo negativo y lo integra a s? y lo excluye de s?, con lo cual lo produce en s? y fuera de s? mismo; el polo negativo, a su vez, procrea al polo positivo y lo integra a s? y lo excluye de s? mismo y de esta manera le da vida dentro y en el exterior de s?. Este es el mutuo engendramiento de los contrarios y su resultado es el establecimiento del ser-puesto (ser inmediato) de la esencia.
Pero la esencia es al mismo tiempo la negaci?n de su ser-puesto (ser inmediato) y el establecimiento del ser en s? y por s?. El polo positivo, al engendrar en s? mismo al polo negativo y al excluirlo de s? y al engendrarse a s? mismo en ?l, se niega a s? mismo y niega al polo opuesto; el polo negativo tambi?n se niega a s? mismo y a su contrario. Es la mutua negaci?n de los contrarios de la cual resulta el ser en s? y por s?.
La negaci?n del ser-puesto de la esencia por su ser en s? y por s? es al mismo tiempo el afirmar el ser-puesto (ser inmediato) en la esencia.


El ser puesto de la esencia, lo positivo de ella, se niega a s? mismo a trav?s del engendramiento del ser en s? y por s?, esto es, de lo negativo de la esencia; el ser en s? y por s?, lo negativo de la esencia, se niega a s? mismo a trav?s del engendramiento del ser puesto de la esencia, de lo positivo de ella.
El ser puesto, lo positivo de la esencia, y el ser en s? y por s?, lo negativo de la esencia, se desarrollan por medio de su mutuo engendramiento y negaci?n.
Esta esencia igual a s? misma en su propia negaci?n es el fundamento.
La esencia como fundamento se escinde en el fundamento y lo fundado. El fundamento es el ser en s? y por s? de la esencia, lo negativo suyo; lo fundado es el ser puesto de la esencia, lo positivo de ella, el ser inmediato.




La esencia es el fundamento; lo fundado es el ser inmediato.
El ser inmediato del que se parti? era ?nicamente eso, ser inmediato y nada m?s; desde ah? se interna en s? mismo y se convierte en esencia; el ser inmediato primitivo es negado. La esencia engendra de s? al ser inmediato, al mismo ser inmediato de donde ha partido; aquella es el fundamento, la causa y esta es lo fundado, el resultado.




La determinaci?n de la esencia como fundamento es doble.
Primero: La esencia como fundamento determinado pasa a ser, frente al ser puesto, la esencia como no-ser puesto.




La determinaci?n de la esencia como fundamento es en primer lugar determinaci?n del fundamento.
Segundo: La esencia es lo fundado, lo inmediato que no existe en s? y por s?, que es el ser puesto como ser puesto.


La determinaci?n de la esencia como fundamento es en segundo lugar la determinaci?n de lo fundado.
La esencia como fundado es lo inmediato que es el ser puesto como ser puesto. Es el ser puesto id?ntico a s? mismo. Es la identidad de lo negativo para consigo mismo.
La esencia como fundamento es el no-ser puesto. Es id?ntico consigo mismo. Es la identidad de lo positivo para consigo mismo.
Lo negativo id?ntico consigo mismo y lo positivo id?ntico consigo mismo son una sola y la misma identidad.
El fundamento es la identidad de lo negativo consigo mismo y de lo positivo consigo mismo. Es la identidad del ser puesto y del ser en s? y por s?.
La esencia es el fundamento que es la identidad del ser puesto y del ser en s? y por s?.

En su "L?gica", Hegel ha seguido paso a paso el desenvolvimiento de la objetividad. El ser inmediato se interna en s? mismo y se convierte en esencia; lo que se mantiene en la superficie durante este internarse en s? mismo es la mera apariencia del ser, lo que parece ser. El primer progreso de la esencia es alcanzar el status de verdadero ser inmediato por oposici?n al "parecer ser" de las determinaciones de donde parti?.
Pero la esencia es la negatividad absoluta y por tanto niega esta situaci?n en que se encuentra y siguiendo su camino produce las determinaciones espec?ficas suyas que tienen la naturaleza del ser en s? y por s?.
Estas determinaciones de la esencia son generadas por ella misma y se caracterizan porque tienen el otro en s? mismas; est?n constituidas por dos polos cada uno de los cuales a su vez tiene al otro polo en s? mismo y en su relaci?n mutua tienen un aspecto positivo y otro negativo.
La esencia ha quedado constituida en dos niveles. En el primero de ellos se encuentran los polos positivo y negativo como ser-puesto; son el aspecto positivo de la contradicci?n. En el segundo de ellos se encuentran los otros de cada uno de los polos, es decir, el polo negativo dentro del polo positivo y el polo positivo dentro del polo negativo; son el ser en s?, el aspecto negativo de la contradicci?n. El aspecto positivo de la contradicci?n engendra y niega al aspecto negativo de la misma; igual cosa sucede a su vez con el aspecto negativo.
Una vez que esta estructura ha sido establecida, la esencia desarrolla una nueva relaci?n con las determinaciones de donde surgi?; les proporciona como contenido que llena lo que antes era s?lo una forma las determinaciones del aspecto positivo de la contradicci?n y entonces el ser determinado inmediato se escinde en dos niveles de existencia: la esencia formada por las determinaciones del aspecto negativo de la contradicci?n y que es el fundamento del ser y lo fundado que son las determinaciones del aspecto positivo de la contradicci?n; el fundamento es la causa o raz?n suficiente de lo fundado; ambos forman el ser determinado inmediato existente.
Estos dos niveles de existencia a que ha llegado el ser determinado inmediato (su existencia interior y exterior) se producen y se niegan rec?procamente .
En este punto ha conseguido Hegel la configuraci?n plena del ser determinado existente antes de iniciar su camino hacia la transformaci?n en otro ser determinado inmediato; la esencia tiene aqu? el car?cter de fundamento de lo que existe y no se ha desenvuelto todav?a como elemento del otro que ha de suceder al ser que existe actualmente.
Este reflejo de la objetividad logrado por Hegel est? ya, aunque a?n se mueve dentro del terreno del ser determinado inmediato existente, a una distancia infinita de lo que toda la l?gica anterior hab?a conseguido en el proceso del conocimiento. Desde luego que la esencia como fundamento de lo que existe ya hab?a sido determinada as? por la l?gica anterior; pero se trataba de una esencia fija, inm?vil, vac?a, unilateral, s?lo la causa o raz?n suficiente del ser; la esencia como contradicci?n quedaba absolutamente fuera de la mirada de los fil?sofos. La revoluci?n hegeliana en el campo de la L?gica consiste precisamente en aprehender la naturaleza del ser como una contradicci?n entre dos polos opuestos, antit?ticos, en donde uno es lo contrario del otro y ambos coexisten en una unidad; la existencia del ser es precisamente la relaci?n entre esos dos polos.
Infinitamente superior a la de la L?gica precedente, sin embargo esta concepci?n del ser es a?n insuficiente. Hegel se interioriza a?n m?s en la naturaleza del ser y logra develar una determinaci?n m?s precisa del mismo. Cuando el ser determinado se interna en s? mismo y produce su esencia que es la contradicci?n, est? al mismo tiempo estableciendo los g?rmenes del ser que ha de sucederlo cuando perezca: efectivamente, el polo negativo no s?lo es el que en la contradicci?n engendra y niega al polo positivo conserv?ndose y desarroll?ndose de esta manera a s? mismo y a su contrario como elemento constitutivo del ser actual, sino que es al mismo tiempo elemento germinal del otro que debe venir despu?s del que hoy existe y, por lo tanto, elemento negatorio de este ?ltimo.
El ser determinado logra as? su estructura m?s perfecta: es la unidad de dos polos opuestos existentes y la de s? mismo y del otro en que ha de transformarse, aunque este s?lo se encuentra por el momento en estado de potencia.
Alcanzada esta naturaleza descrita, el ser determinado inicia el camino de su conversi?n en otro ser determinado.
En lo que sigue Hegel analizar? el proceso por el cual la esencia desarrolla su naturaleza negativa y deviene en el otro del ser existente.


Forma y esencia.

En el apartado anterior la esencia qued? determinada como el fundamento de lo existente, pero de ?ste encerrado en s? mismo, sin salir al exterior hacia su otro. Partiendo de aqu?, Hegel se propone describir el proceso por el cual la esencia se convierte en el otro que ha de sustituir al ser existente.
Hegel inicia su investigaci?n en el punto en que ella qued? en el apartado anterior: la esencia es el ser en s?, el fundamento de las determinaciones exteriores del ser que son lo fundado; fundamento y fundado son los elementos integrantes de la estructura del ser determinado que existe en un momento dado. Pero esta esencia se encuentra a?n completamente indeterminada en relaci?n con el otro en que ha de devenir el ser actual; es, en este sentido, tan s?lo una materia y lo fundado la forma de la misma.
A partir de aqu? la esencia se ir? determinando cada vez m?s hasta conseguir la naturaleza m?s acabada del en s? y por s?, que consiste en el desarrollo de los elementos del otro en el seno del ser que hoy existe.

En esta identidad se encuentra la diversidad. El ser-puesto (que es la determinaci?n de la esencia) es la forma y el ser en s? y por s? de la esencia.
El fundamento, de ser la identidad del ser-puesto (inmediato) y del ser en si y por si, pasa a constituir la diversidad de los mismos en donde el ser-puesto (existente inmediato, determinaci?n de la esencia), es la forma y el ser-en-s? es la esencia.
[Identidad de la forma y la esencia.]
La forma son las determinaciones que subsisten y la esencia es el substrato de las mismas. La esencia es as? la esencia determinada; ella tiene en si la forma.
Las determinaciones de la forma son las determinaciones como est?n en la esencia. ~ [Diversidad de la forma y la esencia.]
La esencia se halla en la base de las determinaciones de la forma como lo indeterminado. [Es decir, como lo carente de determinaci?n formal.]
En la esencia como substrato las determinaciones formales tienen su reflexi?n en s?. Es decir, que el car?cter en s? y por s? de las determinaciones esenciales no lo tienen las determinaciones formales sino el substrato que es la esencia.
Las determinaciones formales tienen su ser en s? y por s? en un otro que es la esencia como substrato.
La absoluta relaci?n mutua de la forma y la esencia es la siguiente:
-La esencia es simple unidad del fundamento y de lo fundado.
-La esencia es la base de la forma.
-La esencia es fundamento y momento de la forma.
La forma' como negatividad esencial, es la que pone y determina; la simple esencia es la base indeterminada e inactiva.
La primera relaci?n entre el ser-puesto (lo positivo de la esencia) y el ser en si y por s? de la esencia (lo negativo de ella) es la de forma y esencia; la primera como la determinaci?n del ser puesto y la segunda como simple substrato indeterminado e inactivo. Es decir, que el ser en s? y por si aun no ha desarrollado sus propias determinaciones y s?lo es la base de las determinaciones formales.
La esencia que es el fundamento del ser dentro de los l?mites de su existencia se transforma en la esencia que es el otro en que ha de trocarse desarroll?ndose en su propio seno; el ser en s? y por s? adquiere en Hegel esta nueva connotaci?n: son las determinaciones del otro en que el ser determinado ha de devenir, contenidas en ?l mismo.
En primer t?rmino, la esencia es el otro del ser existente, pero s?lo como su destino; el otro se encuentra en ?l en una forma germinal, indeterminada e inactiva; el ser determinado inmediato est? destinado a llegar a ser otro, pero no lo es a?n. Esta esencia que es s?lo en potencia el otro del ser actual tiene frente a s? a la forma de ?ste, es decir, a todo lo que anteriormente qued? determinado como la contradicci?n esencial.
Se trata, evidentemente, de las mismas determinaciones del ser inmediato existente, pero ahora consideradas como germen del otro, como elementos potenciales del nuevo ser que ha de generarse en el que hoy existe. Su naturaleza actual es la forma, su potencial naturaleza futura, la esencia.
La esencia como fundamento de la existencia del ser determinado evoluciona hacia la esencia que es el fundamento negativo del ser determinado; la esencia es ahora el ser en s? y por s? del ser determinado, el otro en que ha de convertirse, su negaci?n, pero a la vez su fundamento como existente. En su nuevo papel la esencia es primeramente la unidad del ser puesto y del ser en s? y por s?; posteriormente se diferencia internamente y se escinde en forma y esencia: la forma es el ser puesto, las determinaciones inmediatas y la esencia el ser en s? y por s? de ellas, su naturaleza generadora del otro.


Forma y materia.

La esencia, como substrato indeterminado de la forma, se convierte en materia.
La materia es, por tanto, la simple identidad indiferenciada, que es la esencia, con la determinaci?n de ser lo otro de la forma.
La materia es la verdadera base o el substrato de la forma.
La forma y la materia no se hallan una frente a la otra como algo extr?nseco y accidental.
Ni la forma ni la materia existen por s? mismas.
La materia es lo indiferente con respecto a la forma.
Esta indiferencia es la identidad consigo mismo de la materia mediada por la forma en la que ?sta retorna como a su base.
La materia es reflexi?n absoluta, la negaci?n. La esencia no es s?lo reflexi?n absoluta sino tambi?n negaci?n superada, forma. La materia presupone la forma. Se pone como forma al negarse a s? misma.
La forma presupone la materia porque ?sta se pone como algo superado. La superaci?n de la materia (su negaci?n) es la forma. La materia se pone como algo superado, como forma y se refiere a su identidad, a su indiferencia, como a un otro.



La forma es presupuesta por la materia.
La materia no es s?lo la esencia como la absoluta reflexi?n (el en s? y por s?), sino que tambi?n es la esencia determinada como lo positivo, como la negaci?n superada, como forma.


La forma se pone como materia porque se elimina a s? misma.
Por lo tanto, al eliminarse no es fundamento de la materia.
La materia se pone como forma al negarse a s? misma.
Por lo tanto, al negarse a s? misma no es fundamento de la forma.
Forma y materia est?n determinadas la una como la otra pero sin ser fundamento una de la otra.

La segunda relaci?n entre el ser puesto (lo positivo de la esencia) y el ser en s? y por s? de la esencia (lo negativo de ella) es la que existe entre forma y materia. En la primera relaci?n el ser puesto hab?a quedado como la forma que es la determinaci?n y el ser en s? y por s? como el substrato indeterminado e indiferente que es la base de aquella y al mismo tiempo el germen del otro por venir. En esta segunda relaci?n el ser puesto es la forma que se elimina a s? misma y produce a la materia como ser puesto que se elimina a s? misma y produce a la forma que es el ser puesto. Pero en esta relaci?n a?n no se establece uno como fundamento del otro, a?n existe una identidad entre ambos. En la segunda relaci?n el ser puesto de la forma se elimina a s? mismo y desaparece en su otro, en el ser puesto de la materia y ?ste se elimina a s? mismo y desaparece en su otro, en el ser puesto de la forma. Cada uno se niega a s? mismo y pone a su otro.
Esta segunda relaci?n se compone de dos partes: una que es la primera superaci?n de la extrinsecaci?n de forma y materia en la cual la forma tiene un papel activo y determina a la materia y la materia un papel pasivo y es determinada por la forma; otra parte es en la que la materia tambi?n act?a sobre la forma pero sin tener aquella a?n el car?cter de las determinaciones en s? y por s?.
La esencia, como ya vimos, pasa de ser el fundamento positivo de la existencia del ser determinado a ser el fundamento negativo, es decir, su base y su negaci?n, el otro en que ha de transformarse. La esencia, como negaci?n del ser inmediato es tanto el fundamento de ?ste como el otro en que ha de devenir.
En el proceso de constituirse como el otro del ser determinado, la esencia entra en una primera relaci?n con ?l que es la de forma y esencia en donde ?sta es un mero substrato indeterminado y extr?nseco que no desarrolla a?n ni su naturaleza de fundamento ni la de negaci?n del ser determinado, pero que ya la contiene en germen. Despu?s la relaci?n pasa a ser la que hay entre forma y materia; la materia es la esencia que no es a?n fundamento ni negaci?n del ser determinado, sino su base indeterminada, pero que ha dejado de ser extr?nseca a ?l: la materia es tal por mediaci?n de la forma; se niega a s? misma y se convierte en su otro, en la forma; la forma es ella s?lo por mediaci?n con la materia; se niega y viene a ser su otro, la forma. Forma y materia son el mismo ser determinado que a?n no desarrolla su esencia como fundamento y negaci?n.
Para Hegel la materia que es el fundamento o la base del ser determinado constituye tambi?n la sustancia de donde ha de brotar el otro ser determinado que debe suceder al que hoy existe.

La forma supera su independencia; se convierte en algo puesto; est? en un otro que es la materia. Supera el ser puesto; recobra su identidad consigo misma, vuelve a ser independiente pero a trav?s de su relaci?n con la materia. Esta relaci?n es la subsistencia de la forma. Es la uni?n con la materia en la que la forma consigue subsistencia. La forma determina a la materia.
La materia es determinada por la forma. La materia es absoluta negatividad. Niega su identidad e independencia. Se refiere a la forma como a su otro extr?nseco que la determina. Al referirse a la forma como a su otro extr?nseco que la determina, la materia se determina a s? misma.
La forma, el otro de la materia, determina a ?sta y se determina a s? misma.
Su relaci?n consigo mismo es su relaci?n consigo mismo como algo superado.
En su relaci?n consigo mismo que es al mismo tiempo relaci?n con otro determina a su otro. En la medida que determina a su otro se determina?a s? misma, es decir, que tiene en s? misma la materia que est? determinada por ella.
La materia se determina a s? misma.
Su relaci?n consigo mismo es su relaci?n consigo mismo como algo superado, su relaci?n con otro.
En la medida en que su relaci?n consigo mismo es relaci?n con otro que la determina, se determina a s? misma, tiene la forma en s? misma. La materia es m?s bien la unidad del fundamento y de lo fundado que est? como base de la forma.
La materia, como indiferente, es el elemento pasivo; la forma es el elemento activo.
La forma es lo negativo que se refiere a s? mismo, la contradicci?n en s? misma, es decir, lo que se disuelve, se rechaza de s? y se determina.
La forma al rechazarse a s? misma se refiere a la materia como a su otro. [Sale de s? hacia la materia.]
La materia se refiere s?lo a s? misma y es indiferente respecto a otro [est? en s? misma, sin relaci?n con el otro].
La materia se refiere en s? a la forma [es decir, en el referirse a s? misma y en su indiferencia a otro. No sale de s? hacia la forma].
La materia se refiere tambi?n a la forma como a su otro [como a algo exterior a ella] porque ella es s?lo forma en s? [o el en s? de la forma]. El referirse en s? a la forma es el referirse al en s? de la forma, pero no a la forma misma; la forma es el otro de la materia y esta se refiere a ella.
La forma es independiente de la materia y por lo tanto se refiere a ella como a un otro; la materia es el en s? y por s? de la forma, pero tambi?n independiente de ella a la cual se refiere como un otro. Es por eso que la forma tiene que materializarse y la materia tiene que formarse.
Para que los independientes se relacionen y uno se forme y otro se materialice es necesario que la forma determine a la materia y que la materia sea determinada por la forma.
En la relaci?n en que la forma determina a la materia:
-la forma es la absoluta identidad consigo misma y en consecuencia contiene a la materia en s?;
-la materia en su absoluta negatividad tiene la forma en s? misma.

De ah? entonces que la actividad de la forma sobre la materia sea la superaci?n de la independencia y la diversidad de ambos, es decir, el establecimiento de su identidad, la intrinsecaci?n de su extrinsecaci?n.

En la relaci?n esencia-forma las determinaciones del ser puesto eran completamente independientes y extr?nsecas de las del ser en s?; ?stas s?lo eran la base indiferente e indeterminada de aquellas que tambi?n s?lo subsist?an en ella. En la relaci?n materia-forma las determinaciones formales (del ser puesto) son activas, act?an sobre la base indiferente e indeterminada que es la materia (ser en s? y por s?) y le dan forma; pero en esta relaci?n se ha superado la independencia y extrinsecaci?n puesto que ahora la forma contiene a la materia en s? y la materia tiene a la forma en s? misma.

Proceso de intrinsecaci?n de la extrinsecaci?n.
1) La forma y la materia se presuponen rec?procamente.
Demostraci?n:
La ?nica unidad esencial es una relaci?n negativa hacia s? misma que se desdobla en:
-identidad esencial, que es la base indiferente;
-diferencia esencial o negatividad, que es la forma determinante.
La unidad de la esencia y la forma, al desdoblarse en forma y materia, es el fundamento absoluto que se determina.
En cuanto esta unidad se diferencia (es decir, en cuanto se convierte en la oposici?n de forma y materia) se transforma en una presuposici?n rec?proca.
2) La forma, como lo que est? por s?, es la contradicci?n que se supera a s? misma.
-Pero la forma es tambi?n tal contradicci?n que se supera a s? misma.
-Por lo tanto se elimina a s? misma.
Esta eliminaci?n tiene dos lados:
a) La forma supera su independencia; se convierte en algo puesto, en algo que est? en un otro y este otro suyo es la materia.
b) La forma supera su determinaci?n frente a la materia, su relaci?n con ella; supera as? su ser puesta y seda, de esta manera, una subsistencia.
-Al superar su ser puesto, la forma traspasa a su propia identidad.
-Pero como al mismo tiempo ella exterioriza esta identidad y se la opone como materia, aquella superaci?n del ser puesto de la forma existe como uni?n con una materia, en que ella consigue subsistir.



La actividad de la forma es un comportamiento negativo de la forma respecto a s? misma: supera su independencia y se pone en un otro; supera el ser puesto en el otro y es de nuevo independiente. Esta actividad es la determinaci?n de la materia. Al mismo tiempo, esta actividad es un comportamiento negativo de la forma respecto a la materia.
Razonamiento:
-La forma se halla libre de la materia;
-pero supera esa independencia.
-Esa independencia es la materia misma (ver esquema anterior).
-Por lo tanto, el negar esa independencia es negar la materia, es decir, negar su indeterminaci?n e indiferencia, determinarla.
[Por el lado de la forma es un superar la extrinsecaci?n para hacer a la forma determinante de la materia; pero a la vez es volver al punto de partida en que ambos son extr?nsecos y una s?lo la base de subsistencia de la otra.]
La identidad de la forma se ha vuelto extr?nseca a ella; la materia representa su otro. Por lo tanto la materia no queda determinada por el hecho de que la forma elimina su propia independencia. Es decir, que elimina su propia independencia y determina a la materia; pero a su vez niega el ser puesto en la materia y recobra su independencia que es la no-determinaci?n de la materia. La determinaci?n no permanece. Es el paso constante de la subsistencia a la determinaci?n y de ?sta a aquella.
Pero cuando la forma elimina su propia independencia y determina a la materia desaparece la determinaci?n que ?sta tiene respecto de aquella como simple subsistencia indeterminada. [Primero la forma determina la materia; despu?s la materia est? determinada en s? misma.]
La determinaci?n de la materia ya no es s?lo la actividad de la forma, sino el propio movimiento de aquella. La materia est? determinada en s? misma.
Esta determinaci?n de la materia es la absoluta negatividad.
Por medio de esta negatividad la materia se refiere a la forma como un otro exterior y a la vez la contiene como inclusa en s?.
La materia en su absoluta negatividad se niega y establece a la forma como su otro extr?nseco que la determina; de esta manera se determina a s? misma.
La relaci?n consigo misma de cada una de ellas, forma y materia, es al mismo tiempo la relaci?n consigo misma como un algo superado, o sea su relaci?n con otro.
Por medio del movimiento de la forma y de la materia su unidad se ha restablecido.
1).-La materia se determina a s? misma en la medida en que ese determinar es la actividad extr?nseca de la forma.
2).-La forma se determina a s? misma, o sea que tiene en s? misma la materia que est? determinada por ella, en la medida en que su determinar se relaciona con otro.
La actividad de la forma y el movimiento de la materia son lo mismo.
La actividad de la forma es la negatividad como puesta.
El movimiento de la materia es devenir o negatividad como determinaci?n existente en s?.
El resultado del movimiento de la forma y la materia es la unidad del ser en s? y del ser puesto.
La materia est? determinada como tal o sea tiene necesariamente una forma y la forma es forma absolutamente material, subsistente.


En la relaci?n entre forma y esencia ?stas son absolutamente extr?nsecas. La forma es el ser puesto, el ser determinado que descansa, por as? decirlo, en una esencia (ser en s? y por s? a?n en potencia) independiente, indeterminada e inactiva. La esencia es la base indiferenciada de la forma.
Esta relaci?n avanza hacia una superior en la cual la forma determina a la esencia pero d?ndole la naturaleza del ser puesto tras el cual se oculta a?n el ser en s? y por s? de la esencia. En esta relaci?n la esencia es materia; la materia de las determinaciones del ser inmediato existente es al mismo tiempo la materia de donde brotar?n las determinaciones del nuevo ser que ha de gestarse en el interior del actualmente existente; la materia es la esencia en potencia (como el ser en s?, el otro) del ser determinado.
Forma y materia son en primera instancia extr?nsecas una a la otra.
La forma es id?ntica a s? misma e independiente de la materia y la materia es igual a s? e independiente de la forma.
Pero la igualdad consigo mismo s?lo se establece a trav?s de su relaci?n con otro; la forma es igual a s? misma en su referencia a otro, es decir, a la materia. La materia es igual a s? misma s?lo en su relaci?n con otro, con la forma.
La relaci?n con otro es ponerse a s? mismo en el otro. La forma supera su independencia, se convierte en algo que est? en un otro, en la materia. La materia supera su independencia, se convierte en algo que est? en un otro, en la forma.

Ambos, forma y materia, se ponen uno a otro y se presuponen mutuamente.
La forma es negatividad en la esfera del ser; al relacionarse consigo mismo (establecer su independencia) se refiere a s? mismo como algo superado, como otro; esta referencia a s? mismo a trav?s de su relaci?n con otro es el determinar al otro, o sea a la materia, con lo cual la forma se determina a s? misma, es decir, que tiene en s? misma a la materia que determina. Esta es la actividad de la forma que consiste en su materializaci?n.
La materia es primero la base indeterminada e indiferente de la forma.
La materia es la negatividad reflexiva. Al establecer su identidad consigo mismo, lo hace refiri?ndose a s? mismo como algo superado, como otro; esta relaci?n consigo mismo a trav?s de otro es la relaci?n con la forma que lo determina; de esta manera su relaci?n consigo mismo es su propia determinaci?n, es el movimiento de la materia. La materia se determina a s? misma, tiene la forma en s? misma. La materia se forma.
Esta es la tercera relaci?n entre el ser puesto (ser determinado) y el ser en s? y por s? de la esencia. Aqu? el ser puesto (ser inmediato) se determina a s? mismo como tal y a la vez determina al ser en s? y por s? pero s?lo como un ser inmediato, como un ser puesto. El ser en s? y por s? de la esencia ha pasado de la absoluta indeterminaci?n e indiferencia a una primera determinaci?n pero s?lo como ser inmediato. A?n posee la misma naturaleza del ser puesto. El ser en s? y por s? se determina a s? mismo pero s?lo a trav?s de la forma y como ser determinado.
Hegel ha logrado discernir los tres niveles de existencia del ser determinado, el ?ltimo de los cuales es la esencia; ?sta es el fundamento positivo del ser determinado inmediato y su naturaleza es la contradicci?n polar. Despu?s de esto Hegel avanza a?n m?s en el camino de la objetividad y encuentra que esta esencia se transforma en el fundamento negativo del ser determinado, es decir, en su causa de ser y en su negaci?n, en su otro en el que ha de devenir. Esa transformaci?n parte del punto en el cual lo negativo de la esencia, el ser en s? y por s? es s?lo una base indeterminada, indiferenciada y extr?nseca del ser determinado; despu?s esa base extr?nseca se convierte en la materia de la forma del ser determinado: la forma determina a la materia y ?sta se determina a s? misma a trav?s de la forma. La esencia, que aqu? est? como materia, no es a?n el fundamento negativo de los tres niveles de existencia del ser determinado sino una sustancia indeterminada que recibe de ellos, que son la forma, la determinaci?n y que les proporciona la materia para esa forma. La esencia de los tres niveles de existencia del ser determinado no desarrolla a?n las caracter?sticas de fundamento negativo, es, igual que la esencia en su primera forma, a?n el fundamento positivo del ser determinado inmediato. Sin embargo, esta materia como esencia es la sustancia de d?nde se ha de formar el nuevo ser en el que se convertir? el ser actual.
Hegel ha superado aqu? en una medida enorme a la l?gica formal, al simple intelecto. No s?lo por la develaci?n que hace de la rica dial?ctica existente entre forma y materia (jam?s sospechada siquiera por la l?gica tradicional) sino tambi?n por la doble naturaleza que descubre en la materia como esencia: la materia es la base, el fundamento, la esencia del ser determinado inmediato, pero al mismo tiempo es la materia de la que se ha de formar el nuevo ser determinado inmediato que existe apenas como una simple posibilidad.
El resultado de la actividad de la forma y del movimiento de la materia es la unidad del ser en s? y del ser puesto en el ser determinado.
La forma, en cuanto presupone la materia como su otro, es finita. No es fundamento.
Ninguna de las dos tiene verdad. Su verdad es la unidad de ambas en la cual cada una se refiere a la otra. Esa unidad es el fundamento de las dos.
De esta manera la materia es fundamento de la forma s?lo en cuanto aquella es la absoluta unidad de la esencia (materia) y de la forma.
Igualmente la forma es el fundamento del subsistir de sus determinaciones, es decir, de la materia, en cuanto es esa misma absoluta unidad de la esencia (materia) y de la forma.
Esta unidad del ser en s? y del ser puesto que es la relaci?n entre forma y materia constituye una ?nica actividad en el ponerse, el conservarse como puesta en la unidad, el rechazarse de s? misma, el referirse a s? misma como a s? y el referirse a s? como a otro.
O, dicho de otra manera: el determinarse de la materia por medio de la forma es la mediaci?n de la esencia, como fundamento consigo mismo en una ?nica unidad, por medio de s? misma y de la negaci?n de s? misma. La unidad de forma y materia no s?lo es la unidad del fundamento consigo mismo sino que es la unidad (fundamento absoluto) que contiene todos los momentos al mismo tiempo como eliminados y poni?ndose a la vez.
La unidad del ser en s? y por s? y del ser puesto, de materia y forma, del fundamento consigo mismo, en su igualdad consigo se ha rechazado tanto como se ha determinado.
Esta unidad, como determinaci?n es el fundamento de forma y materia. Es materia formada. Pero al mismo tiempo, por esa su negatividad, es indiferente (extr?nseca) frente a la forma y a la materia y frente a lo superado e inesencial.
La unidad del ser en s? y del ser puesto, de forma y materia, de la esencia como fundamento consigo mismo, unidad que es el poner y el negar al mismo tiempo los momentos que la constituyen y por ese medio alcanzar la determinaci?n de la materia a trav?s de la forma y que en esa misma determinaci?n como fundamento y como indiferente de la forma y la materia, es el contenido.
En esta tercera relaci?n que analizamos, las determinaciones inmediatas que la forma se da a s? misma a trav?s de la determinaci?n de la materia son el contenido de la unidad de forma y materia.


Forma y contenido.

La forma es la unidad de forma y materia que constituye el ser puesto, lo inesencial. Son las determinaciones del ser inmediato que a?n no se reflejan negativamente.
El contenido son las determinaciones del ser inmediato comunes a la forma y a la materia que al mismo tiempo son la reflexi?n negativa de la forma.
Son, por tanto lo esencial, el fundamento de forma y materia. Son lo negativo del ser inmediato pero todav?a sin separarse de ?l en otra determinaci?n; son la cara negativa de las determinaciones del ser inmediato.
La unidad entre forma y contenido es la unidad formal o relaci?n fundamental. Es la forma esencial. La forma tiene un contenido.
La forma, en relaci?n con el contenido, es un fundado. Este son las determinaciones del ser inmediato que regresan a s? despu?s de la reflexi?n (de la negaci?n). Son el contenido de la forma.
El contenido como las determinaciones del ser inmediato pero en su car?cter de reflexivas, son el fundamento. No es el fundamento positivo que s?lo tiene las determinaciones del ser inmediato pero sin su reflexi?n (sin su negaci?n).
Lo fundado, que es la forma del ser puesto, tiene como contenido las determinaciones del ser inmediato bajo la forma del ser puesto. Se niega a s? mismo y se pone como ser inmediato bajo la forma de la reflexi?n en s?.
Es la forma en la que el fundamento ha puesto la determinaci?n del ser inmediato, la ha fundado. Se niega a s? misma y pone el ser inmediato en el fundamento con lo que lo convierte en un fundado. Y a la vez en fundamento.
El fundamento es la forma del ser determinado que se refleja en s?. Tiene como contenido la determinaci?n inmediata pero bajo la forma de la reflexi?n en s?, de la esencialidad. Se niega a s? mismo y pone el ser inmediato bajo la forma del ser-puesto, como fundado, se transforma en un fundado. Es el fundamento formal.
El contenido, que son las determinaciones inmediatas, es com?n a ambas formas.
En primer lugar, la forma est? frente a la esencia; es la relaci?n fundamental cuyas determinaciones son el fundamento y lo fundado. [Es cuando se niega la apariencia de las determinaciones del ser inmediato y se les integra a la esencia como lo fundado.]
Posteriormente est? frente a la materia; aqu? la forma es reflexi?n que determina; sus determinaciones son la determinaci?n reflexiva y su subsistir. La forma da a la materia la determinaci?n del ser inmediato pero ?sta permanece pasiva en esta relaci?n.
Por ?ltimo, la forma est? frente al contenido. Sus determinaciones son la forma y la materia pero ahora ?sta es tambi?n determinante; se determina a s? misma a trav?s de su relaci?n con la forma determinante.
Las determinaciones del ser inmediato son lo com?n a la forma y la materia: son el contenido de ambas.
El contenido:
-primero tiene una forma y una materia que le son esenciales;
-pero al mismo tiempo est? frente a la forma que representa el ser puesto, lo inesencial;
-la forma comprende tanto a s? misma como a la materia; ambos son el ser puesto;
-en consecuencia el contenido est? como fundamento de la forma y la materia que son un puro ser puesto.



En segundo lugar, el contenido:
-es lo id?ntico de la forma y la materia, por lo que ?stas le son extr?nsecas;
-es la unidad, el fundamento del ser-puesto de la forma y materia hacia el cual ellas han vuelto.
[El fundamento como base indeterminada e indiferente es extr?nseco al ser puesto. El fundamento como contenido ha logrado las determinaciones pero esta es la misma del ser puesto, es decir, la determinaci?n del ser inmediato.]
La identidad del contenido consigo mismo es:
-identidad indiferente a la forma;
-identidad del fundamento.
En el contenido, como identidad indiferente a la forma, desaparece el fundamento.
Pero el contenido, como identidad del fundamento, es al mismo tiempo la reflexi?n negativa de las determinaciones formales, el en s? de las mismas (aunque todav?a como ser determinado). El contenido es entonces la unidad formal o la relaci?n fundamental.
En consecuencia, el contenido tiene esa relaci?n fundamental como su forma esencial y el fundamento tiene un contenido.




1.- El contenido del fundamento es el fundamento que ha vuelto a su unidad consigo mismo; es decir, que ha dejado de ser indeterminado e indiferente y que tiene la determinaci?n pero del ser inmediato.
2.- El fundamento es, como contenido, la identidad formada. Esta forma se convierte en relaci?n fundamental porque sus determinaciones, determinaciones del ser inmediato, son al mismo tiempo la reflexi?n negativa de la forma.
El contenido est? determinado en ?l mismo como la materia formada.
l'.-Por un lado el contenido es la identidad esencial del fundamento consigo mismo en su ser puesto. Esto es, el fundamento que tiene la determinaci?n inmediata que al mismo tiempo es la determinaci?n reflexiva (?sta permanece oculta).
2'.- Por otro lado, es la identidad puesta, frente a la relaci?n fundamental: es el ser inmediato determinado frente a la determinaci?n reflexiva.
1''.- En el primer caso es la unidad, en el contenido, de las determinaciones del ser y de las determinaciones reflexivas.
2''.- En el segundo, es la diferencia entre el contenido como fundamento que tiene la determinaci?n inmediata y el contenido como fundamento que es la determinaci?n reflexiva.
En (1'') el ser puesto se halla como determinaci?n formal, como ser puesto inmediato, como la determinaci?n en cuanto tal.
En (2'') el ser puesto se halla como relaci?n total de fundamento y fundado, como el ser puesto total que vuelve a s?.
En (1'') la forma es el ser puesto como ser determinado inmediato.
En (2'') la forma es el ser puesto total.





El fundamento ha resultado aqu? fundamento determinado, [recordemos que en el an?lisis se parti? del fundamento indeterminado].
Su determinaci?n es doble:
-determinaci?n de la forma; la forma constituye la determinaci?n del fundamento y es extr?nseca al contenido que es indiferente a esta relaci?n;
-determinaci?n del contenido; el contenido determina al fundamento.

La relaci?n entre el ser puesto y el ser en s? y por s? de la esencia ha dado un paso m?s en el proceso de desarrollo. El fundamento indeterminado alcanz? como contenido la determinaci?n en la relaci?n forma-materia. Esta determinaci?n fue la del ser inmediato pero que tiene tambi?n la naturaleza de la reflexi?n en s?. De esta manera se abre el camino para el establecimiento de las determinaciones del ser en s? y por s? de la esencia en el fundamento.

El fundamento determinado.
a) El fundamento formal.
El fundamento tiene un contenido determinado:
-?ste contenido determinado es la base de la forma;
-es lo simple inmediato frente a la mediaci?n de la forma.
El fundamento es id?ntico a s? mismo; en su identidad se refiere negativamente a s?, es decir, se niega a s? mismo como fundamento y se convierte en el ser puesto.
Este fundamento id?ntico a s? mismo por la mediaci?n con su otro es la base o el contenido de la forma; as? constituye la unidad indiferente o positiva de la relaci?n fundamental, esto es, de la relaci?n entre forma y contenido y es lo que media esa relaci?n.
En el contenido determinado como fundamento id?ntico a s? mismo desaparece la determinaci?n rec?proca entre fundamento y fundado.
Pero el fundamento es id?ntico a s? mismo s?lo a trav?s de la mediaci?n con su otro, es decir, la forma. Esta mediaci?n es negativa.
En su negatividad el fundamento es primero determinaci?n inmediata, tiene un contenido determinado. Se niega a s? mismo y se establece el ser puesto, la determinaci?n inmediata, en la forma.
La forma, a su vez, se elimina a s? misma y vuelve a su fundamento.
De un lado lo puesto se elimina a s? mismo y vuelve a su fundamento; ?ste se refiere de modo negativo a s? mismo y se convierte en lo puesto (lo fundado).
El contenido determinado es lo com?n al fundamento y a lo fundado; ?stos dos son id?nticos porque tienen el mismo contenido determinado, su movimiento es el poner la determinaci?n inmediata en s? mismo y en su otro.
La forma tiene dos lados, el fundamento y lo fundado; ?stos son id?nticos: el uno pone al otro y se presuponen mutuamente. Su identidad radica en el contenido determinado que es el mismo para los dos. En el fundamento determinado:
1)un determinado contenido est? considerado por dos lados:
-una vez como fundamento,
-una vez como fundado;
el contenido determinado est? en el fundamento y en lo fundado como una ?nica determinaci?n; 2)el fundamento y lo que est? puesto por ?l, lo fundado, son un momento de la forma; son id?nticos seg?n la forma. Cada uno es ?l mismo, su pasar a otro y el otro de s? mismo; el fundamento es fundado y lo fundado es fundamento. La forma total es la identidad de fundamento y fundado en su contenido determinado. La forma es id?ntica al contenido.
Hay una identidad de lo fundado y del fundamento tanto seg?n la forma como seg?n el contenido.
Por esto el fundamento es suficiente. Ello quiere decir que no hay nada en el fundamento que no est? en lo fundado y a la vez que no hay nada en lo fundado que no est? en el fundamento, [principio de raz?n suficiente].
Lo que es com?n a ambos es la misma determinaci?n inmediata que es el contenido una vez considerado en la forma de lo puesto y otra en la forma del ser determinado que se refleja en s?, es decir, en la forma de la esencialidad.
Esto quiere decir que la diferencia entre las determinaciones del ser inmediato y las del ser en s? de la esencia son a?n meramente formales.
El fundamento determinado se presenta aqu? en su forma pura de fundamento formal.

La relaci?n entre el ser inmediato y el ser en s? y por s? de la esencia se convirti? de la relaci?n forma-materia en la relaci?n forma-contenido. En ?ste se ha establecido la determinaci?n inmediata tanto en el ser puesto (fundado) como en el fundamento; ambos, fundado y fundamento, tienen el mismo contenido (las determinaciones del ser inmediato) pero diferente forma ya que lo fundado est? bajo la forma del ser puesto y el fundamento bajo la forma de la reflexi?n en s?, de la esencialidad. Sin embargo se trata de uno y el mismo contenido determinado que est? al mismo tiempo en dos formas distintas; la esencia a?n no ha desarrollado el en s? y por s? material de sus determinaciones.



En el fundamento formal las determinaciones de la esencia son determinaciones del ser inmediato que tienen dos aspectos formales: la forma del ser inmediato por lo cual son un fundado y la forma del ser en s? y por s?, por lo cual son fundamento. Pero se trata de un mismo contenido para los dos: las determinaciones inmediatas del ser.
La relaci?n entre el ser inmediato y el ser en s? y por s? de la esencia transit? de la relaci?n forma-materia a la relaci?n forma-contenido; las determinaciones del ser inmediato son lo com?n a forma y materia, el contenido de su relaci?n; como contenido de la relaci?n forma-materia las determinaciones del ser inmediato tienen dos aspectos: son las determinaciones del ser inmediato como tal y la reflexi?n (negaci?n) de las mismas, pero son ambas cosas en una misma determinaci?n. La relaci?n forma-contenido evoluciona a la relaci?n fundamento-fundado; el fundamento son las determinaciones del ser inmediato pero tomadas en su aspecto reflexivo, en su car?cter negativo, como esenciales; lo fundado son las determinaciones del ser inmediato tomadas en su car?cter de tales, como no esenciales; el fundamento se niega a s? mismo y engendra a lo fundado; ?ste a. su vez se niega a s? mismo y engendra al fundamento; cada uno es y se convierte en el otro.
La esencia ha adquirido aqu? su car?cter negativo aunque sea s?lo como un aspecto del ser determinado; es la forma del nuevo ser en que se ha de convertir el que actualmente existe pero conservando el contenido de ?ste; esta primera aparici?n como forma es el paso previo necesario para que la esencia se establezca como determinaciones espec?ficas del en s? y por s? que son la negaci?n del ser determinado inmediato, elementos materiales del otro que vendr?.
El fundamento que aqu? ha resultado es muy distinto del que se hab?a estudiado previamente; aquel era el fundamento positivo, el tercer nivel de la existencia del ser determinado, su esencia pero como tal ser determinado, dentro de los l?mites de su existencia. Este otro fundamento, aunque a?n es el ser determinado mismo, sus determinaciones inmediatas, es el aspecto negativo de las mismas: es el fundamento negativo del ser determinado pero s?lo como un aspecto de las mismas determinaciones inmediatas. Ya es, sin embargo, la forma del otro en que ha de transformarse el ser determinado a su perecer.
El fundamento tiene como contenido a las determinaciones del ser inmediato pero bajo la forma del ser en s? y por s?, de la reflexi?n, de la negaci?n.
Lo fundado tiene como contenido a las determinaciones del ser inmediato pero bajo la forma del ser puesto, de lo inesencial.
El fundamento es a?n un fundamento formal.
Hegel ha hecho aqu? otro de sus geniales descubrimientos con el cual deja muy atr?s a la l?gica formal, tradicional. La esencia es el fundamento del ser existente. Pero al mismo tiempo es en potencia el otro en que ha de transformarse a su caducidad. La esencia es la materia de las determinaciones del ser inmediato existente. Pero igualmente es la materia de donde surgir?n las determinaciones del nuevo ser inmediato que substituir? al anterior. La esencia es el contenido de las determinaciones del ser inmediato existente, pero de la misma manera es el contenido de la forma que es lo primero que se constituye del nuevo ser. La esencia es el fundamento, la materia y el contenido del ser existente y paralelamente es el otro en potencia, la sustancia del otro y el contenido de donde brota la forma del ser inmediato que sustituir? al que hoy existe. La esencia ha ido desarrollando en este proceso su negatividad que exist?a solamente en potencia hasta convertirse en una negatividad activa, engendradora del otro.

b) El fundamento real.
Tanto desde el punto de vista del contenido como de la forma, fundado y fundamento son id?nticos: ambos tienen el mismo contenido. Pero a la vez fundamento y fundado son diferentes formalmente: sus determinaciones son las del ser inmediato que tienen al mismo tiempo la forma del ser puesto y la forma de la reflexi?n en s?, de la esencialidad. Esta diferencia formal se vuelve diferencia real o de contenido (porque el contenido tiene la forma en s? mismo y por tanto la diferencia que hay en ella) y entonces el contenido se escinde en dos y fundamento y fundado tienen formas y contenidos diferentes: el fundamento contiene las determinaciones en s? y por s? de la esencia y la forma de la esencialidad y lo fundado contiene las determinaciones inmediatas y la forma del ser puesto.
La relaci?n entre fundamento y fundado se determina de la siguiente manera:
-sus dos lados son de contenido distinto y por lo tanto son indiferentes rec?procamente; cada una es una determinaci?n inmediata id?ntica consigo mismo;
-pero al mismo tiempo est?n relacionados entre s?; el fundamento
(que ahora tiene un contenido propio que son las determinaciones en s? y por s? de la esencia) es lo reflejado en s? en el otro como en su ser puesto, esto es, en lo fundado; por esta relaci?n el contenido del fundamento se contin?a en lo fundado;
-lo fundado, sin embargo, adem?s de este contenido que es la prolongaci?n del contenido del fundamento tiene otro contenido propio;
-lo fundado es, por tanto, la unidad de un doble contenido;
-los dos contenidos que se encuentran en lo fundado son indiferentes; su unidad es s?lo una relaci?n vac?a que por s? misma no tiene contenido; su unidad no es una mediaci?n sino un uno o algo como vinculaci?n exterior a aqu?llos.
La relaci?n fundamental es doble:
-por un lado es el contenido del fundamento que se contin?a en el ser puesto y que hace id?nticos al fundamento y lo fundado; lo fundado contiene totalmente al fundamento en s?; el contenido esencial se extiende desde el fundamento hasta lo fundado;
-el otro contenido que se agrega a lo fundado es lo inesencial, son determinaciones de contenido extr?nsecas, que forman una inmediata multiplicidad y que no est?n relacionadas con el fundamento, son libres respecto a ?l; el contenido esencial del fundamento no es el fundamento del contenido inesencial de lo fundado ni tampoco es el fundamento de la relaci?n que el contenido esencial y el inesencial tienen en lo fundado;
-por otro lado, lo que est? vinculado con el contenido esencial en lo fundado es un contenido indiferente, inesencial; lo principal consiste en la relaci?n del contenido esencial como base con el contenido inesencial de lo fundado; esta relaci?n tampoco es un fundamento;
-la relaci?n entre el contenido esencial como base en el fundamento y el contenido inesencial en lo fundado es la relaci?n entre contenidos extr?nsecos, indiferentes;
-esta relaci?n es una unidad, es el uno del algo, pero que es s?lo base, no fundamento de las determinaciones inesenciales.
El fundamento real se divide en determinaciones extr?nsecas:
[1a. relaci?n.]
-el contenido esencial como identidad inmediata del fundamento y del fundado (esto es, que se prolonga desde el fundamento hasta lo fundado) es pura base;
[2?. Relaci?n.]
-el algo como relaci?n de contenidos diferentes es tambi?n pura base pero distinta de la anterior;
-el contenido esencial y la relaci?n entre los contenidos diferentes en el algo son dos bases distintas.

El fundamento real es aquel en el cual el fundamento ha llegado al establecimiento del ser en s? y por s? de las determinaciones esenciales. Sin embargo al arribar a esta situaci?n no establece inmediatamente la relaci?n como fundamento con lo fundado. En primer lugar el contenido esencial del fundamento se prolonga en lo fundado, con lo cual no hay lugar a distinguir entre ambos; las determinaciones esenciales del fundamento son tambi?n determinaciones de lo fundado; el contenido esencial es as? s?lo una base, no fundamento, de las determinaciones del ser puesto. En segundo lugar, en lo fundado hay dos contenidos, el contenido esencial que es la continuaci?n del fundamento y el contenido inesencial que son las determinaciones inmediatas del ser puesto; ambas son extr?nsecas entre s?; su relaci?n no es el fundamento de las determinaciones del ser puesto de lo fundado.







El fundamento real son las determinaciones en s? y por s?, negativas, que se han separado de las determinaciones del ser inmediato y han adquirido su independencia frente a ?stas; en la fase anterior, las mismas determinaciones inmediatas estaban una vez bajo la forma del ser inmediato y otra bajo la forma del ser en s? y por s?, de la reflexi?n, de la negaci?n. En este paso adelante en el desarrollo del car?cter negativo de la esencia, las determinaciones del ser inmediato se han reflejado en s? y han producido a una serie de determinaciones distintas, negativas de aquellas, que son ahora s? elementos existentes del otro en que ha de convertirse el ser determinado cuando llegue al l?mite y perezca y que son el contenido espec?fico del fundamento. Sin embargo, al llegar a esta situaci?n, la esencia no establece inmediatamente la relaci?n como fundamento con lo fundado. En primer lugar, el contenido esencial del fundamento se prolonga en lo fundado, con lo cual no hay lugar a distinguir entre ambos; las determinaciones esenciales del fundamento son tambi?n determinaciones de lo fundado; el contenido esencial es as? s?lo una base, no fundamento de las determinaciones del ser puesto. En segundo lugar, en lo fundado hay dos contenidos, el contenido esencial, que es continuaci?n del fundamento y el contenido inesencial, que son las determinaciones inmediatas del ser puesto; ambos son extr?nsecos entre s?, su relaci?n no es el fundamento de las determinaciones del ser puesto de lo fundado.
La forma era la que hacia que las determinaciones del ser inmediato estuvieran una vez como esencial y otra como puesto. Se trataba de un solo contenido que se encontraba bajo la forma del ser inmediato. La forma era la que establec?a la diferencia entre lo esencial y lo puesto. En el fundamento real esta forma que establece la relaci?n de fundado y fundamento en el fundamento, es decir, la relaci?n fundamental, desaparece.
La relaci?n fundamental, la relaci?n entre fundamento y fundado ya no es la que determina la diferencia entre ambos: de acuerdo a la forma el fundamento tiene un s?lo contenido, el de las determinaciones en s? y por s?, y ?ste se contin?a hasta lo fundado borrando toda diferencia entre ellos; por otra parte, conforme a la forma, lo fundado tiene adem?s otro contenido, la determinaci?n del ser inmediato, pero que no est? relacionado con el otro contenido como con su fundamento, sino como con su pura base.
El fundamento real son las determinaciones en s? y por s? de la esencia que son diversas de las determinaciones inmediatas de lo fundado pero que a?n permanecen extr?nsecas unas a las otras; no han desarrollado la oposici?n entre ambas para llegar a la m?s completa relaci?n entre fundamento y fundado, en donde las determinaciones de los dos son absolutamente contradictorias pero sin embargo se engendran mutuamente a trav?s de esa contradicci?n.

c) El fundamento integral.
En los fundamentos reales el fundamento como contenido y relaci?n est?n s?lo como bases.
El contenido est? solamente puesto como esencial y como fundamento.
La relaci?n entre los dos contenidos es el algo de lo fundado como sustrato indeterminado de un contenido diferente; esta relaci?n es una conexi?n del algo que no es su propia reflexi?n, sino una reflexi?n extr?nseca, solamente puesta.
En el fundamento real, el contenido, o sea las determinaciones esenciales, el en s? y por s? de la esencia, est?n como base de las determinaciones del ser inmediato, ambas son extr?nsecas entre s?. El contenido del fundamento real es por tanto un inmediato que tiene la naturaleza del ser puesto.
De igual manera, la relaci?n entre los dos contenidos es tambi?n base de las determinaciones del ser inmediato, ambos son extr?nsecos; por lo tanto esta relaci?n tiene tambi?n el car?cter de base de las determinaciones del ser, es un ser puesto.
El fundamento real es superado y se convierte as? en un fundado, en un ser puesto. En un fundado que a su vez tiene otro fundamento.
El fundamento ha alcanzado la determinaci?n del en s? y por s? que se prolonga hasta lo fundado; pero al hacerlo queda como un inmediato frente a las determinaciones del ser y la relaci?n entre ambos es completamente extr?nseca. Tanto las determinaciones del en s? y por s? y las del ser inmediato tienen ya una existencia inmediata y no hay una relaci?n necesaria entre ellas. El fundamento, en su existencia inmediata, es un ser-puesto y en consecuencia es un fundado.
Este fundado a su vez tiene otro fundamento; el fundamento ha vuelto a su fundamento.
El fundamento del fundamento es;
-en primer lugar id?ntico con el fundamento real: es el contenido esencial que se prolonga en lo fundado y la relaci?n extr?nseca entre el contenido esencial y el contenido inesencial; es el fundamento como base;
-en segundo lugar es la relaci?n absoluta (no extr?nseca) entre los dos contenidos; es el fundamento como fundamento.
La relaci?n absoluta entre los contenidos es aquella en que los inmediatos se convierten en mediados. Aqu? entra de nuevo en juego la forma: ?sta es la identidad total del fundamento y lo fundado y la que por tanto establece la relaci?n entre ambos como una unidad. Aplicada al fundamento real la forma determina la mediaci?n mutua entre el fundamento como ser en s? y por s? y lo fundado como ser puesto: el fundamento es ?l mismo por medio de su otro, es el otro de s? mismo y lo fundado es ?l mismo en su relaci?n con el fundamento, es el otro en s? mismo.
La relaci?n absoluta es la relaci?n integral que contiene al mismo tiempo el fundamento real y el fundamento formal.
La relaci?n fundamental se determina ahora de la siguiente manera:
[El fundamento tiene una forma y un contenido; lo fundado tiene una forma y un contenido pero no son a?n el fundamento en s? sino lo fundado en s?.]
Primero es una relaci?n formal.
Un algo tiene un fundamento, contiene la determinaci?n de contenido que es el fundamento y contiene otra determinaci?n como puesta por el fundamento. Este algo es la relaci?n entre dos contenidos. Sin embargo ni el fundamento es en s? mismo fundamento ni lo fundado es en s? mismo fundado.
Esta relaci?n es superada y tiene su fundamento en otra relaci?n.
[La relaci?n es mediada pero la diferencia es s?lo formal entre los dos contenidos
Esta segunda relaci?n es diferente de la anterior s?lo por la forma. Tiene las mismas dos determinaciones de contenido, los dos contenidos, pero su relaci?n es s?lo una conexi?n inmediata, esta relaci?n no es la relaci?n absoluta porque no es tal que una de ellas sea lo id?ntico consiga mismo en el ser puesto y la otra sea s?lo este ser puesto propio de aquel mismo id?ntico.
Los dos algos son las dos diferentes relaciones entre los dos contenidos.
Los dos algos se hallan en la id?ntica relaci?n fundamental de la forma; son uno y el mismo contenido total, es decir, las dos determinaciones de contenido y su relaci?n.
En un algo la relaci?n entre los contenidos es inmediata; en el otro es una relaci?n puesta.
Un algo s?lo se distingue del otro por la forma: el algo en el cual la relaci?n de contenido es inmediata es el fundamento y el algo en el cual la relaci?n de contenido es una relaci?n puesta es lo fundado.
Segundo, la relaci?n fundamental es una relaci?n real.
La relaci?n fundamental contiene tambi?n un contenido particular como fundamento y uno como fundado.
Uno de los dos contenidos de los dos algos es el id?ntico sustrato y fundamento de su relaci?n con el otro contenido. Frente a la otra determinaci?n de contenido es lo esencial, el fundamento de lo puesto; y esto es as? precisamente en aquel algo cuya relaci?n es la fundada.
[Se refiere al algo que es la relaci?n fundada.]
En el algo que es la relaci?n fundamental (es decir, en el cual la relaci?n entre los dos contenidos es una conexi?n inmediata) tambi?n las determinaciones de contenido est?n vinculadas inmediatamente y en s?.
[Se refiere al algo que es la relaci?n fundamental.]
Pero el algo cuya relaci?n es la fundada contiene en s? s?lo una determinaci?n, es decir, aquella que es id?ntica con la del algo que es fundamento; la otra determinaci?n de contenido la contiene no en s?, sino como puesta en ?l.
La determinaci?n que el algo cuya relaci?n es lo fundado contiene en s? es fundamento de la otra determinaci?n de contenido de este mismo algo por el hecho de que originariamente est?n vinculados como fundamento y fundado en el algo que es la relaci?n que es fundamento.
En el algo cuya relaci?n es la fundada, la relaci?n fundamental entre las dos determinaciones de contenido est? mediada por la relaci?n existente en s? de esos dos contenidos en el algo que es fundamento.
El silogismo es ?ste:
En un algo (el que es fundamento) la determinaci?n B (fundado) est? vinculada en s? con la determinaci?n A (fundamento);
-en el segundo algo (que es lo fundado), al que pertenece inmediatamente la determinaci?n A (fundamento), tambi?n la determinaci?n B est? vinculada con ella como fundado.
En el segundo algo (que es lo fundado) la determinaci?n de B como fundado est? mediada por la determinaci?n de B como fundado en el primer algo (en el que es fundamento).
En el segundo algo (que es lo fundado) la determinaci?n de A como fundamento de B est? mediada por su relaci?n (de A) originaria con B en el primer algo.
La relaci?n originaria de A con B en el primer algo (que es el fundamento) es fundamento del fundamento A y la relaci?n fundamental est? en el segundo algo (en el algo fundado) como algo puesto y fundado.




































Relaci?n real.
A del algo que es fundamento es fundamento real de la determinaci?n B que es fundada en el fundamento.. Sin embargo B no es una determinaci?n puesta por A. La determinaci?n A del algo que es fundamento se prolonga en la determinaci?n A del algo que es fundado; la determinaci?n A (en general) y la relaci?n entre A y B en el fundamento es s?lo base de la determinaci?n B de lo fundado. B de lo fundado es extr?nseca a la determinaci?n A (en general).
Relaci?n integral.

De acuerdo a la forma uno de los algos es lo fundado; este algo tiene dos contenidos: la determinaci?n A que es la prolongaci?n de la determinaci?n A del fundamento y la determinaci?n B que aunque puesta por A no es determinaci?n en s? y por s?, no es fundado en s? ni su base A es fundamento en s?. De acuerdo a la forma, el otro algo es fundamento y tiene dos contenidos, el contenido A que es fundamento en s? y el contenido B que es fundado en s?. La relaci?n entre A y B en el algo que es fundado adquiere la naturaleza de la relaci?n entre el fundamento en s? y lo fundado en s? porque esa relaci?n es la que existe entre A y B en el algo que es el fundamento. La determinaci?n B del algo fundado se vincula a A de ese mismo algo porque esa vinculaci?n existe en la relaci?n originaria en el algo que es fundamento. La relaci?n entre A y B en el algo que es fundado est? mediada por la relaci?n entre A y B en el algo que es fundamento.

El fundamento formal evoluciona hacia el fundamento real. La esencia desarrolla as? dos contenidos: el fundamento contiene las determinaciones en s? y por s? y lo fundado las determinaciones del ser inmediato. En lo fundado se hallan dos contenidos: uno que es la continuaci?n del fundamento y otro que son las determinaciones del ser inmediato y que no se relacionan con el otro contenido como con su fundamento sino que aparecen como libres, abandonados a la accidentalidad exterior. El contenido del fundamento se escinde en dos: uno, que est? constituido por las determinaciones en s? y por s? y otro, por las determinaciones del ser inmediato pero vinculadas en s? con aquellas; la forma total se despliega en el fundamento tambi?n en fundamento y fundado. Este fundamento que contiene al fundamento y lo fundado en s? es el medio a trav?s del cual las determinaciones del ser inmediato se vinculan tambi?n en s? con las determinaciones esenciales del mismo. Llegamos as? al fundamento y a la relaci?n fundamental integrales: el fundamento tiene un doble contenido, las determinaciones en s? y por s? que es el fundamento y las determinaciones del ser inmediato vinculadas en s? a las primeras; lo fundado tiene tambi?n su doble contenido por mediaci?n del fundamento: las determinaciones del ser en s? y por s? que se contin?an en ?l y las determinaciones del ser inmediato que por aquella mediaci?n han perdido su exterioridad y accidentalidad y se han vinculado al otro contenido como su fundamento. El fundamento son las determinaciones en s? y por s? de la esencia pero vinculadas en s? a las determinaciones del ser inmediato; el fundamento es ?l y su otro en s? mismo; lo fundado son las determinaciones del ser inmediato pero vinculadas en s? a las determinaciones esenciales por mediaci?n del fundamento; lo fundado es ?l y su otro en s? mismo.
Las determinaciones del ser inmediato est?n una vez bajo la forma del ser puesto y otra bajo la forma del ser en s? y por s?. En su desarrollo, estas determinaciones engendran a otras que son ya elementos del otro en que ha de convertirse el ser determinado, las determinaciones del ser en s? y por s? que por el momento carecen de su naturaleza negativa; estas nuevas determinaciones pasan a ser el fundamento, y aquellas de donde provienen, lo fundado. Como al momento de su surgimiento las determinaciones en s? y por s? carecen de su car?cter negativo, son id?nticas a las determinaciones del ser inmediato que las engendraron, se contin?an en ellas y al hacerlo establecen una diferencia entre las determinaciones de lo fundado que da a ?ste un doble contenido: unas, que son la continuaci?n del fundamento real (contenido A de lo fundado) y otras, que son extr?nsecas tanto a ?stas como a las determinaciones del fundamento (contenido B del fundamento). L as determinaciones del en s? y por s? adquieren su car?cter negativo; de esta manera integran al seno del fundamento a las determinaciones positivas de lo fundado que aparec?an como extr?nsecas y establecen con ellas una relaci?n negativa: las determinaciones del fundamento real que son las determinaciones del ser en s? y por s?, el germen del otro en que ha de transformarse y que son uno de los contenidos del fundamento (contenido A del fundamento), tienen que acreditar su ser negando las determinaciones del ser inmediato, del algo existente, otro de los contenidos del fundamento (contenido B del fundamento) y lo hacen en lucha contra el polo positivo de lo fundado en el fundamento. Las determinaciones extr?nsecas e inesenciales que eran uno de los contenidos de lo fundado se convierten, por mediaci?n de la relaci?n fundamental (es decir, de la vinculaci?n negativa inmediata de los dos contenidos en el fundamento), en un fundado que entra en relaci?n con el otro contenido de lo fundado el cual hace aqu? el papel de fundamento; esa relaci?n es positiva, de engendramiento de las determinaciones en s? y por s? de lo fundado. Queda as? plenamente establecido el fundamento negativo del ser determinado y bien determinados los elementos cuya dial?ctica ha de llevar a la transformaci?n de ?ste en otro ser determinado.

El fundamento real es la reflexi?n del fundamento que es extr?nseca a s?; al reflejarse en s? mismo el fundamento llega al en s? y por s? de las determinaciones esenciales pero ?stas son en primera instancia extr?nsecas al fundamento, es decir, no son fundamento de las determinaciones del ser inmediato. Al mediarse consigo mismo (es decir, al reflejarse en s? y llegar al en s? y por s? de las determinaciones esenciales) se restablece la identidad consigo mismo del fundamento y se vuelve extr?nseco a las determinaciones del ser inmediato.
El fundamento real es extr?nseco al fundamento. La relaci?n fundamental formal (la relaci?n formal de dos algos con dos contenidos que tienen uno la forma de lo fundado y otro la del fundamento) est? en unidad de s? misma con el fundamento real. En esta unidad est? una vez como fundamento que se pone y otra como fundamento que se supera: la relaci?n fundamental formal se pone como fundamento real y luego supera ese poner y es de nuevo la relaci?n fundamental formal. La relaci?n fundamental formal se media consigo mismo por medio de su negaci?n.
El fundamento, como relaci?n originaria es relaci?n inmediata y en s? de las determinaciones de contenido.
La relaci?n fundamental formal (la relaci?n entre dos algos con dos contenidos que tienen uno la forma de lo fundado y otro la forma del fundamento) tiene dos lados (los dos algos) que son superados, o sea, que son momentos; la relaci?n fundamental formal (entre dos algos, uno de los cuales es fundamento y otro fundado) es superado por el fundamento como relaci?n originaria en la cual el fundamento y lo fundado (A y B) son dos inmediatos que se hallan vinculados en s?.
La relaci?n fundamental formal es as? (como forma de determinaciones inmediatas) id?ntica a s? misma a trav?s de su relaci?n con su negaci?n que es el fundamento como relaci?n originaria.
En consecuencia, la relaci?n fundamental formal no es fundamento en s? y por s? misma, sino que es lo que es como relaci?n con la relaci?n fundamental formal superada, es decir, con la relaci?n originaria.
La relaci?n originaria, esto es, la relaci?n fundamental superada, no es fundamento real en s? y por s? misma sino s?lo por la vinculaci?n originaria (la vinculaci?n entre las determinaciones A y B en el fundamento como fundamento (A) y fundado (B)).
La relaci?n fundamental en su totalidad (relaci?n fundamental formal y relaci?n fundamental real) es esencialmente reflexi?n que presupone.
El fundamento formal presupone la determinaci?n de contenido inmediata; esto es, el fundamento formal pone al fundamento real como su negaci?n y a trav?s de ?l se pone a s? mismo. El fundamento real presupone la forma: aquel pone a ?sta como su negaci?n y a trav?s de ella se pone a s? mismo.
El fundamento es la forma como vinculaci?n inmediata; es la vinculaci?n en s? inmediata del fundamento (A) y de lo fundado (B) en el fundamento formal.
El fundamento como forma de la vinculaci?n inmediata de A y B se rechaza de s? mismo; presupone la inmediaci?n: pone la inmediaci?n fuera de s? y se refiere en esta a s? como a un otro que lo pone.
Esta inmediaci?n es el simple fundamento (fundamento real).
El simple fundamento (fundamento real) se rechaza de s?, presupone la forma de la vinculaci?n inmediata de A y B y se refiere en ella a s? como a un otro que lo pone.
La relaci?n fundamental total (relaci?n fundamental formal y relaci?n fundamental real) se ha determinado convirti?ndose en mediaci?n que condiciona.
El fundamento como forma que vincula a los inmediatos A y B (relaci?n fundamental formal) est? mediado por su otro, por el fundamento como relaci?n fundamental real (fundamento real); ?ste, a su vez, est? mediado por su otro, por el fundamento como forma.
De esta manera la relaci?n fundamental total es la mediaci?n que condiciona al fundamento.
En el otro extremo de la relaci?n fundamental total est? lo fundado que es la condici?n del fundamento; a trav?s de la relaci?n fundamental total lo fundado condiciona al fundamento.



La esencia ha devenido fundamento que tiene dos contenidos, (A) y (B), que son las determinaciones del fundamento y de lo fundado vinculadas en s? por su mediaci?n; las determinaciones de contenido (A) y (B) de lo fundado tambi?n se vinculan entre s? como fundamento y fundado.
La relaci?n fundamental (es decir, la relaci?n entre fundado y fundamento) es doble: es relaci?n formal entre lo fundado y el fundamento como formas del ser determinado inmediato y del ser en s? y por s? respectivamente; es relaci?n real entre las determinaciones de contenido del ser inmediato y del ser en s? y por s?.
La relaci?n fundamental es, en el fundamento, la relaci?n entre el fundamento real y el fundamento formal: el fundamento real es la vinculaci?n en el fundamento de las determinaciones A y B y el fundamento formal la forma de esa vinculaci?n; el fundamento como vinculaci?n real se rechaza de s? y se pone como un otro que lo presupone, esto es, como el fundamento formal; ?ste, como forma de la vinculaci?n real, se rechaza de s? y se pone como un otro que lo presupone, como el fundamento real.
El fundamento, que es la vinculaci?n real y formal de (A) y (B), es el medio por el cual las determinaciones (A) y (B) de lo fundado se vinculan como fundamento y fundado; una vez realizada esta vinculaci?n, lo fundado act?a a trav?s de la relaci?n fundamental sobre el fundamento produciendo la mediaci?n de sus momentos (fundamento formal y fundamento real); en esta acci?n la relaci?n fundamental es mediaci?n que condiciona y lo fundado la condici?n del fundamento.
El contenido A del fundamento (determinaciones en s? y por s?) establece una relaci?n negativa con el contenido B del fundamento (determinaciones del ser puesto) que es primeramente s?lo formal (A tiene la forma del ser en s? y por s? y B las del ser puesto); esta relaci?n formal se supera a s? misma y se pone en su otro que es la relaci?n real, es decir, en donde las determinaciones de A niegan realmente a las determinaciones de B. La relaci?n real se supera a s? misma y pone a la relaci?n formal. El fundamento adquiere as? su real y formal car?cter negativo de las determinaciones del ser puesto y por ello su real y formal naturaleza del otro que ha de sustituir al ser inmediato existente. Esta dial?ctica entre el fundamento formal y el fundamento real es producida por la relaci?n fundamental formal, es decir, la que existe entre lo fundado y el fundamento como formas y por la relaci?n fundamental real, esto es, la que existe entre el contenido del fundamento y el del fundado. Esa dial?ctica que se da en el fundamento est? mediada (condicionada) por la relaci?n fundamental (real y formal) y a trav?s de ?sta por lo fundado que es as? condici?n del fundamento. Lo fundado condiciona la conversi?n completa del fundamento en un fundamento negativo que contiene a los elementos del nuevo algo en lucha contra los del primitivo ser determinado.

C. LA CONDICI?N.
a) Lo incondicionado relativo.
El fundamento es lo inmediato y lo fundado es lo mediado; las dos determinaciones de lo fundado (A) y (B), se han vinculado como fundamento y fundado por mediaci?n del fundamento.
Pero a trav?s de la relaci?n fundamental, que es la mediaci?n del fundamento consigo mismo a partir de lo fundado, aquel se convierte en mediato y ?ste en inmediato.
El fundamento es reflexi?n que pone; como tal se convierte en un ser puesto (en lo fundado); el fundamento que se ha convertido en fundado es la presuposici?n de s? mismo. El fundamento se relaciona consigo mismo como con algo superado, con un inmediato, con un fundado que es la superaci?n del fundamento.
Lo inmediato (lo fundado) a lo que el fundamento se refiere como a su presuposici?n esencial, es la condici?n.
El fundamento real es esencialmente condicionado. Es, en lo fundado, el otro de s? mismo.
La condici?n es:
Primero, un ser inmediato determinado, m?ltiple
Segundo, este ser inmediato determinado est? relacionado con otro que es fundamento, pero no suyo porque este ser inmediato como tal no tiene fundamento. Sin embargo el ser inmediato determinado que es la condici?n es un ser puesto por el fundamento, no existe por s? sino por otro; pero el ser puesto como condici?n es indiferente a su naturaleza de ser inmediato determinado.
Tercero, la condici?n es un inmediato que constituye la presuposici?n del fundamento.
La condici?n es la relaci?n formal del fundamento que ha vuelto a la identidad consigo misma; como tal es el contenido de ?ste.
La condici?n:
-constituye el contenido de la relaci?n fundamental, pero es s?lo en s? su contenido que es el material para el fundamento;
-se convierte en un momento de un otro (del fundamento);
-de esta manera constituye el ser en s? del fundamento y es lo incondicionado para ?l.
Sin embargo la condici?n presupone al fundamento; as?, ella tambi?n es condicionada, pero esta es una determinaci?n extr?nseca.
En resumen: la condici?n es un ser inmediato determinado puesto por el fundamento que a su vez es la presuposici?n del fundamento y que se convierte en un momento del fundamento. Una cosa no existe por medio de su condici?n; su condici?n no es su fundamento.
La condici?n de una cosa es el momento de la inmediaci?n incondicionada del fundamento; es el fundamento que se refiere a s? mismo a trav?s de su otro, el ser determinado inmediato que es condici?n. Pero la condici?n no es ella misma ese movimiento por el cual se convierte en un ser puesto; el impulso viene del fundamento; condici?n y fundamento son distintos.
El fundamento de una cosa es el movimiento de la reflexi?n que tiene el momento de la inmediaci?n (el ser determinado inmediato que es condici?n) fuera de s? como su presuposici?n. La condici?n no es fundamento.
Condici?n y fundamento son indiferentes e incondicionados.
La relaci?n fundamental es la forma total y el mediar independiente.
Este mediar, al referirse a s? como un poner es un ser inmediato e incondicionado.
El mediar, de acuerdo a su determinaci?n, es lo en s? y por s? mismo.
La relaci?n fundamental como fundamento tiene un contenido propio frente al contenido de la condici?n.
El contenido del fundamento es lo esencial; el contenido de la condici?n es lo que est? formado de material inmediato. El contenido del fundamento es el ser en s? y por s? del contenido de la condici?n.
El contenido de la condici?n es una mezcla de un contenido independiente que no tiene ninguna relaci?n con el contenido de la determinaci?n fundamental y de un contenido que penetra en ella y que como su material tiene que devenir momento de ella.
En resumen:
La condici?n y el fundamento son indiferentes e incondicionados.
La condici?n como lo que no est? relacionado; la relaci?n en la que representa la condici?n le es extr?nseca.
El fundamento como la relaci?n o forma en la que la condici?n existe s?lo como un pasivo, como material al que le da forma, la forma de lo inesencial.
Pero tambi?n la condici?n y el fundamento est?n mediados.
La condici?n es el ser en s? del fundamento, un momento de su relaci?n esencial. El fundamento es superado y la condici?n es s?lo el ser puesto, indiferente al hecho de ser condici?n. La condici?n, como ser en s? del fundamento, es una condici?n mediada.
El fundamento es el ser puesto de la condici?n, un momento suyo; el momento del ser puesto constituye la presuposici?n del fundamento el fundamento est? mediado por la condici?n. Condici?n y fundamento representan cada una la contradicci?n entre el subsistir independiente y el ser s?lo un momento de la relaci?n fundamental.
































Cuando lo fundado ha quedado bien estructurado como el ser determinado inmediato que tiene dos contenidos que se relacionan engendrando el contenido B al A y el fundamento tiene tambi?n sus dos contenidos cuya relaci?n consiste en la negaci?n por el contenido A, que son las determinaciones del nuevo ser inmediato en que se convertir? el que existe, del contenido B que son las determinaciones del ser actual, entonces lo fundado se convierte en condici?n que produce al fundamento y que a su vez es producida por ?ste. Lo fundado es el engendramiento del ser en s? y por s? en su interior por el contenido B (determinaciones del ser inmediato); este engendramiento es a su vez el del fundamento como negaci?n de las determinaciones del ser inmediato (contenido B) por las del otro ser (contenido A); el fundamento a su tiempo engendra a lo fundado como condici?n.

b) Lo incondicionado absoluto.
Los dos incondicionados relativos aparecen cada uno en el otro:
-la condici?n, como lo inmediato, aparece en la relaci?n formal del fundamento;
-la relaci?n formal del fundamento aparece en la condici?n como su ser puesto;
-cada uno, fuera de su aparecer de uno en el otro, es independiente y tiene su propio contenido.
La condici?n:
-es un existir inmediato
-que tiene dos momentos:
1)el momento del ser puesto seg?n el cual la condici?n es material y momento del fundamento;
2)el momento del ser-en-s? seg?n el cual constituye la esencialidad del fundamento.
Estos dos momentos son extr?nsecos al ser determinado inmediato.
Pero,
[Puesto que va a la esencia y viene de la esencia, el ser determinado inmediato es en s? los dos momentos del ser puesto y del ser en s?.]
primero: el ser inmediato supera su inmediaci?n y perece, el ser en genera es devenir hacia la esencia y la esencia se convierte en ser que es ser inmediato; por lo tanto, el ser condici?n con sus dos momentos del ser puesto y ser en s? no es extr?nseco al ser determinado, sino que este es en s? los dos momentos (es su propia reflexi?n);
segundo: como condici?n el ser inmediato est? puesto como momento de un otro y como ser en s? tambi?n es el momento de un otro. Como ser en s? existe s?lo por medio de su negaci?n, es decir, por el fundamento y por su reflexi?n, que son su presupuesto. El ser en s? del ser es algo puesto por el fundamento.
El ser en s? de la condici?n tiene dos lados:
(a) es su esencialidad como fundamento y
(b) es la inmediaci?n de su ser determinado.
El ser determinado es un inmediato;
-pero su inmediaci?n es lo mediado por el fundamento que as? se elimina a s? mismo;
-este ser inmediato mediado por el fundamento que se elimina a s? mismo es al mismo tiempo el ser en s? del fundamento y su ser incondicionado;
-pero este ser en s? del fundamento es un puro momento o ser puesto que est? mediado.
En consecuencia, la condici?n es la forma total de la relaci?n fundamental;
-la condici?n es el ser en s? de esta relaci?n, que es presupuesta;
-pero igualmente es el ser puesto de esta relaci?n y su inmediaci?n consiste en que:
-la condici?n se convierte en un ser puesto y se rechaza as? de s? misma al ser fundamento que se convierte en un fundado. Fundamento y fundado son una y la misma cosa: lo fundado es el todo mismo.
El fundamento condicionado.
El ser en s? no s?lo existe como el aparecer de otro en ?l.
El ser en s? en el fundamento es la reflexi?n del poner, es decir, la reflexi?n independiente que se refiere a s? misma y que es en s? misma su ser en s? y su contenido. Es independiente de la condici?n.
Pero al mismo tiempo el ser en s? del fundamento es reflexi?n que presupone: se refiere negativamente a s? y se contrapone a su ser en s? como un otro diferente de s?, es decir, como la condici?n. La condici?n, tanto como ser en s? como ser puesto (ser inmediato) es el propio momento de la relaci?n fundamental. En la condici?n el existir inmediato existe esencialmente solo por medio de su fundamento. El fundamento es tambi?n el todo mismo.
En consecuencia, hay un todo ?nico del contenido y hay un todo ?nico de la forma.
El contenido propio de la condici?n es contenido esencial:
-porque es la identidad consigo mismo en la forma,
-o bien porque el existir inmediato del mismo es en s? mismo la relaci?n fundamental.
El ser inmediato de la condici?n es tambi?n contenido esencial:
-por el hecho de tener en s? mismo la forma y ser materia formada es tambi?n contenido;
-por ser el mismo contenido del fundamento en la relaci?n formal es contenido esencial.

Se hab?a partido del punto en el cual la condici?n y el fundamento eran indiferentes e incondicionados; de ah? se hab?a llegado hasta donde condici?n y fundamento estaban mediados uno por el otro, pero conservando contenidos distintos: el contenido del fundamento eran las determinaciones en s? y por s? y el de lo fundado las determinaciones del ser inmediato. Ahora la mediaci?n ha desembocado en la unificaci?n de ambas determinaciones en un s?lo contenido: el ser en s? que conten?a lo fundado se ha desplazado y convertido en un momento del fundamento y el ser puesto del fundamento se ha convertido tambi?n en un momento de lo fundado. Condici?n y fundamento como ser determinado inmediato y ser en s? son dos momentos de un todo que es la esencia, la cosa en s? misma.

Condici?n y fundamento
-son los lados de un todo;
-son una unidad esencial ya sea como contenido o como forma; son la esencia, la cosa en s? misma;
-la unidad formal y la unicidad de su contenido constituyen el verdadero incondicionado, la cosa en s? misma.
El incondicionado absoluto:
-contiene en s? mismo a la condici?n y al fundamento como sus momentos; es la unidad de ambos;
-la cosa incondicionada es la condici?n de ambos;
-es la condici?n absoluta, es decir, la que es tambi?n fundamento.
Lo incondicionado absoluto, como fundamento, se ha separado en dos momentos: condici?n y fundamento:
-un momento es la relaci?n fundamental que se refiere al fundamento como a otro;
-otro momento es la forma interior que es fundamento pero que se refiere a lo inmediato como a un otro y lo determina como condici?n.
La totalidad (cosa en s?) es la que genera a la condici?n y al fundamento; inversamente, la totalidad (cosa en s?) parece ser producida por sus momentos.
La relaci?n entre condici?n y fundamento desaparece; ellos son rebajados a una apariencia: la cosa se pone como fundamento frente a sus condiciones.

El fundamento y lo fundado ten?an un contenido para cada uno de ellos; el fundamento conten?a las determinaciones del ser en s? y para s? y lo fundado la del ser inmediato determinado. Lo fundado aparec?a como desligado de la esencia, como un conjunto de determinaciones extr?nsecas y accidentales. Posteriormente el contenido del fundamento se determina a su vez como doble: contiene las determinaciones A del ser en s? y las B del ser puesto, vinculadas ?stas a aquellas necesariamente. Lo fundado tambi?n se determina como un algo con dos contenidos, uno que es la continuaci?n del contenido A del fundamento y un contenido B de determinaciones extr?nsecas y accidentales que s?lo despu?s se vincula necesariamente a A pero por medio de la relaci?n fundamental (contenidos A y B del fundamento). Al vincularse B a A en lo fundado, las determinaciones de ?ste se convierten en condici?n del fundamento.
Condici?n y fundamento son primero dos extr?nsecos indiferentes e incondicionados. M?s tarde se median uno al otro; uno es la presuposici?n del otro. Pero a?n contin?a teniendo dos contenidos distintos.
El ser en s? de la condici?n (las determinaciones A de lo fundado) se interna y se convierte en un momento del fundamento y el ser puesto del fundamento (las determinaciones B del fundamento) en un momento de la condici?n. Condici?n y fundamento son uno y lo mismo, son dos momentos de la cosa en s?. Condici?n y fundamento tienen un mismo contenido que es la cosa en s?, el verdadero incondicionado.
En la cosa en s?, a trav?s del movimiento entre sus momentos, la condici?n, el ser inmediato determinado, se ha vuelto fundamento, ser en s?; por su parte, el fundamento, el ser en s?, se ha transformado en condici?n, en ser inmediato determinado. La cosa en s? ha surgido a la existencia, es la cosa esencial existente. Esta cosa esencial existente conserva como sus momentos a la condici?n y al fundamento.
La condici?n es el ser determinado inmediato que ha sido generado por el fundamento; es el mismo ser del que parti? el movimiento hacia la esencia pero ahora producido por ?sta y conteniendo al ser en s? en su interior; este ser en s? se interna en el fundamento y lleva las determinaciones de ?ste hacia la existencia; la esencia surge a la existencia y la cosa esencial queda como un inmediato en el cual han desaparecido tanto la condici?n como el fundamento.




El mutuo engendramiento y negaci?n de la condici?n y el fundamento da por resultado primero que el contenido A de aquella, es decir, las determinaciones del ser en s? y por s? que se encuentran bajo la forma del ser inmediato se convierta en el contenido A del fundamento, esto es, en las determinaciones del ser en s? y por s? que son ya un elemento del otro en que ha de convertirse el ser actual, y, por tanto, en un momento de aquel; de la misma manera las determinaciones del ser inmediato que se encuentran en el fundamento se transforman en las determinaciones positivas de la condici?n. La relaci?n lleva a que el total de las determinaciones del ser en s? y por s? de la condici?n se conviertan en fundamento (en elementos del otro ser inmediato) y que todas las determinaciones del ser inmediato anterior que estaban en el fundamento se transformen en condici?n. Quedan entonces enfrentados s?lo el fundamento que son las determinaciones en s? y por s? como elemento del nuevo ser inmediato y la condici?n o fundado, constituida ?nicamente por las determinaciones del ser inmediato en v?as de desaparecer. Se entabla la lucha decisiva entre ambos elementos.

c) El surgir de la cosa en la existencia.
Lo incondicionado absoluto es el fundamento absoluto que es id?ntico a su condici?n; esto es, la cosa inmediata como esencial.
La cosa inmediata esencial:
-es el fundamento superado, es decir,
-la cosa como lo mediato;
-es la totalidad de las determinaciones de la cosa misma, pero echados en la exterioridad del ser; es el ciclo del ser restablecido. La esencia deviene en el ser.
La cosa inmediata esencial:
-tiene como contenido a las condiciones que son lo incondicionado;
-estas condiciones aparecen como una multiplicidad carente de unidad y mezcladas con elementos y circunstancias extra-esenciales.
La cosa absoluta incondicionada:
-tiene como condici?n la misma esfera del ser;
-el fundamento en su movimiento genera sus condiciones como ser inmediato incondicionado;
-este movimiento del fundamento en la esfera del ser se desarrolla as? para constituir un todo.
La esfera del ser restablecida por el fundamento es distinta de aquella en que se origin? la esencia. Esta ?ltima era el ser inmediato inesencial que en su devenir se convierte en esencia.
La primera es el existir, constituido por las condiciones de la cosa, que es la esencia que ha alcanzado la naturaleza del ser inmediato.
La verdad del existir es ser condici?n, es decir, esencia o fundamento que ha devenido un ser inmediato.
La cosa en s?, la esencia, a trav?s del movimiento de sus momentos, la condici?n y el fundamento, deviene en la cosa inmediata esencial que es el ser restablecido.
La cosa inmediata esencial conserva los momentos que le dieron vida.
El fundamento genera sus condiciones como ser inmediato incondicionado; ?ste ser inmediato incondicionado es la esencia que ha alcanzado la naturaleza del ser inmediato.
La condici?n por un lado son esencialidades (fundamento) que devienen en inmediatos.
Por otro son inmediatos que se internan convirti?ndose en fundamento (esencia); el fundamento fundamenta las condiciones.
El movimiento de la cosa consiste en que impulsada por un lado por sus condiciones (que devienen en fundamento) y por su fundamento (que deviene ser inmediato), surge a la existencia.
Cuando todas las condiciones de una cosa est?n presentes entonces ella entra a la existencia.
Antes de existir la cosa est? como esencia.
Despu?s tiene una existencia en sus condiciones y en su fundamento.
El movimiento entre las condiciones y el fundamento de la cosa inmediata esencial da lugar a la maduraci?n de las condiciones (se presentan todas las condiciones de la cosa). Cuando ellas han madurado se internan en el fundamento y se destruye su naturaleza inmediata.
Al interiorizarse las condiciones y destruirse su naturaleza inmediata se impulsa el devenir del fundamento.
Al devenir el fundamento se elimina como tal y se convierte en un inmediato.
Cuando todas las condiciones de la cosa est?n presentes estas se eliminan como ser inmediato y se elimina el fundamento como tal convirti?ndose en un inmediato.
Surge as? completamente la cosa inmediata esencial en la que se han eliminado tanto sus condiciones como su fundamento.
La cosa surge del fundamento.
Es el movimiento de extrinsecaci?n del fundamento por el cual ?ste desaparece.
Al unirse con las condiciones el fundamento adquiere la inmediaci?n exterior y el momento del ser. La inmediaci?n a que llega es la inmediaci?n esencial.
De esta manera la cosa es lo incondicionado y lo infundado; surge del fundamento porque ?ste se ha destruido y ya no existe.
Esta mediaci?n de la cosa, mediada por la eliminaci?n del fundamento y la condici?n, es la existencia.
La esencia, que es el otro que el ser inmediato desarrolla en su movimiento, ha adquirido la existencia inmediata.

















En esta ?ltima fase del desarrollo de la esencia han quedado totalmente polarizadas las determinaciones del ser inmediato existente y las del que ha de sustituirlo a su perecimiento. La condici?n son las determinaciones del ser inmediato anterior y el fundamento las determinaciones en s? y por s?, es decir, las del nuevo ser determinado inmediato; ?ste se encontraba como cosa en s?, como contenido de los dos momentos que son la condici?n y el fundamento que est?n en franca lucha. De la mutua negaci?n de condici?n y fundamento se produce el nuevo ser inmediato, la cosa inmediata esencial, que los conserva todav?a como sus momentos. A trav?s de la negaci?n de la condici?n por el fundamento ella se convierte en fundamento y desaparece como condici?n; el ser inmediato anterior perece al transformarse la condici?n en fundamento. En la negaci?n de la condici?n por el fundamento ?ste se convierte en ser inmediato y desaparece como fundamento; el nuevo ser inmediato nace al convertirse el fundamento en cosa inmediata esencial. El nuevo ser inmediato es la cosa inmediata esencial que ha surgido a la existencia mediante la eliminaci?n tanto de sus condiciones como de su fundamento. El nuevo ser inmediato ha roto el cord?n umbilical que lo un?a al anterior.
En este punto Hegel da cima a su tarea de reflejar en toda su complejidad al mundo objetivo: ha develado los 3 niveles de existencia del ser determinado (ser determinado inmediato, ser determinado infinito y esencia como fundamento positivo de lo existente) y la esencia del ser determinado como el desarrollo del otro en que ha de transformarse a su perecimiento.




RESUMEN GENERAL


La "L?gica" de Hegel es el tratado de dial?ctica m?s completo jam?s escrito. Su primera parte, la l?gica objetiva, comprende las leyes m?s generales del mundo objetivo, aunque presentadas como pensamientos sustantivados.
Para Hegel el ser tiene tres niveles de existencia: el ser determinado inmediato, el ser determinado infinito y la esencia.
El ser determinado inmediato es el algo con una cualidad que es otra cualidad en s? misma y cuya existencia consiste en la incorporaci?n de la otra cualidad a s?; el destino del algo es llegar a ser la unidad plena de ?l y su otro merced al rellenamiento de su constituci?n por medio de la asimilaci?n del otro exterior; el l?mite de su existencia es su perecer.
El ser determinado tiene una cualidad que es una compleja combinaci?n de cualidades que obedece a la naturaleza de la sustancia infinita como tal y en la que el rellenamiento de la cualidad y el paso de una a otra se da a trav?s de cambios cuantitativos.
Este ser determinado se interna en s? mismo y produce su esencia, es decir, los dos polos que contienen cada uno a su contrario en s? mismo, lo engendran en s? mismo, lo excluyen de s? y lo generan en el exterior como el otro polo y se procrea a s? mismos en el otro polo a trav?s de esa exclusi?n; la unidad y lucha de contrarios es la esencia del ser determinado como tal, es lo que constituye el fundamento de la cualidad del algo, de su rellenamiento y de los cambios cuantitativos que llevan a la sustituci?n de una cualidad por otra y, en el l?mite, al perecer de un algo y su mutaci?n en otro.
Esquema de la "L?gica" de Hegel.
I.- Primer nivel de existencia del ser. El ser determinado finito.
Es el algo con una cualidad que es otra cualidad en s? misma y cuya existencia consiste en la incorporaci?n de la otra cualidad a s?; el destino del algo es llegar a ser la unidad plena de ?l y su otro merced al rellenamiento de su constituci?n por medio de la asimilaci?n del otro exterior; su l?mite es el dejar de ser lo que es, perecer y llegar a ser lo que debe ser.
II.- Segundo Nivel de existencia del ser. EL ser determinado infinito.
Es el algo que tiene una cualidad que es una compleja combinaci?n de cualidades determinada por la naturaleza de la sustancia infinita como tal y en la que el rellenamiento de la cualidad y el paso de una a otra cualidad se da, hasta que el algo perece, a trav?s de cambios cuantitativos.
El ser se interna en s? mismo y produce su esencia.
III.- Tercer nivel de existencia del ser. la esencia positiva (contradicci?n, solucionada).
La esencia positiva son los dos polos que contienen cada uno a su contrario en s? mismo, lo engendran en s? mismo, lo excluyen de s? y lo generan en el exterior como el otro polo y se procrean a s? mismos en el otro polo a trav?s de esa exclusi?n.




















Al excluir lo negativo lo engendra como su otro excluyente.
Al excluir lo positivo lo engendra como su otro excluyente.

A trav?s de su mutua exclusi?n se engendran como polos positivo y negativo independientes.



Al excluir lo negativo y engendrarlo como su otro excluyente, lo positivo se niega a s? mismo, se convierte en s? mismo en negativo, niega al polo negativo y se engendra a s? mismo en ?l.
Al excluir lo positivo y engendrarlo como su otro excluyente, lo negativo se niega a s? mismo, se convierte en s? mismo en positivo, niega al polo positivo y se engendra a s? mismo en ?l.
Al engendrarse mutuamente como polo positivo y negativo a trav?s de su mutua exclusi?n, se niegan a s? mismos al cambiarse en s? mismos en su otro y niegan a su otro engendr?ndose a s? mismos en su otro.


Esta esencia positiva es el basamento del ser determinado dentro de los l?mites de su existencia, antes de su extinci?n.
La esencia positiva contiene en s? misma, en estado germinal, los elementos del otro en que fatalmente ha de convertirse el algo.
Una vez que el algo est? plenamente constituido con sus tres niveles de existencia la esencia despliega su car?cter negativo y se inicia el desenvolvimiento de los elementos de su otro.
La esencia es primeramente el tercer nivel de existencia del ser determinado, la contradicci?n polar que determina la existencia del ser; esta esencia se niega a s? misma y es entonces tambi?n aquella que desarrolla en s? los elementos del otro en que ha de transformarse el algo, es la, esencia negativa.
Hegel ha realizado una verdadera revoluci?n en la teor?a del conocimiento. Para la l?gica y la teor?a del conocimiento anteriores a ?l la esencia es s?lo el fundamento, la base de lo que el ser determinado es. En lo que se transforma el algo una vez que fenece est? sujeto a la casualidad y a la arbitrariedad o a una necesidad basada en la simple regularidad de la aparici?n de los fen?menos. Hegel descubre la' naturaleza m?s profunda del cambio: el ser determinado es ?l mismo y el otro que le ha de suceder; su esencia contiene en embri?n los elementos del otro en que se ha de transformar y es, con esta naturaleza dual, el fundamento de aquel; el movimiento de la esencia consiste en el desarrollo de los componentes del otro del ser determinado hasta concluir con su aparici?n en la existencia, mediante la negaci?n de su progenitor, como otro ser determinado espec?fico; durante todo este per?odo la esencia negativa es tambi?n fundamento del ser determinado actualmente existente.
La necesidad del mundo objetivo adquiere as? un significado m?s hondo: el ser determinado es tal porque es en s? mismo el otro en que ha de devenir, su ser es pasar a ser precisamente ese otro ser determinado.
La relaci?n entre el ser determinado y la esencia negativa es antes que nada la de forma y esencia en donde ?sta es un mero sustrato indeterminado y extr?nseco que no despliega a?n su naturaleza de fundamento ni de negaci?n de aquel pero que ya est? destinado a producir al otro que ha de sustituir al ser que existe actualmente.
Despu?s la relaci?n pasa a ser la que hay entre forma y materia; la materia es la esencia que no es a?n fundamento ni negaci?n del ser determinado sino su base indeterminada pero que ha dejado de ser extr?nseca a ?l: la materia es tal por mediaci?n de la forma, se niega a s? misma y se convierte en su otro,' en la forma; ?sta es ella s?lo por mediaci?n con la materia: se niega y viene a ser su otro, la materia. Forma y materia son el mismo ser determinado que a?n no desarrolla su esencia como fundamento y negaci?n. Sin embargo, la materia del ser actual es la sustancia de donde ha de constituirse el nuevo ser determinado.
La relaci?n forma-materia pasa a la de forma-contenido. La materia deviene en contenido. Este es la esencia positiva formada por los polos positivo y negativo de. los cuales el segundo es el germen del otro del ser inmediato determinado. La esencia negativa est? aqu? s?lo en estado latente. El contenido del ser actual es el que ha de producir la forma y el contenido del otro que ha de sucederlo.
La dial?ctica entre el polo positivo y el polo negativo de la esencia positiva (contenido del ser determinado) da lugar a la reflexi?n del segundo de ellos, es decir, a la producci?n por el polo negativo de la forma del otro que ha de sustituir al ser inmediato actual, pero solo de la forma que en este estadio coexiste con el contenido de aquel. La esencia positiva ha dado a luz a la esencia negativa, esto es, a los elementos del otro del ser determinado, pero ?nicamente como una forma que conserva el mismo contenido del ser de donde proviene. La nueva forma adquirida por el ser determinado elimina a la forma precedente.




La relaci?n forma-contenido evoluciona hacia la relaci?n fundado-fundamento; el fundamento son las determinaciones del ser inmediato existente pero bajo la forma de la esencialidad, esto es, del otro que le ha de seguir; lo fundado son las determinaciones del ser inmediato presente; el fundamento se niega a s? mismo y engendra a lo fundado; ?ste a su vez se niega a s? mismo y produce al fundamento. . ,
El ser. determinado inmediato se ha desdoblado en dos: el contenido del ser determinado inmediato actual que es lo fundado y la forma del ser que ha de sustituirlo, del otro en que ha de transformarse el ser existente, que es el fundamento.
La esencia ha adquirido as? la forma del nuevo ser pero conservando el contenido del anterior; este es el paso previo necesario para que ella se establezca como las determinaciones espec?ficas del pr?ximo ser inmediato que son la negaci?n del que hoy existe.
Las determinaciones del ser inmediato existente y su forma negativa se dan un mutuo impulso que resulta en el paso de las primeras a una fase superior de su existencia; ya investidas con su nueva naturaleza, su acci?n
inicial consiste en la anulaci?n de la forma de la esencia negativa y la restituci?n de la forma primitiva
.

Las determinaciones del ser determinado actual en su nueva fase de existencia son otra vez s?lo la esencia positiva, el fundamento de lo que el ser es; se reanuda la relaci?n primitiva entre contenido y forma.




El movimiento de rec?proca implicaci?n entre forma y contenido de las determinaciones del ser inmediato en su nueva naturaleza tiene como resultado la exacerbaci?n de la negatividad del contenido lo que origina que las determinaciones del ser inmediato actualmente existente den lugar a otras distintas que son ya elementos materiales del otro en que ?ste ha de convertirse y que por el momento carecen de su naturaleza negativa; estas nuevas determinaciones pasan a ser el fundamento real (negativo) y aquellas de donde provienen, lo fundado.
El ser determinado existente llega a tener as?, como fundamento de su existencia, a su propia negaci?n, a los elementos del otro en que fatalmente devendr?.


El ser determinado inmediato tiene ahora la estructura siguiente: las determinaciones del ser determinado actual, que son el contenido de la forma correspondiente, y las determinaciones propias del ser determinado en que el existente ha de trocarse, que son un contenido distinto del anterior y el cual se dar? la nueva forma de la esencialidad negativa mediante la negaci?n de la anterior. Aquellas y su forma espec?fica son lo fundado y ?stas son el fundamento real que al producir su forma caracter?stica ser? el fundamento integral (real y formal).
Las determinaciones del ser actual, que aqu? tienen el car?cter 'de un fundado, comprenden desde luego las determinaciones de la esencia positiva y por lo tanto constituyen una relaci?n polar (polo positivo y polo negativo) que se rige por los principios se?alados en la parte correspondiente de este estudio; el resultado final de esa relaci?n es la gestaci?n de las determinaciones del otro del ser actual.
Como al momento de su surgimiento las determinaciones del otro del ser determinado carecen de su car?cter negativo, son id?nticas a las determinaciones del ser inmediato que les dieron vida, se contin?an en ellas, y al hacerlo fijan una diferencia entre las mismas que da a lo fundado un doble contenido: unas determinaciones (polo negativo del ser actual) que son la continuaci?n del fundamento real y que por tanto son las determinaciones del otro en lo fundado y otras determinaciones (polo positivo del ser presente) que son extr?nsecas tanto a aquellas como al fundamento.

Las determinaciones del otro que se encuentran en el fundamento adquieren su car?cter negativo; [su negatividad se manifiesta llevando al seno del fundamento las determinaciones positivas de lo fundado que aparec?an como extr?nsecas y estableciendo con ellas una relaci?n negativa]; en el fundamento surge una r?plica de la relaci?n polar existente en lo fundado pero de signo distinto porque aqu? el polo negativo ejerce una acci?n que pretende echar de la existencia al polo positivo que representa al ser determinado existente en la actualidad para dar lugar al nuevo ser representado aqu? por el otro polo.

El contenido de la esencia negativa se ha escindido as? en dos: el contenido B que es el polo positivo y que representa al ser determinado actual en la esencia negativa y el contenido A que es el polo negativo de la misma que pretende anular al ser actualmente existente.
Al vincularse el polo negativo y el polo positivo de la esencia negativa en una relaci?n negativa, se unen tambi?n el polo positivo y el polo negativo de la esencia positiva en una relaci?n de engendramiento de A por B.
El polo negativo de la esencia negativa (contenido A) establece la lucha con prop?sitos devastadores contra el polo positivo (contenido B) de la misma; este polo positivo de la esencia negativa a su vez engendra al polo positivo de la esencia positiva el cual produce al polo negativo que a su tiempo generar? al polo negativo de la esencia negativa.

Al traer el contenido A (polo negativo) de la esencia negativa hacia ?sta al contenido B (polo positivo) de la esencia positiva y vincularse ah? ambos contenidos en una relaci?n de oposici?n, dan lugar a la unificaci?n del contenido B (polo positivo) y el contenido A (polo negativo) de la esencia positiva en una relaci?n de procreaci?n mutua.
El ser determinado inmediato queda as? compuesto de la siguiente formar una esencia positiva con dos contenidos (polo positivo y polo negativo) que se generan rec?procamente y que por la reflexi?n de su polo negativo da lugar al surgimiento del polo negativo de la esencia negativa el cual vincula a s?, tray?ndolo a su dominio, al polo positivo de la esencia positiva con el cual establece una relaci?n contenciosa; una esencia negativa integrada por dos contenidos, el polo negativo que es producto de la reflexi?n del polo negativo de la esencia positiva y el polo positivo que ha sido tra?do desde la esencia positiva al terreno de la esencia negativa en donde entra en franca lucha con el otro polo y de ah? es lanzado de nuevo al seno de la esencia positiva. La dial?ctica total que de aqu? brota es la siguiente: los polos positivo y negativo de la esencia positiva se producen uno al otro; este movimiento se traduce en la reflexi?n del polo negativo, es decir, en su conversi?n en el polo negativo de la esencia negativa; este ?ltimo trae hacia la esencia negativa al polo positivo de la esencia positiva y entra con ?l en una relaci?n conflictiva; este polo positivo de la esencia negativa se transmuta en el polo positivo de la esencia positiva y ah? se reanuda de nuevo todo el proceso.
Las determinaciones que en el fundamento real constituyen los elementos del otro en que el algo ha de transformarse y que son uno de sus contenidos (el polo negativo del mismo), tienen que acreditar su ser negando, con la intenci?n de desplazarlas de la existencia, las determinaciones del ser inmediato, del algo existente que es otro de los contenidos (polo positivo) del fundamento.
Las determinaciones extr?nsecas e inesenciales que eran uno de los contenidos de lo fundado (su polo positivo) entran, por mediaci?n de la relaci?n fundamental (es decir, de la vinculaci?n negativa inmediata de los dos contenidos (polo positivo y polo negativo) en el fundamento), en relaci?n con el otro contenido de lo fundado (su polo negativo); esa conexi?n es positiva, de creaci?n de las determinaciones negativas de lo fundado.
Queda as? perfectamente estructurado el fundamento negativo del ser determinado y bien delimitados los elementos cuya dial?ctica ha de llevar a la metamorfosis de ?ste en otro ser determinado.
Cuando lo fundado est? ya bien formado como el ser determinado inmediato existente que tiene dos contenidos los cuales se enlazan engendrando el contenido B (las determinaciones positivas del ser determinado actual) al contenido A (sus determinaciones negativas) y el fundamento tiene tambi?n sus dos contenidos cuyo nexo consiste en la negaci?n por el contenido A (que son las determinaciones del nuevo ser inmediato en que se convertir? el que existe) del contenido B (que son las determinaciones del ser actual), entonces lo fundado se vuelve condici?n que produce al fundamento y que a su vez es producida por ?ste. Lo fundado es la generaci?n de los elementos del otro en su interior (contenido A, polo negativo) por el contenido B (determinaciones del ser inmediato, polo positivo); esta generaci?n es a su vez la del fundamento como negaci?n en ?l de las determinaciones del ser inmediato (contenido B, polo positivo)' por las del otro ser (contenido A, polo negativo); el fundamento a su tiempo produce a lo fundado como condici?n.
La mutua procreaci?n de la condici?n y del fundamento da por resultado que del contenido A de aquella, es decir, de las determinaciones del otro que se encuentran bajo la forma del ser actual, advenga el contenido A del fundamento, esto es, las determinaciones que son ya un elemento del otro que ha de venir despu?s del ser actual; de igual manera las determinaciones del ser inmediato que se encuentran en el fundamento se transforman en las determinaciones positivas de la condici?n (contenido A de lo fundado).
La relaci?n llega a su cl?max cuando el polo negativo de la esencia positiva se ha vuelto en su totalidad el polo negativo de la esencia negativa; por lo tanto, el polo positivo de la esencia positiva ha desaparecido tambi?n, pues su raz?n de ser es el engendrar y ser engendrado por el polo positivo; todo su contenido se ha incorporado al polo positivo de la esencia negativa. La esencia positiva desaparece; quedan enfrentados en lucha abierta pretendiendo su mutua desaparici?n el polo negativo (que es el otro del ser inmediato actual) y el polo positivo (que es el ser inmediato actual pero ya en su papel defensivo ante la acometida del otro polo) de la esencia negativa.


La dial?ctica de la relaci?n lleva a que el total de las determinaciones negativas de la condici?n (fundado) se transmuten en fundamento (en elementos del otro del ser inmediato) y que todas las determinaciones del ser inmediato anterior que estaban en el fundamento se truequen en condici?n.
Quedan entonces enfrentados s?lo el fundamento que son las determinaciones negativas como elementos del nuevo ser inmediato y la condici?n o fundado constituida ?nicamente por las determinaciones del ser inmediato en v?as de desaparecer. Se establece la lucha decisiva entre ambos elementos.

En esta ?ltima fase del desarrollo de la esencia han quedado totalmente polarizadas las determinaciones del ser inmediato existente y las del que ha de sustituirlo a su acabamiento. La condici?n son las determinaciones del ser inmediato anterior y el fundamento las del nuevo ser determinado inmediato; ?ste se encuentra como cosa en s?, como contenido de los dos momentos que son la condici?n y el fundamento que est?n en franca lucha. De la mutua negaci?n de condici?n y fundamento se produce el nuevo ser inmediato, la cosa inmediata esencial, que los conserva todav?a como sus momentos. A trav?s de la negaci?n de la condici?n por el fundamento ella se convierte en fundamento y desaparece como condici?n; el ser inmediato anterior perece cuando la condici?n se vuelve fundamento. En la negaci?n de la condici?n por el fundamento ?ste se transmuta en ser inmediato y desaparece como fundamento; el nuevo ser inmediato nace al transformarse el fundamento en cosa inmediata esencial. El nuevo ser inmediato es la cosa inmediata esencial que ha surgido a la existencia mediante la eliminaci?n tanto de sus condiciones como de su fundamento. El nuevo ser inmediato ha roto el cord?n umbilical que lo un?a al anterior.
En este punto Hegel da cima a su tarea de reflejar en toda su complejidad al mundo objetivo: ha develado los tres niveles de existencia del ser determinado (ser determinado inmediato, ser determinado infinito y esencia como fundamento positivo de lo existente) y la esencia del ser determinado como el desarrollo del otro en el que ha de transmudarse a su perecimiento.
En resumen, conforme a la L?gica de Hegel el ser tiene 3 niveles de existencia: el ser determinado finito, el ser determinado infinito y la esencia. El ser determinado finito, que es una compleja combinaci?n de la sustancia infinita, se interna en s? mismo y produce su esencia. Esta est? constituida por dos polos contrarios que se encuentran en una relaci?n de mutuo engendramiento y negaci?n y es el fundamento, la causa ?ltima del ser determinado. Este tiene una forma y un contenido que se corresponden.
La esencia como fundamento y causa ?ltima del ser determinado, partiendo del contenido que le es propio y conserv?ndolo como su base, inicia el desarrollo de los elementos del otro ser inmediato en que ha de convertirse a su extinci?n. Engendra una nueva relaci?n entre los mismos polos de la esencia positiva; en esta nueva relaci?n el polo negativo act?a como elemento negatorio del actual ser inmediato y constitutivo del nuevo ser que ha de devenir; el polo positivo se desempe?a como elemento de la conservaci?n del ser inmediato existente. Pero esta relaci?n es entre los mismos polos de la esencia del ser inmediato existente que conserva el contenido que como tal le corresponde; lo que se ha generado, por tanto, es tan solo la forma del nuevo ser empalmada, por as? decirlo, al contenido del ser anterior. Esta forma del nuevo ser surgiendo del contenido del ser anterior es la esencia negativa, por ahora s?lo formal, de ?ste.
La aparici?n de la forma del nuevo ser hace madurar a la esencia del ser inmediato actual oblig?ndola a pasar a una fase superior de su existencia. En esta nueva etapa de vida da otra vez lugar al desarrollo de los elementos del nuevo ser que ha de sucederlo pero ahora como un par de polos, distintos de los de la esencia positiva, que pasan a constituir el contenido del nuevo ser inmediato. La esencia negativa, que es la forma y la materia del nuevo ser inmediato en el seno del que lo precede, queda constituida tambi?n por dos polos entre los que se establece la lucha definitiva que tiene como resultado la eliminaci?n del ser inmediato anterior y el surgimiento a la existencia del nuevo ser inmediato.





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